lunes, 24 de agosto de 2009

EL VECINO DE ARRIBA

El vecino de arriba se mudó hace casi un mes. Y no supimos quién era hasta la semana pasada cuando vinieron a buscarlo, no uno, sino tres policías nada conspicuos.
Al principio creímos que el vecino de arriba era un señor cincuentón, de pelo gris y rizado como un Bisbal tullidito. Llegó en una furgoneta tipo kangoo azul y le vimos subir y bajar las escaleras con viejas maletas, algunas cajas de cartón con libros y planchas de madera. No tardamos en oir algún martillazo -nada molesto ni continuo-, y el ritmo de la sierra sobre la madera. El tipo tenía toda la pinta de ser un diseñador de interiores o al menos preocuparse del estilismo de su entorno.
Una semana después comenzaron las irregularidades. El guiri decía que cada noche oía gritos de madrugada en el salón, gritos de pelea, se entiende. Mientras yo acaricio los brazos de Morfeo, el guiri aún está viendo la tele y oyendo los ruidos nocturnos de nuestro inquilino superior. Concluyó, así, en que el nuevo ocupante del apartamento del segundo piso, había sido, seguramente, expulsado del hogar conyugal por su esposa y que se había refugiado aquí y sostenía fuertes discusiones telefónicas con su ex, ya que la única voz que se oía era la suya. Nunca vimos a nadie entrar o salir del apartamento, ni oimos tacones sobre nuestras cabezas ni nos encontramos en las escaleras con nadie más. La furgoneta azul llegaba a diario y aparcaba al otro lado de la calle, sobre las cinco y media de la tarde, horario habitual del que acaba de finalizar su jornada de trabajo.
Sin embargo, el guiri dijo haber visto más tarde a un joven abandonando el inmueble en varias ocasiones, o entrando... y puesto que el tercer piso esta vacío, sólo podía ser el misterioso vecino. Y así, la especulación siguió, especialmente porque cogió la costumbre de poner música a toda mecha a partir de las once de la noche. Por lo general suele durar media hora, excepto cuando llega con unas copas de más. Entonces podemos oír su banda sonora durante al menos una hora. Si la borrachera es grande, nos acompaña con su rendición de los mejores éxitos del momento. En su defensa diré que canta como un pato borracho, pero tiene un excelente gusto musical.
Tal vez por ello, no es tan molesto. Si la música estuviera sobre el dormitorio y no me dejase dormir, habría subido ya a quejarme, pero su salón está sobre el mío y Mundy de fondo no es ninguna molestia. Parece favorecer la acústica, a veces no estoy segura de si está escuchando un Cd o tiene puesto un Dvd en sonido sourround. Unos días el volumen es más alto que otros. La semana pasada golpeamos el techo con la fregona. Nos respondió con el pie. Le dije al guiri que no me gustaba nada su problema de actitud, y que si la cosa iba a peores, le dejaría una escueta pero educada nota. Pudiera ser que no se haya dado cuenta de que el suelo que le separa de mi techo es tan delgado que puedo oir sus tripas si rugen.
La semana pasada al fin le vimos el rostro. O se lo vio el guiri. Debe tener veintitantos. Moreno. Delgado. El martes por la tarde nos picaron al interfono. Era la policía, preguntando por xxxx. Desconocemos su nombre por lo que dijimos que no sabíamos quién era y abrimos la puerta principal. Tres jóvenes de la Gardai entraron, revisaron el correo que se coloca sobre la mesita en el hall de entrada y procedieron a subir al segundo piso. Sin suerte, porque el misterioso vecino nunca llega a casa antes de als 9 o las 10 de la noche. Y no eran más de las cinco o las seis.
La policía regresó a eso de las ocho y media. Y se volvieron a marchar con las manos vacías. No había pasado ni media hora cuando alguien tocó con los nudillos nuestra puerta. Yo estaba en pijama, de modo que el guiri abrió. La conversación que oí fue de lo más subrealista. La Gardai debió dejar algún tipo de nota o tarjeta de visita, porque lo primero que xxxx preguntó fue:
-Hummm... ¿Ha venido alguien a buscarme hoy?
-Sí -contestó el guiri sin inmutarse- La policía estuvo aquí.
-¿Eran tres?
-Sí.
-Joder, es que no te puedes imaginar, tío. Necesitaría 10 horas para explicarlo... es como una novela de Ruth Rendell...
-Oh?
-Sólo te digo que nunca hables con famosos, de verdad. Sucedió en un bar.... bueno... ya te digo, ¡horas necesitaría para explicarlo!, es totalmente...

Entre sonrisitas y risillas nerviosas, se despidió y nosotros nos miramos. ¿Ein? Conclusión: debe haberle dicho algo realmente insultante a algún ¿"famosillo"? ¿Existe tal cosa en Limerick? Las únicas celebridades menores locales son los componentes el equipo de Munster... algunos politiquillos... el Ministro de Defensa... Y digo yo que si se hubiera metido con algún jugador de Rugby de seguro que no le estaría buscando la policía... estaría en el hospital curándose las penas...
Hoy ha intentado entrar en nuestro apartamento poco antes de que yo llegase, me reporta el guiri. Después del trabajo me fui de compras (mmm... un pantalón, tres tops y una rebeca laaarga negra), y oyó una llave como intentando abrir. Se pensó que yo venía cargada, pero en lo que tiró de la cerradura el muchacho había subido para arriba. Sin duda se equivocó de piso, ¿o ya llevaba un cebollón de caballo...?
Son las 10:20 y reina el silencio.

22 comentarios:

Inma dijo...

Joé, que con el panorama que tienes en Limerick...cuídate niña y cierra bien la puerta.

chema dijo...

ufff, vaya historia policiaca. el hecho de que hayáis tardado tanto tiempo en verle el rostro ya da que pensar. y sus acaloradas discusiones telefónicas. la explicación de que tuvo problemas con algún famoso no suena muy coherente. :S en fin, ya nos contarás cómo acaba...

soñ4dor4 dijo...

Desde luego, os pasan unas cosas más raras...jajajajjaja !!

KIRA dijo...

Que mal fario da ese vecino...
Cuidado cuando estes sola en casa, pon alguna cadena de seguridad para que no puedan entrar.
La verdad que te toquen vecinos "normalitos" hoy en dia es casi tan dificil como que te toque la loteria...
Un beso y cuidate!!!

AnuKa dijo...

Pues nos has dejado en ascuas, que estas cositas no pasan todos los días. Así que, en cuanto te enteres, ya nos estás contando.

Besitos, buen dia.

BLAS dijo...

Hummmmmmm... Qué susto Candela! Esto parece el comienzo de una novela policiaca de las que a mi me gustan. Lo que no me gusta es que seas tú la prota, que no veas como acaban siempre algunas protas de las novelas que me gustaaaaannn... ¡¡Cuidadín!!

Anónimo dijo...

Es verdad...tencuidado,no parece muy normal,lo que este cuenta...y por una cerradura en la puerta,estoy con Inma en eso. Igual no es nada,ytiene una explicación este asunto,pero,no cuesta nada ser precavidos...

Juan Duque Oliva dijo...

Anda que anda, vaya peligro y vaya sustos.

Ten cuidado

BEsos

Bulma Salgueiro dijo...

Madre mía, tu casero no debe de pedir muchas referencias, ¿no? XDDDDDD

Bromas a parte, menudo elemento. Si sólo le da por hacer ruído (a horas no muy tardías) pues hombre... podría ser peor. Pero vigila, que si está persiguiendo a algún famosillo, esa gente es obsesiva, y no se vaya a obsesionar con vosotros...

Candela dijo...

si, hombre!! Lo unico que me faltaba! otro obseso de encefalograma plano pal coleto!

Luis Antonio dijo...

Me encanta tu estilo narrativo. Hace agradable la lectura. Te felicito.

marian dijo...

jajajajaja vaya vecinos jajajaja ay chica que vecindario tan divertido y que normalito el mío jajaja

ahora en serio
ten cuidado hay gente muy rara
como dice kira una cadena en la puerta no te hará daño

Geno dijo...

Hummmm, como una novela, dice.. intrigante...

Candela dijo...

Cadena no, tengo un hatch monisimo, y unacerradura anti-caco quepusimos hace unos meses... y una tranca de tres kilos detras de la puerta, ajjajajajaj

BLAS dijo...

Has pensado en un mazo, una porra eléctrica, un táser, la licencia de armas, clases de esgrima, un bazooka, una navajita toledana...? Si quieres te consigo algo y te lo mando por correos con unas bolsas de pipas, no sé...

Joan dijo...

Bien pensado, cualquier precaución que puedas tomar nunca está de más. No se sabe a ciencia cierta como es la gente que uno tiene por vecinos y si este ha dado tantas muestras de no ser normal... Mejor vigila y mucho, porque efectivamente puede ser bastante obsesivo y eso es peligroso.

Candela dijo...

Jajajjaa, Blas, tengo una pistola de balines que pesa un quintal y que parece de verdad... y un cuchillo jamonero que no veas...

Shirat dijo...

Qué horror. Ya nos contarás, pero me parece a mí que ese vecino nuevo va a durar poco en el barrio. ¿Seguro que los que le buscaban eran polis? Porque a lo mejor el "famosillo" del que habla es uno de esos de la mafia local.

Candela dijo...

No, no, eran polis, y que cuerpos!! digo, que miembros mas destacados del cuerpo de la gardai! ay mama!

anele dijo...

Vaya tipo raro.
La historia que cuenta suena pelín rara, la verdad. Es un poco raro que vayan 3 polis, cuando para temas menores bastaría con una pareja, ¿o esque en Irlanda van en trio?

Fermín Gámez dijo...

Vaya susto.

BLAS dijo...

Candela, tienes un premio en mi blog!!