Un buen día, allá por septiembre de 1752, los ciudadanos de Limerick, las Islas Británicas y las Colonias se fueron a la cama un 2 de Septiembre para despertarse en la mañana gris del día 14. No, no se trata de un salto en el tiempo ni de una historia ficticia del Twilight Zone. Es la pura realidad. Sucedió, y está documentado.
El Padre James White, en 1752, era el párroco de St. Mary, conocido como el primer gran historiador de Limerick, futura referencia para renombrados historiadores de épocas más recientes, y él mismo lo dejó escrito en el libro de registro de la parroquia, donde señaló que no hubo ningún baultizo durante doce días del mes de septiembre, debido al simple hecho de que esos días se perdieron con el cambio del calendario juliano al gregoriano.
Aunque no existen escritos que atestigüen cómo reaccionó la gente en Limerick o en el resto del país, sí que hay documentos de lo sucedido en Inglaterra, donde el cambio fue recibido con bastante resentimiento, debido, en gran parte, a que el nuevo calendario se originó en Roma, lo cual ya era bastante para llenar de sospechas a los crédulos ingleses, entre rumores de una nueva conspiración papista. Estaban, también, los que aseguraban que sus vidas se verían acortadas en una docena de días, y la preocupación aumentó sobre pérdidas de rentas, usufructos y salarios, y el correspondiente lío de los días del santoral perdidos y los días de descanso que se habían saltado. Hubo incluso un persistente rumor de que todo no era más que una trama creada por los caseros para quedarse con el alquiler de doce días que ya se habían pagado pero no se habían disfrutado.
Hay documentación escrita de que se produjeron disturbios en Londres, donde la multitud gritaba "Devolvednos nuestros días perdidos". Y hubo otros, más inteligentes, que aseguraron que el cambio no era más que mucho ruido y pocas nueces. Después de todo, nadie puede perder lo que nunca tuvo.
El calendario juliano original databa de los tiempos de César, pero se descubrió que era defectuoso, perdiendo 11.5 minutos cada año. En el siglo XVI esto añadía ya diez días y en 1582 el Papa Gregorio XII introdujo un nuevo calendario que rectificaba el tiempo perdido por el viejo calendario. Mientras los países católicos de Europa se cambiaron al nuevo, aquellos bajo dominio protestante no lo hicieron: no seguirían lo que era considerado como una directiva papal.
Al final del siglo XVII, de cualqueir modo, casi todos los países europeos habían cambiado ya al calendario gregoriano, excepto Inglaterra, cabezona como con el Euro, que se negó a dar su brazo a torcer, y la ridícula situación llegó en la cual su calendario iba diez días por detrás del resto de Europa. Finalmente en 1752, recapitularon y acordaron el cambio, tras el Acto del Calendario Británico de 1751.
La referencia al cambio en el registro de St. Mary es la única que se conoce en Irlanda durante el singular suceso, y está escrita en latín: "Per mutationem styli a vetere ad novum in sequenti mense, duodecim dies perduntur", lo cual en cristiano viene a decir: "debido al cambio desde le viejo al nuevo modo de contar, en el siguiente mes se quitaron doce días."
Algunos notables nacimientos registrados en los libros de la parroquia incluyen los del poeta Gerarld Griffin, el de Bryan, nieto de Bryan Merriman, autor de Midnight Court. Hay ecos de la tragedia de Wild Geese, una larga historia de cómo las tropas jacobitas abandonaron Irlanda para servir en los ejércitos europeos en en los siglos XVI, XVII y hasta la I Guerra Mundial. Estos ecos toman la forma de un certificado de nacimiento de 1746 que fue enviado a Pat O'Halloran en Madrid. La conexión Limerick/Continente deja constancia en 1746 con el funeral de Don Josephus de Urculli Callabriensis, natural de Bilbao en el cementerio de la iglesia. Según el último oficinista de la parroquia, William Bartlett, los restos fueron encontrados durante la construcción de la nueva iglesia, y se hallan bajo el tanque de aceite.
Los registros matrimoniales muestran la boda de Bridget Connors, un personaje no menos famoso que la Bruja Biddy Early del este de Clare (de la que os hablaré otro día). Bridget contrajo nupcias con Thomas Meaney, que sobrevivió al casamiento sólo seis meses. Se dice que Biddy se había casado nada más y nada menos que seis veces, con unos maridos que tenían la peculiaridad de morirse poco después del enlace.
15 comentarios:
que buena historia Candela!!!! Uy ya me imagino las marchas que se organizarían en estas épocas si alguien saliera con que vamos a adelantar 12 días el calendario. En MX, cuando se empezó a usar el horario de verano, hace algunos años, dos que tres llegaron a decir "nos robaron media hora de nuestras vidas". Por 12 horas, seguro hacían plantón para que se los compensaran a la hora de la muerte, amén. jajaja.
Muy bien documentado reina de los grises, ja ja.Qué ritmo haciendo posts, no puedes descansar y que descansemos un poquico, me estresas mogollón.....FOTO....Koldo
Que tremendo y yo que empecé a pensar en ovnis y esas cosas y de nuevoe s el hombre.
Besos
Sería un buen argumento para una peli y basado en una historia real.
Saludos.
jo que movida
he pensado que a los irlandeses ya buscaremos cómo compensarlos
pero a los ingleses esos 12 días que reclaman se los pagamos en euros
jajajaja lo siento no he podido evitarlo
Lo de los dias es un puntazo, pero aun me llama mas la atencion la viuda negra de la que hablas jejeje. Hay gente para todo!!
Lo que cuentas me recuerda al agumento de una peli musical de Gene Kelly, "Brigadoon", aunque en ese caso se trataba de un maleficio y no pasaban doce días, sino un siglo cada día que amanecía... Si en aquella época la montaron gorda, llega a ser ahora y se organiza una guerra.
Qué bueno, Candela; eres mala: siempre tentándome para ir a Limerick...
Me pregunto si el poeta será el antepasado irlandés de Peter Griffin, el de Padre de Familia :P
Y caramba para la señora de los seis maridos, seis... Parece que no se andaba con chiquitas.
Pero lo que me ha gustado es lo de la gente pidiendo que le devolvieran el tiempo, es tan surrealista que me chifla.
Por cierto... ¡FELICIDADES, CANDELA!
Sí, ya sé que es un nick, pero... ¿por qué no celebrarlo? Y de paso a todas las Candelas, Candelarias, Puras, Puris, Purificaciones y Purificacioncitas.
Ay, si hubuiera una Santa Fauve...
Y te dejo un retito (que no un ratito, ni un memito) en mi blog.
¡Que te lo pases bien!
pues es verdad, para todo lo que sean préstamos, rentas, salarios, arrendamientos... doce días hacen una diferencia importante. pero eso les pasó por cabezotas, por no haberse cambiado al calendario romano antes.
es muy curioso, si alguien buscase documentos oficiales de limerick y no conociera esta historia, vería que durante esos doce "días fantasma" no ocurrió nada: no nació nadie, no falleció nadie, no se inscribió ninguna sociedad en el equivalente al registro mercantil...
Muy interesante. Cosas que no se estudian en la historia general, pero que han marcado un antes y un después.
La realidad supera una vez más a la ficción. Pensemos que en aquella época no estaban tan acostumbrados al cambio horario. Puede que por eso no quieran sumarse al resto de Europa cuando nos vamos del horario de verano.
Vaya historia más genial!!!!
Y los pobres que cumplían años esos días???? Y para los que había una fecha importante????
Me mosquearía tanto que pasara ahora. Me mosquea hasta q me quiten la hora esa en primavera. Con esas cosas no se juega!!!
Yo no hubiera protestado, al menos durante esos doce días que no existieron no pasó nada malo, nadie murió, nadie enfermó...
Un paréntesis de tiempo que más de uno quisiera, visto desde un punto de vista optimista.
Publicar un comentario