viernes, 24 de septiembre de 2010

EL CEMENTERIO DE CALTON Y CALTON HILL

Después de nuestra visita al museo decidimos aprovechar que había dejado de llover para visitar Calton Hill, que antiguamente fue un lugar de ejecución, y el rey James II permitió a los residentes de la ciudad utilizar la pendiente oeste para esparcimiento y torneos en 1456 y al ser un anfiteatro natural ha sido usado como teatro al aire libre.
En el siglo XVI hubo aquí un hospital para leprosos, y en 1718 una parte se convirtió oficialmente en suelo de enterramiento, lo que hoy es el Viejo Cementerio de Calton. Muchos años después se construiría la carretera que ahora separan cementerio y colina.

Vista de Calton Hill desde North Bridge

Como es habitual, el cementerio está plagado de viejas leyendas, la más conocida la del Fairy Boy of Leith (El chico de las hadas de Leith), que se decía que tocaba el tambor por las noches en la colina para proporcionar música a los espíritus y al mundo de los elfos y las hadas.


En este cementerio se encuentran enterrados algunos de los más insignes ciudadanos de Edimburgo, como el filósofo David Hume, el editor William Blackwood, el pintor David Allan, el arquitecto Thomas Hamilton, y el también arquitecto Robert Burn (sin confundirlo con Burns el poeta).

Una de las tumbas que más llama la atención es la siguiente, perteneciente al capitán John Gray:

Es una lápida de piedra esculpida ricamente y eregida por Jonh Gray en memoria de sus padres, sobre el año 1760. Tiene inscrita su nombre y entre los adornos que la hacen tan remarcable en todo el cementerio se encuentra un velero de tres palos. En el lado izquierdo hay una calavera y una cabeza de hombre con barba con una gorra, representando a su padre. De su boca salen dos lazos que vinculan símbolos de muerte: una guadaña con algo más que no puede apreciarse y dos huesos cruzados.
A la derecha hay una cabeza femenina (su madre) con un gorrito, del que salen a su vez dos lazos de nuevo vinculando símbolos de muerte: una pala cruzada con un ataúd y huesos.
Otro monumento interesante se encuentra junto a la tumba de Hume y representa a Abraham Lincoln con un esclavo libre dándole las gracias a sus pies, eregido en 1893.


Es el Monumento a los soldados Escoceses-Americanos. Es la única estatua de Lincoln en Escocia y el único monumento a la Guerra Civil Americana fuera de América. Y la primera estatua a un presidente Americano en cualquier otro país fuera de los EEUU. Fue costeado por América para un pequeño grupo de Escoceses, de los cuales solo uno, William Duff, está enterrado bajo el monumento, como agradecimiento por haber luchado por la Unión (del Norte) en dicha guerra. La inscipción reza: "Para preservar la joya de la libertad en el marco de la Libertad", una cita de uno de los escritos de Lincoln.


Visible desde bastantes puntos de la ciudad, según se entra en el Cementerio subiendo unas empinadas escaleras de piedra, se encuentra el Monumento a los Mártires, un enorme monolito de piedra. En 1793 algunos miembros de Los Amigos del Pueblo  (Friends of the People), un movimiento a favor del sufragio universal, fueron enjuiciados y deportados, acusados de traición por atentar escribir a los franceses. Su verdadero crimen a los ojos de la justicia era reclamar el sufragio universal y los derechos del hombre de a pie de controlar su destino. Su líder era Thomas Muir y junto a otros cuatro seguidores, fue deportado a Australia el 30 de Agosto de 1793 donde se coonvirtieron en prósperos ciudadanos. El obelisco fue erigido en su memoria, y una inscripción en su plinto reza: "A la mamoria de Thomas Muir, Thomas Fyshe-Palmer, William Skirving, Maurice Margarot y Joseph Gerrald, erigido por los Amigos de la Reforma Parlamentaria en Inglaterra y Escocia en 1844", y un breve discurso de Muir y Skirving.
La Reforma Escocesa de 1832 finalmente trajo el derecho al voto y se les concedió el perdón en 1838, pero no se les dio pasaje de vuelta a casa y decidieron quedarse allí hasta el final de sus días. El monumento se puso en el Cementerio de Calton unos cincuenta años más tarde.

Cruzando la carretera y tras subir de nuevo por escarpadas escaleras de piedra y un camino bastante empinado, se llega a la cima de Calton Hill, la colina que domina sobre Edimburgo en el lado opuesto al castillo, y que cobija algunos de los monumentos más dispares destinados a hacer de la colina algo que nunca pudo ser por falta de dinero.
El Dugald Stewart Monument, en memoria del filósofo escocés se encuentra aquí arriba, construido en 1831, diseño del arquitecto William Henry Playfair que lo modeló a partir del Choragig Monument of Lysicrates en Atenas.


Poco más arriba de la colina, en el punto más alto de la misma y a 171 metros sobre el nivel del mar, se encuentra el Monumento a Nelson, construido entre 1807 y 1815 para conmemorar la victoria de Nelson sobre los franceses y españoles en la batalla de Trafalgar de 1805 en la que murió. El monumento se creó en la forma de un gran telescopio mirando al cielo.


Y he aquí el monumento más conocido como "La Desgracia de Edimburgo"...


El arquitecto Playfair fue el responsable de muchos de los monumentos de la colina, pero el más llamativo de todos ha de ser el Monumento Nacional Escocés, planeado para ser otro Partenón que conmerose la memoria de los escoceses muertos durante las guerras napoleónicas. Su construcción empezó en 1826 pero en 1829 se quedaron sin dinero y nunca llegó a completarse.
Frente al inacabado Partenón se encuentra el Observatorio de la Ciudad, que desafortunadamente solo abre para visitas previamente concertadas y en grupos:


Las vistas desde Calton Hill son simplemente espectaculares, y para muestra unos cuantos botoncitos:


Arriba, vista hacia Princess Street, abajo vista hacia el puerto de Leith.


Vista a la cercana colina de Arthur's Seat (El asiento de Arthur), una montañita de origen volcánico en el Holyrood Park bastante accesible a pie que ofrece unas espectaculares vistas de la ciudad:


Más vistas de Edimburgo:


Al fondo abajo, el Palacio de Hollyrood, residencia de la casa Real en Escocia:

7 comentarios:

BLAS dijo...

Qué maravillosa ciudad verdad?
Menudas vistas, y por supuesto, una historia y tradiciones interesantísimas. Holyrood es guapo, guapo, a mi me encantó, no es el típico palacio, por dentro parece más un castillo. Parece preparado como una fortificación. La Abadia que tiene a su costado ya derruida pero manteniendo firme sus muros exteriores es una auténtica preciosidad. Tiene un frontal guapo, guapo.
Ese cementerio, conocido precisamente por lo que dices, por ser el lugar de "descanso" de Hume, me encantó. Pero lo que yo encontré genial, fueron las pequeñas "habitaciones" familiares del siglo XVIII que estaban en la zona más antigua. Porque realmente parecen habitaciones, no mauseleos, además sin techar, solo con sus nichos. Soy muy friki, lo reconozco, pero me encantan... Y mirar las lápidas, ver las fechas, los nombres y las inscripciones para intentar hacerme una idea de su historia, es alucinante!!! Este fue el cementerio donde grabé un video con mi marido bostezando de aburrimiento, sentado sobre una lápida esperándome mientras yo iba leyendo unas y otras inscripciones como la pirada que soy...

en las nubes dijo...

Me estan entrando unas ganas locas de visitarlo todo!!!

Me gusta visitar cementerios tambien...

Un beso!

Möbius el Crononauta dijo...

¡Qué bonico todo! Es un cementario muy apañado, la verdad.

¿Y el cementerio de Calton Banks, ande queda?

chema dijo...

el sufragio universal es algo por lo que se tuvo que luchar, y aún hoy hay muchos países que no lo tienen...
ese monumento se parece al partenón, a mí también me lo había parecido al golpe de vista.
las vistas de edimburgo son preciosas.

Geno dijo...

Curiosa la lápida del capitán y muy interesante el viajecito que te pegaste

Inma dijo...

LO malo de leeros y ver fotos tan bonitas de vuestros viajes es que me propongo firmente ir a conocer esos sitios tan maravillosos y acabo yendo. Desde que lei a Elphaba y sus entradas sobre Escocia tengo en mente laidea de conocerlo. Este invierno será.

anele dijo...

Qué bonitas vistas. Y lo de la desgracia de Edimburgo... sin comentarios.
Qué viaje más chulo te has hecho.