Topo Gigio

Aunque le conocimos durante los años ochenta (y posteriormente en los 90 de la mano de Xuxa) e hizo a los niños del tiempo reir inmensamente, Topo Gigio era una marioneta creada por Maria Perego en 1958 para la televisión italiana y se hizo famoso en realidad en la década de los sesenta. Topo Gigio es una marioneta entrañable donde las haya, un ratoncillo con grandes ojos grandes y vivaces y personalidad infantil y que no sólo tenia su propio show en televisión sino que llegó a salir en dibujos animados, tebeos e incluso peliculas y tenia su propio merchandizing. Topo Gigio se movía con varitas y no con hilos, sobre un fondo negro que hacia las varillas invisibles al ojo del publico. Su popularidad se extendió al resto del mundo tras aparecer en un programa de la televisión norteamericana en 1964, El Show de Ed Sullivan. Hoy en dia, con el retorno de la nostalgia, Topo Gigio se ha convertido en un icono pop en Italia y aun colabora en algón programa de la RAI y en festivales.

En la cima de su "carrera", Topo Gigio llegó a ser muy conocido en la mayor parte de los paises sudamericanos y en Japón, donde protagonizó una pelicula en 1966 llamada "Topo Gigio y la Guerra de Misiles", y una serie de anime en 1988.

En Latinoamerica entró con fuerza en 1968 y grabó varios discos con la voz de uno de los artistas más conocidos del momento en aquella parte del charco, Gabriel Garzón. El programa era producido principalmente en Perú y en Mexico. Durante el Mundial del 2006 volvió a las pantallas brevemente en un programa deportivo.

En EEUU también tiene su base de fans, y se la considera casi una serie de culto. De hecho, en la pelicula Being John Malkovich se le menciona en una escena, cuando John Cusak está en control de Malkovich y durante una clase de marionetas corrige a un estudiante por su mala interpretación y le dice: "Sólo es Topo Gigio".

Otra mencion cinematográfica tiene lugar en el film de 1994 The Santa Clause, cuando se hace referencia a la marioneta en el programa que la hizo famosa en USA, tanto que uno de sus fans incondicionales es Michael Jackson, que mientras se reponia de un desmayo sufrido durante los ensayos de un concierto en 1995 en un hospital en Nueva York, se encaprichó de la foto enmarcada del ratoncillo que colgaba en la pared de su habitación junto a la de Shirley Temple y Mickey Mouse, y ordenó una copia por la que pagó unos cincuenta dolares.