La Operación antropoide fue el nombre en código dado al asesinato del líder alemán de las SS, Reinhard Heydrich, jefe de la Ofinia Principal de la Security del Reich y Protector de Bohemia y Moravia, principal artífice de la llamada "Solución Final", el programa Nazi para el genocidio de los Judíos en Europa. Amigo personal de Hitler, estuvo involucrado en la mayoría de sus intrigas.
Durante su etapa dictatorial en Bohemia y Moravia, Heydrich conducía casi siempre con su chofer en un coche descapotable, para demostrar su confianza en las fuerzas de la ocupación y la efectividad de sus medidas represivas contra la población local. Por su crueldad, fue conocido como El Carnicero de Praga, La Bestia Rubia y El Verdugo.
Y fue precisamente su estatus como "intocable" y su prepotente y cruel reputación lo que le convertió en objetivo para asesinarlo antes que Karl Hermann Frank. Su muerte probaría a los Nazis que no eran tan intocables como creían.
La operacion Antropoide comenzaría a forjarse el 20 de Octubre de 1941 con el Ejecutivo de Operaciones Espaciales británico. Los partisanos Jozef Gabčík y Karel Svoboda fueron elegidos para asesinarle. Svodoba sería reemplazado por Jan Kubiš tras sufrir una herida en la cabeza durante entrenamientos, lo que causó retrasos en la mision no solo porque Kubiš no tendría tiempo de completar los entrenamientos, sino porque tampoco tenía los documentos falsos aún listos.
Tras su llegada a Praga, inicialmente planearon asesinar a Heydrich en un tren, pero tras estudiar la logística se dieron cuenta de la casi imposibilidad del proyecto. El segundo plan era asesinarle en la carretera del bosque de camino a Praga, poniendo un cable a través de la calzada que detendría el coche en el que viajaba, pero tras varias horas de espera se les ordenó volver a Praga. El tercer plan era asesinarle en la ciudad.
El 27 de Mayo de 1942 a las 10.30 de la mañana, Heydrich procedió con su viaje diario desde su casa en Panenské Břežany hasta el Castillo de Praga. Gabčík and Kubiš esperaban en la parada del tranvía en la curva cercana al Hospotal de Bulovka. Cuando el descapotable de Heydrich se aproximaba a los partisanos, Gabčík salió frente al vehículo e intentó abrir fuego, pero su arma se atascó. Heydrich ordenó a su conductor que detuviera el coche e intentó disparar al soldado, momento en el que Kubiš lanzó una granada antitanque modificada que no llegó a entrar en el coche, pero los destrozos incrustaron partículas del salpicadero, metralla y tapizado en el cuerpo de Heydrich y también hirió a Kubiš.
Sin embargo Heydrich, que no se había siquiera dado cuenta de sus heridas, salió del Mercedes, disparó y trató de perseguir a Gabčík, colapsando de inmediato. El chofer reresó tras intentar alcanzar a Kubiš, y Heydrich le ordenó seguir al otro, a quien éste disparó dos voces e hirió. Los asesinos estaban inicialmente convencidos de que el ataque había fallado.
Heydrich fue trasladado al Hospital Bulovka y operado. Tras el postoperatorio y tras tener fiebres de 38-39º y tras varios días críticos, parecía mejorar, pero al séptimo día, tras sentarse para comer, se desmayó y entró en shock, muriendo a la mañana siguiente, según los médicos, de una infección en sus heridas, auqnue también se sugirió que había muerto de un embolismo cerebral o pulmonar.
Hitler ordenó de inmediato represalias hasta encontrar a sus asesinos. Su intención inicial era la de matar a cuantos Checos fuera posible pero tras consultas, decidió no hacerlo así porque Checoslovaqua era ina importante zona industrial para la milicia alemana y una matanza indiscriminada podía reducir la productividad de la región. Más de 13000 personas fueron arrestadas, incluyendo a la novia de Jan Kubiš, que moriría en el Campo de Concentración de Mauthausen-Gusen.
Winston Churchill sugirió ponerse al mismo nivel que los alemanes y destruir tres pueblos alemanes por cada pueblo checo que destruyeran los Nazis, pero los Aliados dejaron de planear operaciones para asedinar a Nazis por temor a las represalias.
Dos años después de la muerte de Heydrich, sin embargo, se planeó el asesinato de Hitler en la Operacion Foxley, pero no obtuvieron aprobación para llevarla a cabo.
En cuanto a los atacantes de Heydrich, al principio se escondieron con familias de Praga y luego se ocultaron en la Iglesia de Karel Boromejsky, una iglesia Ortodoxa dedicada a los santos Cyril y Methodius en la capital checa. La Gestapo no pudo encontrarlos hasta que Karel Curda fue arrestado y dio los nombres de los contactos locales por una recompensa de un millon de Reichmarks.
Curda traicionó algunas de las Casas Seguras, incluyendo la de la familia que había alojado a los asesinos. Cuando el piso fue registrado, se obligó a la familia a permanecer en el pasillo mientras se procedía a la búsqueda. La madre de la familia pidió permiso para ir al baño y allí se suicidó con una cápsula de cianuro. Su marido, ajeno a la relación de su familia con la resistencia, fue llevado a Peček Palác junto a su hijo, que fue torturado y finalmente emborrachado con Brandy. Le mostraron la cabeza decapitada de su madre en una pecera y el muchacho cantó por peteneras.
La Iglesia Ortodoxa fue rodeada pero a pesar de los esfuerzos de los 700 soldados alemanes, no pudieron capturar a los partisanos con vida. Tres, incluyendo los asesino, fueron muertos en la buhardilla tras dos horas de batalla. Los otros cuatro cometieron suicidio en la cripta de la iglesia.
El obispo Gorazd, en un intento de minimizar las represalias entre sus feligreses, se inculpó por las acciones en la iglesia, incluso escribiendo cartas a las autoridades Nazis. El 27 de Junio de 1942 fue arrestado y torturado y el 4 de Septiembre de 1642 los sacerdotes de la iglesia y los líderes seniors laicos fueron fusilados.
Y como puede verse en las fotos que hice allí mismo en la Catedral de St. Cyril y Methodius, en el memorial dedicado a las víctimas (hay un museo en la cripta dedicado a los mártires de la resistencia), aún guarda las muescas dejadas para siempre por las armas Nazis.
10 comentarios:
"El Carnicero de Praga", bien cierto, no me acordaba... Teniendo en cuenta la inteligencia mezclada con sadismo y frialdad de Heydrich, no quiero ni pensar en lo que hubiera pasado en el caso de que no hubieran acabado con él aquel día. Era el Jefe de Seguridad de la Gestapo y el brazo derecho de Hitler, le hizo sombra incluso a Himmler y le tenían miedo los nazis más radicales. Cabeza de la conocida "Solución Final". Un angelito el chiquillo. Creo que murieron en represalia por el asesinato de Heydrich, unas mil y pico de personas, 1200 o 13oo, no recuerdo. Pero cualquiera sabe en el caso de no haber sido asesinado, cuantos miles, por no decir millones de personas hubieran muerto de haber quedado vivo.
enfrentarse a hitler era llevar las de perder pero, como bien dice blas, el asesinato de heydrich "hizo pupa" en el seno del nazismo. no era una simple marioneta de hitler, a quién éste pudiera reemplazar con sólo chasquear los dedos.
Terrible Heydrich... y terribles consecuencias las del magnicidio.
Pero tenía que hacerse.
Pobres checos, luego les cayeron los soviéticos encima...
Saludos
Lo que verdaderamente da miedo de esas historias es que puedan producirse. Que algunas personas puedan hacer lo que les apetezca, mientras otras, solamente, tienen miedo.
Hay que aprender mucho de esa parte de la historia. Y recordar, es importante recordar.
Besos, guapa.
El problema, alter ego, es que hay muchisima gente que prefiere olvidar. La incultura llega muy lejos...
Alah, qué interesante la historia Candela.
Sólo le conocía el mote de " el verdugo ", pero "el carnicero de Praga " desde luego le pegaba mas.
Cuantas personas habrán muerto por su culpa, estando vivo y después, estando muerto.
Qué repelús de época, y qué repelús de "personas".
Menudo personaje, en fin...sin palabras.
Por cierto, qué de cosas se aprenden por aquí. :-)
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besos
Isabella Miranda
Menuda historia, no tenía ni idea... me sonaba pero no sabía de las represalias que se tomaron por intentar matarle... buff pone los pelos de punta, qué masacre!
Menuda historia. Me imagino cómo se gestó la conspiración y se me ponen los pelos de punta. Un riesgo tremendo y grandes expectativas.
Menuda época.
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