lunes, 18 de enero de 2010

MORRÍGAN

Morrígan o Mórrígan, también conocida como Mirrígna, Mor-Ríoghain o Morrígu, que viene a significar algo así como la "reina fantasma" o la "gran reina", es una figura de la mitología irlandesa que pudiera haber sido una diosa, pero nunca aparece como tal explícitamente en los textos en los que se la menciona. Sin embargo, se la asocia con la soberanía, la profecía, la guerra y la muerte en batalla. Suele aparecer en forma de cuervo y en el Ciclo del Ulster también adopta la forma de una anguila, un lobo y una vaca. Se la puede comparar con las Valkirias germanas, aunque su asociación con el ganado sugiere que pueda estar más conectada con la fertilidad, la riqueza y la tierra.

Las apariciones más tempranas de la Morrígan en la narrativa se encuentra en las historias del Ciclo del Ulster, donde tiene una relación un tanto ambigua con el héroe de nuestra anterior leyenda, Cúchulainn. Su encuentro se produce cuando la Morrígan se llevaba una vaquilla de su territorio. Él la reta e insulta, sin saber qué tipo de ser es, y así se gana su enemistad. La Morrígan le hace una serie de amenazas y predice una batalla en al que Cúchulainn morirá, y enigmáticamente le dice: "Vigilaré tu muerte".
Mientras tanto, la reina Medb de Connacht ataca Ulster para robar el Donn Cuailnge, un toro extremadamente fértil (del que ya hablaré porque la historia tiene miga). La Morrígan se le aparece al toro en forma de cuervo y le dice que huya. Cúchulainn defiende Ulster luchando una serie de combates mano a mano con los campeones de Medb y entre lucha y lucha la Morrígan se le aparece como una jóven que le ofrece su amor y su ayuda en la batalla, pero Cuchulainn la rechaza, burlándose de sus sentimientos. Como respuesta, ella interviene en el siguiente combate, primero en forma de un anguila que le pone la zancadilla, luego como un lobo que desperdiga al ganado por el campo de batalla y después como una vaquilla parda que lidera la estampida. Sin embargo Cúchulainn la hiere en cada forma que adopta y vence a su oponente a pesar de todas las interferencias.

Más tarde se le aparecerá de nuevo, esta vez como una anciana con las mismas tres heridas que Cúchulainn le causó cuando era animal, ordeñando una vaca. Inocentemente le ofrece tres vasos de leche y él le da las gracias con cada vaso, y de este modo sus heridas se curan. Mientras los ejércitos se preparan para la batalla final, predice un baño de sangre.

En una versión sobre la muerte del héroe, Cúchulainn cabalga para enfrentarse a sus enemigos y por el camino encuentra a una bruja lavando su armadura ensangrentada en un valle, un omen de su muerte. Más tarde en la historia, ya herido de muerte, se amarra a sí mismo a una roca con sus propias entrañas para que pueda morir de pie, y es sólo cuando un cuervo se posa en su hombro, que sus enemigos saben que ha muerto (es la imagen que abre mi anterior post, escultura que se encuentra en el interior de la Oficina General de Correos de Dublin).

Existe un montecillo en el Condado de Tipperary hecho de trozos de piedras y carbonilla conocido como Fulacht na Mór Ríoghna ("la mina de cocinar de la Mórrígan"). Este tipo de lugar arqueológico suele encontrarse en áreas agrestes y se asocia con los Fianna y la caza de ciervos. La conexión culinaria puede referirse a las tres brujas míticas que cocinan un plato de carne de perro que lleva a Cúchulainn a su fatal destino. En el Condado de Meath están los Dá Chich na Morrigna (los dos pechos de la Mórrígan), un par de colinas en forma de senos.

Ha habido intentos en algunos autores modernos de ficción de vincular el personaje de las leyendas Arthurianas Morgan le Fay con la Morrígan. Morgan aparece por primera vez en La Vida de Merlín, de Geoffrey of Monmouth, en el siglo XII, pero mientras los creadores del personaje literario de Morgan se pueden haber inspirado en parte en las leyendas mucho más antiguas de la diosa, la relación entre ambos termina ahí. Rosalind Clark asegura que los nombres etimológicamente no tienen nada que ver, al ser Morgan un nombre galés que deriva de palabras asociadas con el mar mientras la irlandesa Morrígan deriva de la palabra asignada para "terror" o una palabra de "grandeza".

Foto: Colonial Fleet Website

4 comentarios:

Susana Peiró dijo...

Lindísimo y apetitoso bocadito irlandés!
Muchas Gracias Candela!

Un besazo!

chema dijo...

morrigan probablemente era una diosa, o como mínimo un hada. una humana seguro que no era, porque sus poderes para transformarse eran sobrenaturales.

BLAS dijo...

Me encantan estas historias mitológicas!! Me lo estoy pasando pipa con esta serie irlandesa que estás haciendo. Eso sí, hay que concentrarse bien para desenmarañar los lios de parentesco de la peña, menudos culebrones se traían. Es que ni los venezolanos que ve mi abuela!

Luis Antonio dijo...

Con diosas así, yo sería más creyente.