domingo, 8 de julio de 2007

¿Lobas o Princesas?

Pues Candela hoy va a decir basta ya! Acabo de leer un articulo en la revista dominical del tabloide Sunday World queme ha puesto los vellos como escarpias. ¿Por que? Porque habla de niños tan pequeños como dos años, yendo a Spas en Los Angeles para pedicuras, masajes, manicuras, tratamientos faciales, cera, rayos uva o bronceados artificiales, y en general, recibir el mismo trato al que cualquier adulto opta como tratamiento de belleza o para relajarse, simplemente. Y Candela piensa que esas madres que hacen esos a sus hijos deberian ser arrestadas, cuanto menos. Una cosa es vestir a tus hijas/os como unos pitiminies con puntillitas lacitos y coletitas y tirabuzones y otra muy diferente es poner cosmetico en un rostro que no esta aun preparado para rebozarse y restaurarse como una Giocconda de pacotilla.

Todas las niñas hemos robado alguna vez el pintalabios de mama y la sombra de ojos, y no podiamos esperar a la hora en que se nos permitiese utilizar maquillaje y salir a la calle para lucirnos y aparentar ser mayores y sofisticadas. Pero no hemos salido por la puesta pareciendo vulgares lolitas de seis años. ¿Que clase de piel tendran estas niñas en el futuro, alimentando sus melaninas y poros con tales potingues? Sin duda alos catorce años queremos aparentar dieciseis o dieciocho, incluso, pero estas nenas llegaran a los veinte aparentando cuarenta, que es algo que no creo sea su objetivo. En America y en Italia, el regalo de graduacion que reciben las niñas no es un flamante coche, sino un aumento de pecho. En una niña de 16 años, que aun no ha acabado de desarrollarse, no lo veo necesario. ¿Pero de quien es la culpa? ¿De los padres? ¿O de los doctores que acceden a realizar dichas operaciones?

En el mencionado articulo del Sunday World, se hace referencia una niña de dos años, otra de cuatro, otra de seis y una de nueve.

Ariyanna Durrani tiene dos años y, vestida con un albornoz y sentada en una comoda silla de cuero, pondera que color de barniz de uñas le sentara major, mientras los expertos que la atienden la miman en todos su caprichos. Una vez elegido el color, espera pacientemente a que se sequen sus uñitas viendo un Dvd en la pantalla de plasma mientras los estilistas le hacen el pelo.

El salon esta en Los Angeles y se llama Di Da, y se especializa en niñas exigentes y mimadas. Sus salas de espera no son diferentes de las de cualquier otro salon de belleza, con revistas de moda, libros y peliculas para mantener ocupadas a las "clientas" mientras se les atiende. La madre de Ariyanna, Shazia, esta encantada con el sitio y se deshace en halagos.

Al otro lado de la sala, Lucia Botham recibe su habitual manicura, y pide a la asistente que cuando acabe e hacerle las uñas le ponga dos tatuajes (falsos, po supuesto). Lucia tiene dos añitos tambien y sabe exactamente lo que quiere. Tras acabar la manicura se le concede su deseo y ponen un tatuaje (con spray) de un hada purpura en la pierna y otro de de un unicornio en la mano.
Con las paredes del salon pintadas con dragones multicolores y castillos de ensueño, el Spa Di Da es como un parque tematico para niñas y niños pero sin atracciones. Las niñas, desde edades tempranas a pre-adolescentes, se paean por el salon en albornoces de color rosa bebiendo cockteles sin alcohol en vasos de martini.

Ademas de pedicuras y manicuras, muchas escogen un tratmiento facial como la mascarilla de barro de algas marinas, un tatuaje de spray, un masaje y lo pero, cera depilatoria para las piernas.


Segun la dueña de tan patetico antro, queria crear un lugar donde los niños pasen tiempo con sus padres mientras consiguen los ultimos tratamientos de belleza. La dueña, por cierto, es madre de la anteriormente mencionada Lucia de dos años y de otra niña de cuatro, Georgia. Y asegura que el Spa alienta a las niñas a ser mas higienicas, ya que las niñas queiren hacer lo mismo que las mamás y las enseña a acicalarse y a subirles la autoestima, y dice que todos sus productos son organicos y 100% naturales y con productos no-toxicos.
Tienen, por ejemplo, un tratamiento para los pies con masaje de burbujas, mientras a la niña se le ofrece un delicioso pastelito. Y hay una mascarilla facial de chocolate belga que hidrata y suaviza la piel. Y digo yo, que niña de cuatro años , o de dos, o de seis, no tiene la piel suave??

¿Que clase de cultura les estamos dando a estas crias? Hay una en otro articulo de hace unas semanas que decia que la gente no habla con personas feas. Hugh! Nena, tu estas podrida por dentro a la tierna edad de diez primaveras, con un maquillaje atroz, uñas enormes y un bronceado a base de rayos uva que te va a costar la piel en menos de otras diez primaveras. Comprate un espejo y reflejate en el , monina.

Uno de los tratamientos mas polemicos es el de la depilacion a la cera. La dueña lo defiende aduciendo que algunas niñas tienen una ceja en lugar de dos o vello muy oscuro y las ayudan a "superar sus complejos". Dice textualmente:

"El mundo hoy es diferente al mundo en el que crecimos. Los niños de hoy crecen mas rapido y tienen tratamientos de todo modos. Nosotros damos un servicio amable y entretenido."

Por su parte, la nena de nueve años (Mercedez) que se acaba de hacer la cera en las piernas, dice:

"Solia mirarme las piernas y pensar que eran realmente peludas, asi que pense que mejor veia como era tenerlas depiladas a la cera. Ahora lo se, y es muy doloroso. Cuando la chica tiro de las tiras de cera, se me saltaron las lagrimas y mi piel escocia. Ahora creo que, comparada con otras niñas, mis piernas no eran tan peludas. Ni siquiera me las afeitare hasta que sea mucho mayor."


Su madre, Sandra, 37, dice que estaba preocupada por Mercedez pero que debia dejarla que se las depilara para que comprobara por si misma lo doloroso que puede llegar a ser. Al parecer Merceditas es una asidua del salon y a veces llega a casa despues de haber ido con sus amigas, con un perfecto maquillaje y el pelo perfectamente arreglado.

Podria contaros muchas cosas mas de las que se dicen en el articulo, pero es todo lo mismo. Mascarillas en niñas que no tienen ninguna necesidad de ello, cera en piernas cuyo vello es tan fino que nisiquiera se ve. ¿Que sera lo siguiente? ¿Liposucciones para niñas de 5 años? ¿Botox?
¿Una lobotomia para los padres?

Y lo peor es saber que cuanquier moda que empieza en America se propaga facilmente al resto del mundo tarde o temprano. Esperemos, tambien que los concursos de bellezas juvenils como los organizados alli nunca se pongan de moda en Europa. Dios nos guarde de una liga de zorrillas menores de diez años, como las que vimos, por poner un ejemplo en Little Miss Sunshine, niñitas pre-anorexicas ligeritas de ropa con 4 kilos de maquillaje profesional y cara de viejas. Niñas jugando a ser mayor, con el cerebro lavado por madres que probablemente no pudieron cumplir su sueño de ser reinas de belleza o incluso cheerleaders.

La polemica en EEUU sobre estos concursos no ha impedido que se sigan celebrando. ¿Cuando llegaran a nuestras costas?


Dios nos coja confesaos! Candela ha hablado.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Monstruoso. Abofetearia sin parar a esos padres que convierten a sus hijas/os en seres superficiales e inseguros, futuros discriminadores, y no tan futuras víctimas de mentes pedófilas y calenturientas. Y no hay que irse tan lejos. Aquí en cualquier agencia de modelos o de actores hacen cola los padres con su hijo monísimo (a sus ojos) presionándolos para que sean los niños perfectos y famosos que sueñan. Ineptos.

Candela dijo...

Ese es e lproblema. A mi entender, lo que los niño piden es lo que los padres consientan. Si un niño/a te pide un traje de Armani, es tu juicio y tu labor como padre el negarte, y no el consentiles hasta el punto de levarles a sesiones diarias de rayos uva. ¿Que quieres presentarte a un concurso debelleza? Pues presentate a Diosa del Carnaval, so estupida, que las hay menos descerebradas que tu!

anele dijo...

Vengo a leer tu antiguo post después de haberlo comentado en mi blog. Realmente es esperpéntico. Pobres críos, lo peor que les puede pasar es tener unos padres con tal falta de valores; así les va a ir...