martes, 10 de agosto de 2010

POR LAS MONTAÑAS DE WICKLOW (y III): GLENDALOUGH

Nuestro destino final en el tour antes de regresar a Dublín era Glendalough, el valle de los dos lagos, un lugar renombrado por su belleza natural, su historia y el más visitado en toda Irlanda. Y es que no es para menos, situado en el corazón de las montañas de Wicklow y con dos hermosos lagos a corta distancia (de hecho tan corta que fuimos andando [25 mins] hasta el lago superior, pasando por el inferior)


Este asentamiento monástico fue fundado por San Kevin en el siglo sexto y floreció a lo largo de los siglos a pesar de las repetidas incursiones vikingas, hasta que los Ingleses lo destruyeron en 1398. Fue definitivamente abandonado hasta la Disolución de los Monasterios en 1539, pero los peregrinos continuaron acudiendo, especialmente en el día de St. Kevin (el 3 de Junio). De hecho un papa dijo que siete visitas a Glendalough tiene el mismo valor indulgente que una visita a Roma.
A finales del siglo XIX se procedió a restaurar bastante el lugar, pero mucho de los edificios datan de los siglos VIII a XII.
El guía nos contó de como Kevin había venido a Glendalough y pidió permiso al dueño de las tierras para habitar en ellas, que le fue concedido. El terrateniente se dio cuenta pronto de que una de sus vacas daba mucha mas leche que las demas (y digo yo que tendría que ser una GRAN cantidad de leche para que el hombre se pusiera a investigar el por qué), y así observando a la ternera descubrió que el lugar donde dormía Kevin (algo así como un pajar) era bastante pequeño y sus pies sobresalían y la vaca se dedicaba a darle lengüetazos. Corrió así la voz de la "santidad" y los milagros del hombre.



El acceso a la ciudad monástica es uno de los más importantes monumentos que aún quedan en pie. Sus arcos no tienen ni una gota de cemento y es único en Irlanda. Originalmente tenía dos plantas de altura con sus dos arcos de granito. Los muros proyectores a cada lado sugieren que tenía un tejado de madera. Dentro, en el muro oeste, hay una piedra inscrita, que denota santuario, el area que bordeaba el refugio. Auqnue el pavimento de la ciudad está aún conservado en parte, queda muy poco del muro que lo rodeaba.


Uno de los principales edificios de Glendalough que aún quedan totalmente en pie es la llamada "Torre Redonda", construida con esquistos combinados con granito y tiene unos 30 metros de altura, con una entrada única a tres metros y medio de la base. El tejado cónico se reconstruyó en 1876 utilizando las piedras originales. La torre tenía originalmente seis plantas de madera conectadas con escaleras. Los cuatro pisos por encima del nivel de la entrada tenían luz a través de unos ventanucos pequeños, mientras los pisos superiores tienen cuatro ventanas encaradas a los cuatro puntos cardinales. El guía nos contó que la altura de la entrada se debía a que este lugar se utilizaba -se dice- como refugio de todo el monasterio en tiempos de ataque, pero también nos dijo que esto era poco probable. La explicación hasta el momento era que accedían a la torre con una escalerilla que luego metían dentro y taponaban la puerta con planchas de madera, pero nos aseguró que los vikingos no tardarían más de media hora, con todos los árboles circundantes, en fabricarse una escalera y quizá otra media hora en destruir el tapón de entrada, con lo cual lo más probable era que la torre se utilizara como punto de vigilancia y para almacenar grano y alimentos e impedir que las alimañas entrasen.


La Iglesia de San Kevin (también conocida como "La Cocina", es un edificio pequeño y oscuro con tejado de piedra que originalmente tenía solo una nave con una entrada hacia el lado oesto y una ventanita redonda en el lado este. El inclinado techo, formado de piedras montadas unas sobre otras se soporta internamente con una bóveda semicircular.


Detrás de la Iglesia de San Kevin se encuentran estas dos lápidas de la foto superior que acoge las tumbas de dos de los abades de la iglesia original. Abajo, una cruz celta casi en miniatura, la segunda más antigua del país.


En la foto inferior, nuestro simpático guía nos muestra una cruz de granito local, con un anillo sin agujerear, que se conoce comunmente como La Cruz de San Kevin. Dicen que tocarla trae suerte.


Abajo, The priest's house, o la casa del cura, un edificio casi totalmente reconstruido con las piedras originales, basado en un sketch de 1779 hecho por Beranger. La casa es un edificio Románico con un arco decorativo en el lado este que recibe su nombre del la práctica de enterrar a los sacerdores allí durante los siglos XVIII y XIX. Su propósito original es desconocido aunque puede haber sido utilizada para albergar las reliquias de San Kevin.


El mayor edificio de Glendalough es la catedral o lo que queda de ella, que tuvo varias fases de construccion, consistiendo la primera en esta nave. La sacristia y la capilla datan de los siglos XII y XIII. El arco y la ventana este estaban hermosamente decorados pero ahora ya faltan bastantes piedras. La puerta norte a la nave también data de esos siglos, y bajo la ventana sur hay una especie de armario de piedra donde supuestamente se guardaría el cáliz y los utensilios de la comunión y una pequeña piscina (un agujero apenas del tamaño de un plato) para lavar las vasijas sagradas.


Finalmente, nuestros pasos nos llevaron, tras 25 minutos de caminata por un camino a trozos asfaltado a trozos de tierra prensada, hasta el maravilloso lago superior con sus increíbles vistas de las montañas de Wicklow. Es en esta ladera de la izquierda donde se halla la cueva que se dice fue utilizada por San Kevin. Cueva que, incidentalmente, volvería a tener protagonismo cuando un hombre se refuguó aquí de las tropas inglesas, que estuvieron buscándole durante no sé cuánto tiempo. Más de cuatro mil soldados comentó en guía iban tras sus pasos, pero el susodicho conocía perfectamente bien las montañas, cosa que los ingleses no, y se ocultó en la cueva. Finalmente no recuerdo si se entregó o lo atraparon y fue enviado a Australia, donde como prisionero político se le adjudicó unas tierras para que las trabajara. Con el tiempo el personaje se convirtió en el jefe de la policía de aquel pueblecillo en Australia, pero sin olvidar sus raices irlandesas, era amante del buen whisky y el juego y perdió hasta los gayumbos.


Hice muchísimas más fotos, y como no quería saturar el post, he decidido subirlas todas a esta pantallita, por si queréis disfrutar de las vistas...


                           
     

11 comentarios:

Fawn dijo...

Qué bello lugar!!! Es realmente precioso ^.^

chema dijo...

me ha llamado la atención que temieran a los vikingos y que al final fueran los ingleses los que destruyeran el asentamiento. eso es tener el enemigo, no en casa pero sí relativamente cerca.
me ha gustado mucho el post. se han conservado algunas obras arquitectónicas de mérito, como la torre...

Candela dijo...

Ay Chema, no sabes cuánto mal hizo Cromwell!!

AnuKa dijo...

¡Me encanta esta entrada y qué fotos!

en las nubes dijo...

que pasada, quiero ir!!!

COILET dijo...

Qué ganas de ir a pasear por esos parajes!!!!

Darthpitufina dijo...

¡Qué fotazas!, bueno, me encanta saber que te lo estás pasando así de bien y que lo estás disfrutando. Me hubiera gustado ir en tu mochila, jo...

Besotes!

Möbius el Crononauta dijo...

¡también estuve por allí! ¡cuantos recuerdos! recuerdo la gran torre, el viejo cementerio... los monasterios estropeados...

¡ay, qué verde era mi valle!

anele dijo...

Cromwell, ja, ja. Recuerdo que en mi viaje a Irlanda me llevé la Guía del Trotamundos y a ratitos en el hotel me iba leyendo la historia del pais y los comentarios sobre Cromwell eran muy incisivos.

Qué paraje tan bonito.

Así que ése era el "guía entregado"...

Inma dijo...

Candela el sitio es espectacular pero eso de que el guía era simpático mmmmm No te creo ni un poco.

Candela dijo...

¿Por que lo dices, Inma? De verdad que era simpatiqutsimo, contandonos historias de esas que no vienen en los libros de historia y muchas anecdotas... Es el mejor guia que he visto en años.