Jerusalem, Crónicas desde la ciudad Santa es la última novela gráfica de Guy Delisle, que para aquellos familiarizados con su trabajo, es todo un experto en contar historias de lugares poco menos que comunes. Y de ver y experimentar cosas que podrían estar vetadas a cualquier mortal.
Gracias al trabajo de su esposa, que es administradora de Médicos Sin Frontera, Guy la ha acompañado en sus viajes y sacado buenos frutos de ello.
Ha publicado sus experiencias en Shenzhen, Birmania o Pyongyang y de cada uno de estos lugares nos ha traido anécdotas e historias de sus experiencias en cada uno de los lugares visitados, de la gente que ha conocido, de la situación política e histórica.
Esperaba con ansia la salida de su última entrega, su estadía todo en un año en Jerusalen mientras su mujer trabajaba en Gaza o Hebrón.
A lo largo de todas sus anteriores novelas gráficas dedicadas a este tema, hemos conocido la evolución de su vida personal, el nacimiento de su primer hijo, de su segunda hija, y de cómo toda la familia se enfrenta -con una simplicidad asombrosa del que está acostumbrado a ello- a viajar todos juntos a lugares que son poco menos que convencionales. Todo esto nos aporta una visión única de la vida cotidiana de unos recién llegados a un lugar extraño y cuanto menos, a veces, peligroso.
Como decía, esperaba con ansia la salida de este libro. Tenía en mente comprarlo durante el Salón del Cómic de Barcelona porque Guy estaría allí y quería aprovechar para que me lo dedicara e intercambiar algunas palabras con él y entrevistarlo para nuestra revista de cómics. Pero problemas de agenda de Guy, que cuando no está viajando a lugares peculiares se encuentra dando conferencias, talleres o montando exposiciones, hizo que su visita al Salón se cancelara. Por ello decidí pedir el libro aquí y no cargar con él desde Barcelona.
La espera ha sido larga porque la salida en UK estaba anunciada para el 24 de Abril y aunque lo ordené casi quince días antes de la fecha de salida a mi librería de cómics habitual, pasó el mes de Mayo y no tenía noticias, por lo que fui a interesarme de nuevo. Retrasos y algunas llamadas telefónicas más tarde y me comentan que el libro, finalmente, ha tenido que ser pedido a EEUU, razón por la cual ha tardado tanto, pero al fin llegó la semana pasada y me empapé sus 334 páginas en una sola sentada.
Quizá hablar del dibujo aquí sea lo de menos, porque lo importante en las obras de Guy -que viene del mundo de la animación- son las historias que cuenta. Y Jerusalén, precisamente, no es un país "sencillo" de retratar, teniendo en cuenta sus diferentes zonas, la política, la religión y las zonas "acotadas" a cada uno.
Guy desubre que las cosas no son ni blancas ni negras ni grises, y que hay toda una gama de interpretación y de lectura. Descubre que la religión judía, por ejemplo, no es tan "simple" como parece, y que dentro de esta religión, hay todo una gama de "diferentes ramas". Descubre, día día, sus costumbres, sus barrios, cuándo ir o pasear por ciertas calles, cuándo no es adecuado. Cuándo es imposible.
Visitar ciertos lugares de la ciudad se convierte en toda una odisea. Si eres musulman, no puedes entrar en ciertos lugares o has de hacerlo por diferente sitio... pero nadie se hace eco de esa información. Algunas cosas, las descubre casi por accidente.
A veces pasa miedo y se ve envuelto en situaciones ridículas. Otras, él mismo se presenta voluntario para ser "observador" de situaciones que de otro modo, no podría contar de primera mano. Su situación como marido de una integrante de Médicos Sin Fronteras le proporciona contactos, o mejor dicho, el conocer a gente interesante y gente que puede abrirle puertas para ser testigo de situaciones totalmente imposibles. A la vez, por su independencia, mientras los niños están en la escuela (otra odisea de colegios y desplazamientos), le es posible hacer amistad con personas que quizá un simple visitante no tendría la oportunidad de conocer.
Lo bueno de Guy es que es una persona abierta, conversadora, accesible y "que se apunta a un bombardeo". Literalmente, a veces. Se puede decir que "se busca las papas" y no se queda sentado en casa ante un ordenador y una mesa con una papel en blanco. Sale a la busca de una historia que contar, sale a explorar y a captar águlos y capturar bocetos de todo lo que pueda. Desde ángulos muy difíciles a veces o dándose de frente con una burocracia que poco tiene de lógica.
Para el que no sea un experto en la obra de Guy, es un buen inicio para conocerle. Y para conocer la complejidad de un país tan diferente de un extremo a otro y de una ciudad tan intrigante que un año es poco para conocerla...
Como decía, esperaba con ansia la salida de este libro. Tenía en mente comprarlo durante el Salón del Cómic de Barcelona porque Guy estaría allí y quería aprovechar para que me lo dedicara e intercambiar algunas palabras con él y entrevistarlo para nuestra revista de cómics. Pero problemas de agenda de Guy, que cuando no está viajando a lugares peculiares se encuentra dando conferencias, talleres o montando exposiciones, hizo que su visita al Salón se cancelara. Por ello decidí pedir el libro aquí y no cargar con él desde Barcelona.
La espera ha sido larga porque la salida en UK estaba anunciada para el 24 de Abril y aunque lo ordené casi quince días antes de la fecha de salida a mi librería de cómics habitual, pasó el mes de Mayo y no tenía noticias, por lo que fui a interesarme de nuevo. Retrasos y algunas llamadas telefónicas más tarde y me comentan que el libro, finalmente, ha tenido que ser pedido a EEUU, razón por la cual ha tardado tanto, pero al fin llegó la semana pasada y me empapé sus 334 páginas en una sola sentada.
Quizá hablar del dibujo aquí sea lo de menos, porque lo importante en las obras de Guy -que viene del mundo de la animación- son las historias que cuenta. Y Jerusalén, precisamente, no es un país "sencillo" de retratar, teniendo en cuenta sus diferentes zonas, la política, la religión y las zonas "acotadas" a cada uno.
Guy desubre que las cosas no son ni blancas ni negras ni grises, y que hay toda una gama de interpretación y de lectura. Descubre que la religión judía, por ejemplo, no es tan "simple" como parece, y que dentro de esta religión, hay todo una gama de "diferentes ramas". Descubre, día día, sus costumbres, sus barrios, cuándo ir o pasear por ciertas calles, cuándo no es adecuado. Cuándo es imposible.
Visitar ciertos lugares de la ciudad se convierte en toda una odisea. Si eres musulman, no puedes entrar en ciertos lugares o has de hacerlo por diferente sitio... pero nadie se hace eco de esa información. Algunas cosas, las descubre casi por accidente.
A veces pasa miedo y se ve envuelto en situaciones ridículas. Otras, él mismo se presenta voluntario para ser "observador" de situaciones que de otro modo, no podría contar de primera mano. Su situación como marido de una integrante de Médicos Sin Fronteras le proporciona contactos, o mejor dicho, el conocer a gente interesante y gente que puede abrirle puertas para ser testigo de situaciones totalmente imposibles. A la vez, por su independencia, mientras los niños están en la escuela (otra odisea de colegios y desplazamientos), le es posible hacer amistad con personas que quizá un simple visitante no tendría la oportunidad de conocer.
Lo bueno de Guy es que es una persona abierta, conversadora, accesible y "que se apunta a un bombardeo". Literalmente, a veces. Se puede decir que "se busca las papas" y no se queda sentado en casa ante un ordenador y una mesa con una papel en blanco. Sale a la busca de una historia que contar, sale a explorar y a captar águlos y capturar bocetos de todo lo que pueda. Desde ángulos muy difíciles a veces o dándose de frente con una burocracia que poco tiene de lógica.
Para el que no sea un experto en la obra de Guy, es un buen inicio para conocerle. Y para conocer la complejidad de un país tan diferente de un extremo a otro y de una ciudad tan intrigante que un año es poco para conocerla...
3 comentarios:
me lo apunto. la historia de israel y de los judíos es muy interesante, y a través de una novela gráfica se hace más ameno.
madre mía, en pyongyang estuvo, la capital de corea del norte. ahí es difícil entrar...
Chema, esta novela grafica no es ni la historia de Israel ni la de los Judios en viñetas. Simplemente son anecdotas y apuntes que hace de las cosas que va aprendiendo.
Tengo pendiente leerlo, fue un regalo de esta Navidad pero tengo tanta lectura, que no hay manera. Tu reseña ma dado muchos deseos de ponerme con el ya mismo.
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