viernes, 10 de agosto de 2007

DIA DE LLUVIA

Creo que siempre me levanto con el pie derecho. No por nada. No es un ritual, ni una costumbre, ni siquiera me fijo cuando me deslizo medio dormida de la cama cada mañana. Simplemente duermo en el lado izquierdo de la cama segun miras desde los pies, claro esta. Y por logica, me levanto con el pie derecho.
Hoy he debido levantarme del reves o algo parecido porque no me explico como las cosas, en cuestion de unos minutos han cambiado hasta el extremo de dedjarme reducida a lagrimas que no eran ni amargas ni agrias: eran saladas.
Levantarme en Limerick en este "verano" consiste en comprobar la hora, dudar de si quedarme una hora mas en la cama (hum, mejor no, eso significa una hora mas en el trabajo), rascarme el trasero (si las mujeres tambien lo hacemos), y acto seguido marchar a la ventana del salon a comprobar que dia hace. Nada nuevo: llueve por 65 dia consecutivo. Asi que nada, me calzo unas sandalias de tacon de madera tipo cuña, que despues de todo es "verano" y en la oficina hace un calor de espanto y ya no se aguantan las botas con calcetines. Me pongo mis pantalones de terciopelo negro, que siempre te sacan de apuro cuando, como hoy, no sabes que ponerte. Despues de todo, el terciopelo es comodo, viste y sirve lo mismo para el "verano" o para el invierno. Me pongo mi top, mi chaqueta, pillo bolso, me marcho a coger el autobus. Hasta qui todo bien. El dia en la ofi transcurre de lo mas normal. Es viernes y los viernes se trabaja una hora menos por lo cual mi jornada llega a su fin a las tres de la tarde.
Aqui es cuando todo empieza a salir mal. Generalmente en Limerick el servicio de autobuses no es malo, es pesimo. Y los viernes es peor. Y cuando llueve, el servicio es malo y es viernes, la cosa se complica. Por norma, puedo esperar tres cuartos de hora por un autobus que se supone ha de pasar cada quince. Cuando hace buen tiempo me marcho andando, se tarda una hora en llegar a la ciudad caminando y el ejercicio, sin dudarlo un minuto, me hace falta. Pero como no deja de llover, tengo dos opciones: seguir quejandome de mis kilos de mas o coger una pulmonia triple despues de llegar a casa calada hasta los huesos.
El caso es que al salir del edificio y doblar la esquina veo el autobus que acaba de dejar la parada, y como no, no se va a detener por mi por mas que pnga los ojos de Puss en Shreck. Justo detras, otro autobus, el llamado "del euro" que solo pasa una vez cada hora. La parada es un trozo de cemento rectangular con una señal metalica de color rojo en medio de una acera de cesped y que, como no, a estas alturas y con tanta lluvia, es solo una mezcla de hierba mojada y barro. No hay un techito donde cobijarte, ni un edificio, nada. La parada anterior a esta tiene un techito para resguardarte de la lluvia, asi que decido caminar hasta alli en lugar de esperar bajo la lluvia torrencial. Total, sera al menos otra media hora hasta que llegue el siguiente autobus.
A medio camino le veo venir lentamente. El bus!! Miro hacia atras, estoy mas cerca de la ultima parada que de la siguiente. Corro de nuevo hacia atras, cruzo la carretera en tre claxons, se me vuelve el paraguas, ahora la hice bien, se rompio! Otro mas para la coleccion en la papelera! Alcanzo la acera, o ese campo de cesped silvestre, que se me mete entre las sandalias y me moja los pies desnudos. No se puede correr, me arriesgo a caerme. Siento un tiron. Me acabo de cargar una sandalia, estoy practicamente descalza del pie derecho. El autobus me pasa sin detenerse a espararme a pesar de que solo estoy a UN METRO DE LA PARADA... No me lo puedo creer. Me imagino que en el interior seco y calido del vehiculo sus ocupante me estan mirando y riendose de esta pobre gorda con el pelo mojado en la cara, el paraguas roto y la sandalia colgando precariamente del dedo gordo del pie.
Decido caminar de nuevo hasta la parada anterior. Llego sin novedades. Media hora despues aun sigo esperando. Pasa un coche demasiado cerca de la acera, a tal velocidad que el pequeño charco que habia a dos metros de mi se convierte en un sunami que me cubre desde la cabeza a los pies de agua sucia. Genial. Ahora ya lo tengo todo. No grito porque no hay nadie que me oiga. Me vuelvo, dando la espalda a la carretera y lo unico que puedo hacer es llorar de impotencia.
Definitivamente, sali de la oficina con el pie izquierdo

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