Hoy he abierto la ventana. El Universo entero me contempla desde la nada estrellada. He perdido el corazón en el brillo de las cosas que no puedo tocar.
He abierto la ventana. Es mi único medio de escape en esta cárcel que construí en la torre imaginaria de mi mente. El aire fresco revitaliza mi rostro, pero no mis pensamientos. Soledad llegó y escapó, ansiosa de abandonarme otra vez.
He abierto la ventana y he dejado fluir mi alma, lujo exuberante de mis días desiertos. Hubo tiempos mejores y la noche, el aire de la penumbra, el susurro de la próxima aurora me hablan de tí. Te fuiste lejos, pero prometiste regresar. "Volveré pronto, mi amada", dijiste, "Volveré en la noche y no te abandonaré jamás".
La noche se alarga demasiado pero nunca llegas. Deja paso a la luz codiciosa del sol y mi vida se vuelve oscura. A lo lejos he oido al ñu enfurecido. La aldea está silenciosa sin los hombres en los campos. El mar queda tan lejos...
Cierro la ventana. Hoy ya no volverás.
8 comentarios:
Me he puesto triste. Este relato me ha recordado cómo esperé y esperé durante semanas. Hace ya muchos años, pero el dolor permanece en el mismo lugar.
Candela: estas reflexiones me suenan mucho. Durante muchos años he recitado infinidad de versos a la soledad, tanto que ya me tuteo con ella, aunque ya no vive conmigo, afortunadamente.
Ni conmigo, Charo, ni conmigo. Feliz acompañada, estoy!
Vaya, Shirat. Lo siento. Creo que le he dado un enfoque que no era el que pretendia... Si, soledad, pero... creo que todas hemos estado ahi. Y un dia, por un motivo u otro, la espera agoniza... y termina. Hay principes que iban en otras misiones y se detienen en el camino. Y encuentran misiones nuevas...
Candela, eres la ganadora de un “weblog brillante”. Más info en mi blog ;)
Muchas gracias, Laudrey, pero no me deja entrar en tu blog! Me puedes dar la direccion? Me gustaria mucho agradecertelo de verdad y poder leerte, ya que has sido tan amable de concederme ese premio!
la última línea, "Cierro la ventana. Hoy ya no volverás." revela que es una espera prolongada día tras día. a todos nos ha pasado alguna vez. el dolor se acaba diluyendo, pero puede tardar mucho, y durante esa espera nos podemos estar perdiendo muchas cosas buenas...
No lo sientas, Candela. Me ha gustado mucho aunque me ponga melancólica. Soy un poco romántica para estas cosas...
Publicar un comentario