sábado, 10 de marzo de 2018

Malvada Emma

En la última semana de Febrero/Primera de Marzo llegó la tormenta Emma a la Isla Esmeralda. Nevó como nunca antes vi nevar. Me levanté con las calles cubiertas de un manto blanco más propio de navidad que de primavera. Niños y mayores se enfrentaron a bolas de nieve y crearon originales muñecos de nieve en algunas ocasiones.

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Bajo la alerta roja, el país se paralizó. En mi ficina, solo trabajamos los que lo hacemos desde casa. Las oficinas permanecerían cerradas el jueves 1 y viernes 2 de Marzo. Las tiendas cerraron. El transporte se detuvo. Ni trenes, ni autobuses, ni taxis no aviones. Se aconsejó no conducir y quedarse en casa. 

Nosotros viajábamos el sábado 3 a las 6.30am desde Dublín. Cogimos el viernes libre para irnos a Dublín la noche antes y no tener que pasar la noche en un autobús en un recorrido de 3.5 horas hasta el aeropuerto. Pero el viernes 3 no se restableció la normalidad a mediodía como en un principio habían calculado. La tormenta llegó en algunas zonas del país con más virulencia de la esperada y así, nos cancelaron el bus de las 2pm. Haciendo barrido rápido de la situación, volví a coger otro par de billetes con otra compañía que decía reestablecer sus servicios a partir de las 4.30. No mucho antes nos lo cancelaron también. Cancelé el hotel para esa noche, a sabiendas que una cancelación en el mismo día me suponía pagar la noche como si la hubiera utilizado. Envié un email rápidamente y amablemente no me cobraron la penalización dadas las circunstancias.

La primera compañía de transporte,la que nos canceló la salida de las 2pm anunció en su página de FB que la normalidad resumiría a partir de las 12 de la noche. Volví a comprar dos billetes para la 1am. 

Y entonces llegó el email de Ryanair de que nuestro vuelo a la mañana siguiente se había cancelado debido a las condiciones pésimas del aeropuerto. Más tarde, el autobús también nos canceló. Eso sí, Ryanair nos metió en vuelo a las 2 de la tarde del domingo, con lo cual perdíamos dos días de vacaciones, casi. También tuve que cancelar las tres noches de hotel en Brujas y una en Bruselas. Nuestor itinerario de vacaciones original era de dos días enteros en Brujas, uno en Gante con regreso a Brujas y dos en Bruselas (nuestro vuelo de vuelta salía el Miércoles 7, bastante tarde).

Llegamos, lo logramos, el Domingo sobre las 7 de la tarde, dejamos las cosas en el hotel junto a la estación, que tuve que volver a coger tras tener que cancelar la reserva original que ya teníamos pagada (y que continúo una semana después esperando el reembolso) y nos adentramos bajo una leve lluvia en las calles del centro de Bruges.

Maldita Emma. Malvada. Te llevaste dos días de mis vacaciones, pero no lograste acabar con mi ilusión.

2 comentarios:

chema dijo...

sí, parecía que te ibas a quedar en tierra, pero al final lograste hacer tu viaje a brujas.
me parece raro que en irlanda se paralice tanto todo por una nevada. si fuera en españa...

Geno dijo...

Emma te tenía envidia or tus vacaciones y quiso fastidiarte pero no lo consiguió, al menos de todo .-D