domingo, 24 de marzo de 2013

De paseo

Hoy me he ido de paseo, mosqueo con el guiri incluido que por no levantarse a las 8:30 para ver suu querida Formula 1 prefiere ver la repetición a las 2 de la tarde, y si he de esperar a por él... se me acaba el día. Así que tras dar un sonoro portazo para dejar clara mi posición al respecto, me he ido con viento fresco. Muy fresco, que teníamos 2º con sensación térmica de -2º y como yo lo valgo, me he ido con una simple camiseta debajo del abrigo... cachis la mar y no se me ocurre otra que irme a pasear por la "verita del río".
Mi intención era visitar la Universidad que tengo a un tiro de piedra de casa, pero al final me puse a andar, andar... y este es el circuito que realicé (de hecho me salí de los límites de la ciudad que terminan dos minutos antes de donde me dí la vuelta...)


Si hay algo que me gusta de cork es la variadad de lugares que se pueden visitar en un Domingo aburrido. Cork no se ve en un día y quien diga lo contrario, no ha visitado todo en profundidad. Y diciendo esto, he de decir que he de volver al fitzgerald Park donde he estado hoy porque allí se encuentra el Museo Municipal y la galería Art in the Park pero sé que el guiri querrá visitarlo también y prefiero ir otro día.
Respecto a la universidad, me encantaría estudiar allí. Esos muros de piedra le hacen sentir a uno como si estuviera en Eton, Cambridge o en oxford (salvando las distancias arquitectónicas, claro...)


El observatorio
De la universidad me he ido hacia Fritzgerald Park, que tiene un par de estanques pequeñitos donde los niños van a dar pan a los patos y unas estupendas vistas a la otra orilla del Lee, que se puede cruzar para seguir un caminito pinturesco desde sendos puentecillos...







Cruzando el último puente se puede llegar hasta el centro de Cork ininterrumpidamente pero yo me he vuelto para hacer otra parte del recorrido que deseaba hacer y que tiene maravillosas vistas a ese edificio con tanto carácter reconvertido en apartamentos que os enseñé hace poco en uno de los posts (cuando buscaba piso) y con el que estoy totalmente fascinada: próximamente en mi agenda, subir hasta ahí.


Y aquí fue donde me di la vuelta...


Iba camino del Lee Field y el frío se acentuaba. Magníficas vistas de Atkins Hall y del río Lee en todo su esplendor...






Y ya en mi vuelta a casa, delante del County Council me encuentro a estos dos señores mirando... hacia arriba...




Y con esto y un bizcocho... me fui para casa, a donde llegué una media hora después... en total unas tres horas de caminata... El Domingo próximo, si hace bueno... La Marina!

lunes, 18 de marzo de 2013

Gamberreando en la galería

El sábado pasado, aprovechando el ambiente de festividad del fin de semana de St. Patrick's (hoy aquí es festivo pero me han hecho ir a trabajar aunque estamso de training y no hemos hecho nada de nada), tras hacer unas compras y disfrutar del mercado gourmet y la música en directo, aprovechamos también para visitar la Crawford Art Gallery, que yo había visitado hace muchísimos años y el guiri no conocía.
La primera sala de la planta baja tiene una colección de reproducciones de escayola de Cánovas y oye, cuando te lo ponen a huevo, te lo ponen a huevo...






La galería tiene una colección pictórica que poco tiene que envidiar a cualquier galería nacional de renomebre, aunque muchas de las exhibiciones son temporales. Pero esas fotos, quizás, os las enseñe un día con más tiempo...

domingo, 17 de marzo de 2013

Sin ganas

He abandonado el blog, lo sé, y mientras escribo estas palabras, solo tengo en mí esa sensación agridulce de no tener ni fuerzas ni ganas de escribir. Mi nuevo trabajo me está "matando" a muchos niveles, y el creativo es uno de ellos. No tengo tiempo para nada y las expectativas no son mejores. Esta semana concluimos la última semana de "training" y el viernes nos dirán nuestros nuevos horarios para el próximo mes (sí, un mes entero), sin fines de semana libres, con los días en medio de la semana (martes y miércoles o miércoles y jueves). Y no esperen que sean horarios de mañana, no. Ya nos han avisado que al ser los últimos en llegar nos van a tocar los peores horarios (de 1 ó 1.30 de la tarde a 9.30 ó 10 de la noche). una puñetera mierda que en principio creí iba a sobrellevar con dignidad y valor, porque después de todo, este solo era un primer paso para poner los pies en Cork, pero las restricciones en la empresa son demasiado grandes. 
Llámenme malcriada o mal acostumbrada, pero 16 años trabajando en Irlanda me han enseñado que el respeto hacia el trabajador existe. Pero aquí solo eres un número con pocos derechos: no puedes tener tu movil contigo, ni mirar internet, ni cogerte tus descansos un minuto después de tu hora. Que no te dé el día meón porque solo tienes 20 minutos a lo largo del día para ir al baño, si te pasas de esos 20 minutos, recibes una amonestación, que aún no me queda si será un cachete en el culete o si usarán una regla de madera para marcarte las manos (no creo, las necesitas para teclear).

Jamás en la vida he trabajado en un lugar tan restrictivo y con normas que no voy a enumerar aquí porque no quiero terminar de aburrir al personal con mis cuitas, pero el tema me está afecando psicológica y físicamente y me acuesto con palpitaciones para levantarme en medio de la noche bien a vomitar bien con ataques de diarrea sin motivo. Y en lugar de perder peso, lo gano, tócate las meninges. 
Sí, estoy buscando otro trabajo, pero todo proceso lleva tiempo. Ahora mismo estoy echando "para cualquier cosa" porque lo único que quiero es salir del agujero en el que me he metido. Y detener las lágrimas, porque no es fácil llegar a casa tras un más que estresante día y echarte a llorar porque casi a diario recibes emails, mensajes por facbook o al móvil de tus antiguas/os compañeras/os de trabajo diciéndote lo mucho que se te echa de menos.

Por lo demás, cuando estoy libre, como el fin de semana pasado y este, lo disfruto como si fuera el último día de mi vida. El sábado pasado fuimos al lago cercano a mi casa, un lago natural que es un santuario para aves y lo pasamos bien, fue un paseito por todo su perímetro agradable, con una corte de cisnes y patos siguiéndonos porque a mí no se me ocurrió otra cosa que comprar pan para darles de comer, como cuando era una niña. 


Este fin de semana nos encontramos en plena celebracièn del Festival de St. Patrick's, por lo que ayer pasamos casi todo el día (tras hacer unas compras) en el centro, donde tuvo lugar un mercado gourmet (con stands ofreciendo comida alemana, italiana, española, francesa, etc.) y un escenario con música cuya primera actuación fue un grupo de percusión que ambientó el lugar haciendo bailar al más soso. Por la tarde pillamos a una banda de jazz-fusión que tembién estaba bien y bueno, nos tomamos unas cervecitas a la salud del santo patrón...




También visitamos la Crawford Gallery, que yo no ka había visitado desde mi primera visita a Cork hará más de 12 años, y para el guiri era la primera vez. hicimos un poco el gamberro, pero esa... es otra historia...


sábado, 2 de marzo de 2013

Pertenecer

Hoy es jornada de reflexión para mí. Creo que últimamente le dedico más tiempo a pensar del que debería, y no precisamente porque me sobren las horas... que desde que he empezado a trabajar ando más bien escasita... Pero sí han sucedido cosas que me hacen reflexionar un poco sobre qué quiere la gente de la vida. O qué esperan en ciertas circunstancias.

Cada día estoy más contenta de haberme mudado. El trabajo es tema aparte, pero seguiré buscando. no porque no me gusten mis compañeros o el tipo de trabajo: son los horarios los que no me convencen y la apretada política de empresa que además me ha denegado la posibilidad de cogerme unos días para ir al Salón del Cómic de Barcelona, a pesar de que les dije que era para promocionar mi libro y firmar. No han sido capaces de darme los cuatro cochinos días que pedí.

Sin embargo, aunque me levanto bastante temprano para ir a trabajar, y camino casi 20 minutos hasta la parada del autobús, lo hago gustosa. Cruzo el río cada mañana, observando a las alborotadoras gaviotas, quietas o sobrevolando la cristalina superficie del Lee. ha hecho muy buen tiempo desde que nos mudamos y no ha llovido, por lo que suelen estar plácidas y relajadas. 
Veo el despertar de la ciudad, la gente con párpados aún pegados esperando las diferentes líneas de autobús en sus paradas, lo comercios abriendo las barajas de seguridad, los camiones descargando su mercancía fresca a las puertas del English Market. Esta ciudad tiene una vida que, a las 7am nunca he visto en Limerick, donde lo único abierto era el Spar o el Centra para que los trabajadores puedan comprar su desayuno o la prensa. 
El sábado pasado fuimos al cine a ver Mama. Es un placer volver a vivir en una ciudad con un cine en el centro y no tener que planificar el día entero para ir a ver una película y dejarte medio sueldo en taxis de ida y vuelta. Luego fuimos a tomar unas cervezas, porque desde que llegamos, hemos salido más que todo el año anterior en nuestra otra ciudad. Hemos ido al cine, a tomar unas cervezas solos o con mis compañeros de trabajo, hemos ido a cenar o a comer, nos hemos sentido parte de la muchedumbre los sábados de mañana de compras... cada vuelta de esquina es un descubrimiento, una aventura, una descarga de alegría. Cork tiene vida y... estamos aquí para disfrutarla.
Lo que me lleva a la otra reflexión. En Facebook estoy en un grupo de españoles en esta ciudad, pero se puede aplicar el tema a españoles en cualquier parte del país y a decir verdad, del mundo. Hay cosas que me son sencillamente imposibles de comprender, de digerir, de racionalizar con lógica, porque no me caben en la cabeza... yo no comprendo cómo alguien que decide irse a otro país -el que sea- por un tiempo limitado o un tiempo indefinido, se agarra a sus antiguas costumbres como si de ello le dependiera la vida y no intenta soltarse e integrarse. Porque eres tú quien ha de adaptarse al nuevo país y no viceversa. 
Me explico: me ha llamado la atención en estos días el tema de dos chicas que solo van a venir a Cork para el fin de semana de Saint Patrick y querían sabar dónde encontrar música española o latina... y digo yo... si vienes a conocer un festival eminentemente tradicional irlandés, qué pinta ahí la música española? ¿no sería más lógico venir y disfrutar de algo diferente? ¿De verdad no pueden vivir sin una canción española por un fin de semana...? Y con esto no pretendo ofender a nadie: hace mucha ilusión y te da mucha alegría ir a otro país y oir algo del tuyo, pero no comprendo esa ansiedad por buscarlo como algo necesario. 
Lo mismo sucede con la comida: llevo 16 años aquí y sí, puedes echar de menos o añorar alguna cosa, pero tampoco es para morirse. Se puede vivir perfectamente sin jamón serrano (aunque se muera más lentamente) y ciertamente hay muchos productos que se pueden encontrar desde hace ya décadas integrados en el supermercado, llámenlo globalización o aceptación de la multiculturalidad de la nación. 
Hay un matrimonio que está pensando en abrir una tienda de productos españoles (ya que aquí hay tiendas árabes, portuguesa, frencesa, alemana, polaca, lituana...) y pidieron sugerencias de qué productos se  añoran más o no pueden encontrarse aquí. Leer a la gente pidiendo café porque no les gusta el de aquí me parece ridículo: especialmente cuando puedes encontrar no solo las mismas marcas principales de España -recuerden, señores, el café viene de Colombia, como la coca-, y además en la ciudad hay un par de tiendas SOLO de café.
Lo mismo cuando he visto pedir pan rallado o pimentón. No solo se pueden encontrar en cualquier supermercado, sino que además son productos baratos. Esto me da que pensar de si la gente que pide a boca llena por productos innecesarios se ha paseado alguna vez en la vida por alguna de las cadenas de supermercados que hay en la city o en los centros comerciales... 
Quejarse de la calidad de la carne irlandesa -sin hablar de los caballos- es no haber probado jamás su carne, porque la industria cárnica y lechera en Irlanda son de lo mejorcito -aunque ahora haya dudas-. Un filete de ternera -o de caballo, que está sabrosísimo-, no encoge como pasa en España hasta con la carne menos barata. Si un filete aquí mide diez centímetros, medirá quizá 9 tras cocinarlo, pero no se quedará en un remedo de la mitad de tamaño. ¿Y la leche? Esa leche densa, que sabe a leche, que mancha el vaso, que huele a leche y es fresca-fresca.

Cuando yo viajo a otro país, aunque sea en vacaciones, cortas o largas, procuro probar todo lo posible de la gastronomía local. Cierto es que Irlanda no puede presumir de platos buenos o de renombre o de tener una cultura gourmet, pero señores, el comer bien empieza en casa y saber comprar es esencial... y si yo me las he apañado perfectamente todos estos años en Limerick, no comprendo como alguien que lleve dos semanas o un mes en el país ya se está quejando de que no puede encontrar esto o aquello porque ni siquiera ha mirado o porque no sabe dónde encontrarlo.

Yo misma, acostumbrada a comprar ciertos productos en los supermercados de Limerick, llegué aquí a mi nuevo supermercado (de la misma marca) sintiéndome despistada porque no sabía dónde estaban las cosas... no pude encontrar mis salchichas de pavo que me hacen la vida tan fácil cuando no sé qué comer... y hoy ha sido tan sencillo como ir a un super -de la misma cadena- un poco mayor. Y no he saltado de alegría en medio del pasillo porque una tiene ya una edad...

Por eso no puedo comprender que se pidan cosas como pan rallado, café o pimentón en un listado de cosas "que no se pueden encontrar" en Irlanda. Es como una vez, hace ya unos años, que una chica en Limerick (española) me dijo que le era imposible encontrar Tampax con aplicador, que solo los encontraba sin y le parecían una guarrada y que se los mandaba su madre por correo desde casa... La cogí del brazo y la llevé ya no a un supermercado, ni siquiera una farmacia, sino a un spar (o quizá un centra) donde le enseñé la caja de tampax normales de toda la vida, en tamaño regular. Ya es todo un orgasmo ir a un supermercado grande y encontrar un par de marcas más y en tamaños super y mini... Así que no, milongas las necesarias porque no me cabe en la cabeza cómo después de un año aquí me salió con esas. ¿Dónde buscaba los tampax? 

A lo largo de los años me ha tocado morderme la lengua y no soltar una carcajada cuando gente nueva me ha preguntado dónde comprar libros en español o incluso si podían comprar el Pronto en cualquier tienda. Prensa española sí, a diario y en sitios grandes, pero... ¿el Pronto? ¿De verdad? El tema de los libros puedo comprenderlo hasta cierto punto... pero si quieres leer libros en castellano, pídele a tu familia o amigos que te manden libros, porque aquí puedes encontrar alguno, sí... para la gente que estudia español, pero la selección es muy limitada y cuando yo llegué, al menos, se limitaba a los clásicos y libros que ya tenía: Calderón, Valle-Inclán y llegué a encontrar algo de Reverte.
Por eso, quizá, he estado ejercitando el perolo más de la cuenta últimamente...