sábado, 11 de abril de 2015

De la autora de "Este armario lo arreglo yo"...

... Llega: la cagaste del tó.

Después de un largo paseo a lo largo de la bahía de Cork, y un apacible (y carbohidratado) lunch, hemos ido a comprar más pintura. Este año, de todas-todas, nos ponemos a fondo con la casa, que por mucho que sea de alquiler, a uno no le gusta vivir en un cuchitril malpintado y desgastado. Ya no es darle un toque personal, que por supuesto se lo vamos dando con cortinas, figuras y muebles propios, también hay que pintar un poco al gusto de uno, y ahora que tanto los de la agencia como el casero nos conocen y están contentos con nosotros como inquilinos, tenemos media carta blanca para poder pintar y hacer unas cosillas a nuestro antojo.

Como os dije en el anteior post, mi nuevo proyecto era habilitar ese armario en desuso y atornillado para ganar espacio donde guardar cosas. Hoy compré pintura roja para su interior.

Primero, he encontrado 3 capas de diferente papel. Quien usó ese armario con anterioridad, fuesen los dueños originales o posteriores inquilinos, se dedicaron a empapelar sobre el primer papel. Y yo, así tan happy, voy y lo arranco todo y me doy cuenta de que mejor me habría sido volver a empapelar las partes que se habían "desempapelado" y tal vez volver a empapelar encima, porque lo que nos hemos encontrado debajo, además de mucha mierda es esto:


El cemento o yeso (hay de todo) está parcheteado y en algunas partes simplemente se desmorona. Pintar iba a ser una aventura de mil capas -con suerte-, si no se me caía a cachos. Y seamos prácticos... si después quieres meter cosas, o poner una estantería (imposible porque temo que lo que queda de pared se caiga del peso), se iba a desconchar en cero coma...

Evidentemente aquí lo que necesita hacerse es llamar a un experto que mire si esto se puede tirar y volver a cementear o enyesar o lo que sea, porque a nosotros nos da miedo de enyesar o comprar cemento y darle una capa para que con el mismo peso al secarse, se derrumbre. Y no podemos pedirle al casero que nos envíe a alguien que haga lo anteriormente dicho porque nos va a decir que si él hubiera querido hacerlo, ya lo habría hecho. Y tampoco me voy a gastar una pasta en acomodar una casa que no es mía. Que el casero es un hombre mayor y parece muy sano, pero cualquier día le da un siroco y nos llegan los herederos con la notificación de que van a vender la casa y la hemos jodido del todo.

¿Solución? Vamos a comprar papel grueso mañana y empapelar. Asegurar la parte superior y la inferior en las esquinas con grapa (me he comprado una pistola nueva) y luego ya pintar ese maravilloso color rojo que había adquirido hoy.

Poner estanterías, en ese estado es casi un suicidio pero ya tengo solucionado todo gracias a ideas recolectadas de internet, y es que simplemente voy a usar cajas de cartón fuerte forradas y apilarlas de lado unas sobre otras a modo de estanterías. 

Y que dios nos coja confesaos...

2 comentarios:

chema dijo...

sí, es que darle una capa lisa de cemento o de yeso es demasiado berenjenal para hacerlo uno mismo, creo yo. si fuera vuestra casa propia sí compensaría llamar a unos albañiles.
pero bueno, seguro que podéis hacer algo apañado con ese armario!

Candela. dijo...

Sí, como siga dando mucho porculo, volver a colgar el tapiz de los girasoles dentro y atornillarlo y aquí no ha pasao nada! XD