Cuando la inocencia al fin se acaba, llevándose consigo la más pura esencia de la niñez inmaculada, la imaginación sustituye, quizás, las creencias. Al principio nos negamos a aceptar lo obvio. Pero dicen que la verdad siempre sale a flote, y a veces, para mal.
Llegada la Navidad, el guiri recuerda también su pasado, sus años de niño jugando en el pueblecito de Cork que le vio crecer, en aquel barrio entonces nuevo, construido de ilusiones y de familias con hijos de una misma edad que pasaban sus días correteando salvajemente en los páramos hoy desaparecidos, fabricando casas sobre los árboles e ideando estrategias guerreras y juegos de caza, algo que no verán hacer a sus hijos. El mundo ha cambiado tanto...
Y es en estas fechas que todo niño vive con la ilusión impaciente de la llegada de Santa Claus el 25 de Diciembre, redactando sus cartas, soñando con sus juguetes. Y lo más importante del mundo... soñando con poder atrapar "infraganti" al hombre de rojo bajo el abeto cuajado de luces. Año tras año, intentando no caer dormido en toda la noche. Saltando de la cama cuando se oye el menor ruido.. imaginando sonidos de pezuñas de renos y campanillas sibilinas sobre el tejado, adivinando sombras al otro lado de la puerta cerrada del dormitorio. Pero siempre nos dormimos, soñamos los sonidos, y no vemos a los renos alejándose en la noche nevada. Así un año, y otro, y otro más.
Y llega la Navidad en la que el listillonaricesdeturno acaba con las ilusiones, con las esperanzas, con la espera.
-"¿Santa Claus? ¿Pero a dónde vas, chaval? ¡Santa no existe, hombre! Es tu madre la que va a comprar los regalos, y los envuelve con tanto cuidado, y los pone bajo el árbol... anda, que... Vaya crío que estás hecho creyendo en esas patrañas..."
Tras una leve discusión y los cristales rotos de los sentimientos que dejan tu niñez rota en el asfalto frío, crees al cretino y te vas a tu casa reflexionando... y sintiéndote, de pronto, muy sabio. Y no puedes esperar a contárselo a los demás. ¡Eres tan listo ahora!¡Estás en posesión de la verdad absoluta!
El guiri, pequeñito entonces pero igual de resultón -estoy segura-, se marchó a casa de su mejor amigo.
-"Boldy, que me ha dicho el Tony que Santa Claus no existe, que los regalos los compra mi madre y ella es la que los pone bajo el árbol."
-"¿Qué me dices? ¿Y eso es cierto? ¿Estás seguro?"
-"Que sí, hombre. Que ya sabes que el Tony es un año mayor que nosotros y lo sabe todo."
-"Ah. Pues habrá que decírselo a John y a Tim, ¿no?"
-"Sí, pero te lo dejo a tí, que me tengo que ir a casa a cenar ya."
Baldy, después de quedarse pensando en silencio, digiriendo esta pieza única de información, se dirigió al teléfono y llamó a Tim.
-Macho, que me acabo de enterar de algo que vas a flipar. Santa Claus es una mujer. Sí, sí, lo que te digo. Y la conocemos. Santa Claus es la señora Reidy, la madre de Jay. Que sí, joder, que lo ha dicho el Tony que la ha visto comprando los regalos...
18 comentarios:
jajaja, qué bueno el final de la historia, y la transcripción que has hecho es muy cachonda: "jo macho, de lo que me acabo de enterar...". :D
y a ese tipo de aguafiestas los has definido muy bien. y prefiero no explayarme hablando de los snobs que van cacareando por ahí que no celebran la navidad, sin que nadie les pregunte. no ahora. ;)
lo dicho, muy graciosa la historia, ruth!!
XDDDDD Pero qué guay es la inocencia.
jajajajajajja, ke bueno!!!!! Empiezo el dia con las sonrisas que me provoca mi niña y con las carcajadas que me causa tu relato. Buenisimo!! Viva la inocencia!! Y la ilusion!!
Ojala no se acabase nunca!!
Buenisismo Ruth.... jajajajaja, me ha encantado...A mi estas fiestas me encantan.... me lo paso genial... en mi casa todavia escribimos "la carta a los Reyes Magos", hacemos una lista con cosas que queremos y los "Reyes" nos traen algo o todo de esa lista...lo repito, me encantan estas fechas y desde que nació mi sobrina todavia más.....
Jajajajja, que buena la historia!! Bendita inocencia...
¡Qué bonito! El Guiri pudo ser feliz más tiempo, es precioso.
Yo llegué a saber -no recuerdo cómo- que los Reyes no eran de verdad, pero... ¡los de la Cabalgata! Eran actores disfrazados. Los Reyes Magos cambiaron de nombre cuando una listilla mayor que yo me lo dijo, Rocío se llamaba, para chafardear por saber más; llegué a casa y llegó la decepción, el primer palo que llevan los niños con infancias afortunadas y que compensa toda la felicidad de todos los años anteriores.
Kissecitos, Candela, a mí también me ha encantado la translation-comprehension.
Jajaja...qué gracia,no me esperaba ese final ,buenísimo.
Yo recuerdo que a mí me vino la "listillanaricesdeturno" :D como tú los llamas, a decirme eso mismo de los Reyes Magos pero yo no la creí,es más, se lo conté a mi madre diciéndole "fíjate que tontería me ha dicho "laquefuera"...no sé cómo puede pensar eso...¡¡qué los reyes magos son los padres,¡¡que no existen!! jajaja,yo toda asustada de la barbaridad que me habían contado... y mi madre siguiéndome la corriente,la pobre se estaría aguantando la risa seguro jajaja
Yo como Sonia unas listillas de turno, me lo dijeron y se rieron en mi cara, diciendome, que aun creia en Santa... y en los Reyes..., casi llorando, fui a contarselo a mi mami y ella me dijo, esas niñas son muy tontas no te las creas, je je, que inocencia la nuestra.
En cambio com mi hijo, lo alarge hasta que pude, que a el tambien se lo dijeron en el cole y yo como me madre, hice lo mismo, solo duro un año mas, pero fue estupendo, ver cada año su cara de sorpresa, al ver los regalo que el pedia y alguno mas que yo sabia que le gustaba, el decia si yo estos no los habia pedido, yo le decia, ¿es que el sabe, lo que a todo los niños os gustan y como has sido muy bueno, te lo a regalado?
Unos dia despues, mi hijo me conto, que en una ocasion, me vio enbolviendo los regalos, eso me pasa por no traer los regalo ya envueltos, aun ahora, en alguna ocasion le hemos sorprendido con algo que no se esperaba, te da alegria ver su sorpresiba cara, si si.
Jajaja, genial!!
Que gracia me ha hecho! bueno pues habra que ir a pedirle los regalos a ella no? estoo..me pido...jejeje
BESOS.
Me apunto lo que dice Wapi, pásanos la dirección de esa señora para mandarle el pedido..jajajaja
A mí me habían dicho ya en el colegio alguna vez (mi correspondiente listillanaricesdeturno) eso de "los reyes son los padres", y no es que no lo creyera, sino que no lo comprendía muy bien. Miraba y pensaba "¿los padres de quien? será que los reyes tiene hijos o algo así". Así que me encogía de hombros y yo seguía a lo mío, porque yo quería creer y ni me planteaba no hacerlo.
Había padres en esa época que me consta que, inspirados por nuevas corrientes de la psicología y la educación, se vanagloriaban de no haber creado jamás la ilusión de los Reyes para sus hijos porque sería criarlos en una mentira y traumatizarles. Pobres.
Yo también me apunto, le mando la cara ahora mismo XDDDDDDDD
Qué maravillosa inocencia...
JAJAJA, que final más bueno. Mi hija tiene 7 año sy algunos de sus compañeros ya lo saben. Temo el día en que vuelva del cole preguntando sobre el tema.
Es una pena que la ilusión se les acabe tan pronto.
Como Lar, en mi casa también solemos escribir una lista con lo que deseamos para que los "Reyes" nos traigan los que puedan y lo más importante: acierten.
jajajaja, que bueno Ruth.
Recuerdo que cuando por clase comenzó el comentario de los Reyes son los padres y mi hermano se lo preguntó a mi madre ella le contestó:
- Los Reyes existen para quién cree en ellos.
Así que para nosotrso siguen existiendo.
Yo, sin embargo cuando desucbrí que eran ellos (pillé a mi padre con una "extraña lista" de juguetes y destinatarios que luego se cumplió punto por punto) no dije nada a nadie, no fuera a ser que al enterarme ya no me trajeran nada... jejeje.
Oye donde dicen que tiene la dirección esta señora?...porque vamos se la llevo hasta a mano...
madre que chollo la sra. Claus.
Marta Minguella
Uff, ¡qué manera de estropear la inocencia a los niños! Yo me acuerdo del día que mi maestra del colegio se cargó la mía para siempre. Llegué a casa demudada, confusa como pocas veces lo he estado y con unas ganas de llorar tremendas. Mis padres me lo confirmaron y fue entonces cuando me quise morir. Lo recuerdo como el mayor trauma de mi infancia. Todavía odio por eso a la Señorita Helena.
Estoooo, ejem, ¡Feliz Navidad!
Candela, maja, soy Mercedes, del foro, que no me acuerdo de mi contraseña en el blog y por eso sale anónimo.
Muy chulo el relato. Me parto con el final jajaja
Elphaba, mi madre (porque eso fue cosa de mi madre, que por cierto es tu fan número uno, y lee tu blog), era de las ue seguía esa corriente tan guay y yo nunca creí en los reyes. Ya os contaré en mi blog algún día en breve.
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