domingo, 10 de agosto de 2008

THE KITE RUNNER

Hacía tiempo que una película me hacía llorar. Pero lágrimas de las que te queman la garganta, lágrimas de las que te rompen el corazón.

Anoche alquilamos esta película, The Kite Runner. Llevábamos postergándolo cierto tiempo por una razón u otra, y me arrepiento de no haberla visto antes. Tanto me ha gustado que hoy mismo he adquirido el libro, del mismo nombre.

Tanto el film como el libro están basados en al infancia y vivencias de su autor, Khaled Hosseini en su Afganistán natal. La cinta, de origen persa, estuvo nominada a los Oscars de este año, y es una película para ver en original con subtítulos, ciertamente perdería toda su belleza del idioma y el saber cuándo los protagonistas pasan del dari al inglés en la etapa posterior del argumento.

Es la historia de Amir, un chico adinerado de uno de los mejores distritos de Kabul, y su amistad con Hassan, el hijo del sirviente de su padre, de origen Hazara. Ambos pasan sus días jugando juntos, en especial haciendo volar cometas, su pasatiempo favorito.

No es una película de niños siendo niños, sino de cómo el término de la monarquía en Afganistán, la llegada de la invasión soviética, la distinciones entre clases, afectan una vida. Amir y su padre Baba se ven obligados a abandonar el país clandestinamente en medio de la noche para salvar sus vidas. Baba es un hombre de negocios importante conocido por su anticomunismo. Acabar en California trabajando como simple asalariado en una tiendecita no es problema para el hombre que una vez tuvo un Mustang en Kabul.

Pero atrás quedaron Hassan y su padre Alí. Atrás quedó lo que una vez fue una ciudad maravillosa, que años después caería en manos del Talibán. Amir crece en América y se convierte en escritor, su gran afición desde la infancia, cuando tenía a Hassan y al mejor amigo de su padre como lectores incondicionales y oyentes de sus historias (Hassan no sabe leer ni escribir). Aun así, con una vida sana y felíz, Amir sigue atormentado por la gran traición que cometió en el que era su mejor amigo, el niño sirviente que tanto dio por él.

Hay escenas enternecedoras de verdad, otras muy duras, pero muy reales, y un giro inesperado al final que es el que lleva al protagonista de vuelta a su ciudad natal para enfrentarse con un pasado por el que arriesgará su propia vida.

Si la película me gusto, de veras que no puedo esperar a leer el libro.

2 comentarios:

Elphaba dijo...

Pues te aseguro que el libro te gustará muchísimo más. Es aún más tierno y más duro. Ya se ha convertido en uno de mis libros favoritos por méritos propios.
¿Sabes que la peli tuvo una nominación por su música, compuesta por el español Alberto Iglesias? Aunque no pudo competir con la de "Atonement" que es excepcional.

Por cierto! He recibido los cómics sanos y salvos. Muchísimas gracias ;-)

Susana dijo...

Por lo que comenta todo el mundo estoy deseando ver esta película y leer el libro (aunque con la pila que tengo por leer tendrá que esperar...)