domingo, 9 de octubre de 2016

Esa sonrisa (Berlin II)

Casi todo el turismo en Berlín (y seguramente otras ciudades alemanas) está basado en la II Guerra Mundial (o el nazismo, sin querer pronunciar la "ofensiva" palabra). Algunas "amenidades" son gratuitas, otras de pago, como las visitas a los bunkers o refugios de bombardeos que por logística debido a sus horarios y ubicación geográfica, decidomos finalmente no hacer.
Para entendernos, se puede visitar de manera gratuita el Memorial a los Judíos Asesinados en Europa, pero debajo hay una eshibición que sí es de pago.



Visitar los restos del muro alrededor de la ciudad, en aquellos puntos en los que aún hay secciones en pie, también es gratuito. En Bernauer Strasse hay un parque conmemorativo con paneles con historias muy interesantes e incluso estaciones de sonido donde te explican la historia del mismo (esto da para otro post diferente).




En Berlín todo lo "turístico" está desperdigado por la ciudad, mezclado con edificios modernos. Por ello decidimos coger uno de esos buses hop on, hop off y descansar los pies un par de horas. Así vimos el Checkpoint Charlie, por ejemplo.


Pero, lo que más me impoctá fue The Topography of Terror, una exhibición fotográfica en el lugar que fuera el sede central de las SS. 
Entre 1933 y 1945 los centros del terror nacional-socialista (la Gestapo con su propia prisión, la sede de las SS y la Oficina principal de la Seguridad Estatal) se encontraban en este lugar.
La Topografía del Terror es una serie de documentos y fotografías que narran na historia que no necesita palabras, pero son fotos -algunas- muy gráficas y otras terriblemente horribles.

Fuera, aún existe parte del muro. También pueden verse restos de los sótanos.

Yo, que hago fotos de todo sin inmutarme y sin pudor alguno (deformación profesional), no tuve valor para fotografiar nada, mientras leía y miraba esas inmortalizaciones de actos innombrables rodeadas de grupos de estudiantes con caras de aburrimiento y poco interés en el tema y japoneses que hacían foto a todo.

Hubo fotografías que me impactaron como (aviso, son muy fuertes) ésta, ésta y ésta también. Y que no reproduzco en el blog en abierto por razones obvias. Me impactó ver esas mujeres desnudas de sus ropas y su dignidad, momentos antes de ser masacradas como bestias, con bebés en brazos o incluso embarazadas, eliminadas sin piedad. O la fotografía siguiente, esos soldados que, de acuerdo al texto que acompañaba la foto, incluso cuando sus superiores les había dado la orden de no eliminar a gente "porque sí", continuaban haciéndolo porque matar se había convertido en su adición, en su razón de ser, se habían transformado rápidamente de ser soldados siguiendo órdenes a puros psicópatas.

Pero si hay una foto que fue definitivamente la que me hizo salir del lugar, fue ésta:


Porque lleva una violencia subliminal. Cortando las barbas a un judío públicamente como forma de humillación, y de testigo ESA sonrisa. Ese gesto del oficial que le acompaña, esa mueca y esos ojos, regodeándose del acto en sí.
Y esos ojos, los de la persona vejada, resignada, mirando hacia abajo sin ver.

No pude continuar con la exposición. Una señora de algún lugar de Asia me miró extrañada al avistar mis ojos empañados en lágrimas y mis labios retorcidos.

A veces, muy poco es demasiado.










2 comentarios:

chema dijo...

lo del muro es muy curioso. lo levantaron en una sola noche, debieron de necesitar muchos hombres trabajando.
la foto del judío sí que da miedo, sí. las que has enlazado he preferido no verlas. encima es que perseguían no sólo a los judíos, sino a los que tuvieran abuelos judíos. de esto tú estarás más puesta que yo.

cucatraca dijo...

Uff.. me ha estremecido tu relato. No he querido ni ver esas fotos yo tampoco...