domingo, 17 de mayo de 2009

UN 14 DE MAYO (El Rincón de Lar)

No me dejaron verlo. En su viaje final, el hombre que jamás pasó de Despeñaperros entró en una caja de pino y ni siquiera me dejaron despedirme a solas, purgar mis pecados con él.

Mi abuelo no fue un hombre perfecto. Pero siempre estuvo allí, sobrio o no, para dar su hombro, y aunque no lo supe apreciar, sé que no le importaron mis desplantes, mis huidas a toda prisa en las calles bulliciosas cuando me lo encontraba de frente o el fingir que no le había visto. Era pesado como el que más, preguntón, pinchante, cotilla. Era cariñoso y bromista. A veces demasiado.
Murió la madrugada de un catorce de Mayo, mientras yo me divertía en un club con mis amigos.
Había viajado corriendo y deprisa para hallarle entubado en una cama de hospital, rendido a la evidencia. Nunca sabremos si supo que estaba allí. Le fui a ver un par de veces, esperando que cualquier día sucediera lo peor o despertara de aquel sueño. Vi sus lágrimas surcar las arrugas suaves de su rostro, pero doctores más sabios decían que no era por mí. Eran reflejos naturales del cuerpo. Yo quiero pensar que eran reflejos del alma.
Se marchó un sábado por la noche, tranquilamente, sin dar la lata. Rota, sintiéndome culpable, me lancé a la sala del hospital. Y no me dejaron verlo.
No me dejaron despedirme tampoco al día siguiente, en el tanatorio. "Recuérdale como le viste la última vez y no como lo verías ahora. No es agradable. Y huele", me dijeron. Pero yo quería verle. Porque el recuerdo de la última vez era el de un cuerpo enjuto y lleno de tubos, de máquinas y cubierto por una gastada sábana de hospital.
Huí como llevada por los demonios cuando el pastor protestante vino a dar una "pequeña misa por su alma". Casi le escupí en la cara, grité, me rebelé y le acusé de haber llevado a mi abuelo a la locura. Aquella religión enfermiza de la que reniego le corroyó el espíritu, las ideas y la salud mental. Dejé el tanatorio con lágrimas de rabia, ante la atónita mirada de familiares y amigos. No quise quedarme para aquella farsa. ¿Para qué? ¿De qué le sirvió en su vida tanta biblia diferente, tanto alzacuellos y tanta cruz sin un Cristo en ella? ¿De qué?
Vi entrar su ataud en las fauces de las llamas que le reducirían a cenizas, lenguas de fuego que mezclarían su cuerpo y la madera. Nos lo entregaron en una urna negra, simple,con su nombre en una pegatina inmaculada. Le echamos al mar, como quería. Le dejamos flotando en el viento de poniente unos segundos antes de que se confundiera con las aguas y las rocas y la arena. Se mezcló con la naturaleza más pura, y se hicieron uno para siempre. ¿Salada claridad?
Hace un año le recordé asi. Este año quise callar, pero qué parco es el subconsciente. Dos noches consecutivas me llevó de vuelta a su casa, al pasado más lejano, al olor de unos veranos aderezados con el sonido de Elena Francis y el afilaó alrededor de la esquina. Y él nunca apareció en mis sueños, aunque su presencia estaba en ellos. Claro que sí. Pude sentirlo, a pesar de que sabía que ya no estaba. Sueños ajados que permanecen en la memoria durante días después del despertar. Paz.
Ese catorce de Mayo perdí a un abuelo. Pero perdí mucho más: perdí el pulso latente de un pasado mágico. Y se acabó el rencor.

16 comentarios:

Shirat dijo...

Lo que quedó atrás ya no tiene remedio, pero sí tiene remedio recordarle y recordarle con cariño y sin rencor.

Mi abuela me dijo que cuando se muriera lloraríamos un tiempo y luego la olvidaríamos, pero yo le dije que no sería así. Las personas sólo mueren cuando se las olvida, y yo no podré olvidar a mis abuelos jamás. Para mí siguen vivos en mi interior, siguen formando parte de mi vida a través de mis recuerdos igual que te ocurre a ti.
Besos.

Anabel Botella dijo...

Ufff, Candela, qué fuerte. Yo perdía a mi abuelo el día en que acababa Ángeles desterrados, y sabía que cuando la acabara, tenía que hacer una visita al cementerio. No me esperaba que fuera en una situación tan dramática. Pero bueno, la vida para bine o para mal, sigue. Saludos desde La ventana de los sueños.

chema dijo...

ruth, la verdad es que comprendo tu reacción en el tanatorio, los discursos de ese pastor no serían muy bienvenidos en ese momento... en fin, espero que el recuerdo de la muerte de tu abuelo no te despierte muchos sentimientos dolorosos...
besos

BLAS dijo...

Entre este escrito y el del año pasado, has hecho que se me salten las lagrimillas, con lo difícil que es que yo me emocione, coñ...!
Mi suegro también fué legionario y en pocas semanas hará un año que murió. Yo le apreciaba mucho, con el recuerdo de tu abuelo me lo has hecho recordar. Besos!!

Juan Duque Oliva dijo...

Esperoq ue te hayas quedado más tranquila después de materializar esta entrada.

Es muy emotiva.

Besos

Inma dijo...

¡¡¡Hija mía tienes un don para trasladar tus sentimientos al papel!!!
¡Enséñame!
Supongo que los años han cumplido con su trabajo. Menos tristeza, menos rencor y más buenos recuerdos.

KIRA dijo...

Dicen que el tiempo todo lo cura, espero que para ti tambien sea asi, que con el paso de los años, se vayan los malos recuerdos y solo quede aquello que si estoy segura que sintio tanto el como tu CARIÑO....
Creo que todos hemos sufrido la muerte de un ser querido, yo prefiero quedarme con lo bueno y olvidar lo malo...
BSTS

Charo Barrios dijo...

Candela: la última frase lo dice y resume todo; "se acabó el rencor", pues ya ambos estáis en paz.

Bertha dijo...

Bueno no te preocupes ahora, lo que pasado, pasado esta?

"KING" dijo...

muy emotivo, los abuelos son grandes personajes de la vida que nos enseñan muchas cosas,aunque se vayan a descansar siempre estarán con nosotros. Si en tu corazon lo recuerdas estará contigo siempre.

Fauve, la petite sauvage dijo...

Ayer leí esta entrada y la que me había perdido, y no comenté porque no supe qué decir. Hoy tampoco sé qué decir, pero sí que estoy completamente segura de que a tu abuelo no sólo no le importaba que hicieras lo que hacías, sino que incluso le gustaba que fueras así, él te quería mucho como tú a él, y no hay forma más bonita que encima contándolo tan bonito y bien como sólo sabes tú...
Besos, Candeliña, que últimamente no te pongo nada (no malinterpretar, please).
Y como no vengas en agosto a Coruña te enteras, ¡que te crujo! que no sólo en Barcelona hay comics... Os espero a ti y al guiri, pero a Pandora no, las cosas como son ;-)

Fauve, la petite sauvage dijo...

Ah, y perdona por liarte en lo de Juan, xDDDDDDDD

Candela dijo...

bueno, ya veremos donde estoy en Agosto, ganas no me faltan, para las Viñetas do Atlantico, me imagino que dices, no?

Cloti Montes dijo...

Hacía tiempo que no sacabas el alma. Estas entraditas son las que hacen que merezca la pena leer y escribir.
Bssssssssss
Cloti

Geno dijo...

Está claro que necesitabas desahogarte de nuevo y lo has hecho muy bien

Fauve, la petite sauvage dijo...

Sí, ya sé que Coruña no es Barcelona, es que Coruña es... ¡Coruña! Y pongo eso de excusa, pero cuando quieras... ¡ya sabes!