domingo, 10 de octubre de 2010

DE PASEO POR PRAGA (I)

La ventaja de llegar a mediodía a una ciudad cuando estás de vacaciones es que te da tiempo a dar un paseo y quitarte de en medio algún lugar emblemático cuyo tiempo puedes dedicar posteriormente a visitar otros lugares. En nuestro caso, entre visitar varios sitios del Little Quarter, situado al otro lado del puente de Charles, llegamos a cruzarlo varias veces en nuestros cinco días allí, porque el ambiente y las vistas son realmente hermosas.


Creíamos que por nuestras fechas de viaje (finales de Septiembre-principios de Octubre) no habría mucho turista pero cuán equivocados estábamos... Como decia el Dúo Sacapuntas, el lugar estaba ABARROTAOOOO... sobre todo de españoles, que aquella canción de "hay un gallego en la luna" debería cambiarse por "hay un español en Plutón" ¡Qué pejigueras somos! Pero me llamó la atención especialmente que todos eran grupos de gente mayor, con lo cual como te tocaran delante en grupo en una calle estrechita, de las que abundan en el centro de la parte vieja de Praga, ya podías morirte de impaciencia... porque iban con sus bastoncitos y haciendo más paradas que el Nazareno...
Nos llamó mucho más la atención, sin embargo, la cantidad de gente mayor que apenas podía con sus pasos pero no dudaban en subir a patita a las torres (creando colas inmensas y languideciendo el paso hasta cotas increibles), o cuestas imposibles o lugares donde una persona con todas sus habilidades físicas en condiciones las pasaría medio putas.

Old town Bridge Tower

El Charles Bridge une la parte de la Ciudad Vieja con el Little Quarter, que de Little tiene precisamente poco. Aunque ahora es peatonal, en sus orígenes podían pasar cuatro carruajes en columna. La torre de la foto de arriba de estilo gótico fue diseñada por Peter Parler y se construyó a finales del siglo XIV.

Charles IV

La construcción del puente fue encargada por Charles IV en 1357 y construido también por Peter Parler, para sustituir el Puente de Judith. La decoración original fue una simple cruz,  y la primera escultura, de San John Nepomuk se añadió en 1683, inspirándose en las esculturas de Bernini del Puente de Sant'Angelo en Roma. Si no conté mal, hay un total de 30 estatuas a lo largo del puente y fotografié todas y cada una de ellas (bueno no, menos una que estaba cubierta porque la están restaurando), aunque aquí sólo os pondré las que más me gustaron o éste se convertiría en un post interminable. De todas maneras, destacar que la mayoría son copias y los originales se encuentran en el Lapidarium del Museo Nacional.

St. Ivo

Y el puente se llena de artistas y artesanos vendiendo sus productos, lo cual le da bastante carácter a esta ruta.


En el lado norte del puente, se encuentra esta placa engarzada en hierro forjado. La figura tumbada suele ser toqueteada por turistas varios (aunque por las conversaciones oidas [yo me parto] nadie parecía saber de qué iba el tema, pero ellos lo tocaban igual, como una señora nipona que estuvo 5 minutos de reloj tocando cada recoveco con ambas manos. De hecho llegé a creer que era invidente por el modo en que movía los dedos).  finalmente, después de esperar casi quince minutos a que todos los jartibles dejaran de posar frente a la reja, pude conseguir hacer una foto (y sin tocar, qué asquito, todo el mundo dejando sus gérmenes ahí). He oido dos versiones sobre la tradición de tocar al santito recostado: una, que si lo haces, vuelves a Praga (un poco como tirar la moneda en la Fontana de Trevi en Roma), y la segunda es que muchos piensan que hace milagros (!!!).


Otra de las esculturas cuyos bajos es más tocada (por los bajos me refiero a las dos placas de su pedestal, pulidas hasta el dorado del sobeteo ajeno), es la de la foto de abajo, representando a St. John Nepomuk. El culto a este santo canonizado en 1729 fue promovido por los jesuitas para rivalizar con el del reverendo Jan Hus. Nepomuk era vicario general de la Archidiócesis de Praga y fue arrestado en 1393 por Wenceslas IV, que ordenó que le tiraran desde el puente. El buen hombre se ahogó y el pedestal ahora muestra escenas de su martirio. Y el tocarlos, al parecer, trae buena suerte.

 

Casi al final del puente ya en dirección al Little Quarter se encuentra esta escultura de St. John de Matha, St. Felix de Valois e Ivan el Bendito, de 1714, esculpidos por Ferdinan Brokof. Estos son los fundadores de la Orden Trinitaria de los mendicantes para recaudar dinero para comprar la libertad de los cristianos convertidos en esclavos por los infieles (que se hallan representados en la base de la estatua).



Nótese la cara de aburrimiento del cosaco...


Y la de alucine del perro...


Frente a esta escultura más o menos se halla la de otro santito enseñando la liga a un grupo de leones... (y uno de ellos tiene cara de estar oliendo el aroma a camambert de la sandalia del santo). No, este... Es St. Vitus, que aparte de caérsele los calcetines y mantener a los leones alejados con sus olores, es un martir al que estos felinos se supone que iban a atacar pero que en lugar de ello se dedicaron a lamerle como inocentes gatitos. St. Vitus es el patrón de los bailarines y frecuentemente invocado contra las enfermedades convulsivas (sí, sí, el del baile de San Vito).



Otro con cara de pena...


Dos close-ups de los "bajos" de la escultura de St. John de Nepomuk para que apreciéis el grado de dorado debido al manoseo turístico. El perro está niquelao.


Y la mujer del centro y el santo boca abajo en el puente, también...


Al otro lado del puente se encuentra otra torre-mirador. A todas se puede subir y contemplar maravillosas vistas de la ciudad, aunque con que subas a una ya da igual, apenas cambia el ángulo y hay mejores vistas y a mayor altura desde el castillo en el cerro o desde el Observatorio en Petrin Park.


Este hombre vendía Cds de su musiquilla de organillo. Soy masoca, pero no tanto... así que no le compré uno.


A ambos lados del puente, guardando las puertas de acceso a las torres están estos chicos a modo de seguratas medievales. En las horas puntas, desde la torre, y conjuntamente con la del otro lado, la Power Gate junto a la Opera Municipal y la torre del Reloj de la Plaza Vieja, otro chico vestido de Paje con estos colores toca la trompetilla... (pero ya os contaré más de esto en el artículo sobre el reloj y la Plaza.


Más esculturas: Saint Cyril y Saint Methodius, de 1938. Representa a los hermanos de Thessalonica que llegaron a Moravia en el S. IX para bautizar a los paganos checos y eslovacos, y la estatua sustituye a la que había en su sitio de San Ignacio de Loyola, que está en el Lapidarium desde 1913.


Después de un paseo bastante interesante por la calle Nerudova, y probar algunas de las mejores cervezas checas, se nos hizo de noche y decidimos volver al otro lado del río, cruzando de nuevo el puente, que ofrecía, si cabe, mejores vistas de noche que de día, como ésta del Teatro Nacional:


Se celebraba estos días las festividades de Wenceslao, asía que a mitad del puente y cunaod nos disponíamos a escuchar a un señor que hace música con vasos llenos de agua, nos deleitaron con una magnífica sesión de fuegos artificiales.


¡Esto es lo que se dice llegar y besar el santo!



17 comentarios:

DACHA ARTESANA dijo...

Paisana que gracia tienes contando tus viajes, me encanta leerte. Un beso

Geno dijo...

Pa cuanto da un puente, hija! XDDD Interesante post.

martmas dijo...

Pues si que aprovechaste la tarde... Me encanta la foto de la escultura del corsario aburrido!!!

Candela. dijo...

Cosaco, martmas, cosaco...

Isa Bertolin dijo...

Cuanto tiempo sin visitarte, lo siento mucho. Y hoy que entro me encuentro con estos deliciosos post sobre Praga, precisamente estuve en mayo y me has recordado lo maravillosamente bien que lo pasamos. Muchas gracias por tus crónicas!!!!!!!!

Candela. dijo...

¡Plexi, estas perdida!!! Pero del foro y todo, donde te metes??? te mudaste al final?

Candela dijo...

Ese es un viaje que tengo pendiente, alter ego.

Creo que recuperaré el post cuando decida ir para allá.

Besos, guapa, y, gracias.

martmas dijo...

Cosaco, claro.... ya me dirás en que pintaba allí un corsario, jejejeje
Ya hacía tiempo que no metía yo la pata con un comentario!!!

Esperanza Cabello Izquierdo dijo...

Entran muchas ganas de ir a visitar Praga, pero habrá que dejarlo para el verano que viene, a ver si nos animamos!
Con tus fotos se diría que estás paseando tranquilamente por el puente

Möbius el Crononauta dijo...

Grandiosa ciudad, tengo que ir un día... a verla y a comar goulash de ese... ¡vaya pintaza! como las pintas de birras mmm yummi yummi

Virlanda dijo...

una duda esistencial:leyendo tu post del puente me ha parecido encontrar palabras y expresiones de lo mas sevillanas, dígase "jartible" o "mas paradas que el nazareno", entre otras ¿sevillana vos?....

Candela dijo...

No, Vir: de Cádiz, cerquita, cerquita. La palabra "jartible" se usa mucho en Cádiz.

chema dijo...

qué bonito lugar para pasear y para hacer fotos, el puente lleno de estatuas!
la reja que todos los turistas toquetean, si se mantiene esa costumbre por muchos años, se puede llegar a erosionar. así ha ocurrido con alguna estatua del vaticano...
el guardia de seguridad medieval, esperemos que se meta bien en su papel y no cometa ningún anacronismo como sacar el teléfono móvil de repente...

Lauri dijo...

jo que pasada, tiene que ser super bonito!!!

Aunque alli no tengas puente, si te gusta tu trabajo es lo importate!
besitos!!!

Virlanda dijo...

jejeje!!! sabía que rondabas por aquí, las expresiones lingüísticas en Cádiz y Sevilla son muy parecidas!

Darthpitufina dijo...

Excelente crónica, me encanta esta visión de Praga que has dado (en esta entrada y la subsiguiente de los Peeing men...) Olé por las fotos, me alegra que hayas vivido estas experiencias y compartas un viaje tan placentero así. Dan ganas de ir ya!

Besines!

anele dijo...

Siempre he oido comentar que ese puente es precioso.
Pues lo de esperar a que la japonesa terminara la sesión de sobeteo debió de templar los nervios a cualquiera, o desquiciarle aún más, ja, ja.