jueves, 16 de abril de 2009

20 AÑOS DEL DESASTRE DE HILLSBOROUGH


Ayer se cumplían veinte años desde aquella tragedia, y recuerdo como si fuera ayer las terribles imágines que se nos mostraron una y otra vez en la televisión. El drama inesperado de 96 personas que fueron a disfrutar de un partido de fútbol y nunca volvieron a casa.
Era la semifinal de la copa FA entre Liverpool y Notthingham Forest, celebrado en el Estadio de Futbol Hillsborough, sede del Sheffield Wednesday F.C.
A punto de comenzar el partido fue cuando sucedió todo. 96 personas murieron aplastadas en lo que es el mayor desastre ocurrido jamás en un estadio de fútbol en la historia Británica y el peor en fútbol internacional. Para los seguidores del Liverpool (los 96 fallecidos eran fans del mismo), era el segundo desastre, tras el sucedido en el Estadio de Heysel en 1985.
Los hechos ocurrieron cuando miles de fans -más de los que debían estar-, llenaron el sitio que se asignó a los fans del Liverpool. Debido a la historia de hooliganismo en el fútbol británico, los campos estaban separados de los espectadores por altas empalizadas metálicas y, en algunos casos, alambre de espinos. Muchos se vieron estrujados contra las empalizadas, otros murieron, de pie, en el sitio, asfixiados por el flujo de fans entrando y empujando, sin saber la tragedia que se avecinaba. Durante algún tiempo, el problema del frente no fue notado por nadie más que los afectados, la atención de los espectadores estaba concentrada en el partido, que ya había comenzado. No fue hasta el minuto 3:06 que el árbitro, tras ser avisado por la policía, detuvo el juego. Pocos minutos antes los fans habían comenzado a trepar la empalizada para evitar ser aplastados. Para entonces, una pequeña puerta en la valla había sido forzada y algunos huyeron. Otros continuaron saltando la verja y otros fueron arrastrados hacia zona más segura por otros fans de la terraza oeste que estaba directamente sobre ellos. Finalmente la empalizada metálica se rompió bajo la presión de la gente.
Fue este suceso, precisamente, el que hizo cambiar la legislación en los estadios e hizo que todos tuvieran asientos y se quitaran las rejas de separación.

El vídeo está hecho con bastante buen gusto, un merecido homenaje a los que dejaron su vida en un campo que no fue el de batalla.

5 comentarios:

Juan Duque Oliva dijo...

El deporte debería sacar lo mejor de cada persona, pero lo que hace es sacarlo todo, lo que también tiene que ser buen.

BEsos

chema dijo...

el peor enemigo del ser humano es el propio ser humano, sobre todo esa subespecie del mismo que carece de inteligencia.
cuántas familias destrozadas por culpa de una panda de descerebrados.

Geno dijo...

Recuerdo ambas tragedias. Es una pena que vayas a disfrutar de un deporte y pasen cosas así

Marcelo dijo...

Apenas pude ver el comienzo del video. Por supuesto que sabía la existencia de la tragedia, pero realmente...
Un saludo

anele dijo...

Los lugares masificados siempre me han dado mucho respeto; me ponen muy nerviosa las aglomeraciones. Recuerdo una vez, a la entrada de una discoteca, los de atrás empujando y los de las puertas que no acababan de abrir. Me estaban empezando a aplastar y pasé miedo.
La gente es muy bruta.
Como dice Chema, hay mucho intransigente descerebrado por ahí que hace mucho daño. Una tragedia horrible, es que jamás te esperarías algo así.