sábado, 14 de febrero de 2009

SIN FRONTERAS (Relato)

En el Foro de Esther y su Mundo, comenzamos el año pasado un certamen de relatos de San Valentín entre las participantes. Podían ser historias de sus vidas, de su primer amor, de cómo conocieron a su actual pareja, o podían ser ficticias. Este año, en su II Edición, hemos sido 13 las participantes. Y la feliz triunfadora he sido... YOOOOOOOOOOOOOOO. Gracias a tod@s los que participásteis y gracias por vuestros votos. Los relatos presentados a certamen puden leerse aquí. Y este, es el mío:


Llueve fuera. Miro la lluvia desde mi cómoda silla frente a la ventana. Me gusta ver llover, contemplar el contraste del cielo gris con el verdor de la hierba, oir el repiqueteo del agua contra el ventanal.
Has llegado. Aunque nunca haces ruido, siempre sé cuándo estás tras de mí. A veces hasta puedo intuir si sonríes o estás afligido. Te acercas a mí, besas mi arrugada mejilla y me entregas una rosa.
-Creí que lo habías olvidado -te digo.
-¿Olvidarlo? Manuela, durante cuarenta años no he dejado de regalarte una rosa roja en San Valentín, ni siquiera en los años de la mili, ¿te acuerdas? Siempre te envié una rosa.
-Tonto. Debía costarte una fortuna.
-Merecía la pena, Manuela, por ti, merecía la pena.
-Tengo miedo de que un año lo olvides.
-Eso, mi vida, jamás sucederá.

Te sientas a mi lado, en el suelo, con la misma agilidad que cuando tenías veinte años. La rosa es preciosa. Grande, viva, aromática. El rojo de sus pétalos contrasta con el blanco de mi camisón de diminutos topos celestes. Luego, cuando se marchitan, las guardo en libros, libros que fueron especiales para mí. Tengo todas tus rosas primorosamente apaisadas entre los clásicos. Y ésta no será diferente.
Me tomas la mano y juntos contemplamos la lluvia caer. Tanto tiempo juntos, y aún nos deleitamos con las cosas más sencillas. Tus labios dejan una huella indeleble en mi pel y me ruborizo como una adolescente. Te ríes, con esa mueca que tanto me gusta. Con esa voz tan tuya, tan cantarina. Quién nos lo iba a decir, Agustín. Cuando nos conocimos nadie daba un real por nuestra relación. Decían que eras un golfo. Pero te domé, vaya si te domé. Como a un cachorrito, Agustín, aunque tú nunca lo admitas. Y míranos, aquí juntitos como el primer día, más de cuarenta años después…
Se abre la puerta de la habitación y tú te levantas con cuidado y te apartas cuando la enfermera se acerca con ese estúpido vasito de plástico y las pastillitas de las cinco. Como el té. Aunque la enfermera, desde luego, no se parece en nada a la reina británica, ¿verdad? Y esta vez viene acompañada de un señor… su rostro me resulta conocido, pero no lo ubico…

-Doña Manuela, ha venido a verle su hijo - me grita, como si estuviera sorda. Estos jóvenes de hoy se piensan que ser viejo y sordo es sinónimo.
-¿Mi hijo? -me he quedado en blanco. Claro que es mi hijo, qué tonta estoy. Cómo crecen estos chiquillos, ¿eh, Agustín? Míralo ahí, que sólo ayer era un pimpollo. Qué grande está-. Ay, Agustín, es Alfonsito. Míralo qué guapo que está. Los dos hombres más importantes de mi vida, cómo olvidarlo…

La enfermera suspira y, con los brazos en jarras se vuelve hacia Alfonsito.

-Hoy es uno de esos días, me temo. Otra vez que cree estar viendo a su difunto padre, don Alfonso. A pesar de las medicinas, esto es así. Qué le vamos a hacer. Paciencia -se dirige a mí de nuevo, voz en alto-. Doña Manuela, tómese las pastillitas y no se canse mucho, ¿eh? En un momento les traeré la merienda. Su hijo le ha traído galletas. De chocolate, sus favoritas.
Qué sabrá esta energúmena cuáles son mis favoritas. Tú sí que lo sabes, Agustín. De jengibre.
-Hola, mamá -Alfonsito arrastra una silla para sentarse junto a mí-. Anda, ¿y esa rosa? ¿Tienes una admirador secreto?
-Qué tontería, hijo. ¿Quién me la iba a regalar? Tu padre, claro. ¡Pues bueno es él! Le partiría la cara al primer fresco que se me acercara, eso es seguro.
-Mama… -cierra los ojos, calculando las palabras- Papá murió hace dos años -Alfonsito nunca fue conocido por su delicadeza.

Qué tonta es esta juventud, Agustín. Muerto, dice. El amor nunca muere, ¿verdad? El amor verdadero, como el nuestro, no tiene barreras. Y eso, lo sabemos tú y yo muy bien.
Me miras conspiradoramente desde el rincón, apoyado contra la pared como el día en que te conocí, en la tapia del cine de verano.

Sonríes.

21 comentarios:

marian dijo...

IMPRESIONANTE CANDELA
ME HA EMOCIONADO
ENHORABUENA Y ...................
OJALA TODO EL MUNDO ENCUENTRE ESE AMOR TAN INTENSO QUE VENCE A LA MUERTE
UN BESO

BLAS dijo...

Muy bonito, como siempre. Logras hablar del amor más profundo sin caer en la cursilería. Me ha encantado. Y eso que yo no creo en el amor verdadero, ese que dicen que es eterno, vamos ni de coña, pero eso no quita para que me guste leerlo, siempre como ficción, eso sí.

Geno dijo...

Precioso, nena, no en vano te di los cinco puntos ¡me encantó!

Teresa Guzmán dijo...

q linda, de verdad q me ha encantado!!! y gracias por dejarme un beso en mi blog, en este día q vengo al tuyo a devolvértelo guapísima, así que... un beso muy fuerte

Juan Duque Oliva dijo...

¿como no te van a dar un premio? Es precioso

Besos

DR. FREUD dijo...

Precioso el relato. Con cierta idealización, como debe ser para este certamen en concreto.

Bertha dijo...

Es que este relato es muy emotivo y solo al leerlo te se saltan las lagrimas en cataratas, por lo sentido del relato, a sido el premio muy merecido, mucho beso por este fantastico relato.

Anónimo dijo...

También me he emocionado. Me gusta muchísimo. Desde luego es un premio merecido. Felicidades.

chema dijo...

es un relato muy original y bien construido del concurso. me da pena la protagonista, pero por otra parte es bueno que, en su fantasía, no sufra.
al comienzo uno piensa que es un relato sobre un matrimonio muy mayor que se sigue amando. y eso también es bonito...

Anónimo dijo...

A mí también me emocionó el relato... y no te di puntos... la verdad es que era muy difícil...; pero,aunque triste,es un bonito relato, lleno de amor... y en que el amor vence a la merte... Felicidades una ve z más... Muchos besotes

Karmeta dijo...

Es precioso!

anele dijo...

Ya te he dicho en el foro que me encantó y te vuelvo a dar aquí la enhorabuena.
Muy emotivo y, como ya han dicho, sin caer en la cursilería.

Inma dijo...

Muy bueno el relato. Felicidades, premio muy, muy merecido.
Por cierto, he visto el lazo negro de Marta del Castillo en tu blog, me he ido a goglear y me he enterado de que ya han confesado su asesinato. Pobrecita mía y pobres sus padres, que de esta ya no se recuperan.

Riesgho dijo...

Que bonito historia. Tiene una pizca de verdad. Los grands amores nunca mueren, y perduran aún cuando uno de los amantes fallecen. Mi padre sin ir más lejos le ha comprado unas rosas a mi madre. Allí las tiene en un jarrón delante de una foto suya. Eso es amor.
Me ha emociado tu relato. Estoy sensiblera...
Besinos.

caxitos dijo...

Muy buena escritora, como seas así en la vida real te tiens que llevar a todos los chiquitos de calle!!!!! un saludo!!muack

KIRA dijo...

Muy merecido ese primer premio...
Es un relato muy emotivo, sin ser empalagoso... "Amar mas alla de la vida" quien no que quiere un amor como ese???
BSTS

Anónimo dijo...

A mi me tb.me gustó mucho tu relato, pero ha como ha comentado Vanessa en el foro, me recordó al Diario de Noa y me dío mucha, mucha pena...por eso no te voté... Aún si es muy bonito.... Yo quiero una historia de amor como esa....

Candela dijo...

Nunca he leiodo el diario de noa...

Charo Barrios dijo...

Pues sí, el amor que perdura, que fue, es y será el mismo. Precioso el relato.

Anónimo dijo...

Candela, no suelo escribir en los blog, son tantas las cosas que diria muchas veces, de las fotos, de las noticias agradables u ocurrentes, pero esta vez escribo, porque me ha parecido tan sumamente bonita la historia que ahora mismo tengo una lágrima bajando por mi mejilla. Muchas felicidades, porque es muy normal que hayas sido la ganadora. Muchas felicidades.

Fmdo. Biancasa.

Anónimo dijo...

No me extraña que hayas ganado Ruti (y no me leido los demas relatos).

Es preciosa (sin más)

Uno de Madrí

Por cierto: Felicidades x el texto