lunes, 29 de abril de 2013

Blarney Castle

All work and no play...

¡Que no todo es trabajar! Llegado este fin de semana, y viendo que la mañana se levantó no demasiado mala en cuanto al tiempo, decididmos mezclarnos entre las hordas de turistas y visitar el cercano castillo de Blarney, a unos 8 kms de Cork.



El interior del castillo no tiene nada. Quiero decir que no hay ninguna reproducción de mobiliario de la época, principalmente está en ruinas (dentro de una seguridad) y te indican mediante carteles dónde estaban lso diferentes dormitorios, las cocinas, el salón, etc. 
El interés real de este castillo reside en la leyenda que rodea a lo que ha convertido el lugar en toda una leyenda turística: besar la piedra de Blarney que se halla en lo alto del castillo y que se dice te regala, al hacerlo, el don de la elocuencia. 
No, yo no besé la piedra. Siempre tuve claro que -de visitar el castillo-, no lo iba a hacer. Me niego a acercar mis labios a una piedra con siglos de babas y gérmenes... y lo que sea. Puaj, puaj y repuaj.
La piedra de Blarney se dice que formó parte de la Piedra de Scone, que para no contaros un rollo enorme, podéis encontrar aquí. Y para besar la piedra te colocan boca abajo cabeza colgando sobre unos railes de seguridad mientras te sujeta un señor y otro te hace la foto de rigor. Sí hice la foto desde abajo, para que os hagáis una idea de donde está la piedrecita de marras:



Lo mejor del castillo son las espectaculares vistas desde arriba y los jardines que lo rodean, donde te puedes "perder" durante horas. En las inmediaciones del castillo también se encuentra Blarney House, que es propiedad privada y de momento no está abierta al público.



Al adquirir la entrada te dan un mapa del lugar, por lo que perderse en palabras reales es difícil. Hay un lago en el extremo más lejano, pero no llegamos a ir porque el aire olía a lluvia y no queríamos demorarnos demasiado. De hecho, el chaparrón cayó justo cuando dejamos el castillo y nos fuimos a comer a un restaurante cercano.

De todos los jardines que la propiedad posee, sin duda el que más me gustó fue el de los helechos, una delicia para la vista...




Y a la salida del castillo, el Jardían de los Venenos, con una selección de algunas plantas que si bien pueden ser utilizadas en la cocina y de manera medicinal, también pueden utilizarse para la confección de mortales venenos. Aquí una vista desde lo alto del castillo:


Cannabis:


Opium:


Mandrágora (los fans de Harry Potter saben por qué)


Belladona:


Laburnum (una planta preciosa)


Estas, entre otras. También había Laurel (síp), Poison Ivy, Junípera, tabaco...

más fotos, aquí.


viernes, 26 de abril de 2013

Se me estropeó la bola mágica...

Esta semana, por goleada, ganan estas dos llamadas. hay gente que debe pensarse que leo mentes o que tengo una bola mágica o que el sistema que usamos para la reservas no solo sirve para buscar hoteles sino para adivinar donde se quueda la linda parejita:

Caso 1:

-Hola; mira, estamos en Londres en el hotel que hemos venido a pasar la luna de miel y resulta que la agencia no nos ha enviado mensaje con el código de nuestra nueva reserva.

-No hay problema; ¿me dice por favor su apellido, fecha de llegada y hotel?

-Pues ese es el problema, que no sabemos el hotel pero teníamos que llegar hoy (atención, esta llamada la recibí un viernes a las 8 de la noche). Solo nos dijeron que está como a una milla de Leicester Square.

-Pues es que alrededor de Leicester Square tenemos como una docena de hoteles de esta cadena. ¿no recuerda el nombre? Si le digo los hoteles de la zona, ¿lo recordaría?

-No, esto nos lo organizó la agencia y no sabemos nada.

-...

La llamada acabó cuando la señora, un tanto indignada de que no pudiera leer la mente de su agente de viaje ni mirar hotel por hotel (algo que bien me podría haber llevado tres cuartos de hora dada la poca información de la que disponían), me pasó al recepcionista del hotel en el que se encontraba (que aún dudo que perteneciera a la cadena Marrieta), que fue un tanto brusco y abusivo y acabó colgándome. Tanto la pareja como el recepcionista eran británicos. 

Un consejo: señores, si no saben viajar, quédense en casa. Viajar supone salir de casa con los deberes hechos y esto incluye los billetes de avión, el itinerario y al menos los números de reserva de sus correspondientes hoteles. O se compran una agenda donde apuntar esas cosas o me lo hacen en plan cutre.

Claro que los americanos en esto, se llevan la palma. no hay día que dejen de sorprenderme más. Desde la señora uqe quería reservar una habitación en uno de los mejores hoteles de Londres y quería una cama tamaño King (aunque sé que eso es difícil de encontrar en Europa... Er... no, señora, no lo es) y una habitación que tuviera "ducha" (señora TODOS los hoteles en Europa tienen ducha, no tenemos que bajar al pozo). En fin. también están los americanos que se piensan que tenemos un GPS incorporado en el culo y quiere que les digamos hasta qué salida coger en la interestatal (cuando van ya conduciendo, ojito) hasta que le digamos dónde aparcar. Pero creo que esto ya lo he explicado antes.

La segunda llamada de características similares procedía de USA y sucedió así:

-Hola, quería reservar una habitación en su hotel para el dia 15 de mayo, voy a la boda de fulanito de tal y menganito de cual y me han  dicho que tienen una tarifa especial para los invitados de la boda de 119 dolares y blablabla...

-Perdone, ¿en qué hotel quiere hacer la reserva, caballero?

-Pues al que estoy llamando, el XX-I.

-Está usted llamando al centro de reserva. Hacemos reservas para todos los hoteles XX-I de America, señor. Necesito (como mínimo) ciudad y estado.

-Ah, es que no lo sé. A mí me dijo mi hijo que llamara a XX-I e hiciera una reserva.

-Sí, señor, pero como le digo, tenemos hoteles XX-I en casi todas las ciudades de USA. ¿A qué ciudad estaba llamando? 

-No lo sé. Voy a preguntarle a mi hijo, es que no me ha dicho nada, y ahora vuelvo a llamar.

Si no sabe a qué número llama es porque los americanos son muy dados a llamar al teléfono gratuito (un 800) y no saben a qué ciudad se les redirige (en muchos casos, como sucede en este, fuera del país). Pero es que aún así, se piensan que ese número 800 les lleva directamente al hotel que tienen en mente.

Y lo dicho, actualmente mi bola de cristal se halla en el taller.

Suelen ofenderse mucho cunado se dan cuenta de que no están llamando directamente al hotel. Los españoles, aunque muchas veces se muestran sorprendidos de que han sido "pasados con centralita" suelen tomárselo con calma y no gritarte al oido que no quieren hablar con central sino con el/la recepcionista.

Sin embargo, sí he de decir que los españoles nos llevamos la palma por maleducados en cuanto a "maneras" al teléfono: la gente me llama desde ruidosas cafeterías donde oigo mejor al camarero contarle un chiste al fulano de la barra y el movimiento de platos, cucharillas, la máquina del café (que suena como una vieja máquina de vapor) y la tragaperras. 
O, te llaman mientras tienen conversaciones con otra persona, se interrumpen en medio de darte la tarjeta de crédito para decirle a su amiga que por favor le cambie el color de la tele o le diga al novio que le prepare un café. Te dejan a medias de una frase para contestar a otro teléfono en el que después de  cinco minutos de conversación (de la que te enteras de todo), informan a la otra parte de que están realizando una reserva y que les disculpen un momento. Que digo yo que lo normal sería no contestar la otra llamada o directamente decir "te llamo luego que estoy en otra llamada". Es lo educado. 
El otro día me llamó una chica para hacer una reserva desde el salón de su casa con un partido en la tele a pocos metros de ella (me imagino) a todo trapo. Mientras hablaba conmigo animaba a su equipo y charlaba con su novio. Una falta de educación total, además de que no me enteraba de lo que me decía o de cuándo me lo decía a mí.

Un día de estos, exploto.

lunes, 22 de abril de 2013

Perros

Yo adoro a los perros. Me encantan. En contrapartida, los gatos no me gustan nada de nada. Excepto por Einstein, claro.

Pero desde que me mudé a esta mi humilde casita... ¡los odio!



El motivo no es otro que mi vecina de la casa de al lado. Su casa es gemela de la mía: es decir, una casita en miniatura de dos dormitorios con un saloncito irrisorio que ella -no he visto su casa, pero imagino que es así-, tiene reconvertido en negocio durante el día: para cositas caninas. Esto incluye todas esas pijadas que se les hace a los perros como si fueran personas: lavarles la pelambrera, cortarla, hacerles las uñitas... y lo que sea que se hace en estos "sitios para canes". También vende ropa para chuchos, para ese tipo de gente medio lela que trata a sus mascotas como si fueran un bebé. No sé por qué da la casualidad de que ese mismo tipo de gente tiene un coeficiente intelectual que deja muchísimo que desear...

Y por si esto no fuera poco... la vecina utiliza su casa, su negocio como... guardería de perros. Ella tiene tres de su propia cosecha, un asqueroso Yorkshire (lo siento, estos perros me dan bastante asco), un tipo de Spaniel enano y uno de esos de morritos arrugados, y ninguno -of course- levanta un palmo del suelo. Pero aparte, durante el día se pasean por su mierdacasa (que es como la mía) una manada de perros de diferentes razas, muchos de ellos... enormes.

Esta casa no está en condiciones de alojar a una familia con un niño, mucho menos tres perros. bueno, un niño cabría, porque para eso está el segundo dormitorio, pero que me explique a mí como puede llegar a tener entre diez y quince perros en una casa que tiene un patio que no es mayor de un metro de ancho por dos de largo (su patio es más pequeño que el mío porque su extensión del baño y utility room es como medio metro mayor que la mía). Me parece del todo cruel tener tres perros en el día a día viviendo en un lugar tan pequeño, pero encima tener perros ajenos durante el día en tan confinado espacio, me parece mucho peor.

Especialmente cuando abre su negocio a más tardar a las 8 de la mañana y los putos perros no paran de ladrar durante horas. Guau-gua, guau-guau, guau-guao. Con mi actual horario (de una y media de la tarde a diez de la noche0, mis horas de sueño se ven alteradas por los incansables ladridos de perros de todos los tamaños, color y "acento".

Y cuando los perros no ladran, me despierto... ¡porque no ladran!

Esta semana me planteo contactar con la ISPCA (Asociación de protección animal de Irlanda).

Es eso, o un rico filetito de ternera-caballo cocinado a la rica salsa al arsénico...

lunes, 15 de abril de 2013

El timbre




Uno puede sentirse avergonzado del lugar donde vive. De ese apartamento oscuro, pequeño y lleno de humedades o de muebles de película de Almodóvar.

No es mi caso. Mi casita en Cork es pequeña pero luminosa, y el dormitorio es amplísimo. Lo sabré yo, que me he llevado una semana postrada en cama sin otra ventana al mundo que la de mi portátil y esas cuatro paredes por compañía.

Pero a los pocos días de llegar, nos avergonzamos de algo: del timbre.

El timbre de esta casa no era un timbre normal. Lo descubrimos al día siguiente de mudarnos, mientras yo abría cajas arriba en una de las habitaciones y el guiri hacía... lo que fuera que estuviera haciendo en la salita, el baño o la cocina. De pronto oí una tonadilla como salida de una caja de música de pesadilla, una melodía machacona que no acababa nunca. Creo que bajé las escaleras con cara de susto... ¿Habría encontrado el guiri algún tipo de caja musical de esas que dan miedo...?

Ni por asomo. Le encontré en el hall descojonado de la risa. Le había dado por "probar" el timbre de nuestra puerta. Por desgracia esos días recibimos algunas visitas... el cartero... el señor que vino dos veces a cambiarnos la cerradura... un niño de una casa vecina que había "embarcado" su freesbe en nuestro patio. Y para nuestro creciente embarazo, comprobamos que la melodía del patético timbre cambiaba cada vez que se presionaba el botoncito otrora blanco. Igual te tocaba el Cumpleaños Feliz que el Jingle Bells o una sonata de Bach o algo parecido a Paquito el Chocolatero.

-El timbre se ha de ir -dije con voz firme-. Es él o mi dignidad. ¡Que llamen a la puerta!

Y después de comprobar que no podíamos acceder al cajetín de las pilas... después de trastear durante media hora sin saber cómo detener aquel infernal hilo musical...

... Decidimos cortar el cable. Vivan la paz y la tranquilidad. Y el poder abrir la puerta sin los carrillos entintandos en el más puro carmesí...

jueves, 11 de abril de 2013

Hostal Marrieta: quien no te cuelga, te hace la puñeta



Comienzo una nueva "sección" por llamarlo de algún modo en el blog: aquella que resume ese tipo de llamadas inclasificables o especialmente "llamativas" por un motivo u otro que suceden durante las ocho horas que he de sentarme cinco días a la semana en mi nuevo puesto de trabajo.
Y es que si os pensábais que completar una reseerva de hotel es cosa del más tonto de la clase, estáis muy equivocados: ya no solo por las diferentes clases de habitación, camas, paquetes y circunstancias... sino porque hay muchísimos factores a tener en cuenta, siendo uno de ellos que existe una tarjeta de fidelidad que ofrece, según su nivel 9normal, plata, oro y platino) diversos beneficios, además de bonos que pueden comprarse, premios, certificados y otras doscientas mil cosas más. 
Y luego estrán, esos clientos a los que por educación simplemente calificaremos como "difíciles" (y que en mi diario personal llamo por su nombre: unos porculeros. Y si esos porculeros simplemente supieran los gestos obscenos que les dedicamos desde el otro lado del auricular, no me cabe duda de que se pensarían dos veces sobre su proceder (cortes de manga, gestos de "me la chupas", "me la pela", dedito alzado...
Pues sí, desde que empecé a trabajar para Marrieta, llevo mi libretita y apunto todo lo que me parece curioso para luego venir y contároslo. Esta semana estoy de baja, tengo una infeccón de garganta que me impide hablar. Pero aquí os dejo algunas cosas que me han sucedido hasta el momento. 

Una de las cosas más frecuentes, y suele sucedernos a todos, sin importar la nacionalidad, es que nos cuelgan los americanos nada más oir un acento que no sea yankie. O te exigen que les pongas con alguien "americano". O te cuelgan cuando les pides que por favor te deletreen el nombre del hotel o la ciudad (las tres primeras letras me bastan para averiguar si me está diciendo, por ejemplo blake o lake, porque como los mamones no vocalizan o llaman siempre con la patata en la boca...
Tembién se ofenden si les pides que deletreen despacio o les aclares si es F 9pronunciado "ef" o s "es", pero ah!!! eso sí: cuando tú has de darles un simple número de dos letras, para ellos corres mucho y te lo hacen repetir tres veces... como mínimo.

-En una de mis primeras llamadas, una americana me colgó porque no podía comprender que en una habitación con una cama doble no se podían quedar a dormir tres personas (normalmente solo se permite si son niños menores de 12 años, pero de ninguna manera 3 adultos). Le expliqué por h y por b que la ocupación máxima en ese tipo de habitación era de dos personas y que no se permitía una cama supletoria, que la tercera persona tendría que cogerse otra habitación.

-Otra persona me colgó porque quería habitación para 6 personas (dependiendo del tipo de hotel o si es una suite, sí se permite, pero para las fechas que pedía no había disponibilidad. Que digo yo que la más simple etiqueta de educación te permite decir "ah, no hay nada...? Bueno, gracias por su ayuda" o un simple "pues nada, qué se le va a hacer". Oir un click al otro lado de la línea te pone de muy mala leche. Luego no se quejen de los cortes de manga. Sí, señora. Iba dedicado en exclusiva a usted. 

-Esta es una de las llamadas más curiosas que recibí en mis primeros días: una mujer de UK me pregunta entre susurros si hablo inglés o mandarín. Le digo que inglés y me empieza a preguntar cuestiones sobre el hotel de Shanghai en el cual quiere hacer una reserva. Le contesto lo que puedo y sé y al darse cuenta de que no ha llamado al hotel en cuestión sino que ha sido remitida al centro de reservas me dice que no, que ya sabe que le puedo hacer la reserva yo misma, pero que ella quiere llamar a Shanghai. Pues muy bien, señora: es su dinero, gástelo en lo que quiera y espero que en recepción, que por las horas qu me llamó a mí aquí debe ser de madrugada allí, tengan a alguien con inglés y no mandarín. Aunque a lo mejor lo que sucedía es qe la buena mujer quería practicar mandarín, quién sabe...

-Luego tienes esas llamadas de americanos que suenan completamente borrachos y mientras hacen una reserva, te dicen que tu voz es muy sexy y te preguntan si estás casada. También tenemos llamadas de coña, que esta semana he tenido tres del mismo tipejo. Se les marea dos segundos y se les cuelga.

-Naturalmente, hay gente que se enfada muchísimo al teléfono. Porque han visto una oferta de habitación durante un fin de semana en el hotel XX por 99 libras, o dólares, o euros y cuando se les informa de que ya no quedan habitaciones bajo esa oferta, se lo toman como una ofensa personal. no les entra en la cabeza que no TODO el hotel está de oferta sino que el hotel ofrece "x" habitaciones por ese precio y... pues mire usted, ya están cogidas. Si no se lo hubiera pensado tanto y hubiese llamado antes, a lo mejor ahora no estaría gritándome al oido...

-Muchísima gente se piensa que somos una guía de teléfono. Sobre todo los americanos que se ve tienen problema para utilizar Google o las páginas amarillas. Para darles un teléfono, he de preguntarles, naturalmente el nombre del hotel, que es tan difícil de sonsacar como cuando quieren hacer una reserva, porque se piensan que llaman directos al hotel y -como ya expliqué en un post anterior, solo te dan el nombre de la cadena. 

-También sucede que hay señoras que yo me imagino con un vestido floreado y un trasero bien orondo que te llaman desde el mismo hotel (sí, desde su habitación), porque no quieren mover el culo a recepción para -por ejemplo- ampliar su estancia una noche más. Y se ofenden, y gritan y te insultan, cuando se dan cuenta de que llaman a la central de reservas y no se lo han cogido en recepción.

-Una americana me colgó porque tras darme su número de la tarjeta de fidelidad, me apareció el nombre, le di la bienvenida como es costumbre y la llamé "Señora", que es la política de la empresa. Me gritó que era "SE-ÑO-RI-TA, me lo gritó dos veces y me colgó sin más. Otra que se gana un corte de mangas y na mención especial de gilipollas del mes.

-En una sola tarde, de unas 20 llamadas americanas, 12 me colgaron casi sin decir ni pío. 

-También llamó un señor que quería una suite de un dormitorio para 7 personas. El camarote de los hermanos Marx creo que quería...

-Una mañana sobre las 9am me llamó una loca. Pero loca de remate. Primero me exige que el diga mi nombre (que es lo primero que hago al contestar) y me dice que no, que queire mi apellido. Le digo que no estamos autorizados a ello (es cierto) y como no deja de gritarme, se lo digo advirtiéndole que el va a costar un pelín pronunciarlo. ni lo intenta, claro, si no que empieza a decir que en esta oficina solo estamos un grupo de zorras y que tenga la vergüenza de repetirle lo que le había dicho hace un rato. Le digo que yo no he hablado con ella y me exige -de nuevo a grito pelado- que le diga con quién ha hablado. Le informo muy calmeadamente que no tengo ni idea, que somos unas 200 personas en la oficna y a continuación me empieza a gritar que qué pasó en Julio. Y qu cuándo salí de la cárcel. Ahí decido ya que es demasiado temprano para tanta tontería y le cuelgo. Bye bye. hay gente muy mal, muy mal...

-He hecho una reserva para un futbolista famoso (irlandés aunque ha sido couch de un equipo británico), a través de su asistente.

-La mayoría de hoteles que están cerca del aeropuerto tienen unos paquetes en los cuales puedes pasar la noche y dejar el coche aparcado allí durante una semana, 10 o 15 días. Una tarde recibí una llamada de un señor que me informó no en muy buenos términos que estaba en medio de una tormenta y quería, por favor, que le trajeran el coche. Dos veces le tuve que repetir que no estaba hablando con recepción sino con reservas y que simplemente marcase el mismo número al que me había llamado a mí y marcase la opción 4 (estos americanos lo quieren todo tan rápido que no esperan a que se les lean las opciones, marcan lo primero y esperan que Tú les transfieras).

-Una señora de UK llamó simplemente porque no quería ver fotos genéricas en la web del hotel. Quería que por favor le enviásemos fotos de la habitación en la que quería quedarse, porque no iba a "coger una habitación sin verla primero", en un hotel de Hong Kong. Mi consejo fue que se diera una vueltecita por trip advisor o que le enviara un mail al hotel. me lo agradeció... increiblemente.

-La otra noche, a poco menos de quince minutos de acabar la jornada, me llama una de mis compañeras, que tiene una llamada en español y si me la puede pasar, que la chica no habla inglés. Acepto la llamada y resultó ser una chica sudamericana que quería dejar su Curriculum en un hotel de EEUU. Le expliqué que esta era la central de reservas en Irlanda y que para ello tenía que llamar al hotel. Me pidió el número y ahí sí que no. Puedo molestarme en perder tiempo buscando un número para un potencial cliente, pero no para alguien que no sabe ni a dónde llama. Le sugerí usar google.

-Creo que el pasado viernes fue uno de mis peores días: primero tuve a una americana gritando sin motivo a la que también le pegué un grito simplemente para decirle que no me gritase. S calmó bastante, creo que porque no se lo esperaba.

-Esa misma tarde, una clienta de las "difíciles" quería habitación para cierto hotel, que estaba completamente lleno. Después de explicarme que estaba conduciendo por la Interestatal XX y que quería un hotel por ahí, le fui diciendo algunos de los hoteles que gracias a... GOOGLE iba encontrando cerca de la interestatal del diablo y que pertenecían a nuestra cadena. La mayoría estaban llenos. Porque claro, este tipo de clientes, se piensan que somos central de reserva con bola de cristal, gps, directorio de teléfono y google incorporado todo para su conveniencia, y tras tenerme media hora buscándole diversos hoteles (o todos llenos o muy caros para su caprichoso bolsillo), y preguntarme si era africana (con mucho desprecio en la voz) e informarle de que era irlandesa (sí, no se cuestionan el acento, se quedan tan panchos, como yo), me dice que quiere hablar con alguien con mejor inglés que yo, que no me entiende. Vaya, porque hasta ese momento, sí que me entendió lso quince hoteles que le ofrecí, los precios y la dirección... Así que en no muy buenos términos le dije que allí no había nadie con mejor inglés, que si no podía entenderme era problema suyo, que ella también era difícil de entender. Y me colgó, claro. No sé si esta llamada me traerá consecuentas posteriores, pero la verdad... no me importa.

-Y por últimmo, un señor (americano, cómo no), que se permitió decirme que hablo demasiado rápido y cuesta trabajo entenderme, que tengoque hablar más despacio (si a veces juro que parezco retrasada mental... de lo lento que hablo). Así que le completé la reserva, le dí las gracias por el consejo y le aseguré que lo tendría encuenta... JARRRRR

Y luego tenemos esa manada de lechuguinos que pretendes que les hagas la reserva en dos segundos, que antes de darte el nombre ya quieren darte la tarjeta de crédito y desean que, por arte de magia, les adivines el nombre, apellidos, numero de telefono y el email porque simplemente no tienen tiempo...

sábado, 6 de abril de 2013

Un poquito de autobombo

La revista okapi me dedica una reseña, cosa que agradezco enormemente!


Este año, por circunstancias ajenas a mi persona, no puedo asistir al Salón de Barcelona, lo que no quiere decir que no vaya a ir a Barcelona en un par de meses... y entonces veremos si podemos hacer algún tipo de presentación con la propia Purita allí.
Mientras tanto, estoy preparando un post con varias anécdotas que me han sucedido con llamadas en el trabajo durante estas dos últimas semanas. En verdad, en verdad os digo que a los americanos les faltan neuronas...

miércoles, 3 de abril de 2013

lunes, 1 de abril de 2013

Hostal Marrieta, digame...? y otras cosas

La vida sigue. Desde el lunes pasado ya estoy sola al teléfono, metiendo la pata de vez en cuando, intentando ayudar a los que solicitan precios de habitaciones por hoteles de todo el mundo desde el otro lado del teléfono y sufriendo el abuso y el que te cuelguen sin más de los americanos, esos seres que siempre hablan con una patata en la boca y se niegan a deletrear en la mayoría de los casos. Para ellos es insultante que les atienda alguien que no está en el hotel al que pretenden contactar y que encima ese "alguien" no sea americano. El martes, de 20 llamadas americanas, me colgaron 12. Y no es porque no los entienda, que a estas alturas de la película y con 16 años viviendo en Irlanda poco problema tengo con la mayoría de acentos (es difícil, eso sí, entender a algunos indios y pakistaníes, pero suelen colaborar y deletrear y ser pacientes), pero los americanos en su mayoría ni vocalizan ni tienen paciencia ni parecen tener cerebro.
Las conversaciones con ellos tras el ritual de "gracias por llamar a... le atiende xxx... en qué puedo ayudarle?" siempre se suceden del mismo modo, y nos ha sucedido a todos, por lo que hablamos luego entre nosotros. Te empiezan diciendo que quieren una habitacion individual, doble o triple y hasta el tipo de cama (doble, queen, king o dos individuales), las fechas y hasta el motivo del viaje, pero cuando les preguntas en qué hotel ya te los imaginas frunciendo el ceño a la vez que te dicen de muy malas ganas: "pues para el XX" (aquí léase la cadena del hotel, que para ser más claros vamos a llamar Marrieta.
Marrieta tiene hoteles por todo el mundo, de diversos tipos, desde el lujo más insultante hasta el precio más asequible. Además, tiene "acuerdos" con empresas varias de todo el mundo, ofreciendo sustanciales descuentos a sus empleados. Y a los ciudadanos de la tercera edad. Por tanto, digamos que uno de los más solicitados en los USA es el que aquí vamos a llamar "Yard de Marrieta". Cuando después de soltar su discursito les preguntas para qué hotel, la respuesta suele ser "Para el Yaaaaard". Tú te armas de paciencia y les dices, "Sí, sr./Sra... tenemos Yards por todos los EEUU. ¿me podría decir por favor el nombre del hotel?" a lo que te vuelven a contestar: "Yard, de Marrieta...?" Aquí ya hemos perdido la paciencia ambas partes.

Ellos, porque no saben ni lo que piden. Yo, porque ya me imagino lo que viene. Para poder encontrar el hotel les pregunto en qué ciudad, estado, etc. Suelen ser parcos. En Dallas tenemos unos 20 "Yards". A veces les preguntas si saben la direccion del hotel y te la dan (si les pillas la pronunciacion, claro, porque a veces me imagino a una negraca oronda en lo más profundo de los pantanos de algún pueblecito perdido de Nueva Orleans...

Muchos suelen ser bastante rudos y maleducados. Para evitar perder mi tiempo y el de ellos, cuando la llamada me entra desde EEUU (cosa que veo en el tfno.) suelo decir bien despacio "Gracias por llamar al Centro de Reservas de Yard". Ahí ya les debería quedar claro que no están llamando al hotel. De hecho, desde que hago esto, muchos preguntan directamente: "Estoy hablando directamente con el hotel?" y ahí suele acabar la conversación porque parece que no se fían de nosotros. 
En una ocasión un señor mayor me prguntó en qué parte de Filipinas teníamos la sede. Le aclaré que estábamos en Irlanda y se lo tomó mejor. Teniendo en cuenta que muchos americanos descienden de irlandeses, es bastante el respeto que le tienen a esta isla que se mueren por visitar al menos una vez en la vida...

Sigo buscando otro trabajo. Durante todo este mes de Abril mi horario es de una y media de la tarde a diez de la noche, dejándome absolutamente sin vida. Eso sí, tiene una cosa buena: entre llamada y llamada puedo leer. Hay mucha gente que no puede concentrarse, leer una página o dos y ser interrumpido en lo mejor con una llamada, pero a mí de momento en este sentido, me va bien: me concentro perfectamente y eso me permite desconectar entre llamadas, sobre todo si ha sido una de las consideradas "difíciles". Y leo con rapidez así que adelanto bastante mis lecturas. También tengo una libretita donde apunto todas esas llamadas "curiosas" o "difíciles" o que merecen la pena ser contada y tengo planeado de vez en cuando... escribirlas aquí.

Uno se piensa que hacer una reserva para un hotel es lo más sencillo del mundo y no se requiere mucho cerebro, pero el training y toda la información requerida le embota a uno las neuronas. No todo es banco o negro. Hay bonos de descuento, hay un programa de fidelidad con puntos y niveles normal, plata, oro y platino, que da derecho a los dueños de dichas tarjetas de fidelidad a tener diversos descuentos, noches gratis o paquetes especiales de los que has de conocer los códigos. Y luego, naturalmente, están los preguntones: esos que quieren saber desde el color de las colchas al tamaño de la bañera. Los que te preguntan a cuánto queda andando la plaza tal o el museo cual (gracias a dios tenemos herramientas para ello y yo suelo tener el google abierto y tirar de mapas, me parece lo más sencillo).
Los españoles, cuyas llamadas realmente disfruto porque son super educados (aún no he tenido problema con ninguna de estas llamadas), suelen preguntar más por precios, paquetes especiales o si el hotel está céntrico. Las señoras ya entraditas en años suelen preguntar muchas más cosas, desde las vistas desde la habitación (que yo no puedo garantizar, y así se lo digo, que depende de la disponibilidad del hotel), hasta dónde hay una peluquería donde arreglarse el pelo para la cena...

En fin, no os aburro más con el tema. En otro ámbito de cosas, el guiri se me aburre mucho. Aún no ha encontrado trabajo y esta semana ha pasado una gripe en una semana que ha sido bastante fría, con nieve, lluvia helada y viento ártico, por lo que no ha podido salir más que a hacer un par de gestiones. Creo que le agobia mucho más el hecho de estar en casa todo el día (me la tiene impoluta), que el hecho de no haber encontrado nada aún. 
Le llamaron de una agencia para trabajar un solo día. Le dijeron que le llamarían de nuevo en el futuro pero todo para trabajos así, contratos de uno o dos días. Empezó a trabajar a las 10 de la mañana y acabó a las 9 de la noche. Cuando fue a la semana siguiente a cobrar, se encontró un cheque de 36 euros. Le dijeron que el resto lo tenía que solicitar a la oficina de impuestos, que al no haber entregado unos papeles (que nunca le pidieron), tenía que solicitarlo él. Llamó ala oficina de impuestos y ya solucionó el tema, pero como está cobrando el paro, también tuvo que ir a decirlo allí y le han descontado 60 euros del paro de esta semana, con lo cual... ha acabado trabajando el día como un mulo... y gratis. Y ni siquiera le sirve como para "abultar" el Cv, así que le he dicho que no se moleste más en coger trabajos de un día porque no merecen la pena monetariamente... al final se lo descuentan por todas partes...

Este fin de semana teníamos planeado dar un paseo por La Marina y llegar hasta el castillo de Blackrock, pero ayer llovían chuzos de punta y hoy las temperaturas casi que dan risa... dos grados con sensación térmica de menos cinco, con un aire helado que corta la cara. Ganas dan de coger unos leotardos y hacerle unos agujeros para los ojos y la boca y encasquetármelo. Así que nos hemos quedado en casa, excepto ayer que desafiando la lluvia decidimos ir al museo municipal en el Fitzgerald park (el parque que visité el otro día) solo para encontrarlo cerrado (a pesar de que le cartel de la puerta ponía que los Domingos abren de 3 a 5 y eran las 4 de la tarde...)

Mi calle, después de todo, no es tan tranquila como parece. Bueno, está el caso de la vecina de la casa a mi izquierda, que durante el día tiene un negocio en la casa de cuidado de perros y de "peluquería/belleza canina". y además, en una casita que no es más grande que la mía, tiene nada menos que 3 perros suyos que se pasan toda la puta mañana ladrando. ¿La mnañana...? ¡El día entero! Me gustan los perros, pero no tenerlos en la oreja todo el día, especialmente cuando estoy libre y quiero dormir... y si me pongo tapones para los oidos... entonces no oigo el despertador!!

Y ayer, Domingo de Pascua, los irlandeses celebran el alzamiento de 1916 contra los ingleses que culminó, poco después con la independencia de la República del país vecino, y cada año los Republicanos marchan por las calles de las ciudades en su conmemoración. En Limerick eran cuatro señores mayores con uniformes apolillados y una banda de unos pocos gaiteros como -si no recuerdo mal- os he enseñado en algún post en el pasado cuando me han despertado con sus gaitas o tambores. Aquí pasaron por delante de mi puerta ayer y no solo eran militares y una banda consistente, sino muchos ciudadanos a pie, camino del cementerio de St. Finbarrs a dejar flores y proonunciar un discursito ante la tumba de los caídos en batalla.




No en vano Cork se conoce como el "Rebel County" (la Provincia Rebelde), siendo el lugar donde nació Michael Collins, el héroe nacional más admirado en todo el país. Tanto que... hasta nosotros tenemso una foto suya que nos regaló enmarcada el tío de Jay puesta en el salón de casa, algo muy común por estos lares.

Y aunque estoy agobiada en el trabajo, intento no quejarme demasiado, porque tengo la impresión de que ya estaba cansando al personal y porque el guiri empezaba a preocuparse seriamente. Intento ocupar mis horas de asueto con lo que buenamente puedo, aunque mi escritura de momento se ha ido a tomar por saco, porque no me insipiro nada de nada. Además aun me quedan un par de cajas por abrir, ordenar mis tebeos adecuadamente por orden y recolocar algunos libros... y no estoy por la labor ultimamente. 
Quiero seguir descubriendo rincones de Cork que no conozco... caminar por calles que no suelo caminar porque no me cogen de camino a nada... hacer rutas (que hay muchas) a lo largo del río... y seguir conociendo los pubs de la zona, que desde que llegué a Cork hemos salido a tomar cervezas más que en los últimos dos años en Limerick y no tiene nada que ver con que mi nivel de alcoholismo haya subido, no se me preocupen. A veces simplemente paramos de hacer compras en el centro a descansar y tomarnos una o dos cervezas... o el sábado pasado, mio primero en turno hasta las diez de la noche, que como no había muchas llamadas, pidieron voluntarios para irse a casa una hora antes, así que una compañera y yo decidimos irnos a tomar algo, llamé al guiri, y acabamos de copas hasta las dos de la mañana... al menos me relajo y descubro nuevos sitios...

Y esta ha sido, más o menos, mi semana...