Mostrando entradas con la etiqueta Hostal Marrieta. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Hostal Marrieta. Mostrar todas las entradas

miércoles, 7 de agosto de 2013

A cascarla, oiga...

Viernes por la tarde. A unos veinte minutos de acabar la jornada laboral. Suena el puto teléfono en mi oido...
-Buenas tardes... blablabla... dígame...?

(Señor con acento afrancesado):

-Tengo un montón de puntos y quiero ver dónde puedo hacer una reserva y pagar con puntos...

-Pues puede utilizar sus puntos en cualquier Hostal Marrieta, por supuesto, siempre y cuando haya disponibilidad.

-Pues mírame a ver dónde hay disponibilidad.

-¿Para qué fecha? ¿Y dónde exactamente? ¿Algún hotel en mente?

-A partir del 26 de Octubre, y me da igual dónde, en cualquier parte.

-Sí, pero es que tenemos más de 3500 propiedades alrededor del mundo...

-Me da igual. Iba a cogerme un hotel en Portugal, pero es que he visto por Internet que en Octubre hace unos 20-25 grados como mucho y yo quiero de 30º para arriba, así que en un sitio que vaya a hacer 30º.

-Mire usted, yo no soy la mujer del tiempo... la temperatura no se la puedo garantizar y tampoco puedo poner en el sistema que utilizo "cualquier hotel alrededor del mundo, con disponibilidad para pagar con puntos a partir de l 26 de Octubre (días sin concretar) y que haga 30º de mínima...

-Pues si usted no me puede ayudar, páseme con alguien... ¿de verdad no sabe de algún lugar con más de 30º?

-¿Ha pensado usted en irse al Caribe?

-Ah, pues míreme el Carib...

Y esta servidora colgó. Claro, iba a ponerme a mirarle hoteles y comprobar temperaturas...

domingo, 14 de julio de 2013

Perdidos por el mundo

Así están los clientes con los que me toca lidiar de vez en cuando. 

me han cambiado de departamento a Regional, lo cual quiere decir que casi todas mis llamadas provienen de UK, con quizás un 5% de llamadas de España y -durante la semana-, quizá una o dos llamadas SOLO de americanos, lo cual es un alivio porque, como sabréis por otros posts, son de lo peor para lidiar, especialmente cuando no quieren hablar con extranjeros sino con "americanos", y pretenden que tú adivines a qué hotel van porque a ellos "solo les han dado ese número".

Sin embargo, cuando más llamadas americanas se reciben son los sábados por la tarde y ayer me tocó todo un abanico de americanos con historias de lo más rocambolescas. Gracias al cielo, el sábado que viene no me toca currar, he conseguido el turno de mañana hasta mediados de Agosto 9de 7 a 3.30 de la tarde) y los fines de semana libre.

Comencemos con el recuento de lumbreras:

-Me llama una chica (americana) a la línea inglesa del hotel Leicester (en Leicester, Enderby, UK). Me dice que acaba de hacer una reserva y que por favor le dé la dirección del susodicho hotel. Se la doy y me dice... "Er... ¿en Enderby? ¿No está en Leicester Square, en Londres?" Le digo que no, que está en la población de Leicester y me dice que ella pretendía alojarse en Leicester Sq., Londres, que qué puede hacer. La reserva ni siquiera la había hecho con nosotros sino en uno de esos portales de descuento que tienen sus propias normas respecto a pago y cancelación, y como tal, no las podemos mirar en nuestro sistema (sí les llega a recepción en el hotel, claro está, pero sus números-letras no se pueden leer en nuestro sistema en reservas). Me pregunta que a qué distancia está Leicester de Leicester Square y cuando le digo que a más de 100 millas se queda a cuadros y me pregunta cuáles son sus opciones.

                                                  From: Leicester, UK To: London, UK

Sus opciones son muy claras: o llama al portal en el que ha hecho la reserva y trata de convencerles de que le cancelen la reserva y le devuelvan el dinero (poco probable) o se pilla un bus o un tren al centro de Londres (entre dos horas y 90 minutos...)

Segunda lumbreras:

Los trabajadores de Marietta, desde la limpiadora hasta el director, sus amigos y familiares, tienen derecho a descuentos en otros hoteles de la casa (descuentos que en muchos casos suponen que una habitación de 100 dólares se te quede en 35). Pero también son los peores clientes con los que lidiar. 
Ayer me llamó una recepcionista de uno de los hoteles en América. Su madre tenía una reserva, pero la buena mujer había olvidado en qué hotel y no se habían molestado ni en imprimir el email con los detalles ni en apuntar el número de reserva. Así nos va. Y que a ver si con el nombre, podía encontrar en qué hotel se alojaba su madre. 
Le recordé -como empleada de la compañía-, que solo en América tenemos más de 3500 hoteles y que ella sabía muy bien que el sistema que usamos no funciona así. Que no se puede meter un nombre y que por arte de magia aparezca en uno de esos 3500 hoteles. Me dijo que creía que era en Atlanta, en uno de los hoteles en el aeropuerto. Atlanta tiene 3 CY en el aeropuerto. Más otros tantos de otros nombres (hoteles de diversas categorías de la misma casa). No me aparecía en ninguno de los tres.
"Bueno -me dijo- tendré que ir a casa a mirar en el email". Pus sí, xoxete. no te va a quedar otra, porque los milagros, en Lourdes, y dudo mucho que sepas por dónde queda.

Tercera "lumbreras".

Ayer me di el gusto de ser pedante. Pero pedante con sarna. Me llama una mujer y nada más desearle buenas tardes y preguntar en qué puedo ayudarle me grita que ya está harta, que ha llamado tres veces seguidas y que no entiende "nuestros dialectos". Com ome tocó mucho la moral a las 9.30 de la noche oir estas gilipolleces, le dije que "no hablamos DIALECTOS, señora. Hablamos el inglés CORRECTO de Europa (proper English, le dije). me dijo que sí, que vale, pero que antes había hablado con una chica cuyo "dialecto" no entendía y que se le había puesto a deletrear algo. Le digo que si me deja intentarlo, podría ayudarle y le explico -PEDANTEMENTE- ante su insistencia de nuestros "dialectos" que ella lo que quiere decir es "acentos" y que su problema es la semántica. Evidentemente mi "dialecto" le impidió pillar la socarronería del comentario. Me dijo la ciudad y el estado donde quería el hotel, porque ella lo quería al Este de New Orleans. No en el centro ni al oeste, ni al sur ni al norte. Al Este. Le explico que mi sistema no funciona así: que yo tengo los nombres de los hoteles y sus direcciones, y que voy a decirle algunos nombres (hasta aquí había entendido mi dialecto perfectmente", pero cuando le dije el primer nombre (Belleville), ella insistía en enterder Bellview (a pesar de que mi pronunciacion era clara y hay una gran diferencia entre ville (vil) y view (viu). Se lo empecé a deletrear y me gritó: "Lo ves??? ¡Estás deletreándome!" Y con las mismas me colgó.

Busque, compare, y si encuentra algo mejor... ¡no nos llame!

sábado, 22 de junio de 2013

Absolute gilipollas...

Me han cambiado de departamento. Una se coge una semana de vacaciones, se incorpora al trabajo sin ganas, casi llorando, con deseos de levantarse en cualquier momento y tirar los cascos sobre la pantalla del ordenador y abrir la puerta de la oficina correspondiente, levantar el puño y decir... "me voy... porque puedo...!!!!" Y en lugar de eso te dicen que de Worldwide te pasan a Regional... lo que significa que en lugar de un 90% de llamadas de americanos, quizás tienes un 10%... pero a la vez significa muchos más dolores de cabeza, una historia larga que voy a intentar resumir para no aburrir: haces menos reservas porque has de pretender que estás en los hoteles a los que llaman y muchas veces solo te llaman porque quieren que la limpiadora suba a cambiarle las sabanas de nuevo, quieren un vaso de leche... o vete tú a saber. Con lo cual, llegar a tus objetivos marcados diariamente por tus superiores se vuelve casi imposible. Esto se traduce en que me van a tocar horarios y días libres de mierda hasta que consiga zafarme de este trabajo...

Supuestamente hoy es mi último día en Worlwide, pero por problemas técnicos, podría ser mañana. Y desde luego, si mi último día en este departamento ha sido hoy, la despedida ha sido con honores. Nunca me ha tocado tanto gilipollas junto de una vez. Y no me refiero a llamadas exigentes o a americanadas varias, no. De hecho, de las tres llamadas a destacar, dos eran británicos y el que menos porculo ha dado -porque no lo he dejado- ha sido el americano. Vayamos por partes: primera llamada subrealista: señor británico, muy buenos modales, sin gritar ni nada, en tono totalmente calmado, me dice que desea hablar con mi manager o supervisor porque acaba de realizar una reserva media hora antes y ha pedido para un hotel de Egipto en la playa, y cunado le llega el email ve que no es en la Playa y me dice que es en un hotel diferente. Antes de pasarle al manager, le pregunto si hay algun modo en el que pueda ayudarle, simpatizo con su situación y me da el número de reserva "para que compruebe lo que dice". Dato importante: me dice que la chica que le ha hecho la reserva le ha asegurado que ese era el mismo hotel en el que se había quedado el año anterior. Como es miembro de la tarjeta Marrieta y puedo, por tanto, ver su movimiento "hoteril", compruebo que efectivamente, en agosto del pasado año se había alojado en este mismo hotel. Le corroboro la información y finalmente me "confiesa" que sí, que es el mismo hotel pero que tiene "dos partes" o "dos edificios" separados por una carretera y que la que le han dado es "la zona chunga". Antes de seguir, llamo a mi supervisor, porque el señor insiste en poner una queja. La reserva no se había hecho en nuestro centro sino en la central de reserva de USA, por lo que poner una queja contra nuestro centro en Irlanda no tiene sentido porque nosotros, no hemos hecho nada. Intentar explicar esto caía en saco roto así que le ofrecí a cambiarle la reserva (él ya tenía hasta una tarifa que estaba viendo por internet -más cara que la que tenía-, y le hice eso, más le aseguré que pondría una nota al hotel para que fueran amables y le añadieran algún detallito como una botella de vino a la llegada o algo.
Me quedó claro que este señor había cometido un error (suyo) al realizar la reserva y estaba simplemente buscando "algún freeby".

El segundo gilipollas (americano) me dijo simplemente que estaba hablando con un manager y que se había cortado la llamada. Le pregunté si podía ayudarle, ya que posiblemente el manager con quien estaba hablando ni siquiera era de nuestro centro. No recordaba su nombre (ni nosotros tenemos managers que respondan la llamada, solo "supervisores" por llamarlos de algún modo). No quiso decirme la naturaleza de su llamada y solo me dio su nombre de pila. Quería quejarse. Se lo expliqué a uno de los supervisores y aceptó que le transfiriese la llamada. Ni idea de qué iba el asunto.

Y el gilipollas británico que merece la medalla de oro al mérito a las "bellas artes", merece que reproduzca la llamada más o menos tal cual sucedió (a las nueve y pico de la noche):

-Páseme con un responsable técnico.

-Perdon? Está usted llamando al centro de reservas, no tenemos ningún técnico disponible.

-Mira, estaba intentando acceder a mi cuenta en mi ordenador, me ha dado error y me ha enviado un mensaje ocn este teléfono donde dice que he de contantar con un responsable técnico (todo esto, en un tono muuuy calmado de voz).

-Sí, caballero, pero aquí no tenemos a nadie del departamento técnico y menos a estas horas de la noche. ¿Es su problema con la cuenta de Puntos?

-Sí, pero no me estás escuchando. me da igual si hay un técnico o no. A mí me ha llegado un mensaje de que llame a este teléfono y quiero hablar con alguien, técnico o no.

-Pues a ver si puedo ayudarle, porque el Departamento de Puntos cierra a las seis y media de la tarde y ahora mismo no hay nadie para mirar su cuenta, pero si quiere espere un segundo, abro la web que tiene usted y seguimos los pasos juntos, a ver si puedo ayudarle...

-Me da error, hago esto y esto... y me da error.

-Pues solo puedo decirle que si quiere llamar mañana por la mañana, o espere si hay algún teléfono o departamento al que pueda transferirle...

-¿por qué me llevas la contraria? ¿Por qué argumentas?

-Caballero, yo solo le estoy informando de lo que puede hacerse, en ningún momento estoy argumentando...

-¿lo ves? ¡Otra vez estás argumentando! Pásame inmediatamente a la Encuesta que me voy a quejar de tí ahora mismo.

-¿De mí? Solo le he dicho que no disponemos de un técnico...

-Otra vez argumentando. Pásame a la encuesta. A-ho-ra-mis-mo.

-Desde luego. Un momento.

Si ponen una queja sobre mí, me llevo una bronca y una x en mi expediente, y no me da la gana cuando en ningún momento le levanté la voz ni hice nada incorrecto. En lugar de conectarle a la encuesta, lo puse en espera y llamé a mi supervisor y le expliqué la situación, diciéndole que me negaba a pasarlo a la encuesta y que si quería podía oir la llamada (graban todas las llamadas). En el minuto escaso que estuvimos hablando, Mr. Gilipollas colgó. 

Gran suspiro de alivio. Si hago algo mal, o alguien estima que he hecho algo mal, no me queda más remedio que pasarles a la encuesta. De momento solo me ha pasado una vez con un señor que estimó que fui "demasiado lenta" procesando la reserva. En mi primer día sola al teléfono. Y la reserva no me llevó más de tres minutos, que teniendo en cuenta la de cosas que has de decir, los datos que has de recoger y blablabla, es todo un record, pero gilipollas... en todas partes.

Por no contar anécdotas de otras compañeras/os, porque escribir un libro sobre los gustos y disgustos y lo que parece bien o mal a ciertos clientes... sería quedarse sin papel...

martes, 7 de mayo de 2013

Perrea, perrea

También me llama gente con pataletas. En el fondo, es que son como niños... estos americanos...

-Señorita, teníamos reservada una habitación para el hotel XX para la fecha tal, viernes y sábado, vamos a la boda entre fulanito y menganita y queríamos ampliar la estancia al domingo noche también.

-La tarifa especial para la boda de 129 dólares ya no está disponible para el domingo, todas las habitaciones están cogidas, por lo que solo puedo ofrecerle la tarifa habitual del hotel de 149 dolares.

-¿Me está diciendo que pago 129 dólas el viernes y el sabado noche y el domingo tengo que pagar 149?

-Sí, caballero. La tarifa de la boda ya no está disponible.

-Pero es que yo no quiero pagar 149 dolares, quiero pagar 129 como las noches anteriores. O me da ahora mismo la habitación a 129 dólares o cancelo las noches que ya tengo y me voy a otro hotel más barato!!

-Está usted en todo su derecho. De cualquier modo, le sugiero que primero compruebe si los hoteles de la zona tienen disponibilidad para esas fechas, no sea que se quede en la calle, o bien le sugiero que se ponga en contacto directamente con el hotel y les pida a ELLOS que le cambien el precio. Yo solo soy una empleada y proceso las reservas, el precio lo pone el hotel.

De verdad.... ¿qué parte es la que no entienden???

-Señorita, quería hacer una reserva para el 20 de Julio. La tarifa más económica, por favor.

-La tarifa que tenemos disponible para esa noche es de 99 dólares, sin desayuno. 

-¿Cómo??? Pero si me quedé en el mismo hotel en Febrero y eran 89 dólares...

-Señora, los precios cambian y en julio estamos ya hablando de temporada alta, y los hoteles no siempre tienen las mismas tarifas...

-Pues no me parece justo.

Ya, señora. A mí tampoco me parece justo estar aquí hasta las 10 de la noche cinco días a la semana oyendo gilipolleces, pero mire... Es lo que hay.

Conversaciones de besugos:

-Le llamo porque me acaba de llegar una factura de mi tarjeta de crédito de una estancia para junio que nosotros solo cogimos dos días y me han cargado por tres...

-Le estoy mirando la reserva aquí y efectivamente veo que solo son dos noches, pero por lo general, a no ser que sea una tarifa de compra por adelantado que es de prepago, Marrieta no deduce la tarifa de las tarjetas de crédito por adelantado, caballero. El cliente decide el modo de pago en el día de salida. Espere que le miro un poco más... ah, veo que ha realizado usted la reserva a través de una agencia de viajes, en cuyo caso deberá ponerse en contacto con ellos para que le den una explicación.

-Eso es una mierda!!! Yo no he hecho ninguna reserva con ninguna agencia, la hice en el mismo hotel!!!

-Caballero, aquí me sale claramente que la reserva fue realizada a través de Tourico holidays Flights Inc. con dirección xxxx en la ciudad x y le puedo facilitar un teléfono que es el xxxxxx...

-¡Embustera! ¡los voy a denunciar por fraude! me han quitado dinero de la tarjeta de crédito por tres días cunado yo slo he cogido dos! (a esto interviene en la conversación su señora esposa, a gritos, histérica, y le repito de nuevo la historia, que la reserva me aparece que está realizada por una agencia de viajes y que ni la puedo cancelar, ni modificar, ni está en mi poder devolverle un dinero que sin duda le han descontado ello. La mujer me grita QUE NO LA ESTOY ESCUCHANDO y yo con toda la tranquilidad el mundo la informo, primero, de que me veré obligada a colgarle si me sigue gritando y, segundo, que la que no me está escuchando es ella. Vuelvo a repetir la historia por tercera vez. Interviene de nuevo el marido): ¡Ladrones! Son unstedes unos ladrones!!! le repito que no hemos hecho la reserva a través de ninguna agencia!!! Deme el teléfono de la Oficina Central ahora mismo.

-Y yo le vuelvo a repetir que nosotros solo hacemos las reservas. Llame directamente al hotel o a su proveedor de la tarjeta, o bien al teléfono que le he facilitado de dicha agencia de viajes y que le den una explicación, pero nosotros, desde aquí, no podemos hacer nada.

-Lo que voy a hacer es llamar ahora mismo y denunciar a Marrieta por fraude. DEME ahora mismo el teléfono de la Oficina Nacional del Consumidor!!!!

-Yo no soy una guía telefónica. Búsquelo en Google que para eso está. Que tenga un buen día.

Claaaaro. Que encima de puta, voy a poner la cama, vamos...

Y la siguiente llamada no estoy segura de si era una llamada real, o si el tipo estaba borracho, o si se trataba de un prank. Empieza así, directamente, sin preámbulos, sin buenos días, nada.

-Páseme con Ian.

-¿Perdón?

-Que me pase con Ian. Acabo de hablar con él.

-Perdone caballero, pero no tengo ni idea de quién es Ian. Somos 200 trabajadores aquí y no, no le puedo pasar. 

-¡Que quiero hablar con IAN!!!!!!

-Le repito que no le pudo pasar con ningun Ian. Si el asunto es sobre una reserva, quizá pueda ayudarle...

-¡Sois unos inútiles!!! ¡¡¡Dígame una cosa, están ustedes cualificados para hacer su trabajo???!!!! ¿¿¿están ustedes entrenados correctamente en cómo atender a sus clientes???

-Hasta lueguito...

Os podrá parecer una tontería, pero este tipo de llamada es extenuante. Como lo fue una en la que estuve media hora, hablando con uno de los hoteles de la cadena más lujosos de Cannes.

Me llamó una señora (británica, muy amable, si hubiera sido americana me estaría gritando aún), estaba bastante nerviosa (la señora, no yo), porque me comentó que a su hija le habían regalado en su trabajo tres certificados que la cualificaban para 3 noches gratis de hotel, y ahora estaba allí y le exigían el pago de la estancia, de unos novecientos y pico de euros, que evidentemente... no tenía. Le miré la reserva, los certificados estaban en regla (estos certificados son digitales, tienen un número larguisimo que metemos en el sistema y si no estuvieran en regla, directamente los rechazaría). Le dije que la pondría en espera y llamé a mi supervisora, que tras escuchar el problema, me puso al habla directamente con el hotel. Le expliqué a la recepcionista (gracias a Dios hablaba inglés perfectamente!) lo sucedido y la chica no tenía ni idea de lo que eran estos certificados. Se lo expliqué en términos sencillos: estos certificados son un "regalo", un "bono" que la empresa ha querido darle para premiarla por su trabajo, por cualquier motivo. Tienen un numero largo (le leí los numeros de los 3 certificados) que yo, desde el centro de reservas, introduzco en el sistema y eso le da derecho a una noche gratis por certificado. Por h y por b le dije que no, que no tenía que pagar nada, que estaba pagado ya por la empresa...

A todo esto, mi manager estaba escuchando la conversación por sus auriculares y vino a mi lado para apoyarme o guiarme en caso de haber algún problema. La recepcionista, que seguía sin creerme y trataba de decirme que esos certificados solo eran válidos para desayunar gratis, finalmente me pasó con la directora del hotel... que tenía menos idea que la recepcionista. Le tuve que explicar sobre el funcionamiento de dichos certificados y al final le quedó claro que la clienta no tenía que pagar absolutamente nada por su estancia...

Volví a la preocupada madre y le aseguré que todo estaba solucionado, que esperaba que la confusión e ineptitud de los encargados del hotel no hubieran arruinado las vacaciones de su hija (me aseguró que no, que se lo estaba pasando bien) y le dije que si hubiera cualquier otro problema, no dudara en llamarnos.

¡Y luego nos acusan a nosotros de no estar cualificados para desempeñar nuestro trabajo!


viernes, 3 de mayo de 2013

¡A mí los gilipollas!

Una sola llamada mala puede arruinarte toda una jornada de trabajo.

Y vive Zeus que recibo más de una al día. El día que solo me toca una, tengo suerte. Ayer, por ejemplo, tuve dos: una difícil y una que comenzó de modo terrible pero aún así acabé haciendo la reserva. Y es que los americanos... son su propio mundo. Parece que tienen un mecanismo en los oidos que se cierra automáticamente cuando el acento no es yanki. Y una se debate entre pedirles que se saquen la patata de la boca o que se limpien los oidos.

E, increiblemente, me colgó un cliente de UK. Por lo general, suspiro de alivio cuando veo en el teléfono que la llamada viene del país vecino. Son siempre amables, no critican el acento (de hecho, en las ocasiones que me han preguntado dónde estamos ubicados y les he comentado que en Cork, Irlanda, y les he dicho que, empero, soy española, me han alabado el buen inglés y me han asegurado que no habían detectado mi acento y pensaban que el inglés era mi lengua materna). Pero, gilipollas hay en todas partes.

Al igual que por lo general sucede con los americanos, recibí la llamada de este soplagaitas que sin preámbulo alguno me dice que va a la boda de tal y tal en las fechas xx y que le han comentado que tienen una tarifa especial. 

-¿Para qué hotel, caballero?

-Pues para el que estoy llamando.

-Está usted llamando al centro de reservas. Si me facilita el nombre del hotel en un segundo le miro la disponibilidad.

-¡Esto es increible! Pues estoy llamando al hotel que estoy llamando, al número que aparece en su web. Si usted no lo sabe, yo no voy a decírselo!!

-Pues caballero, sintiéndolo mucho, si no me faciilita el nombre del hotel, no podré ayudarle. Tenemos más de 300 hoteles en toda Gran Bretaña.

-pi-pi-pi...




Pues eso. Soplagaitas al cuadrado. No sé por qué se ofenden tanto cuando se les pasa a un EMEA si el resultado de la llamada es el mismo, y probablemente más rápido, porque a mí no me vienen clientes a un mostrador con las maletas exigiendo que se les dé las llaves de su habitación que quieren descansar... En fin, él se lo pierde. No hotel=no reserva y más dinero que se va a tener que gastar en una nueva llamada...

Y el que se llevó la palma, el americano que nada más preguntarle qué hotel me dice así y sin anestesia: 

-Páseme con alguien que hable inglés porque a usted no la entiendo.

-Caballero, yo hablo inglés.

-No, no lo hablas.

Ahí ya me tocó la moral, a una hora más o menos de acabar mi día y que me venga un vejestori americano que probablemente ha crecido entre vacas y aun lleva el sombrero de vaquero puesto, a decirme si hablo o no hablo o si lo hago bien o mal, después de 16 años aquí y -como digo más arriba-, sin tener problemas con ningún otro país, que al cabo del día recibo llamadas de India, Netherlads, Uk, Japón, y otras partes del mundo que, o bien hablan inglés, o bien lo intentan cuando llaman a lo que creen es un hotel en UK. Y como perdí la paciencia, le pegué un grito que casi vuelco la silla porque me levanté y todo.

-¿Pero usted quién se ha creido que es para decirme que yo no hablo inglés? hablo inglés y mejor que usted!!!

Creo que, primero, no se esperaba esto (que parece ser que a pesar que lo dije con voz enfadada y ciertamente nerviosa y muy deprisa, sí que entendió), porque se suavizó de inmediato (y yo también) y le dije que si por favor me daba el nombre de la ciudad y el estado (todo esto hablando como si tuviera un chicle en la boca y estuviera hablando con un retrasado mental, suuuuper despacito), me sería posible ayudarle a hacer la reserva.
Reconozco que esperaba que me colgara, que me pidiera hablar con un supervisor o me contestara algo brusco y grosero, pero el resto de la llamada prosiguió con tranquilidad y le hice su reserva (aunque me preguntó tres veces el nombre del hotel, la dirección y las fechas que me había dado, se ve que no se fiaba el hombre de que además de no hablar inglés, pudiera hacer bien mi trabajo).

También tuve a una señora americana que iba a una reunión de los Testigos de jehová y que ya tenía su reserva hecha pero ahora había cambiado de opinión y quería ir un día antes. Para este tipo de eventos, donde en un hotel se realiza un evento, una conferencia o una boda, se bloquean un cierto número de habitaciones en el hotel, con los que previamente se ha negociado un precio especial y fijo que suele ser ligeramente más bajo que el precio por noche habitual. Uno solo tiene que llamar, decir que va para el evento tal o cual y se le ofrece, de este modo, ese precio. Si hay diez habitaciones para esto pero al final deciden ir doce personas, evidentemente a los dos extras no se les puede ofrecer un precio estipulado para unas habitaciones que ya no estás disponibles. 

Así que esta señora, con acento sureño llama y le explico que para la noche del viernes no hay habitaciones ya para esa tarifa, que tendría que ofrecerle la tarifa normal del hotel. 

-¿Y por qué? ¿Por qué no me la puedes dar al precio de 99 dólares que es lo que pago por el sábado y el domingo y el viernes quieres que pague 149???

-Después de media hora explicando lo mismo una media de tres o cuatro veces, de manera distinta, no porque no entendiera mi inglés (que para esta señora no supuso un problema, sino porque no entendía "el concepto"): A ver, porque teníamos 10 habitaciones que estaban apartadas para la asamblea a un precio especial que los organizadores negociaron con el hotel. Cuando esas habitaciones a ese precio especial se acaban, si el hotel no está lleno, solo puedo ofrecerle las tarifas disponibles.

-¿Pero por qué?

Creo que al final comprendió. Aburrida hasta la saciedad, le dije que podía llamar al hotel directamente y pedirles su podrían "honorar" la tarifa de los Testigos para una noche más, que a mí en el departamento de reservas no me estaba permitido. O bien que llamara al organizador de la Asamblea y le preguntara si iban a añadir más habitaciones al evento...

Que-hay-gen-te-muy-bru-ta.

Porque lo cierto es que, sea la nacionalidad que sea, a mucha gente no parece entrarle en la mollera que una semana te puedes encontrar una habitación preciosa, con vistas del copón por 50 euros y a la semana siguiente esté por 80. O que sí, te alojaste en el hotel en febrero y pagaste 99 dólares, pero sintiéndolo mucho, Agosto sigue siendo temporada alta y desde la última vez que miré, las habitaciones de un hotel jamas tienen el mismo precio todas las noches. Ni en todas las temporadas.
Y a veces, se lo explico como a un niño de cinco años, comparando un hotel con una compañía aérea y ahí es cuando parecen comprender, que yo no sé si es que la gente viaja poco o piensa poco o viajan mucho y no les sirve para nada.

Cuando estábamos haciendo el training para enseñarnos lo que teníamos que hacer, los hoteles que utilizábamos como ejemplos tenían tarifas de 600 y 1000 euros por noche. Y nos decían que no nos inmutáramos por el precio, que la gente sabe que llama a un hotel de cuatro y cinco estrellas (uno de nuestros hoteles es el R..tz) y que para ellos es lo normal.

Y a mí me tocan todos los roñicas, los españoles siendo los peores a la hora de decidirse a reservar un hotel (tengo que consultarlo con mi mujer/marido/novio/grupo de amigos) después de marearte a preguntas sobre la calidad del hotel y después de decirte que 50 euros por noche más desayuno les parece caro... pues oiga, por menos de eso... váyase a un hostal, que podría darse con un canto en los dientes por pagar 50 euros con desayuno en un hotel en medio de la Castellana en Madrid con vistas a la calle... vamos, digo yo. Que no me vengan con que la economía está mal y hay que ahorrar, porque para ahorrar... están las pensiones y yo cuando me he quedado en una pensión, por cercanía a la zona que quiero quedarme o porque no he encontrado otra cosa o porque no me podía permitir más, no he pagado precisamente menos de 50 euros por noche... y sin desayuno y en una habitación con vistas a patio interior o a la escalera...

¿Y saben ustedes aquel de la señora que llama a dos minutos de las 10 de la noche (cerramos a las 10) para que le busque un hotel con paquete especial de cena+desayuno+spa en cualquier parte de UK...?

viernes, 26 de abril de 2013

Se me estropeó la bola mágica...

Esta semana, por goleada, ganan estas dos llamadas. hay gente que debe pensarse que leo mentes o que tengo una bola mágica o que el sistema que usamos para la reservas no solo sirve para buscar hoteles sino para adivinar donde se quueda la linda parejita:

Caso 1:

-Hola; mira, estamos en Londres en el hotel que hemos venido a pasar la luna de miel y resulta que la agencia no nos ha enviado mensaje con el código de nuestra nueva reserva.

-No hay problema; ¿me dice por favor su apellido, fecha de llegada y hotel?

-Pues ese es el problema, que no sabemos el hotel pero teníamos que llegar hoy (atención, esta llamada la recibí un viernes a las 8 de la noche). Solo nos dijeron que está como a una milla de Leicester Square.

-Pues es que alrededor de Leicester Square tenemos como una docena de hoteles de esta cadena. ¿no recuerda el nombre? Si le digo los hoteles de la zona, ¿lo recordaría?

-No, esto nos lo organizó la agencia y no sabemos nada.

-...

La llamada acabó cuando la señora, un tanto indignada de que no pudiera leer la mente de su agente de viaje ni mirar hotel por hotel (algo que bien me podría haber llevado tres cuartos de hora dada la poca información de la que disponían), me pasó al recepcionista del hotel en el que se encontraba (que aún dudo que perteneciera a la cadena Marrieta), que fue un tanto brusco y abusivo y acabó colgándome. Tanto la pareja como el recepcionista eran británicos. 

Un consejo: señores, si no saben viajar, quédense en casa. Viajar supone salir de casa con los deberes hechos y esto incluye los billetes de avión, el itinerario y al menos los números de reserva de sus correspondientes hoteles. O se compran una agenda donde apuntar esas cosas o me lo hacen en plan cutre.

Claro que los americanos en esto, se llevan la palma. no hay día que dejen de sorprenderme más. Desde la señora uqe quería reservar una habitación en uno de los mejores hoteles de Londres y quería una cama tamaño King (aunque sé que eso es difícil de encontrar en Europa... Er... no, señora, no lo es) y una habitación que tuviera "ducha" (señora TODOS los hoteles en Europa tienen ducha, no tenemos que bajar al pozo). En fin. también están los americanos que se piensan que tenemos un GPS incorporado en el culo y quiere que les digamos hasta qué salida coger en la interestatal (cuando van ya conduciendo, ojito) hasta que le digamos dónde aparcar. Pero creo que esto ya lo he explicado antes.

La segunda llamada de características similares procedía de USA y sucedió así:

-Hola, quería reservar una habitación en su hotel para el dia 15 de mayo, voy a la boda de fulanito de tal y menganito de cual y me han  dicho que tienen una tarifa especial para los invitados de la boda de 119 dolares y blablabla...

-Perdone, ¿en qué hotel quiere hacer la reserva, caballero?

-Pues al que estoy llamando, el XX-I.

-Está usted llamando al centro de reserva. Hacemos reservas para todos los hoteles XX-I de America, señor. Necesito (como mínimo) ciudad y estado.

-Ah, es que no lo sé. A mí me dijo mi hijo que llamara a XX-I e hiciera una reserva.

-Sí, señor, pero como le digo, tenemos hoteles XX-I en casi todas las ciudades de USA. ¿A qué ciudad estaba llamando? 

-No lo sé. Voy a preguntarle a mi hijo, es que no me ha dicho nada, y ahora vuelvo a llamar.

Si no sabe a qué número llama es porque los americanos son muy dados a llamar al teléfono gratuito (un 800) y no saben a qué ciudad se les redirige (en muchos casos, como sucede en este, fuera del país). Pero es que aún así, se piensan que ese número 800 les lleva directamente al hotel que tienen en mente.

Y lo dicho, actualmente mi bola de cristal se halla en el taller.

Suelen ofenderse mucho cunado se dan cuenta de que no están llamando directamente al hotel. Los españoles, aunque muchas veces se muestran sorprendidos de que han sido "pasados con centralita" suelen tomárselo con calma y no gritarte al oido que no quieren hablar con central sino con el/la recepcionista.

Sin embargo, sí he de decir que los españoles nos llevamos la palma por maleducados en cuanto a "maneras" al teléfono: la gente me llama desde ruidosas cafeterías donde oigo mejor al camarero contarle un chiste al fulano de la barra y el movimiento de platos, cucharillas, la máquina del café (que suena como una vieja máquina de vapor) y la tragaperras. 
O, te llaman mientras tienen conversaciones con otra persona, se interrumpen en medio de darte la tarjeta de crédito para decirle a su amiga que por favor le cambie el color de la tele o le diga al novio que le prepare un café. Te dejan a medias de una frase para contestar a otro teléfono en el que después de  cinco minutos de conversación (de la que te enteras de todo), informan a la otra parte de que están realizando una reserva y que les disculpen un momento. Que digo yo que lo normal sería no contestar la otra llamada o directamente decir "te llamo luego que estoy en otra llamada". Es lo educado. 
El otro día me llamó una chica para hacer una reserva desde el salón de su casa con un partido en la tele a pocos metros de ella (me imagino) a todo trapo. Mientras hablaba conmigo animaba a su equipo y charlaba con su novio. Una falta de educación total, además de que no me enteraba de lo que me decía o de cuándo me lo decía a mí.

Un día de estos, exploto.

jueves, 11 de abril de 2013

Hostal Marrieta: quien no te cuelga, te hace la puñeta



Comienzo una nueva "sección" por llamarlo de algún modo en el blog: aquella que resume ese tipo de llamadas inclasificables o especialmente "llamativas" por un motivo u otro que suceden durante las ocho horas que he de sentarme cinco días a la semana en mi nuevo puesto de trabajo.
Y es que si os pensábais que completar una reseerva de hotel es cosa del más tonto de la clase, estáis muy equivocados: ya no solo por las diferentes clases de habitación, camas, paquetes y circunstancias... sino porque hay muchísimos factores a tener en cuenta, siendo uno de ellos que existe una tarjeta de fidelidad que ofrece, según su nivel 9normal, plata, oro y platino) diversos beneficios, además de bonos que pueden comprarse, premios, certificados y otras doscientas mil cosas más. 
Y luego estrán, esos clientos a los que por educación simplemente calificaremos como "difíciles" (y que en mi diario personal llamo por su nombre: unos porculeros. Y si esos porculeros simplemente supieran los gestos obscenos que les dedicamos desde el otro lado del auricular, no me cabe duda de que se pensarían dos veces sobre su proceder (cortes de manga, gestos de "me la chupas", "me la pela", dedito alzado...
Pues sí, desde que empecé a trabajar para Marrieta, llevo mi libretita y apunto todo lo que me parece curioso para luego venir y contároslo. Esta semana estoy de baja, tengo una infeccón de garganta que me impide hablar. Pero aquí os dejo algunas cosas que me han sucedido hasta el momento. 

Una de las cosas más frecuentes, y suele sucedernos a todos, sin importar la nacionalidad, es que nos cuelgan los americanos nada más oir un acento que no sea yankie. O te exigen que les pongas con alguien "americano". O te cuelgan cuando les pides que por favor te deletreen el nombre del hotel o la ciudad (las tres primeras letras me bastan para averiguar si me está diciendo, por ejemplo blake o lake, porque como los mamones no vocalizan o llaman siempre con la patata en la boca...
Tembién se ofenden si les pides que deletreen despacio o les aclares si es F 9pronunciado "ef" o s "es", pero ah!!! eso sí: cuando tú has de darles un simple número de dos letras, para ellos corres mucho y te lo hacen repetir tres veces... como mínimo.

-En una de mis primeras llamadas, una americana me colgó porque no podía comprender que en una habitación con una cama doble no se podían quedar a dormir tres personas (normalmente solo se permite si son niños menores de 12 años, pero de ninguna manera 3 adultos). Le expliqué por h y por b que la ocupación máxima en ese tipo de habitación era de dos personas y que no se permitía una cama supletoria, que la tercera persona tendría que cogerse otra habitación.

-Otra persona me colgó porque quería habitación para 6 personas (dependiendo del tipo de hotel o si es una suite, sí se permite, pero para las fechas que pedía no había disponibilidad. Que digo yo que la más simple etiqueta de educación te permite decir "ah, no hay nada...? Bueno, gracias por su ayuda" o un simple "pues nada, qué se le va a hacer". Oir un click al otro lado de la línea te pone de muy mala leche. Luego no se quejen de los cortes de manga. Sí, señora. Iba dedicado en exclusiva a usted. 

-Esta es una de las llamadas más curiosas que recibí en mis primeros días: una mujer de UK me pregunta entre susurros si hablo inglés o mandarín. Le digo que inglés y me empieza a preguntar cuestiones sobre el hotel de Shanghai en el cual quiere hacer una reserva. Le contesto lo que puedo y sé y al darse cuenta de que no ha llamado al hotel en cuestión sino que ha sido remitida al centro de reservas me dice que no, que ya sabe que le puedo hacer la reserva yo misma, pero que ella quiere llamar a Shanghai. Pues muy bien, señora: es su dinero, gástelo en lo que quiera y espero que en recepción, que por las horas qu me llamó a mí aquí debe ser de madrugada allí, tengan a alguien con inglés y no mandarín. Aunque a lo mejor lo que sucedía es qe la buena mujer quería practicar mandarín, quién sabe...

-Luego tienes esas llamadas de americanos que suenan completamente borrachos y mientras hacen una reserva, te dicen que tu voz es muy sexy y te preguntan si estás casada. También tenemos llamadas de coña, que esta semana he tenido tres del mismo tipejo. Se les marea dos segundos y se les cuelga.

-Naturalmente, hay gente que se enfada muchísimo al teléfono. Porque han visto una oferta de habitación durante un fin de semana en el hotel XX por 99 libras, o dólares, o euros y cuando se les informa de que ya no quedan habitaciones bajo esa oferta, se lo toman como una ofensa personal. no les entra en la cabeza que no TODO el hotel está de oferta sino que el hotel ofrece "x" habitaciones por ese precio y... pues mire usted, ya están cogidas. Si no se lo hubiera pensado tanto y hubiese llamado antes, a lo mejor ahora no estaría gritándome al oido...

-Muchísima gente se piensa que somos una guía de teléfono. Sobre todo los americanos que se ve tienen problema para utilizar Google o las páginas amarillas. Para darles un teléfono, he de preguntarles, naturalmente el nombre del hotel, que es tan difícil de sonsacar como cuando quieren hacer una reserva, porque se piensan que llaman directos al hotel y -como ya expliqué en un post anterior, solo te dan el nombre de la cadena. 

-También sucede que hay señoras que yo me imagino con un vestido floreado y un trasero bien orondo que te llaman desde el mismo hotel (sí, desde su habitación), porque no quieren mover el culo a recepción para -por ejemplo- ampliar su estancia una noche más. Y se ofenden, y gritan y te insultan, cuando se dan cuenta de que llaman a la central de reservas y no se lo han cogido en recepción.

-Una americana me colgó porque tras darme su número de la tarjeta de fidelidad, me apareció el nombre, le di la bienvenida como es costumbre y la llamé "Señora", que es la política de la empresa. Me gritó que era "SE-ÑO-RI-TA, me lo gritó dos veces y me colgó sin más. Otra que se gana un corte de mangas y na mención especial de gilipollas del mes.

-En una sola tarde, de unas 20 llamadas americanas, 12 me colgaron casi sin decir ni pío. 

-También llamó un señor que quería una suite de un dormitorio para 7 personas. El camarote de los hermanos Marx creo que quería...

-Una mañana sobre las 9am me llamó una loca. Pero loca de remate. Primero me exige que el diga mi nombre (que es lo primero que hago al contestar) y me dice que no, que queire mi apellido. Le digo que no estamos autorizados a ello (es cierto) y como no deja de gritarme, se lo digo advirtiéndole que el va a costar un pelín pronunciarlo. ni lo intenta, claro, si no que empieza a decir que en esta oficina solo estamos un grupo de zorras y que tenga la vergüenza de repetirle lo que le había dicho hace un rato. Le digo que yo no he hablado con ella y me exige -de nuevo a grito pelado- que le diga con quién ha hablado. Le informo muy calmeadamente que no tengo ni idea, que somos unas 200 personas en la oficna y a continuación me empieza a gritar que qué pasó en Julio. Y qu cuándo salí de la cárcel. Ahí decido ya que es demasiado temprano para tanta tontería y le cuelgo. Bye bye. hay gente muy mal, muy mal...

-He hecho una reserva para un futbolista famoso (irlandés aunque ha sido couch de un equipo británico), a través de su asistente.

-La mayoría de hoteles que están cerca del aeropuerto tienen unos paquetes en los cuales puedes pasar la noche y dejar el coche aparcado allí durante una semana, 10 o 15 días. Una tarde recibí una llamada de un señor que me informó no en muy buenos términos que estaba en medio de una tormenta y quería, por favor, que le trajeran el coche. Dos veces le tuve que repetir que no estaba hablando con recepción sino con reservas y que simplemente marcase el mismo número al que me había llamado a mí y marcase la opción 4 (estos americanos lo quieren todo tan rápido que no esperan a que se les lean las opciones, marcan lo primero y esperan que Tú les transfieras).

-Una señora de UK llamó simplemente porque no quería ver fotos genéricas en la web del hotel. Quería que por favor le enviásemos fotos de la habitación en la que quería quedarse, porque no iba a "coger una habitación sin verla primero", en un hotel de Hong Kong. Mi consejo fue que se diera una vueltecita por trip advisor o que le enviara un mail al hotel. me lo agradeció... increiblemente.

-La otra noche, a poco menos de quince minutos de acabar la jornada, me llama una de mis compañeras, que tiene una llamada en español y si me la puede pasar, que la chica no habla inglés. Acepto la llamada y resultó ser una chica sudamericana que quería dejar su Curriculum en un hotel de EEUU. Le expliqué que esta era la central de reservas en Irlanda y que para ello tenía que llamar al hotel. Me pidió el número y ahí sí que no. Puedo molestarme en perder tiempo buscando un número para un potencial cliente, pero no para alguien que no sabe ni a dónde llama. Le sugerí usar google.

-Creo que el pasado viernes fue uno de mis peores días: primero tuve a una americana gritando sin motivo a la que también le pegué un grito simplemente para decirle que no me gritase. S calmó bastante, creo que porque no se lo esperaba.

-Esa misma tarde, una clienta de las "difíciles" quería habitación para cierto hotel, que estaba completamente lleno. Después de explicarme que estaba conduciendo por la Interestatal XX y que quería un hotel por ahí, le fui diciendo algunos de los hoteles que gracias a... GOOGLE iba encontrando cerca de la interestatal del diablo y que pertenecían a nuestra cadena. La mayoría estaban llenos. Porque claro, este tipo de clientes, se piensan que somos central de reserva con bola de cristal, gps, directorio de teléfono y google incorporado todo para su conveniencia, y tras tenerme media hora buscándole diversos hoteles (o todos llenos o muy caros para su caprichoso bolsillo), y preguntarme si era africana (con mucho desprecio en la voz) e informarle de que era irlandesa (sí, no se cuestionan el acento, se quedan tan panchos, como yo), me dice que quiere hablar con alguien con mejor inglés que yo, que no me entiende. Vaya, porque hasta ese momento, sí que me entendió lso quince hoteles que le ofrecí, los precios y la dirección... Así que en no muy buenos términos le dije que allí no había nadie con mejor inglés, que si no podía entenderme era problema suyo, que ella también era difícil de entender. Y me colgó, claro. No sé si esta llamada me traerá consecuentas posteriores, pero la verdad... no me importa.

-Y por últimmo, un señor (americano, cómo no), que se permitió decirme que hablo demasiado rápido y cuesta trabajo entenderme, que tengoque hablar más despacio (si a veces juro que parezco retrasada mental... de lo lento que hablo). Así que le completé la reserva, le dí las gracias por el consejo y le aseguré que lo tendría encuenta... JARRRRR

Y luego tenemos esa manada de lechuguinos que pretendes que les hagas la reserva en dos segundos, que antes de darte el nombre ya quieren darte la tarjeta de crédito y desean que, por arte de magia, les adivines el nombre, apellidos, numero de telefono y el email porque simplemente no tienen tiempo...

lunes, 1 de abril de 2013

Hostal Marrieta, digame...? y otras cosas

La vida sigue. Desde el lunes pasado ya estoy sola al teléfono, metiendo la pata de vez en cuando, intentando ayudar a los que solicitan precios de habitaciones por hoteles de todo el mundo desde el otro lado del teléfono y sufriendo el abuso y el que te cuelguen sin más de los americanos, esos seres que siempre hablan con una patata en la boca y se niegan a deletrear en la mayoría de los casos. Para ellos es insultante que les atienda alguien que no está en el hotel al que pretenden contactar y que encima ese "alguien" no sea americano. El martes, de 20 llamadas americanas, me colgaron 12. Y no es porque no los entienda, que a estas alturas de la película y con 16 años viviendo en Irlanda poco problema tengo con la mayoría de acentos (es difícil, eso sí, entender a algunos indios y pakistaníes, pero suelen colaborar y deletrear y ser pacientes), pero los americanos en su mayoría ni vocalizan ni tienen paciencia ni parecen tener cerebro.
Las conversaciones con ellos tras el ritual de "gracias por llamar a... le atiende xxx... en qué puedo ayudarle?" siempre se suceden del mismo modo, y nos ha sucedido a todos, por lo que hablamos luego entre nosotros. Te empiezan diciendo que quieren una habitacion individual, doble o triple y hasta el tipo de cama (doble, queen, king o dos individuales), las fechas y hasta el motivo del viaje, pero cuando les preguntas en qué hotel ya te los imaginas frunciendo el ceño a la vez que te dicen de muy malas ganas: "pues para el XX" (aquí léase la cadena del hotel, que para ser más claros vamos a llamar Marrieta.
Marrieta tiene hoteles por todo el mundo, de diversos tipos, desde el lujo más insultante hasta el precio más asequible. Además, tiene "acuerdos" con empresas varias de todo el mundo, ofreciendo sustanciales descuentos a sus empleados. Y a los ciudadanos de la tercera edad. Por tanto, digamos que uno de los más solicitados en los USA es el que aquí vamos a llamar "Yard de Marrieta". Cuando después de soltar su discursito les preguntas para qué hotel, la respuesta suele ser "Para el Yaaaaard". Tú te armas de paciencia y les dices, "Sí, sr./Sra... tenemos Yards por todos los EEUU. ¿me podría decir por favor el nombre del hotel?" a lo que te vuelven a contestar: "Yard, de Marrieta...?" Aquí ya hemos perdido la paciencia ambas partes.

Ellos, porque no saben ni lo que piden. Yo, porque ya me imagino lo que viene. Para poder encontrar el hotel les pregunto en qué ciudad, estado, etc. Suelen ser parcos. En Dallas tenemos unos 20 "Yards". A veces les preguntas si saben la direccion del hotel y te la dan (si les pillas la pronunciacion, claro, porque a veces me imagino a una negraca oronda en lo más profundo de los pantanos de algún pueblecito perdido de Nueva Orleans...

Muchos suelen ser bastante rudos y maleducados. Para evitar perder mi tiempo y el de ellos, cuando la llamada me entra desde EEUU (cosa que veo en el tfno.) suelo decir bien despacio "Gracias por llamar al Centro de Reservas de Yard". Ahí ya les debería quedar claro que no están llamando al hotel. De hecho, desde que hago esto, muchos preguntan directamente: "Estoy hablando directamente con el hotel?" y ahí suele acabar la conversación porque parece que no se fían de nosotros. 
En una ocasión un señor mayor me prguntó en qué parte de Filipinas teníamos la sede. Le aclaré que estábamos en Irlanda y se lo tomó mejor. Teniendo en cuenta que muchos americanos descienden de irlandeses, es bastante el respeto que le tienen a esta isla que se mueren por visitar al menos una vez en la vida...

Sigo buscando otro trabajo. Durante todo este mes de Abril mi horario es de una y media de la tarde a diez de la noche, dejándome absolutamente sin vida. Eso sí, tiene una cosa buena: entre llamada y llamada puedo leer. Hay mucha gente que no puede concentrarse, leer una página o dos y ser interrumpido en lo mejor con una llamada, pero a mí de momento en este sentido, me va bien: me concentro perfectamente y eso me permite desconectar entre llamadas, sobre todo si ha sido una de las consideradas "difíciles". Y leo con rapidez así que adelanto bastante mis lecturas. También tengo una libretita donde apunto todas esas llamadas "curiosas" o "difíciles" o que merecen la pena ser contada y tengo planeado de vez en cuando... escribirlas aquí.

Uno se piensa que hacer una reserva para un hotel es lo más sencillo del mundo y no se requiere mucho cerebro, pero el training y toda la información requerida le embota a uno las neuronas. No todo es banco o negro. Hay bonos de descuento, hay un programa de fidelidad con puntos y niveles normal, plata, oro y platino, que da derecho a los dueños de dichas tarjetas de fidelidad a tener diversos descuentos, noches gratis o paquetes especiales de los que has de conocer los códigos. Y luego, naturalmente, están los preguntones: esos que quieren saber desde el color de las colchas al tamaño de la bañera. Los que te preguntan a cuánto queda andando la plaza tal o el museo cual (gracias a dios tenemos herramientas para ello y yo suelo tener el google abierto y tirar de mapas, me parece lo más sencillo).
Los españoles, cuyas llamadas realmente disfruto porque son super educados (aún no he tenido problema con ninguna de estas llamadas), suelen preguntar más por precios, paquetes especiales o si el hotel está céntrico. Las señoras ya entraditas en años suelen preguntar muchas más cosas, desde las vistas desde la habitación (que yo no puedo garantizar, y así se lo digo, que depende de la disponibilidad del hotel), hasta dónde hay una peluquería donde arreglarse el pelo para la cena...

En fin, no os aburro más con el tema. En otro ámbito de cosas, el guiri se me aburre mucho. Aún no ha encontrado trabajo y esta semana ha pasado una gripe en una semana que ha sido bastante fría, con nieve, lluvia helada y viento ártico, por lo que no ha podido salir más que a hacer un par de gestiones. Creo que le agobia mucho más el hecho de estar en casa todo el día (me la tiene impoluta), que el hecho de no haber encontrado nada aún. 
Le llamaron de una agencia para trabajar un solo día. Le dijeron que le llamarían de nuevo en el futuro pero todo para trabajos así, contratos de uno o dos días. Empezó a trabajar a las 10 de la mañana y acabó a las 9 de la noche. Cuando fue a la semana siguiente a cobrar, se encontró un cheque de 36 euros. Le dijeron que el resto lo tenía que solicitar a la oficina de impuestos, que al no haber entregado unos papeles (que nunca le pidieron), tenía que solicitarlo él. Llamó ala oficina de impuestos y ya solucionó el tema, pero como está cobrando el paro, también tuvo que ir a decirlo allí y le han descontado 60 euros del paro de esta semana, con lo cual... ha acabado trabajando el día como un mulo... y gratis. Y ni siquiera le sirve como para "abultar" el Cv, así que le he dicho que no se moleste más en coger trabajos de un día porque no merecen la pena monetariamente... al final se lo descuentan por todas partes...

Este fin de semana teníamos planeado dar un paseo por La Marina y llegar hasta el castillo de Blackrock, pero ayer llovían chuzos de punta y hoy las temperaturas casi que dan risa... dos grados con sensación térmica de menos cinco, con un aire helado que corta la cara. Ganas dan de coger unos leotardos y hacerle unos agujeros para los ojos y la boca y encasquetármelo. Así que nos hemos quedado en casa, excepto ayer que desafiando la lluvia decidimos ir al museo municipal en el Fitzgerald park (el parque que visité el otro día) solo para encontrarlo cerrado (a pesar de que le cartel de la puerta ponía que los Domingos abren de 3 a 5 y eran las 4 de la tarde...)

Mi calle, después de todo, no es tan tranquila como parece. Bueno, está el caso de la vecina de la casa a mi izquierda, que durante el día tiene un negocio en la casa de cuidado de perros y de "peluquería/belleza canina". y además, en una casita que no es más grande que la mía, tiene nada menos que 3 perros suyos que se pasan toda la puta mañana ladrando. ¿La mnañana...? ¡El día entero! Me gustan los perros, pero no tenerlos en la oreja todo el día, especialmente cuando estoy libre y quiero dormir... y si me pongo tapones para los oidos... entonces no oigo el despertador!!

Y ayer, Domingo de Pascua, los irlandeses celebran el alzamiento de 1916 contra los ingleses que culminó, poco después con la independencia de la República del país vecino, y cada año los Republicanos marchan por las calles de las ciudades en su conmemoración. En Limerick eran cuatro señores mayores con uniformes apolillados y una banda de unos pocos gaiteros como -si no recuerdo mal- os he enseñado en algún post en el pasado cuando me han despertado con sus gaitas o tambores. Aquí pasaron por delante de mi puerta ayer y no solo eran militares y una banda consistente, sino muchos ciudadanos a pie, camino del cementerio de St. Finbarrs a dejar flores y proonunciar un discursito ante la tumba de los caídos en batalla.




No en vano Cork se conoce como el "Rebel County" (la Provincia Rebelde), siendo el lugar donde nació Michael Collins, el héroe nacional más admirado en todo el país. Tanto que... hasta nosotros tenemso una foto suya que nos regaló enmarcada el tío de Jay puesta en el salón de casa, algo muy común por estos lares.

Y aunque estoy agobiada en el trabajo, intento no quejarme demasiado, porque tengo la impresión de que ya estaba cansando al personal y porque el guiri empezaba a preocuparse seriamente. Intento ocupar mis horas de asueto con lo que buenamente puedo, aunque mi escritura de momento se ha ido a tomar por saco, porque no me insipiro nada de nada. Además aun me quedan un par de cajas por abrir, ordenar mis tebeos adecuadamente por orden y recolocar algunos libros... y no estoy por la labor ultimamente. 
Quiero seguir descubriendo rincones de Cork que no conozco... caminar por calles que no suelo caminar porque no me cogen de camino a nada... hacer rutas (que hay muchas) a lo largo del río... y seguir conociendo los pubs de la zona, que desde que llegué a Cork hemos salido a tomar cervezas más que en los últimos dos años en Limerick y no tiene nada que ver con que mi nivel de alcoholismo haya subido, no se me preocupen. A veces simplemente paramos de hacer compras en el centro a descansar y tomarnos una o dos cervezas... o el sábado pasado, mio primero en turno hasta las diez de la noche, que como no había muchas llamadas, pidieron voluntarios para irse a casa una hora antes, así que una compañera y yo decidimos irnos a tomar algo, llamé al guiri, y acabamos de copas hasta las dos de la mañana... al menos me relajo y descubro nuevos sitios...

Y esta ha sido, más o menos, mi semana...