miércoles, 28 de mayo de 2008

SABOR A ANTIGUO

Encontré éste álbum de fotos en unos de mis lugares favoritos de búsqueda de libros curiosos y baratos: en el stand enfrente del supermercado Tesco en el Arthurs Quay Centre.
Me atrajo como una brillante flor atrae a una abeja. No huele a antiguo ni mucho menos, es una edición del 2006 pero no me pude resistir a comprarlo, porque éste no es un álbum de fotografías cualquiera. Es, como dice en su portada, La Historia de Nuestra Familia, y para ello no sólo hay espacio para colocar fotos de padres, tíos, abuelos, primos y hermanos, sino árboles genealógicos como el que se encuentra en la fotografía más abajo, pero además dividido por familias, es decir, la parte de la familia del padre y la de la madre. Digamos que la de la pareja que desee cumplimentar el álbum. Es entretenido y requiere muchos datos, eso sí, con fechas y lugares de nacimientos y defunciones.
El álbum viene separado en diferentes secciones con cómodos separadores y un bolsillo interior donde se guardan puntos adhesivos para las fotografías.
Entre las secciones que cuenta este original librito, está, La Tabla de Ancestros del esposo, seguido de la de la esposa; la familia inmediata del marido, la de su mujer; educación, dedicación y hogares (esto comprende escuelas, institutos y universidades; calificaciones, premios y titulaciones, y fechas de escolarización y direcciones en las que se ha vivido).


A continuación hay una sección dedicada a celebraciones y reuniones familiares, otra a las actividades favoritas y vacacionales, y por último una dedicada a los amigos y las mascotas de la familia, lo cual me ha parecido de lo más curioso, al agrupar a amigos y animales en un mismo catálogo.
En cualquier caso, aunque desconozco muchos datos de mi genealogía y muchos más de la del guiri, que es harto complicada en cuanto a que su madre viene de Alemania, su abuela se separó de su abuelo en Inglaterra (él era alemán, soldado de las SS, prisionero de guerra en UK donde se conocieron), y algunos cabos aún andan sin atar.

Pero servirá para guardar las pocas fotos antiguas que poseo, esas de rostros dulces en sepia y miradas de un pasado decadente.

En cualquier caso, estoy muy contenta con mi adquisición, que por cierto, trae curiosas fotografías en su interior de personajes anónimos y aire firmemente británico, como las modelos de la foto de la derecha.

No sé si sería un bonito legado para esos hijos que no sé si algún día tendré, pero al menos podría resultar una actividad muy entretenida durante un buen número de meses, preguntando fechas, nombres, eventos y averiguando más datos sobre un pasado tan escurridizo como ese paso del tiempo que apergamina poco a poco lo más recóndito de nuestra memoria.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ruth, qué preciosidad de libro! a mi que la fotografía me encanta me ha parecido que has comprado una verdadera joyita. Muchas veces he querido hacer algo así, tengo en una hoja mi árbol genealógico que pude rescatar de la memoria de mi abuela cuando aún vivía, pasando largas tardes con ella haciéndola remontarse a su pasado mientras yo lápiz en mano me quedaba sin sitio en la hoja donde meter todos los datos. También guardamos el árbol geneálogico de Dani, éste muy bien hecho por mi suegro que en los últimos años de su vida se dedicó a escribir sus memorias y una vez que falleció a cada hijo se le entregó una copia junto con el árbol geneálogico de cada uno.

Has hecho una buena compra!