Me siento muy afortunado de poder rendir este humilde, aunque sentido, homenaje a Nins que tanta emoción me han inspirado desde siempre.
Debo ante todo agradecer a Candela la cesión de un espacio en su blog para ello y a Marta Minguella y Mónica Torrens, protagonistas directas de aquella aventura, la valiosa información que desinteresadamente han aportado es estos medios. Así como a todos y repito, TODOS, los participantes en el foro sobre este grupo que han demostrado que el interés y el cariño por los cantantes infantiles de los 80 siguen vivos y pueden y deben ser recuperados y reivindicados.
El grupo de artistas que ahora nos ocupa no necesita ninguna presentación. Por razones de edad (nací en 1975) la formación de Nins que mejor recuerdo es la cuarta, formada tras la incorporación de Álex. Mi favorita con diferencia, sin que ello represente restar el más mínimo mérito o valor a ninguna otra.
En mi corazón hay atesoradas muchas imágenes en las que aparecen, desde sus actuaciones en programas tipo Sabadabadá, visionadas en un televisor en blanco y negro por un párvulo de cinco años, hasta la recuperación reciente de parte de su semana en La Cometa Blanca, vía Youtube, por un profesor de Historia que jamás ha dejado de mirar hacia atrás.
Hay unas imágenes de Nins que me emocionan especialmente. Son fotografías (distintas) en las que hacen un posado maravilloso. Las tengo ahora mismo ante mí, en mis deteriorados pero entrañables Discolandia y el Oye Mira nº 14: seis niños sonrientes y bien vestidos, posan de perfil y alineados en fila india, siguiendo un orden de mayor a menor altura no perfecto, encontramos de izquierda a derecha a cuatro niñas, una morena y tres rubias y dos niños rubios. Lo digo así, a estas alturas, porque durante mi infancia ignoré sus nombres y tardé años en poder ponérselos. Yo sería un infame si me jactara de lo contrario. Espero que Mónica Torrens, Laura Pérez, Angelita y Fina Montuenga, Bruno Huertas y Álex Sanfeliu sepan disculparme por ello.
Pienso en la ropa de los chicos, de la que en su día expuse alguna reserva sin mala fe. Pero ahora caigo en la cuenta de que a mí me vestían así, zapatos negros lustrados, calcetines blancos hasta la rodilla, pantalón corto, jersey y el cabello peinado hacia delante. Ver esas fotos es revivir una época, ya pasada pero nunca olvidada, la de mi infancia y la de tantos otros. Y gracias a los diferentes discos, con tan buen juicio conservados, hemos podido hacerlo. Mirar atrás es conocernos mejor a nosotros mismos. Me subleva tanto comentarista que despotrica de hacerlo. Si así es como podemos entender quienes somos.
Me estoy dando cuenta de que no he hablado de su razón de ser, la música y las canciones. Estamos hablando de cantantes infantiles y como aquí (en el foro de Nins y demás artículos y comentarios) se ha demostrado, en el más estricto sentido del término. Capaces de enfrentarse al directo en un escenario y preparados a conciencia. Y con letras preciosas además. Con las que aprendías cosas sobre la amistad, o la diversión en la infancia.
Como para olvidar lo que de niño me significó El mundo de Ruy. Aún hoy la reviso con emoción por el placer de escuchar a las cuatro chicas soleando y contestándose entre sí, tras las primeras notas evocando la música medieval. Qué gran trabajo de los hermanos d’Angelis y J. Moll. Una letra que habla de amistad y generosidad (Tiene un gran corazón y comparte con los demás / cada satisfacción que la vida le quiere dar…).
La canción de Astérix, lo mismo, sólo por declinar latín (Aprendió poco a pocorum) ya es especial (¿para cuando un homenaje a Moncada, Rubio y Lapardi?). O esa delicia que es Baila claqué que además de preciosa (Cierto día que / al mirar por mi ventana / ví al amanecer / a un poeta y su guitarra) me ayudó a intimar con la que hoy es mi mujer, que la recordaba por haberla cantado mucho de niña.
No alargaré más la lista, aunque esta muestra me resulte muy escasa.
Nins fueron una presencia constante en la diversión infantil de principios de los 80 a través de discos y actuaciones en radio y televisión. Lástima que no llegaran a rodar películas como sus compañeros de fatigas y (cuanto me alegra haberlo verificado) amigos de Parchís y Regaliz. ¿Cuándo los escuché por primera vez? Ni idea, ni tiene demasiada importancia. Llegaron a mi vida y en ella se quedaron. Luego el tiempo pasó y tan discretamente como estos artistas aparecieron se fueron, dejando dulces recuerdos de infancia nunca olvidados.
Jamás se borraron de mi mente ninguno de estos grupos pero en algún momento sentí la necesidad de conocer más. Poco margen hubo durante años para ampliar información, el fenómeno había pasado y los medios no se interesaban por aquellos simpáticos niños de las portadas. Años de limitarnos a contemplarnos mutuamente en esas fotos, mientras uno se devanaba los sesos tratando de imaginar su aspecto actual.
Yo intentaba averiguar algo, desde luego. Ahí quedaron conversaciones ocasionales con gente de mi edad en las que el interlocutor tal vez se negaba a tratar el tema, alegando que eso estaba pasado, o por el contrario se emocionaba, como fue el caso, por inmensa fortuna para mí, de aquella compañera de facultad que hoy es mi esposa y la madre de mi hija. En lugar de mandarme a paseo se emocionó y compartió generosamente recuerdos y materiales. Momentos de nostalgia haciendo girar vinilos ya desgastados, comprar en ferias de antiguo reliquias, pedirlas prestadas a personas que ponían cara de circunstancias.
Hasta que llegó ese invento capaz de lo mejor y de lo peor que es Internet. Y así, ya superados los treinta, poder ver a aquellos niños cantando de nuevo, pero, a diferencia del televisor en blanco y negro, las veces que hiciera falta. Y ante todo encontrar personas con las que se podía conversar y discutir sobre este tema, aunque nos separaran miles de kilómetros.
Eso me ha llevado a daros la lata hoy con estas líneas, ahora que tengo la inmensa suerte de encontrarme entre amigos que aprecian y dominan estos temas. Cómo expresar la emoción que me ha supuesto (espero que lo siguiente no parezca un vulgar peloteo, necesito contarlo así) que gracias a este blog he conocido a la persona que lo hizo todo posible y cuyo nombre había leído escrito en el Oye Mira nº 14 debajo de BAILA CLAQUÉ (2’27) y MI -SEISCIENTOS- (3’04), por desgracia sin significarme nada al principio. Una gran profesional y mejor persona como Marta Minguella hoy tiene la santa paciencia de respondernos, a mí y a todos, a un montón de preguntas sobre estos tiempos y gracias a ella he podido apreciar infinitamente mejor lo que supuso este fenómeno, así como su dedicación y esfuerzos. O que la niña morena que encabeza la formación por la izquierda, de la fotografía donde aparecen los Nins, haya participado personalmente en el foro y gracias a eso hoy sabemos que era ella la que cantaba Siempre jugando está con su primo el pequeño Alvar. Y en su imaginación la batalla va a comenzar. Gracias infinitas Mónica.
Imagino que todo lo anterior me ha quedado cursi. Pero puedo asegurar que está escrito desde el corazón. Los Nins nunca podrán ser desalojados del mismo.
Un caluroso abrazo a todos.
Lombard.
9 comentarios:
Te recomiendo la peli, Candela. A ti seguro que te encanta :)
Y si no la piensas ver, te cuento lo que creo que pasará...
Pues seguramente que la vi hace tiempo, porque me encanta la Hepburn...pero si la vi del mismo mo do que la Reina de Africa, que lo unico que recuerdo es que iban en un barco por el rio, voy lista...
Lombard me ha gustado mucho tu análisis y no me parece cursi en absoluto. Se nota tu cariño a la música infantil y a los Nins en particular.Y aprovecho para dar un beso a Marta ( q a mí a besucona no me gana nadie)
Lombard: ni que decir tiene que agradezco tu homenaje-reflexion personal...
Además me ha pillado de pura sorpresa te lo prometo..porque ni soñaba con encontrarme algo así.
Siempre gracias por tus articulos que son una maravilla......y de hoy no pasa el decirte que me alegra mucho que con una de mis canciones, os gustaseis mas con la que luego iba a ser tu mujer...
Esto me produce mucha impresión la verdad.
Baila claqué es la canción que hice para ir a Eurovisión...y la verdad es que tiene un rítmo muy divertido y es una canción bien festivalera.
Lombard..ya sabes que estoy aquí y aquí me tienes para todo lo que desees...yo te lo contesto (si lo se claro...y esto va tambien para todo el mundo)..y aprovecho este escrito para mandarle otro besito a Inma...
Y es que gracias a nuestras discusiones querido Lombard..dentro del blog de nuestra querida Candela (desde aqui le mando mis deseos de una prontísima recuperación)..¡¡¡ SWE HA CREADO UNA GRAN FAMILIA..QUE IRÁ AUMENTANDO CON EL TIEMPO....
Gracias Rafa, Te quiero mucho y a tus dos princesitas tambien
Besos a los tres.
Marta Minguella
no se en donde escribo ni que es esto tan nuevo,tal como lo veo yo aquí en el ordenador,pero para saber como funciona, escribo algo y os digo: BUENOS DIAS A TODOS y que hoy sea muy fructifero y felíz.
Marta Minguella.
Pues si, han cambiado las cosas sin avisar en este formato... ya lo habia visto en el de amigos, pero yo queria que le mio se quedaba como estaba, que no lo entiendo ni yo, buaaaaaa...
Quebien, Marta!! Te has hecho un perfil!!!
Ya lo he cambiado para que se quede como estaba antes... no se por que se ha cambiado solo...
Saludos:
Uf, disculpadme la inmodestia de escribir comentarios aquí. No lo hago por aumentar el número de los mismos, je, je.
Gracias Candela por todo. Siempre resulta emotivo ver a Astrid y más en tan buena compañía.
Gracias Inma. Efectivamente adoro esta música, a sus intérpretes y lo que representó en su momento. Considero una suerte poder ponerlo por escrito y hacer que aumente la información disponible, durante décadas inexistente.
Querida Marta. Gracias a tí por los datos facilitados, por no hablar de que sin tu trabajo no habría existido Nins. Y por supuesto por crear joyas como "Baila claqué". De hecho mi mujer, de niña junto con su hermana y una prima, jugaban a cantar popurris de canciones del momento y entre ellas estaba ésta. Me los cantaba de memoria al poco de conocernos. Fue emocionante escuchar juntos por primera vez la copia original en el "Oye Mira nº 14". De hecho ninguno de los dos tenía, al conocernos, ningún ejemplar en casa de esa canción y todo era memoria. Un día encontramos una cinta en un puesto de discos de una feria de pueblo en fiestas (ya sabeis, en el puesto de al lado los botijos y así). De las pocas veces en mi vida que he regateado el precio de algo. Y de regreso en el coche fue demasiado. Lo típico, la sonrisa se dispara resplandeciente, se empoieza a tararear en voz baja y se acaba cantando. Y se vuelve a escuchar otra vez. Un momento emotivo donde los haya.
Así que imagínate que momento. Y fue gracias a tu trabajo Marta, más las demás circunstancias de la vida, claro.
Así que lo mismo digo. Aquí me tienes para lo que haga falta. Tanto mis princesas como yo te queremos.
Un fortísimo abrazo.
Rafa.
Muy emotivo tu escrito, Lombard.
Y si alguien piensa que es cursi y empalagoso, serán personas aburridas y serias, que se piensan que por "mirar atrás" van a involucionar, en lugar de evolucionar, gente que se toma la vida demasiado en serio y no se permite la licencia de disfrutar de los recuerdos y esbozar una sonrisa (qué triste).
Da gusto ver cómo hay gente que todavía se emociona con "tonterías" como éstas.
Gracias por tu reflexión y por este pequeño homenaje. : )
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