Este fin de semana me encontré con Margarita en la que se ha convertido mi librería favorita, Waterstones. No es un libro. Es un pack de 100 postales de la época eduardiana, correspondencia entre Margarita, Charles, familiares y amigos de Margarita. Ella y Charles eran los abuelos de Eleo Carson, que un buen día encontró un álbum con más de 500 postales de su abuela, que relatan la historia de amor entre ambos cuando eran jóvenes. Y a pesar de su precio, las adquirí porque hay algo mágico en las postales antiguas. Y vienen muy bien presentadas y numeradas en el dorso para poder tenerlas en órden cronológico.
.Margarita era la hermosa e inteligente hija de Manuel Johnson, el dueño de la fructífera Droguería Johnson, un negocio farmacéutico afincado en la Habana, Cuba. Nacida en 1880, era la hija mayor y la favorita de sus nueve hijos. El padre de Margarita adoraba Europa y decidió que sus hijos se beneficiarían de una educación en ella. En 1888, cuando Margarita tenía 8 años, se marchó a Inglaterra a estudiar junto a sus hermanos Manuel y Alberto. Los otros hijos irían en sucesivos años y su padre los visitaría frecuentemente, no así su madre, que se quedaba en Cuba.
Tras seis años en Inglaterra, los niños se trasladaron a París durante otros dos antes de mudarse a Alemania. Los 6 chicos estudiaron ciencias para prepararse en el futuro a trabajar con su padre en su negocio. Eran una familia cercana que se mantenía en contacto con cartas y postales, muchas de las cuales aparecen en esta caja.
Cuando Margarita terminó el instituto en Berlín, ya hablaba 4 idiomas a la perfección, y viajó por toda Europa trabajando y traduciendo para su padre y ocasionalmente regresó a Cuba.
En 1900, con 20 años, Margarita se embarcó en un viaje que cambiaría su vida. Viajando desde la Habana a Europa, conoció y se enamoró de Charles Lumb. Charles, un elegante joven de 27 años, trabajaba para un banco inglés y estaba buscando oro en el Oeste americano. Separados por un océano y viéndose en contadas ocasiones, empezaron un romance "de palabra", a través de cartas y postales.
Sin embargo la historia no iba a tener un final feliz para la acomodada cubana y el buscador de oro. Cuando su relación fue descubierta por el padre de Margarita, prohibió de inmediato la misma. Estaba en contra de la relación de su hija favorita con un hombre cuya familia no era ni rica, ni cubana ni católica. Cuando Margarita se negó a obedecerle y acabar su affair, Manuel interceptó las cartas y postales. A Margarita se le partió el corazón, creyendo que Charles la había abandonado. Los amantes parecían destinados a tomar caminos separados.
Tres años después, en 1903, el destino intervino. Margarita estaba escogiendo postales en una tiendecita de Unter den Linden, la calle principal de Berlín, cuando entró Charles. Sin embargo, esta no fue una reconciliación amistosa. Margarita creía que había sido rechazada, mientras Charles la culpaba de terminar la relación. En cualquier caso, todo fue pronto aclarado y su amor floreció de nuevo, esta vez en secreto. Los hermanos de Margarita, que ahora vivían diseminados por toda Alemania, Paris y la Habana, conocían de su amor y se aseguraron de que todas las cartas y postales de Charles llegaran sin que lo supiera su padre.
En Diciembre de 1906, después de tres años de encuentros secretos y mensajes, Margarita y Charles se escaparon a Londres, donde se casaron en St. George's, Hanover Square, con tan solo un recepcionista de hotel y su hermano Alberto como testigos. Manuel se quedó atónito cuando recibió las noticias, desheredando a Margarita y rehusando ver a la pareja. El nunca vaciló y ella nunca fue bienvenida de nuevo en la Habana y Manuel nunca puso un pie en la casa de su hija.
Charles y Margarita vivieron en América antes de mudarse permanentemente a Inglaterra en 1909, donde se asentaron al sur de Londres. Permanecieron felizmente casado y tuvieron 5 hijos, todos con un interés en los idiomas. Su madre, Mercedes, que ahora pasaba parte de su tiempo en Berlín, los visitaba con regularidad, al igual que a sus otros ocho hermanos. Los hermanos de Margarita eran todos científicos, muchos de los cuales se unieron al negocio familiar en la Habana. Theodore, el segundo hijo, se hizo cargo eventualmente de la Droguería Johnson. Fue quien recibió una visita de Che Guevara a las 3 en punto una mañana de 1960, cuando el revolucionario líder anunció la expropiación del negocio del control de su familia y su nacionalización. Ese año muchos miembros de la familia, pero no todos, dejaron Cuba para no regresar nunca. Afortunadamente Manuel había fallecido algunos años antes y nunca vio la desintegración de su país. De cualquier modo, la UNESCO recientemente restauró la Droguería en el centro de la Habana.
En el tiempo en que este idilio tuvo lugar (1900-1906), el envío de postales se había convertido en algo muy popular en toda Europa. La moda era enviar y recibir postales de amigos, en muchos lugares había hasta tres servicios postales al día. La lay en esa época porhibía al remitente escribi un mensaje en el reverso, así que las frases se insertaban a los lados de la imagen de la postal.
Las postales se guardaban en álbumes personalizados y muy elaborados y Margarita se hizo uno. Durante un periodo de más de 6 años, las postales llegaron de familiares, amigos y de Charles, que le escribía desde América, Inglaterra y otros países de Europa, allí donde estuviera durante sus viajes.
Margarita amasó una magnífica colección de más de 500 postales que guardaba en dos hermosos álbumes de piel y se convirtieron en sus tesoros para toda la vida. Estuvieron con ella hasta su muerte en 1959, pero antes de fallecer había dado instrucciones de que todas sus cartas y diarios se destruyesen. Sin embaego, los álbumes escaparon este destino y se escondieron en un trastero.
A principios de los 70, su nieta eleo los encontró en condiciones excelentes y las postales le revelaron una bonita historia. Y aquí nos trajo una selección de 100 de las 500 que sacan a la luz un romance de prncipios del siglo XX.
3 comentarios:
esas postales son preciosas, y sus textos en conjunto cuentan toda la historia de esa mujer. son como un diario. muy buena compra!
Bonita historia y preciosas postales ¡que maravilla!
La historia es preciosa, pero tener esa colección tan cuidada, con un packaging tan bonito me parece delicioso. Quizás la busque por aquí. Gracias por tan lindo post.
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