miércoles, 8 de febrero de 2012

HEREDANDO A ANNE FRANK

Inheriting Anne Frank, escrito por Jacqueline van Maarsen, la que fuera compañera de clase y -dicho por la misma Anne en su diario- su mejor amiga, no es, ni de largo, lo que pensaba.

Muchos han sido los que han escrito sobre Anne, personas incluso que pasaron de puntillas por su vida. Cualquier cosa con tal de ganar notoriedad y exprimir las tetas de una vaca que tiene principio y fin, porque la historia de Anne, desde su nacimiento hasta su temprana muerte, está del todo y completamente documentada y ya no se puede contar mucho más que no haya sido contado antes.
De modo que, auqnue nunca puedo resistirme a comprar un libro que hable sobre Anne aún a sabiendas de que va a ser la misma historia vista -o no- desde otro ángulo e incluyendo detalles de la persona que lo escribe y su paralelismo -o no- con la historia de los Frank, cuando vi esta publicación no pude dejarla atrás. Tenía que tenerla para mi biblioteca de Anne que componenen ya: el diario (en castellano), versión de 1947, edición de 1984. El diario, en inglés, en su versión revisada, critica y -al parecer- completa (el primer diario está falto de algunos pasajes que Otto, el padre de Anne, consideró demasiado personales). Un libro sobre lso últimos 7 meses de su vida, el libro escrito por Miep Gies, una biografia, un libro de relatos cortos, que escribió durante su encierro en el anexo, un libro sobre cartas y documentos encontrados en el atico de su abuela y llamado La Extraordinaria Historia de la Familia de Anne Frank y tengo también la biografía en novela gráfica. De todos ellos os hablé en esta entrada.

Pensé que Inherinting Anne Frank sería el libro de otra "que se subió al carro" para contar lo mismo, pero este es un libro de sapos y culebras y de una historia que no tiene nada que ver con Anne -ni con lo que se cuenta en el libro- y que saca el lado más cotilla de uno. Además la historia a veces va de atrás a adelante y de adelante atrás, dejándote con momentos en los que no sabes qué estás leyendo.

Me explico: el libro comienza con Jacqueline practicamente excusandose por escribir un volumen para "dejar las cosas claras", y es que Jacquie (apodada Jopie por Anne en su diario), al principio de toda la "moda Anne Frank" en torno a la publicación de sus diarios, quería permanecer en el anonimato. Casi nadie sabía que ella era la "Jopie" del libro. Otto sí lo sabía, naturalmente, como otros allegados cercanos a ambas niñas. El caso es que, poco a poco, y tras colaborar con algunas publicaciones y documentales, el velo se va rasgando, dejando a Jacquie en la disyuntiva de decir que ella es quien es.

Pero, al poco de comenzar a contar todo esto, la historia salta a la muerte de su tío Albert en un pueblo de Francia -mas bien una pequeña aldea-, y nos pone en antecedentes: los abuelos de Jacqueline mueren y estos vivían en una casita de esa aldea que la madre de Jacqueline compró para ellos. Su hermano Albert se muda tras la muerte de éstos y no contribuye un centimillo a pagar las tasas correspondientes o cualquier reparación necesaria, dejando que el edifico se deteriore paulatinamente por falta de cuidado. Esta historia finalmente llegará a su conclusión cuando tras la muerte de Albert su viuda no hace amago de mudarse, la madre de Jacquie por no meterse en lios nunca exige nada y a la muerte de la viuda empiezan los problemas: al parecer la señora era muy particular en cuanto a sus asuntos y nunca usó un banco más que para una pequeña cartilla para gastos superfluos. Del mismo modo, a sabiendas de que en Francia un testamento hecho a mano y sin notario es válido y legal, decidió ahorrarse unos cuartos (aunque tenía dinero a espuertas), y nunca guardó una copia bajo notario, todos sus documentos importantes, así como unos buenos fajos de cash residían siempre en la oscuridad de su inseparable bolso. Su máximo deseo -dicho numerosas veces antes de su muerte- era ser enterrada en la aldea junto a su marido y con los pendientes de diamantes que éste le había regalado y que siempre llevaba puestos. 
Sin embargo, cuando reciben la noticia de la muerte de la tita, que en esos momentos vivía con su hermana  prácticamente inválida al cuidado de una enfermera, y viviendo Jacqueline en Amsterdam, para cuando llegan a la aldea se dan cuenta de que todo ha sido ya organizado y ni siquiera pueden comprobar si se la ha enterrado con los pendientes -junto a su marido no la entierran- y aquí comienza el más puro "problema de familia" del tipo "dónde está el testamento de la tita" con una enfermera chismosa que tiene todas las papeletas para haberse quedado con el contenido del bolso.

Una historia que nada -pero absolutamente nada- tiene que ver con el resto del libro, que no es otra cosa que una denuncia pública tanto a los tejemanejes de la Fundación Anne Frank tras la muerte de Otto y el modo en el que hacen las cosas como a la intervención y llegada a escena de Eva Schloss.

Eva era la hija de la segunda mujer de Otto, a quien conoció en Auschwitz y que tenía más o menos la edad de Anne y pasó por los campos, sobreviviendo. 
Un buen día Eva decide escribir un libro, donde se autoproclama "la hermanastra de Anne Frank" y también su amiga, al parecer inventando una supuesta amistad que nadie recuerda -y que nadie se atreve a denunciar-. Jacqueline se da cuenta de esto y se lo comunica a Hannelis -apodada Lies, y otra amiga de la infancia de Anne-, pero esta tiene un caracter muy diferente al de Anne y encuentra la anecdota hasta "graciosa", restándole importancia.
Pronto Eva empieza a ser invitada a inaugurar exposiciones sobre Anne y a ser incluida en los planes de la Fundación -vale, su madre, a la muerte de Otto, forma parte de la misma, pero aún así... Y Jacqueline comienza a indignarse y a comenzar no solo una cruzada para demostrar que Eva jamás conoció a Anne sino a docuemntarse para demostrarlo. En su libro, Eva cuenta que su hermano Heinz había sido compañero de estudios y que hacía a menudo los deberes con Margot (la hermana de Anne) en su casa. Preguntando, preguntando, especialmente a las que fueron amigs de Margot, descubre que ninguna de ellas conocían a Heinz y desde luego encuentran, por lo tanto, dificil de creer que hicieran los deberes juntos, para nada, imposible.
Tengo el libro de Eva. Lo compré el año pasado y tras leerme el de Miep (Remembering Anne Frank), la biografia (Roses from the Earth), Los Ultimos Siete Meses de Anne Frank, el Diario (de nuevo) y la Novela Gráfica), comencé a leerlo, pero entonces murió mi abuela y mi mundo se resquebrajó de arriba a abajo. No podía leer un tema tan doloroso, porque mi alma ya estaba perturbada por mi propia tragedia personal. Decidí descansar del tema Auschwitz y dejarlo para cuando mis sentimientos se asentaran un poco.

Ahora, tras leer el tipo de persona arribista y mentirosa que es Eva, se me han quitado las ganas. ¿Para qué leer un libro que se supone es sobre su experiencia en los campos de concentración y extermino si no sé si la mitad de las cosas que me cuenta le sucedieron en realidad o las "robó" de las historias de otras personas?

De ahí, en parte, la publicación de este libro. Jacqueline ya había escrito su autobiografía, sin la ayuda de un escritor fantasma, por sí misma, y la había publicado. Gracias a ello, ha dado conferencias por todo el mundo, y lo suyo se nota que no es una rivalidad celosa de Eva: es que no hubo manera humana de que Eva y Anne se conocieran. 
Todos estos tejemanejes, le traen problemas con la Fundación, que intenta boicotearla en varias ocasiones, desde la publicación de su autobiografía hasta la invitación a diversos actos. Eva y ella no se hablan y todo esto también le cuesta a Jacqueline la amistad con algunas personas.

En definitiva, un libro revelador y entretenido. Me lo he leido prácticamente en un día. Comencé a leerlo antes de anoche y lo acabé ayer, tras un par de horas de lectura en el trabajo cuando no tenía nada que hacer y luego por la noche en la cama.


17 comentarios:

Oltra Bitácora dijo...

Madre mia!vaya historia, de la parte de la tita,no me he enterado mucho,pero la tal Eva menuda pajarraca, ahora me quedo con la intriga sobre q contará en su libro, asi q a leertelo ya!!

R.M dijo...

Increible. Asi que esa Eva es la hermanastra póstuma d ela que me hablabas y que en realidad inventa mas que recuerda? jolin, vaya. Y yo que te preguntaba ayer si los libros no terminan contando todos lo mismo. Ya veo que no! Aun te/nos quedan cosas por descubrir...

DACHA ARTESANA dijo...

Candela tengo un pps sobre Anne Frank que posiblemente te gustaria ver, pero no encuentro tu direccion de correo electronico. Si me lo envias privadamente, te lo hago llegar.

Candela. dijo...

Dacha, me lo puedes enviar si quieres a candelaruth@gmail.com

chema dijo...

pues vaya... claro, como ana frank fue una persona real, de carne y hueso, hubo quien quiso aprovecharse de la fama póstuma que había alcanzado (por las circunstancias trágicas que todos sabemos). lástima que a veces la naturaleza humana sea así.

Esperanza Cabello Izquierdo dijo...

¡Es increíble cómo la gente puede ser ten absolutamente engañosa! Menos mal que las cosas van saliendo a laluz poco a poco.

AdP dijo...

Había escuchado hablar de ese libro pero, por las referencias que das de él, creo que no acabará cruzándose en mi camino.

Saludos.

Candela dijo...

Cual de ellos, AdP? El de Eva?

Ángeles dijo...

Me resulta muy dolorosa la historia de Anna Frank, lei el libro hace muchos años y no creo que fuera capaz de volverlo a releer.
Me parece inaudito que una persona quiera beneficiarse de una vivencia tan terrible, por muy hermanastra que sea ¿Sabes que hubo en España hace pocos años, un caso parecido? Andrés Pérez Domínguez se hacia pasar por superviviente de Auschwitz y daba conferencias en los colegios y concedia entrevistas por la radio contando una experiencia inexistente, yo le oi en alguna ocasión.Al final un historiador descubrio el pastel y pidio perdon a todo el mundo.
Cosas veredes.

martmas dijo...

Alucino! Hay gente para todo

Shirat dijo...

Menudo culebrón. ¿Y cómo sabemos que la tal Jackie no miente también? Es que ya no me creo nada de nadie...

Candela dijo...

Que no miente sobre que? Sobre su relacion con Anne o que miente sobre que Eva conoció a Anne? Si es lo primero, aparte de que Anne mencion a Jacqueline (o Jopie) en su diario, fueron juntas a clase, compartian pupitre, hacian los deberes juntos, se intercambiaban postales de famosos (una de las grandes pasiones de Anne) y todos los mas cercanos a Jacqueline la conocen/conocian (Miep Gies, su marido, el padre de Anne, Hannelis...). su relacion evidentemente esta documentada y hay fotos.
Eva, por su parte, no tiene nada para probar que eran "tan amigas". Nunca se conocieron siquiera en los campos de concentracion (no estoy segura porque ya te digo que no terminé de leer su libro, pero seria facil buscar las fechas). Ella dice que "solia" jugar con Anne en la plaza de su barrio, pero nadie la recuerda, Miep le dijo a Jacqueline que jamas habia ido hablar de ella ni la habia visto hasta que el padre de Anne se caso con su madre. Hannelis tampoco la recordaba para nada. No coincidió siquiera en el mismo colegiio ni en el Liceo con Anne. El hermano de Eva, Heinz, habia muerto en el campo de concentracion... Frank nunca mencionó la amistad entre Eva y Anne mientras estuvo vivo, la tal Eva empezó a "meterse" en la vida de Anne Frank tras la muerte de este... Y su madre, ya viuda, formaba parte de la Fundacion Anne Frank... ¿sigo? XDD

Geno dijo...

Que de gente aprovechada ha y por el mundo ¡desde luego! Me alegro de que Jopie haya puesto a la tal Eva en su lugar

Unknown dijo...

Jacqueline Van Maarsen no miente.

Unknown dijo...

Jacqueline Van Maarsen no miente ni se aprovecha.

Candela. dijo...

Jose Antonio, nunca he dicho que Jacqueline mintiese. La que parece que mienta es Eva

Unknown dijo...

Leí primero el libro de Eva antes que el de Jacqueline y quede aterrada, me cuestione de todo lo que había leído anteriormente y de toda la empatía que sentí por Eva tras leer su libro. Sin embargo Jacqueline dice algo muy cierto y es que Eva pudo usar esa mentira para darse a conocer y así encontrar consuelo sobre sus vivencias en Auschwitz teniendo un espacio en donde compartirlas. Me parece que igual no me dejo de compadecer por Eva porque al fin y al cabo también fue víctima de la guerra y no le toco nada fácil al igual que a millones de judíos, aunque su mentira sigue siendo reprochable. Me consuela el hecho de que no solo puso en duda las memoria sosbre las vivencias de Ana, sino también las de su hermano Heinz de quien afirmaba que tenía una amistad con Margot Frank, seguramente poner en duda las memoria de las vivencias de su hermano le debe pesar también.