...A alguna hora indeterminada entre las seis y las siete y media de la tarde, contaré todos mis secretos... mis enemistades... mis líos con el Paco... TODO! Lo cuento TODO!!
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El próximo mes hará un año que se apagó su voz. De pequeña siempre pensé que cantaba enfadada. Y que podría soltar "pasmplis" en cualquier momento.
Pero ocupándonos de la novela actual, que ya una semana antes de su salida era número uno en ventas en el Fnac (en dos días se han vendido más de 320,000 copias) gracias a las órdenes de pre-venta, Arturo, entrevistado por su amigo, autor y periodista Oscar Lobato, congregó a una enorme cantidad de público el viernes día 5 en el Palacio de Congresos de la capital gadinata, donde el escritor tenía claro que debía tener lugar la "premier" de su libro, para desgranar a fondo a todos y cada uno de sus personajes sin, a la vez, descifrar nada sobre la novela, un tablero de ajedrez que abarca toda la ciudad y su bahía, y donde tanto el silencio como las palabras pueden condenar a sus protagonistas.
Arturo asegura que eligió Cádiz como trasfondo porque tenía una historia que contar, y cada historia requiere unos personajes, un tiempo y un escenario y ya llevaba años con la idea de escribir algo sobre una ciudad que no es nada convencional y que tiene su lado bueno y su lado malo, donde el mapa no corresponde con la ciudad real y ese tipo de historia requería una ciudad con estos requisitos, y Cádiz tiene unas características especiales: un arrecife, un puente con América, es una ciudad comercial, y sufrió un asedio un tanto peculiar, con una situación topográfica intensa.
Asegura que su ventaja ha sido que el Cádiz antiguo superpuesto sobre el actual no ha cambiado demasiado, simplemente algunas calles han cambiado de nombre. De hecho, reconoce más las calles siguiendo el nomenclátor de hace 150 años y olvida con facilidad los nombres de ahora. Arturo no deja detalle a la imaginación: se ha informado, y bien, de cada detalle de la moda en el Cádiz pre-constitucional, entre otras cosas. Lolita Palma, uno de los personajes principales, se viste con lo mejorcito de la época: "Es un personaje casi real, como si la conociera, tras casi dos años de relación íntima con ella. He soñado con Lolita, he tenido relaciones con ella, hemos paseado juntos por Cádiz, por las murallas, por la Caleta. Hay seis personajes fundamentales en la novela y muchos secundarios. Lolita era muy importante por muchas razones, representa el Cádiz que yo quería que el lector viviera y que lamento haya desaparecido."
Mucha polémica suscitó el comentario del autor de que España perdió la oportunidad de ser otra y que el cambio podría haberse dado en Cádiz, y que la Puerta del Sol habría necesitado una guillotina para haber prosperado de otro modo. "Cádiz era la única ciudad comparable a Liverpool o Londres, donde los protagonistas de la sociedad eran los comerciantes y no los nobles ni los eclesiásticos, es falso decir que el gaditano fuese especialmente culto, lo que es cierto es que viajaban mucho y era una ciudad moderna. Siempre dije que España se equivocó de Dios en el Concilio de Trento. En el siglo XVI optó por un Dios grave, serio, duro, severo, y oscuro, que limitaba la vida al hombre, mientras los protestantes escogieron a un Dios abierto, que admiraba y protegía el comercio. Esa opción nos marcó durante toda la vida, aquí en Cádiz parecía que era diferente. Cuando me movía por los textos que he utilizado para la novela, me daba una sensación de tristeza, de que Cádiz no acabase contaminando de cultura y modernidad al resto del país. Yo no voy de historiador, pero en la Guerra de la Independencia nos equivocamos hasta de enemigo, y nos faltó una guillotina en el momento adecuado, España permaneció atrincherada con reyes bobalicones y un clero inútil. Las Guerras Carlistas aún las estamos pagando."
Pepe Lobo es otro de los personajes de la novela, y si Lolita Palma representa a la sociedad culta gaditana, Pepe es el mar que rodea a la ciudad y el hombre de a pie. Es el mar a través de un marino, con el objetivo de que el lector que no sea de Cádiz pueda apreciar la plenitud de una ciudad y un comercio corsario del siglo XIX. A Arturo le gusta la palabra corsario -no en vano tiene una patente de corso en blanco firmada por Fernando VII-. El corso en realidad no era un pirata, como en general se suele pensar, sino un comerciante que pagaba sus impuestos de manera legal. Un negociante arropado por toda una estructura jurídica a su alrededor. Y todo eso ampliaba la riqueza de una ciudad compleja y variopinta.
El Asedio tiene una historia de amor sutil, adecuada al momento y a los personajes de la época, condicionada por un entorno social como era la alta sociedad de entonces. Y "hay que imaginar a una Jane Austin enamorada de un Cayetano Rivera, machote, hermoso, una chica aristocrática y el guapete de turno. Por eso hice a Pepe Lobo aún más machote. Es un héroe muy Revertiano. Quería un amor de folletín, que fuera un amor casi imposible entre dos clases sociales, entre la millonaria y el pueblo popular."
Y en el bando enemigo nos encontramos con un personaje como Simón Desfosseux, asediando Cádiz desde el Trocadero, un hombre obsesionado con la ciencia que quiere conseguir llegar un poco más lejos cada vez, interesado en las mediciones, las distancias, la pólvora... interesado en llegar más lejos con sus bombas, esto es... de ganar más terreno con ellas, aquellas que tiraban los fanfarrones...
"Esta es una historia de un asedio donde se traficaba con la comida, los gaditanors llevaban comida a los franceses y el tópico era que el sitiador pasaba hambre, miseria, frío, sometido a los vientos de levante, es una visión de un sitiador acojonado en territorio enemigo y el asediado aprovechaba y hacía negocio. Cádiz fue una juerga que algunos gaditanos se corrieron vestidos de uniforme."
No me extiendo más. A la presentación acudió un público que llenó el aforo, se concentró en las alas y en las escalinatas e incluso en el patio exterior y a su término Arturo se dedicó a firmar ejemplares para todos aquellos que llevaran libro -no firmaría autógrafo en hojas en blanco-, por obvios motivos de número.
En la foto superior, la cantaora gaditana Mariana Cornejo, madre de mi amiga Meli Agulló a quien he de agradecer las fotos que ilustran este artículo.
Estudiantes del Mary I organizaron un flashmob en Bedford Row, una centrica calle del centro de Limerick. Y yo me lo perdí.