Estos tres joyitas de la foto de arriba son tres de los máximos dirigentes de la banda de los McCarthy-Dundon: Chistopher McCarthy, Garret Collins y el padre de este último, James Collins. Tres asquerosos mercenarios despiadados que ayer concedieron una entrevista a alguna agencia periodística, a juzgar por la presencia del mismo artículo en varios medios. Esta que os resumo aquí es un extracto de la entrevista que apareció en la edición de ayer del Times Online, redactada por David Sharrock. (No os perdáis las declaraciones de James Collins, no tenen desperdicio). Ahora ya e por qué se canceló la marcha del sábado. Era de esperar.
Jimmy Collis revive su último roce con la muerte, inspeccionando los agujeros de bala de cuando su casa fue acribillada a tiros. "Eran las tres de la tarde y estaba de pie en la puerta cuando me rociaron con una metralleta Scorpion. Lo que salvó mi vida fue que el jodido idiota no sabía cómo usarla".
"Era sólo un jovenzuelo, no podía haber tenido más de 15 años. Lo atiborraron de heroína y lo enviaron aquí a hacer el trabajo de un hombre."
"Me telefonearon una hora más tarde, cuando estaba en el hospital, para decirme que había estado de suerte, 'Te pillaremos tarde o temprano'. Es la guerra y las calles van a ver la sangre correr."
Habla con el candor de un hombre que no tiene nada que perder, en el centro del escenario de lo que parece un eterno feudo entre dos clanes criminales. Está rodeado de su familia, incluyendo su hijo Garret, vestido con un "sombrero de mono" y una capucha popularizada por el cantante de rap 50 Cent, y su yerno, Christopher, que lleva un chaleco antibalas.
Un helicóptero de vigilancia de la policía planea por encima de la zona. Su esposa, Alice, bromea que allí en Ballinacurra Weston no se está a más de veinte pies de un arma. El día anterior su casa fue registrada por la policía a las 5 de la madrugada. "Las manos del policía estaban temblando mientras me apuntaba con su arma y le dije que se fuera a tomar por el culo cuando me dijo que me pusiera las manos en la cabeza", se ríe Alice.
Este es el lado de la vida de Limerick que es raramente visto tras las fronteras de estos barrios hundidos, pero que han salido a la luz con el asesinato de Shane Geoghegan, el joven de 28 años capitán de rugby de uno de los clubs más grandes de la ciudad, Garryowen.
Su muerte fue un golpe profesional: le dispararon con una pistola Glock de 9mm semiautomática. Un tiro le alcanzó en la cabeza y dos en el torso cuando regresaba a su casa.
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El asesinato de Geoghegan llevó a una lluvia de dolor, desesperación e ira a través de Irlanda que no se veía desde la muerte en 1996 de la periodista Veronica Guerin, asesinada por los gangsters de los que escribía.
Ha habido llamamientos para internamientos (que no es lo mismo que encarcelamientos. El internamento supondría encierros sin comodidades), y una nueva legislación que permita el uso de vigilancia y de equipamiento de espionaje como arma en los juicios de bandas criminales se está pasando ahora mismo por el Parlamento.
Aunque Jimmy Collins está aliado al clan de los Dundon/McCarthy -el sindicato criminal dominante en Limerick y posiblemente en toda Irlanda-, y la banda que es principal sospechosa en el asesinato de Shane, Jimmy está muy enfadado por la reacción al asesinato del jugador de rugby. Insiste en llevarnos al Cementerio de Mount St. Oliver a ver las tumbas de aquellos muertos en el feudo con el clan de los Keane/Collopy. Dependiendo de a quién se crea en relación a cuándo comenzó todo, ha habido al menos 14 víctimas en años recientes.
"Estuvo mal, lo siento por su muerte. Estaba en el lugar equivocado a la hora equivocada. Pero yo no le maté y ahora mi casa está siendo atacada y mi familia acosada por ello. Sólo porque un jugador de rugby es asesinado se monta toda esta guerra santa. Nunca hubo ninguno de estos numeritos cuando mis amigos estaban siendo asesinados, y algunos eran también tan inocentes como él".
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En una visita de The Times la semana pasada, horas después de que la casa de Collins fuera registrada en busca del arma que mató a Shane, [...] un oficial dijo: "Si encontramos algo no lo tocamos hasta que llamamos a refuerzo armado. De lo contrario, si intentamos llevarnos pruebas , simplemente nos las quitan". Esto lo dijo refiriéndose a Jimmy y sus amigos que, armados con palos de hockey y miradas ceñudas, vigilan a una docena de yardas de distancia.
Christopher McCarthy señala un graffiti de crudas figuras de hombres enmascarados disparando armas y elogiando a los "Ladrones de Weston". "Ese es el nombre de mi banda. Bueno, no es una banda -somos familia. Los dibujos están hechos por niños, ven armas todo el rato". Su hermano, Anthony, está en prisión sirviendo una condena a cadena perpetua por matar a un miembro de la banda rival. No mantiene esperanzas de un futuro brillante.
"El cementerio o la cárcel", se encoge de hombros, antes de presentarnos a Mark Cronin, de 13 años, cuyo primo James fue obligado a cavar su propia tumba antes de ser despachado al otro barrio, bajo la excusa de que se iba a convertir en testigo del estado después de participar en otro asesinato relacionado con las bandas. Los amigos de James le habían dicho que iban a enterrar las armas.
A pesar de ser apenas un adolescente, Mark adopta la misma mirada desafiante y hombros encorvados de los adultos cuando dice que no le tiene miedo a nadie. "Un día me uniré al ejército", dice.
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Mientras, Collins da una vison diferente del tema: "Esto no está pasando por las drogas. Es sólo que nos odiamos los unos a los otros con saña. Ellos no nos respetan así que nosotros no vamos a respetarlos a ellos."
"Todo esto comenzó hace más de 20 años, escaló a apuñalamientos y se transformó en ejecuciones, gente que era sesinada no porque hubieran hecho algo, sino simplemente para vengarse de sus familias. No creo que vaya a terminar nunca. Sólo hace unas semanas participé en unas charlas para llegar a un acuerdo de paz, estreché las manos de los que intentaron matarme. Pero eso se acabó. Sólo las funerarias se van a beneficiar de esto en los próximos años."
Limerick en números
90,757 habitantes
7 Asesinatos y homicidios
30 Casos de posesión de armas por 100,000 personas
101 armas dadas de alta
171 casos de tráfico de drogas
220 Asaltos causando daños
322 Oficiales de policía, todos los números por cada 100,000 personas.
171 casos de tráfico de drogas
220 Asaltos causando daños
322 Oficiales de policía, todos los números por cada 100,000 personas.
Info: Oficina Central de Estatisticas
4 comentarios:
Sí, seguramente los amiguitos muertos de Jimmy serían unas bellísimas personas. Vamos, es que me da una ternura tal que yo también quiero ser su amiga. Por favor...
... y que requetebonito es Limerick?
pobrecito, están atacando su casa. es una víctima...
Uf, qué asco.
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