En la Plaza de las Flores hoy hay una fuente muy bonita y unos cuantos puestos de... flores. Es una plazoleta peatonal que precede la entrada del edificio de ladrillo rojo de Correos y sus famosos leones y al mercado que, a día de hoy, está en obras.
Pero antes de todos estos cambios, la Plaza de las Flores se llenaba de puestos de "hippies" donde durante años amasé una buena colección de pendientes, chapitas y colgajos varios. Y llegada la Navidad, solían poner una especie de tienda en la que por 1000 pesetas te podías hacer una foto con el Rey Mago de turno. Yo había crecido viendo las fotos infantiles de mi tío y mi madre, saludando tímidamente en blanco y negro, sentados sobre las rodillas de un Melchor, un Gaspar o un Baltasar. Había varias. Pero yo nunca tuve una propia.
Mi timidez me lo impidió cuando aún era lo suficientemente pequeña para vivir la ilusión. No habría sabido qué decir, qué hacer. Dice mi madre que de muy pequeña fue imposible incluso acercarme al stand. Me ponía roja de pura ira y acababa gritando y llorando como una posesa. Ya hacía años que había desistido en llevarme a ver las procesiones de Semana Santa. En esas fechas la pequeñita Candela parecía sobrecogida por el Síndrome de Tourette y no había monja o penitente que se librara de mi linda boquita, para oprobio y vergüenza materna. No así en la Cabalgata de los Reyes Magos, porque una sabe cuándo ser buena y mantener el pico cerrado, que hay mucho que perder. No es lo mismo ver a cien miembros del KKK bajando por la calle a la luz de los cirios que ver una portentosa carroza desde la que los caramelos con el logo de la Caja de Ahorros o el Ayuntamiento salen disparados como chorros de mana.
La foto sigue siendo mi espinita. Una cuenta pendiente que algún día habré de subsanar. Ya crecidita, en una fría tarde de Diciembre, con mis mejores botitas y mi faldita casi invisible, hice cola con un par de amigas para tomarnos la foto, pero los responsables del stand se pensaron que éramos muy creciditas (tendríamos unos 14-15 años) y no nos dejaron sentarnos en las rodillas de su majestad.
Mucho después, en la veintena, decidí cumplir mi sueño, pero para entonces, ya no acudían los Reyes a la Plaza de las Flores, ni conocía fotógrafo alguno que las hiciera de estudio -probablemente sólo si al Rey lo traes tú-, y he debido aparcar mi sueño.
Aquí se organizan Grottos con Santa Claus, pero no es lo mismo. Mi cuenta pendiente es con la realeza y no con un empresario fabricante de juguetes que en sus ratos libres bebe Coca Cola sentado junto a la chimenea. Tal vez algún día me decida a hacerme una foto con él... Pero ya tengo una y me es suficiente.
Yo, es que soy monárquica.
10 comentarios:
je je es que la indumentaria y el rango imponían.
Mi rey siempre fue Baltasar pero el de la cara pintada con betún no como los de ahora
Bah tampoco te has perdido tanto. Los de mi Corte Inglés más cercano olían a tabaco y daban pavor con esos ropajes y esas luces. Yo sí tengo fotos con los Reyes pero con una cara de pavor que no veas.
Yo tengo una con mis hermanos y los tres con Reyes Mayos, pero era tan pequeña que no me acuerdo? y otra ya mayorcita y mi perro.
Yo tengo una foto mirando alucinada al rey Melchor con unos dos años... Es buenísima xD
Por cierto, ¿Está tardando el correo mucho estos días?
Me llegaron dos avisos de correos enl miercoles, pero como cerraban a las 12, hasta el lunes no puedo ir a recoger nada...
yo tampoco he llegado a hacerme ninguna foto con los reyes, quizá porque me intimidaban demasiado, jejeje.
es verdad, es que papa noel tiene un tinte comercial que no hay quien se lo quite...
Nada como los Reyes Magos. En mi casa sigo poniendo globos la noche del seis de enero, tal como hacía mi padre.
jajaja... yo la tengo con mis hermanas en el Corte Inglés, pero no eran los reyes, era el paje real, al que le entregabas la carta y el se la daba a los reyes...Mi rey siempre fue Gaspar... Me encantan.... Un placer Candela, como siempre...
La foto es muy graciosa.
Pero no es mia, Urko. La saque del Google images.
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