domingo, 28 de octubre de 2007

EL REGALO (ALBANTA)


Angela abrió la puerta para encontrarse con el cartero y un paquete sin remite. Tomó asiento en el sofá, excitada ante un regalo sorpresa. Tras desenvolver el papel manila, halló una tarjeta firmada simplemente, "De tu admirador secreto". Ay, si Eugenio se entera, la mata. Pero, como en la canción de Cecilia, cada cierto dia del año recibía un paquete de "un admirador", y sospechaba, casi sin duda, de que, al contrario que en la canción de Cecilia, no era su marido el que le enviaba aquellos regalos. El año anterior había sido un precioso colgante de plata con un diamante auténtico. Sí, auténtico. Lo había llevado a tasar a la joyería de la esquina. Naturalmente a Eugenio le había dicho que era una fruslería, una chuchería comprada a un hippy en el mercadillo local. El año anterior a ese, había sido un hermoso huevo Fabergé, pero Eugenio nunca se fijaba en los adornos que embellecían su pequeño apartamento, así que no tuvo que darle explicaciones.
Todo había comenzado unos cinco años antes, y la identidad del autor de tan caros regalos, le era totalmente desconocida. La primera vez recibió un ramo de 24 rosas rojas y blancas, el número de su edad. Siempre llegaban un 20 de Octubre, y la fecha no significaba nada para ella. No lo había significado hasta entonces, ahora esperaba la llegada de aquel día con ansiedad. A aquellas hermosas flores le siguió un brazalete de oro con rubíes, otro obsequio de valor que pasó por delante de las narices de Eugenio como bisutería fina. Es que hoy en día hacen unas cosas muy monas.
Angela abrió la cajita de terciopelo verde. En su interior había algo envuelto en papel multicolor, y una nota. La primera vez que le mandaba una nota. Sus dedos temblando con anticipación, desdobló la hoja de papel y leyó:
"Amor mio, mi adorada Angela. Cinco años llevo penando por tí, observándote en las sombras, siguiéndote a casa cada martes a la salida del mercado, esperando bajo tu balcón cada sábado cuando tiendes las sábanas al sol. Cinco años esperando que te fijes en mí, que dejes al simplón de tu marido. Hoy no he podido aguantar más. Le he seguido al bar de Pepe y me he sentado a su lado mientras se tomaba el carajillo que suele tomarse cada mañana antes de ir a trabajar. Se lo he contado todo. Mi amor por tí, mi desesperación, los regalos que te envío y el amor que, de cierto, sientes por mí. Porque tú me amas, Angelita de mi vida, lo sé. De lo contrario no llevarías siempre el colgante al cuello. A tu marido no le ha sentado nada bien la noticia. Se puso violento y me siguió a la calle. Le convencí de entrar en mi coche. Ya somos libres, mi vida. Aquí tienes la prueba, la llave de tu libertad. Espérame a las diez, iré a buscarte con el mejor regalo de tu vida: mi amor incondicional."
Angela se quedó en blanco unos segundos, sin comprender el significado de tan misteriosa misiva. Desenvolvió el celofán multicolor y soltó el objeto con repugnancia, gritando y subiéndose al sofá como si hubiera visto a un ratón. En el suelo yacia el dedo de Eugenio, el que llevaba su alianza de casado, no le cabía la menor duda de que era el suyo, aquel dedo con la cicatriz en la falange... Su Eugenio...
Eran las diez de la mañana. El timbre de la puerta sonó con insistencia...

ACTUALIZACION

Pues.. no melo puedo creer. Escribi esta historia corriendo y deprisa horas antes de terminar el plazo de entrega del Albanta de esta semana y... he quedado Tercera. Cuanto peor escribo, mas me puntuan. Aqui os dejo la tabla de resultados:

RESUMEN 29 ALBANTA

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicidades por el tercer puesto
¿tiene premio monetario?

Manuel

Candela dijo...

No, solo la satisfaccion de cada uno, quees el mejor premio a mi parecer (algun dia me atrevere con otros mas importantes y en esos si espero retribucion, jejejee.)