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domingo, 12 de febrero de 2012

Una de Whitney

En 1992 Whitney, gracias a la banda sonora y a la película de El Guardaespaldas junto a Kevin Costner estaba hasta en la sopa. La película fui a verla al cine con el que entonces era mi... ejem... marido. Un año después, compramos el film en VHS y lo visionamos en casa muchas, muchas veces. También compré el CD. O mejor dicho, lo compró él.
Mi ex lloró a moco tendido con El Club de los Poetas Muertos, película que se resistió a ver cuando la compré porque creía que era una moñada. Sin embargo, un día me confesó que El Guardaespaldas era su película favorita y que no se cansaba de verla.

El día que nos separamos, cogí todas mis cosas. El CD y el VHS de El Guardaespaldas se lo quedó él. Desde entonces, no he vuelto a ver la película. Aunque sí recuperé la banda sonora.

En una de mis primeras "citas" con el guiri, le pregunté si El Guardaespaldas formaba parte de su lista de películas favoritas. Mirándome como si de pronto me hubiera salido una segunda y tercera cabeza sobre los hombros, me preguntó incrédulo:

-¿Y por qué razón tendría semejante moñez que formar parte de mi lista de películas favoritas? ¡Vaya mariconada!

Creo que el guiri tampoco ha visto El Club de los Poetas Muertos, aunque esta sigue en mi lista particular de grandes películas. 
Tal vez por estos pequeños detalles es por lo que uno se enamora. Desconfío de un hombre que admita que le gusta The Bodyguard, a no ser que sea gay, claro.


martes, 13 de abril de 2010

JUANA

Un documental digno de ver, dura poco más de ocho minutos. Rocío Navas y José Velasco demuestran visualmente lo que un pasodoble del carnaavl gaditano les inspiró. La letra de la canción de fondo es la del pasodoble, versionada por Alejandra Fernández, vocalista del grupo Stereo Love.

Porque no todos los golpes vienen del mismo frente...

Y he aquí el pasodoble original:


viernes, 29 de enero de 2010

SAVOY

El pasado fin de semana, aprovechando nuestra estancia en Dublín y dado que en Limerick era imposible conseguir entradas para cualquiera de los dos cines que proyectaban Avatar en 3D, decidimos probar suerte en la capital. Por logística, primero pensamos que los nuevos cines del Centro Parnell era una buena idea. Un multisalas nuevo, con asientos de anfiteatro, supermoderno, con un buen sonido. La suerte quiso que todas las localidades estuviesen vendidas y así acabamos paseando en dirección a O'Connell Street, donde desde 1929 se alza el Savoy, el cine en operación más antiguo de la isla. Es un cine añejo, con sus asientos tapizados de rojo, que ha sabido adaptarse a los tiempos y envejece con orgullo y dignidad. Y tenían entradas disponibles. Eso sí, en pocos minutos se llenó el aforo.



El cine fue construído en el antiguo solar del viejo Granville Hotel por la compañía Associated Cinemas Ltd. El lujoso auditorio tenía 2789 asientos, y la primera película proyectada en su sala fue On With The Show. En 1954 se alteró para dar cabida a la pantalla de CinemaScope y se mostraría la primera cinta en widescreen en Irlanda: The Robe.
Además de ser el cine más antiguo del país, es el más modificado de la historia de Dublín. En 1969 conseguiría su segunda sala y en 1975 el anexo Restaurante Savoy pasaría a ser la tercera pantalla, con 200 asientos. En 1979 llegan las subsecuentes divisiones, incorporando un total de cinco salas. en 1988 se le añade otra sala más, pero durante el proceso perdió un tercio de su capacidad.
No concluirían aquí las renovaciones, y en 2004 el Box Office se muda de las dos casetas situadas a ambos lados de la entrada al área donde se ubicaba hasta entonces una pequeña tienda.
Es en este cine donde tienen lugar las premières de un buen número de películas, la mayoría de las cuales tienen conexiones irlandesas. Por ejemplo, Once, Alexander o The Man in the Iron Mask celebraron su primer pase en el Savoy, y aquí se celebra el Jameson Dublin International Film Festival y el Surprise Film.
Quizás los asientos no sean los mejores, ni la decoración tan cool, ni tenga pantallas con trailers por todo su hall ni apeste a palomitas recién hechas (la tienda ni siquiera está a la vista), pero es un cine como los de antes, donde vas a experimentar el puro placer de ver cine. Uno de esos cines de los que por desgracia, quedan cada vez menos...

¿Si me gustó Avatar? Sí. Pero eso es lo de menos.






sábado, 19 de diciembre de 2009

UNA ANECDOTA DE LA QUEDADA

Las que asistieron a la quedada con Purita en la cafetería recordarán esta anécdota contada por la autora, con la cual acabamos redondas por el suelo de pura risa.
Resulta que hace pocos días se vio con Santiago Segura. Santiago acaba de finalizar el rodaje de una película sobre el Gran Maestro del cómic Vázquez, y donde también aparecerá una actriz encarnando a Pura Campos a su llegada a Bruguera.
Y la verdadera Campos nos contaba cómo al parecer Santiago se encontró en la calle con unos fans y admiradores de su trabajo (el del actor) y le preguntaron si les podría firmar un autógrafo. Santiago, tras tantear sus bolsillos se dio cuenta de que no llevaba ni bolígrafo ni papel, por lo que les dijo en su peculiar tono:
-"Lo siento, muchachos, no llevo ni papel ni bolígrafo, pero si queréis os doy un rato la mano".
Tras partirnos de la risa, comenzamos a sugerir maneras de poner los tomos de Esther en ebay y conseguir un buen precio: "Esther y su mundo. Tomo personalmente abrazado por Purita Campos durante 15 segundos..."
Mi próximo paso es conocer a Santiago Segura. Siempre he querido, pero por circunstancias de la vida no he podido... Y me he visto casi todas las películas en las que ha salido aunque sea por breves segundos (como en la subasta de Hellboy 2, acariciando un gato blanco, Persa, si no recuerdo mal). Y en Blade, o Perdita Durango.
Ya sé que soy rarita, pero a mí Santiago me pone. Hay algo en esa sonrisa, en esos ojillos... y sobre todo ese sentido del humor, que ya sabemos que a las mujeres no se nos conquista sola y exclusívamente por el físico. Un hombre no ha de ser terriblemente arrebatador para atraernos... También me pone Jack Black, quien por cierto fue nombrado por no sé qué revista como el hombre más adorable votado por no sé cuántas miles de féminas en todo el mundo...
Y ni qué decir tiene que estoy "abonada" a la página de Santiago en Facebook, la lleve él o su agente o su vecino, me da igual. Me entero de cotilleos diversos, aunque aún no me he atrevido a confesarle mi amor incondicional: eso sería demasiado friki y estoy segura de que Barbarita no lo aprobaría...

lunes, 26 de octubre de 2009

ED GEIN, INSPIRACION TERRORIFICA (Especial Halloween II)

Ed Gein fue uno de los asesinos en serie más brutales y despiadados de la historia del crimen de EEUU. Y también la inspiración para algunos de los personajes del cine y la literatura más terrorífica. En él se inspiraría Robert Bloch para crear a Norman Bates en Psicosis, y en él está inspirado también la casa y el personaje de Leatherface en La Matanza de Texas, o Buffalo Bill, el asesino psicópata de El Silencio de los Corderos. Es la base para el personaje de American Psicho y tantos otros. Y es que este asaltador de tumbas, necrófilo, asesino y caníbal era el mismo demonio impersonado. Y a pesar de ser considerado uno de los más famosos y peligrosos asesinos en serie, a Gein sólo se le conocen dos víctimas.
Nacido en Plainfield, en Wisconsin, en Agosto de 1906, de padre alcohólico y madre dominante, temerosa y ultra-religiosa, Gein creció como un chico solitario y tímido. Cuando Ed se acercaba ya a la treintena, su padre murió y él y su hermano Henry se encargarían del trabajo de la granja en la que habían crecido. Ambos permanecerían solteros toda su vida debido a la costumbre de su madre de despotricar sobre cómo nadie les correspondería a su amor porque sólo ella podría amarlos como se merecían.

La granja en sí no producía ninguna ganancia, era una vida dura para los hermanos. Henry murió poco después supuestamente tratando de apagar un fuego en unos matorrales cercanos a la edificación. Su madre sufriría una apoplejía en 1944 que la dejaría discapacitada y Ed la cuidó durante un año hasta que una segunda hemorragia cerebral se la llevó de este mundo en 1945.

A los 39 años de edad, Ed Gein estaba solo en la vida por primera vez, y de este modo, su ya apartada existencia se cerró más y más fuera de la sociedad y de la realidad. Ed empezó a leer textos anatómicos y médicos y por primera vez mostró un interes especial en el cuerpo femenino. Con el subsidio que recibía del Gobierno, Ed ya no necesitaba trabajar en la granja, aunque de vez en cuando realizaba alguna chapucilla en los alrededores de Plainfield si necesitaba dinero rápido. Muchos de los vecinos de la pequeña localidad le tenían por una persona un tanto rara, pero suponían que su soledad le había convertido en un excéntrico. Poco podían saber que su soledad le habia transformado en un maníaco.
Viviendo en una casa tan grande, Ed decidió sellar cada habitación de la granja excepto por su dormitorio y la cocina. Su gran dependencia materna supuso que no supiera enfrentarse a la muerte de su progenitora, y así, tal y como se describía en Psicosis, intentaría sacarla del mundo de los muertos. Se rumorea que cuando no pudo devolverle la vida, la desolló, y curtió la piel preservando su físico femenino. Más tarde confesaría que se vestiría con piel de mujeres con frecuencia y que se pondría las ropas de su madre. Esta costumbre fetiche se convertiría en una obsesión y Gein adoptaría una fascinación enfermiza con la forma femenina alimentada con sus textos anatómicos.

La primera señal de la inminente locura de Gein aparece cuando empieza a robar tumbas frescas. Se llevaba parte de los cuerpos a su casa, donde las preservaba. Toda esta actividad pasó inadvertida durante años. Su falta de conocimientos carnales le hacía sufrir una confusión patológica sobre su amor por el cuerpo femenino, no estando seguro de si quería ser una mujer o simplemente le gustaba el tacto de los genitales femeninos. De hecho, a menudo pensó en castrarse a sí mismo, pero decidió que era suficiente con colocarse los femeninos sobre el suyo. Sus habilidades con el tratamiento de la piel mejorarían con la práctica y pronto se hizo un cinturón de pezones humanos, un chaleco de piel que llevaba en ocasiones especiales, adornos colgantes hechos de narices, y utilizó cráneos para adornar los postes de la cama y hacer cuencos. Su afición por la piel humana escaló con el tiempo y no siempre había tumbas frescas a las que recurrir, y esto llevó a Gein a matar por primera vez.

Su primera víctima conocida fue Mary Hogan, de 54 años, que desapareció de la taberna que regentaba en Diciembre de 1954. Después comenzaría a espiar los movimientos de Bernice Worden, que trabajaba en la droguería local. Cuando supo que su hijo, que era ayudante del sheriff estaría fuera de cacería el Sábado 16 de Noviembre, decidió que visitaría a Bernice. Cuendo el hijo regresó por la tarde, encontró la puerta de la tienda cerrada pero las luces encendidas. Tras proceder a mirar en el local y comprobar la desaparición de su madre, halló también una mancha de sangre cerca de donde la caja registradora debería haber estado, robada por Gein. El ayudante del Sheriff encontró, sin embargo, un recibo de anticongelante hecho por Bernice a Gein.

La Policía temía lo que pudiera encontrar en la granja de Gein, pero ni por asomo imaginaron lo que hallarían en la que bien puede llamarse "la casa del terror". La evidencia recogida sería suficiente para provocar pesadillas al más fuerte. Al llegar, ya notaron el olor putrefacto que provenía del interior. En el cobertizo de la leña encontraron el cuerpo sin cabeza y desnudo de Bernice, colgando boca abajo de un gancho y abierto en canal. La cabeza e intestinos se encontraron más tarde en una caja y el corazón en una olla en el horno.

Un registro a fondo acabaría con el descubrimiento de restos de al menos 15 mujeres en la casona. Se encontró la piel de diez cabezas humanas, y otra piel del torso de una mujer, cuatro narices, fragmentos óseos, piel humana convertida en asientos para sillas, piezas de genitalia sazonada en una caja y varios órganos en la nevera. Gein confesó haber matado a las dos mujeres que, según dijo, le recordaban a su madre. A pesar de la evidencia, insistió en que no había cometido necrofilia o canibalismo, sino que utilizaba los restos para "decorarse" a sí mismo y a la casa.

Las autoridades pudieron relacionarle sólo a los asesinatos de las dos mujeres, aunque sospechaban que había matado al menos a otras cinco personas, incluyendo a su hermano, dos chicas adolescentes y otros dos hombres que habían trabajado en la granja.

Gein fue encerrado en el Central State Hospital de Waupon, diagnosticado con demencia, y en 1978 pasó al Mendota Metal Health Institute. Se dice que fue siempre un preso modelo, de personalidad agradable, discreto y educado. Murió de problemas respiratorios y fallo cardíaco por un cáncer en 1984 a los 77 años.

La granja se quemó hasta los cimientos en 1958. Se cree que el fuego fue provocado. Su coche fue vendido a un promotor ambulante que cobraba en ferias para ver el interior del vehículo que había transportado los cuerpos.

Su tumba fue vandalizada durante años, los morbosos cazadores de souvenires se llevaron trozos de la piedra hasta que esta fue robada finalmente en el 2000. La lapida fue recobrada en Junio del año siguiente y ahora se conserva en un museo del Condado de Waushara, en Wisconsin.

domingo, 11 de octubre de 2009

La buena, la mala, y una de Tarantino... que no es de Tarantino

Cada Sábado solemos alquilar un par de películas. Creo que a partir de hoy haré una sección los Domingos sobre ellas, porque nunca me he tragado tanta mierda como en las últimas semanas. El problema de alquilar tanto Dvd es que llega un momento que lo has visto todo. A veces, por ser tan buenos clientes (durante la semana también alquilamos alguna), nos han llegado a dar películas gratis. Anoche fue una de estas ocasiones, y acabamos hasta las cuatro y pico de la mañana viendo Looking for Eric, Synecdoche NY y Hell Ride.

De la primera no tengo nada malo que decir. Una película correcta, para el lucimiento de Eric Cantona y dirigida por Ken Loach que comenzó de manera aburrida (mucho acento de Manchestah, mucho diálogo trivial y familias disfuncionales), para subir en crescendo a un final apoteósico. Y una frase para el recuerdo: "No soy un hombre cualquiera. Soy Eric Cantona". La sinopsis del film la podéis encontrar en cualquier búsqueda en Google. Pero no es una película sobre futbol aunque sí un claro homenaje a la carrera de uno de los jugadores más... locos de la historia.
La segunda película, Synecdoche NY, con Phylip Seymour-Hoffman y un buen elenco de actores me aburrió soberanamente, hasta el punto de que al menos los últimos tres cuartos de hora de la misma los pasamos a velocidad acelerada. Es una película larguísima (no me creo eso de los 124 minuos, juro que fueron como veinticuatro horas más) cuya sinopsis no podría siquiera empezar a comentar: no tiene ni pies ni cabeza, es un absurdo total de principio a fin (si es que tiene un fin), con situaciones completamente bizarras, como el hecho de que uno de los personajes (interpretado por Samantha Morton) vive en una casa que es perpetuamente devorada por las llamas. O el hecho de que el protagonista (Seymour-Hoffman) tenga un diario de su hija que se escribe solo aún después de su marcha. O el absurdo cambio de acento de Jennifer Jason Leigh, que pasa de su acento normal al francés y luego al alemán... O que cuando se esté muriendo utilice traducción simultánea vía auricular con Hoffman para entenderse...
No sé, quizá aquí aplicarían muchos de los conceptos de Sergio aunque no creo que nadie esté en su mejor momento, pero quizá sí que sea una película para cinéfilos. Para mí, una insoportable mierda, lo siento. Si alguien entiende qué tipo de alegoría trataba de hacer llegar al espectador, que me lo explique, porque yo lo único que entendí es que es la película en la que intervienen más actores usados a lo largo de toda la saga de Hannibal Lecter.
La que sí me gustó bastante es Hell Ride, presentada y producida por Tarantino (que no dirigida), y con un tufillo a lo mejor de Tarantino/Robert Rodríguez que quita el sentío. Hay imágenes claramente sacadas de Desperado/El Mariachi de Rodríguez, otras de "clásicos" de Tarantino como Reservoir Dogs, y muchos, muchísimos, de sus actores fetiches: Michael Madsen, Larry Bishop, David Carradine... y mucha, mucha teta de plástico y culos imposiblemente duros. El cásting también incluye a Dennis Hopper, Eric Balfour y un hilariante Vinni Jones.
La película está dirigida por el mismo Larry Bishop, que coincidió con Madsen en Kill Bill 2. El nombre de su personaje, Pistolero, es un homenaje a Robert Rodríguez en Desperado. La idea de la trama es de Tarantino (sus influencias se notan), tras ver The Savage Seven (1968) con Larry y decirle que el destino quería que hiciera la mejor película de moteros de la historia y que él la produciría.
La música ha sido seleccionada personalmente por Tarantino y eso se nota, es su estilo. Algunas de las canciones de la banda sonora, además, han sido escritas e interpretadas pro Robert Rodríguez.
La violencia y la acción está asegurada y también el humor sardónico que caracteriza este tipo de películas. Quizá no es "el mejor film de moteros de la historia", pero me despertó del sopor que me produjo la anterior pifia. Y Vinni Jones está, como siempre... estático.

lunes, 10 de agosto de 2009

AYA




Esta es Aya. A muchos os sonará su rostro, su nombre. Aparece siempre al término de cada capítulo de 1 Liter of Tears, dorama que he descubierto (cómo no) gracias a la ayuda de Elphaba. Sin ella, habría permanecido en la inopia sobre la vida de esta fantástica persona que durante diez años batalló sin dejarse vencer contra su enfermedad.

Aya Kito tenía solo 15 años cuando fue diagnosticada con la enfermedad degenerativa de Ataxia Cerebroespinal (SCA), un tipo de enfermedad genética progresiva. En el caso de Aya, su progresión fue bastante rápida, y murió a los 25 años de edad.
Durante sus diez años aprendiendo a aceptarse tal como era en cada instante, Aya demostró su fortaleza mental y física hasta el último minuto. Primero perdió la coordinación de movimiento de las piernas y se vio confinada a una silla de ruedas. Sus cuerdas vocales también se vieron afectadas, haciéndole difícil dejarse oir y finalmente perdiendo la capacidad de hablar del todo.
Aya canalizó toda su energia en escribir, a traves de sus diarios, sus experiencias, pensamientos y reflexiones, consciente de que podrían ayudar a otros con su misma condición. Los diarios fueron publicados dos años antes de su muerte. Aya continuó escribiendo prácticamente hasta el último momento, cuando sus manos ya no podían siquiera sostener un bolígrafo. Su medio de comunicación era un tablero con letras con el que formar palabras.
El legado de Aya va más allá de un melodrama en serie o en película o incluso unas palabras impresas en un libro que a día de hoy ha vendido unos 20 millones de copias. El melodrama más terrible es la vida misma, y eso jamás podrá reflejarse en unos actores, por muy buenos que sean. Tanto Erika Sawajiri en la serie como Asae Oonishi en la película logran alcanzar el alma del espectador con sus rendiciones cargadas de angustia y dolor. Uno se acostumbra a ver sus rostros, y el final se hace aún más inconsolable cuando lo sientes como propio.
La serie, del 2005, puede verse aquí al completo y la película aquí. Existe también un especial de tres horas de duración que Fuji Television aireó en Abril de 2007 y que sitúa la acción seis meses después de la muerte de Aya y se centra en las vidas de Haruto Aso, ya convertido en doctor en el mismo hospital en que Aya fue tratada y en Ako Ikeuchi, la hermana menor que ahora es enfermera interina. Haruto tiene una paciente de 14 años que se niega a hacer rehabilitación o tomar su medicación porque en el colegio está siendo acosada por los compañeros a causa de su enfermedad, la misma que padeció Aya, y ha perdido el deseo de vivir. La mayor parte de este especial consiste en un amplio resumen de la serie original, recorriendo los momentos especiales de la vida de Aya durante su padecimiento.
Parece se que también hay una producción de Indonesian Production House que es un claro plagio del drama original, esta vez llamado Buku Harian Nayla (El Diario de Nayla), y que ha sido ya reportado y está a la espera de ser legalmente resuelto. La adaptación China se llamó Tears of Happiness.
"Esta enfermedad... ¿Por que me escogió? (...) ¿Cuál es el
propósito de mi vida?(...) Siempre que pienso en el futuro, acabo en lágrimas
(...) ¿Madre, podré casarme algún día?
(...) Mi vida es como una flor que aún no ha florecido. Desde
el principio de esta juventud, quiero atesorarla y no arrepentirme de nada
(...)"
Aya Kito.
Aya dijo una vez que al escribir, sentía como si fuera a vivir siempre en sus palabras. Aya Kito vive aún en todos los que la hemos sentido. Y vive en Facebook.

sábado, 11 de julio de 2009

LAS VIEJAS GLORIAS


Ayer volví a ver uno de mis clásicos favoritos junto con Whatever Happened to Baby Jane?.
Me gusta ese ambiente sombrío del film, esa sensación de claustrofobia en la que te va metiendo poco a poco y de un modo tan sutil que apenas lo notas, como el protagonista, hasta que es demasiado tarde.
Gloria Swanson representa un papel sublime, arrastrando a ese pobre guionista a su red de tramas fantasiosas, a una vida que sólo transcurre en su mente.
Una vieja gloria venida a menos, deseando salir de esa oscuridad en la que no quiere estar, buscando la fama de nuevo a toda costa aunque ya no la merece. Nadie la recuerda. Se ha convertido en una sombra patética de lo que algún día fue.
Por desgracia, no se da cuenta de ello. O no quiere verlo. Un claro ejemplo de que las viejas glorias deberían quedarse en el olvido, para ser recordadas por lo que fueron, no por lo que pretenden ser. Aunque algunos no saben ni lo que quieren volver a ser, hay una gran selección para escoger como ejemplo en la televisión nacional de los últimos años, gente que vive de los recuerdos y parece despertar de un estupor para convertirse en un friki triste y pasearse por los programas de cotilleos vendiendo sus fabricadas "noticias".

Y luego, por supuesto, están estas "Viejas Glorias". Las del Carnaval del 96. Ahora que empiezan los festivales carnavaleros de verano...

miércoles, 1 de julio de 2009

MARUJAS ASESINAS

No conocía esta película hasta ayer. Me partí la caja literalmente. Y aprovecho para promocionar la página de mi amigo Joan, para esas almas estresadas o simplementes abrumadas por el aburrimiento que requieran un poco de confidencialidad. Especializado en bipolaridades.



lunes, 27 de abril de 2009

UN PAIS DE CINE

Este post se lo dedico a todos esos fanáticos, aficionados, amantes y admiradores del Séptimo Arte, pero en especial a Blas, por iniciar un interesantísimo debate en uno de sus posts dedicados a Escocia.
Y es que muchas veces, lo que vemos, no es lo que parece. Pensar que la mitad de Los Vigilantes de la Playa se rodó en las costas irlandesas puede parecer una bola del tamaño de un castillo, y sin embargo, es cierto... si sólo en boca de algunos irlandeses en la barra del bar (incluido el guiri), que juran y perjuran que algunas escenas se rodaron en las costas del sur aprovechando la escasa presencia de bañistas y la intensidad del oleaje. Si esto es cierto o no, no lo sé. No he sido capaz de encontrar información alguna al respecto en Internet, por lo que dudo de la veracidad de tales nuevas. Pero deseaba compartirlo con vosotros como hecho anecdótico.

Las que sí se rodaron en Irlanda fueron películas épicas y de renombre, en mayor o menor medida, usando un fondo que "posaría" como otro. Una de ellas es Educating Rita, donde el maravilloso Trinity College sirve como un Oxford donde Michael Caine y Julie Walters comienzan su estimulante romance. Pero no sólo el Trinity College. Toda la película fue rodada en Dublín en diferentes escenarios.


Braveheart escogió rodar en Irlanda algunas de sus principales tomas, utilizando la Torre del Homenaje del castillo King John en Trim y su espectacular paisaje para algunas de sus escenas, y el castillo de Dunsoghly (Co. Dublin) como el Castillo de Edimburgo. Las escenas de batalla fueron rodadas en montañas y bosques del condado de Wicklow, en las Curragh Plains (batalla de Stirling Bridge), y en los alrededores de Ballymore Eustace. Otros lugares escogidos como centro de rodaje fueron la Abadia de Bective, el Castillo de Dunsany, Luggala Estate y St. Margarets, aparte de varias tomas en los Estudios de Ardamore, en Wicklow.

En la oscarizada The Crying Game, la escena del Carnaval tuvo lugar concretamente en Bettystown, en el condado de Meath, y las escenas del principio de la película en Irlanda del Norte, En Laytown en Armagh.



Excalibur es otra de las películas rodadas en el país, en escenarios de los condados de Kerry y Tipperary, y en Powerscourt Estate (la lucha entre Arthur y Sir Lancelot) y Roundwood (Wicklow).
Además, Powerscourt ha sido escenario para numerosas series de televisión y films, como por ejemplo King Arthur, Barry Lyndon, El Conde de Montecristo, Willow (la cascada), o Henry V (la versión con Laurence Olivier), entre otras.
¿Y qué me decís de Saving Private Ryan? Pues esas playas no pertenecen a Omaha Beach ni a cualquier otra playa de otro país, sino a Curracloe Beach, en Wexford, en cuyos valles también se filmaron otras escenas. El resto de la película fue rodada en Inglaterra.
The Devil's Own (1997, Harrison Ford, Brad Pitt) fue rodada en Clogherhead (Co. Louth), y Dublín.
El Medallón, de Jackie Chan, fue rodada en el Castillo de Dublín y en el de Dunluce en Bushmills, condado de Antrim.
¿La Princesa Prometida? Si, algunas colinas verdes y la escena en los acantilados (Cliffs of Moher)  pertenecen a la Isla Esmeralda.
Humm... ¿Y qué decir de Tristan e Isolda? Aparte de que la leyenda es Irlandesa, las escenas del fuerte se rodaron en Glissaun Beach, en Galway. También "se hace pasar" por Islandia.
Y luego, naturalmente están todas aquellas películas que se desarrollan en Irlanda y son "de aquí", como The Field, Song for a Raggy Boy (Los Chicos de San Judas, creo que la llamaron por esos lares), Intermission, Waking Ned, War of the Buttons, The Butcher Boy, Las Cenizas de Angela, Las Hermanas de La Magdalena, Breakfast on Pluto, Goldfish Memory, Evelyn, Este es mi Padre, The Wind that Shakes the Barley, The Last of the High Kings, Veronica Guerin, Michael Collins, El General, Mi Pie Izquierdo, Nora, En El Nombre del Padre, Postdata: Te Quiero, The Commitments, El Hombre Tranquilo, Agnes Brown, Circulo de Amigos, Bailando en Lughnasa, Far and Away (er, sí, esa misma), Laws of Attraction, La Hija de Ryan, Spin the Bottle, El Sobrino, The Van, The Snapper...
Tampoco quiero dejarme en el tintero películas como The Italian Job (la escena de la cárcel, en la cinta original), The Ligue of Extraordinary Gentlemen (no estoy segura si le pusieron alguna aberración por título en la España profundísima del doblaje y los cambios de nombre), Moby Dick, El Reino de Fuego, Molly Flanders y la serie para televisión Scarlett, entre muchas, muchas otras.
¡Si es que no es oro tó lo que reluce!

martes, 7 de abril de 2009

CINE, CINE, CINE, CINE, MAS CINE POR FAVOR...


No lo pude evitar. Me llamó la atención en El Corte Inglés la cantidad de películas antiguas que se han editado en formato Dvd. Tenía algunas en mis manos para comprar, cuando vi las de Paco Martínez Soria. Escogí dos. Luego vi otras, las dejé, rebusqué, elegí otros títulos. Finalmente vi el pack con diez películas y no tuve ninguna duda: tenía que llevármelo.
Soy una cutre-salchichera cuando se refiere a estos temas, lo sé. De pequeña no me habrían hecho tragar estas "españoladas" ni harta de vino, algunas las vi más tarde, en esos programas tipo Cine de Barrio. Paco Martínez Soria era un cómico excelente, aunque en su vida real dejaba bastante que desear. Pero ese es otro tema que comentaré luego. El caso es que ayer, que me moría yo sola (qué malita estaba, por Dios), me tiré en el sofá a la bartola después de llamar al trabajo y decir que no me esperasen, que no iba, que me moría mucho (no me tengáis pena, fue autoinfligido, media botella de Licor 43 que me traje de España, y claro... una ya no está pa esos lingotazos y el cuerpo se resiente).
El pack se compone de las películas:
  • La ciudad no es para mí
  • ¿Qué hacemos con los hijos?
  • El turimo es un gran invento
  • Abuelo made in Spain
  • Hay que educar a papá
  • El padre de la criatura
  • El abuelo tiene un plan
  • El alegre divorciado
  • Estoy hecho un chaval, y
  • Vaya par de gemelos

Ayer vi las dos primeras y me tronché de la risa, aunque debo confesar que alguna lagrimilla también se me escapó, en esas películas de voz en off y Madrid en blanco y negro. Qué le voy a hacer, me debo estar convirtiendo en ñoña o algo así, las malas influencias...

También me había comprado el libro de la biografía de Alfredo Landa (Alfredo el Grande, Vida de un Cómico), no por su calidad literaria o su información verídica y cercana sobre la cinematografía española, para qué nos vamos a engañar. La compré por su fama de múltiples cotilleos sobre los actores de la época. Ya me he devorado más de medio libro (lo que hacen horas de aeropuerto, vuelo y autobús) y no deja títere sin cabeza. Incluso de aquellos con los que se llevaba bien, suelta la lengua. Porque a ver, me encantan las biografías, pero aquellas de actores y/o actrices no me las compro para leerme su curriculum ni ver maravillosas fotos de estudio (para eso, al Wikipedia, la fuente de los que no buscan veracidad). Las compro para enterarme de lo que se cuece detrás de las escenas, para saber con quién se acuesta éste o el otro o a quién despelleja.

Y despellejar, don Alfredo se despelleja hasta a sí mismo. A Manolo Gómez Bur lo pone a caldo. Al parecer el hombre era chupacámara y chupaescenas de teatro, con cierta anécdota (o anégdota, como diría Marta Minguella), sobre una escenita en la versión teatral de Las que Tienen que Servir, donde el Bur para llamar la atención sobre su breve personaje, clavaba un alfiler a la gallina que portaba entre brazos para acallar las réplicas de las actrices que debían responder a su diálogo (una de ellas Concha Velasco, o Conchita como se la llamaba entonces).

Y otro que no se libra es Martínez Soria, que ya antes de saltar a la fama con sus películas era bien conocido en el ambiente teatral y un tacaño de cuidado. Al parecer muchas de sus interpretaciones se basaban en otro actor muy famoso de la época que ya al final de su carrera cayó en desgracia y que había sido mecenas de don Paco. Paco, en un "alarde" de generosidad, le empleó en su compañía teatral dándole papeles ínfimos por aún un más ínfimo salario, pero al parecer el otro señor calló y apechugó. Se dice que todos sus gestos, sus frases, eran calcos de aquellos que habían dado fama a su mecenas. Naturalmente el cine difunde más que el teatro y el otro actor pasó al olvido.

También defiende Alfredo el término "landismo" que se dio a su cine. Como bien dice, un actor a veces no es responsable de la calidad de las cintas en las que interviene. En esos tiempos a muchos actores no les quedaba más remedio que rodar lo que se les daba, no por dinero, sino porque les ligaba un contrato. Alfredo tuvo una mala experiencia con el Sr. Dibildos, que de modo sibilino y velado le hizo firmar un contrato donde durante tres años debía trabajar para él haciendo películas que financieramente a Alfredo le aportaban bien poco, mientras Dibildos se llenaba las arcas. Otras películas dibujaban bien en papel y luego eran un fracaso de taquilla. Y Landa defiende el "landismo" de forma singular. Es el único actor que ha dado nombre a un género cinematográfico. No existe en brandismo, o el marilynmoroismo o el charlotismo. Y ahí le aplaudo. Sí señor. Con dos cojones.

Y de este modo, aunque me troncho de risa con Martínez Soria mientras me descojono viva viendo a jovencísimos actores con nombres en diminutivo: Conchita Goyanes, Manolito Alexandre, Pepe Oneto, etc., Paco ya no será el mismo hombre a mis ojos: ahora diferencio completamente entre la imagen dulce, casi bobalicona pero en el fondo inteligente de este abuelete con cara de corral y la del hombre calculador y avaricioso que había detrás. Aún así, no puedo esperar para llegar a casa y tirarme de nuevo en el sofalito a ver otra entrega.

Creo que Sarah también se va a tomar unas vacaciones... mmm... ¿Qué decís?

domingo, 1 de marzo de 2009

EL DESPERTAR DE UN SUEÑO


Mientras veía la gala de los Oscars el Domingo pasado y las caras iluminadas de los jovencísimos protagonistas de Slumdog Millionare tanto en la alfombra roja como en el escenario, me preguntaba que sería ahora de estos pequeñajos que se metieron en el bolsillo a medio Hollywood y al mundo entero.
Porque estos niños ni son actores, ni viven en Los Angeles. Proceden del corazón mismo de Mumbai, de esos basureros gigantescos entre los que vive gente. Algunos han nacido allí, morirán allí. Entre apestosas cloacas, ratas y podredumbre.
Hoy en un tabloide respondían a lo que muchos ya sabíamos. Este es el artículo traducido:
Ha pasado tan sólo una semana y las pequeñas estrellas Azharuddin Ismail y Rubina Ali están a un mundo de distancia del glamour de Hollywood, de vuelta en la porquería del pueblo de chabolas que conocen como su hogar. Sólo que hoy, en lugar de charlar con Angelina Jolie, estarán saltando sobre cloacas al aire que atraviesan las calles, para ir a buscar agua al pozo comunal que sirve a cientos de familias en el suburbio pocilguero de Bandra en Mumbai.

Esta noche dormirán no entre las frescas sábanas de la cama de un hotel, sino que se encogerán en una mugrienta esterilla de bambú en un sucio suelo, muy cerca de sus familiares.
Sin embargo, ya están viendo el único hogar que han conocido con otros ojos. "Ya no me gusta tanto estar aquí", dice Rubina, de 9 años. "La gente no es tan agradable como en América."
Pero para recordar la lejana tierra que cautivaron con sus pícaras travesuras en la alfombra roja, las jóvenes estrellas sólo necesitan mirar sus brillantes y carísimas ropas -ahora arrugadas y salpicadas de barro.

Azharuddin, de diez años de edad, que en la película interpreta al pequeño Salim, también tiene una Nintendo DS roja, un regalo del director Danny Boyle. Pero no le serT posible recargarla cuando se le gaste la batería porque no hay electricidad en la choza en la que vive con sus padres.
Su casa no mide más que 1.2 x 2.5 metros. Las paredes son de láminas de plástico azul y amarillo cubierto de una empalizada apoyada contra postes de madera. No tiene lavabo, y en el exterior, perros, pollos y ratas se mezclan con desperdicios humanos y animales.
A unos escasos 300 metros, sobre las vías ferroviarias, está la casucha donde vive Rubina. La joven Latika del premiado film está mejor situada que Azharuddin. Su chabola mide casi 4 metros por 2.5m y está hecha de chapas de zinc corrugado pintadas de color rosa, y tiene electricidad, una televisión, un reproductor de dvd, una nevera y colchones.


Pero la casa que comparte con otros 8 familiares está en un callejón oscuro, frío y húmedo que hace de antesala a un páramo cubierto de basura. A menos de medio metro de su puerta hay una cañería abierta rebosante de aguas residuales.
No es sorprendente, así, que ambos jóvenes aún no puedan creer que hace una semana estaban en Los Angeles en medio del brillo y la ostentación de la noche de los Oscars, cuando su película ganó 8 estatuillas. Azharuddin -todavía vestido con su smoking-, ríe: "Conocí a todos estos actores y actrices, pero no tenía ni idea de quiénes eran. Angelina Jolie me pidió un autógrafo y me trató como a una gran estrella. Yo no tenía ni idea de quién era, tuve que preguntar a alguien más tarde. Fue la noche más memorable de mi vida. Nunca, jamás la olvidaré. Fue como vivir en un sueño."
Para Rubina, lo más destacado fue su vestido azul pálido, que aún lleva. Dice, "Cuando llegamos a América, el Tio Danny organizó el que tuviéramos alguna ropa. Nunca me habían dado tantos vestidos. Escogí siete y cuatro pares de zapatos. Me sentí tan especial en mi vestido de fiesta que no quiero quitármelo nunca. Me sentí como una princesa caminando por la alfombra roja."
Uno de los mayores shocks para el par de jovencitos fue el tener su propia habitación de hotel. Rubina explica que "nunca había dormido sola en una cama de verdad antes. Fue agradable, supongo. A Azharuddin y a mí nos encantó saltar en ella, y la rompimos porque saltamos con tanta fuerza. Teníamos una habitación cada uno pero me fui a dormir a su habitación. Su madre estaba allí también. Nunca he dormido en una habitación yo sola y tenía miedo, me sentí mejor durmiento con gente."

Ahora, de vuelta en India, Rubina lucha por reajustarse a su antigua vida. Su tío Mohid Din Khan, que fue su acompañante en el viaje, dice: "La niña no quería volver, pero todos hemos tratado de convencerla de que es ok." Rubina añade: "Me encantó Los Angeles, es menos ruidoso que Mumbai. Puedes divertirte pero también conseguir paz y tranquilidad."
Azharuddin, que según se informa, fue golpeado por su padre Mohammed fuera de su casa el pasado viernes, se enamoró de los EEUU tanto que quiere vivr allí cuando sea mayor.
El viaje supuso que fuera la primera vez que había subido a un avión y cuenta con orgullo: "No tenía miedo. Mis oídos se taponaron y estaba un poco preocupado pero todo fue bien. Me encanta Hollywood, la comida es increíble. Cuando sea mayor voy a conseguir un piso y vivir allí. Comí pizza, esa es mi comida favorita de todas, ahora. Comí comida china, perritos calientes y helado. Me gustó, aunque me habría gustado que tuvieran biryani también."
A pesar de haber regresado a su barrio, las vidas de estos niños ha mejorado desde que los descubriera el director de casting de Slumdog Millionaire en Bandra.
Los matricularon en una escuela de habla inglesa tras trabajar en la película el pasado Junio. Boyle les envía 20 libras (unos 25 euros) al mes para pagar los cochecitos tirados por hombres que los llevan y recogen de las clases, algo vital porque no les queda mucho de sus honorarios en el film.
Las 480 libras que recibió Rubina se fueron en el tratamiento para la pierna rota de su padre, y un teléfono móvil para ella. Las 1725 libras de Azharuddin se fueron en el tratamiento de la tuberculosis de su padre. Sin embargo se ha creado un fideicomiso de 35,000 libras para que se la repartan los niños cuando cumplan la mayoría de edad. Y la autoridad local les ha prometido a sus familias nuevas casas.
El hermano de Rubina, Hussein, de 15 años, dice: "Queremos mudarnos de este sitio donde hay gente mala que se aprovecha de nosotros. No es un área buena. Tenemos electricidad pero tenemos que pelearnos por el agua. Hay un grifo donde tenemos que ir a cogerla y la gente se pelea los unos con los otros."
Pero por ahora todo lo que Rubina y Azharuddin pueden pensar es en los increíbles meses que han pasado. Azharuddin dice: "Desde el primer día que empezamos a grabar ha sido alucinante. Cuando el Tío Danny quiso hacer fotos de nuestra área, nos dejó ir con él en un helicóptero. Al principio estaba asustado, pero fue muy excitante y divertido. Saludé a mi familia desde el aire pero no sé si me vieron. Toda la experiencia ha sido como estar en otro mundo, ha sido brillante y al final tuvimos una gran fiesta. Espero que cuando crezca pueda ser un actor de nuevo. Me gustaría tener una vida como esa cada dia."
Gethin Chamberlain
News of the World

lunes, 23 de febrero de 2009

DE ORO


Sky tiene en la zona de las islas la exclusiva de la gala de los preciados Oscars, con lo cual la opción de presentadores se hace bastante sosita. Hace años, cuando lo retransmitía BBC con Jonathan Ross al frente, la presentacion, los comentarios eran mucho más amenos, no faltaban rostros conocidos y opiniones de expertos.
En la alfombra roja por segundo año consecutivo han dejado a Fern Cotton, una presentadora de dudosa inteligencia que ignoró y fue ignorada. Casi se le cae la baba con Josh Brolin, pero ignoró por completo a su acompañante, Diane Lane, como si fuera una simple figurita colgada del brazo del atractivo actor. Cuando la conocida actriz quiso responder a una pregunta general, Fern simplemente se volvió a la cámara y cortó la entrevista. También trató a Marisa Tomei como si nunca hubiera participado en una película de calidad (mmm, bueno, vale, pero sé un poco más discretita), preguntándole directamente: "¿Es The Wrestler la mejor película que has hecho en tu carrera?. La expresión de Marisa Tomei (en ese vestido que tan malamente le han criticado por aquí), se mereció ya de por sí un Oscar. Primero se quedó en blanco, luego sacudió la cabeza con una gracia y un saber estar genuino y finalmente musitó un "Mmm, bien, sí..." a lo cual Fern siguió a lo suyo, más interesada en explicar todos los goodies que habia conseguido por la cara el día antes.
La guinda de su presencia en su metro escaso a lo largo de la alfombra, era entrevistar a Brangelina, que naturalmente pasaron de ella y continuaron su ruta hacia algún reportero "más conocido". Nuestra Pe también la dejó con un palmo de narices al seguir caminando sin detenerse.
Por lo demás, prácticamente entrevistó a cualquier actor británico que se dignase a pasar, ofreciendo incansablemente las banderitas del Imperio, quizá por aquello de que la gala ha estado predominada por la presencia contundente de esta isla vecina.
Sí me gustó, sin embargo, la entrevista que le hizo a los actores de Slumdog Millionaire. Primero mostró una entrevista pregrabada con Dev Patel, que en estas últimas semanas se ha estado paseando con total libertad por diferentes cadenas estatales y privadas, con una soltura y una humildad incomparables. Dev aún no se puede creer que haya compartido foro con esos actores que veía en el cine o la televisión y que ahora sea uno de ellos. Su objetivo anoche era conseguir el mayor número de autógrafos posibles. Como él mismo dice, nadie sabe lo que el futuro le deportará. Esto podría ser la puerta de entrada a un fantástico mundo o simplemente podría ser desterrado al olvido tras los primeros fuegos artificiales.
Los más jovencitos del elenco emocionaron al caminar por la alfombra, en sus tuxedos y sus grandes relojes, alegres de estar allí (les habían dado un paseo por Universal Studios y hoy iban a Disneyland). Estos, para mí, son los verdaderos protagonistas de Slumdog Millionaire, los niños que se han criado en medio de cobachas y montañas de basura. Qué les depará a ellos el destino es lo que me pregunto. En un par de días estarán de vuelta en casa, y entonces... ¿qué?
Dos horas después de soportar a esta "petarda" sobrevalorada, dio comienzo por fin la gala en sí. En el estudio de Londres, la presentadora Claudia, la actriz Stephanie Beacham (a la que vi por última vez en Dínastia y Los Colby), que criticó absulatemente todo lo de la gala: de acuerdo con ella, faltaba glamour, los vestidos eran horrorosos, el decorado demasiado vulgar y el ambiente "intimista". Por qué llevan a presentar una gala a alguien que no ha hecho más que series y películas para Tv (y de dudosa calidad) y a la que a duras penas se recuerda, es un misterio para mi pobre mente. La acompañaban un par de chicos bastante conocidos por aquí (presentadores y guionistas), pero de escaso conocimiento cinematográfico.
Hoy acabo de ver "el día después" y su repercusión en Uk (con el padre de Danny Boyle emocionado) e India, sobre todo, donde había grupos religiosos congregados en plazas y calles rezando por el éxito de Slumdog Millionaire en las horas previas al evento, película que consideran de India. El éxito de la cinta ha sido el éxito de la nación, con un equipo principalmente autóctono. Cada victoria, ha sido una victoria para India. Todo esto a pesar de que cuando Danny Boyle terminó la filmación no estaban nada contentos con el nombre de la película (Slumdog viene a traducirse como "perro del basurero"), que a fin de cuentas, es el trasfondo real de este premiado film: la existencia de personas viviendo en verdaderos basureros en Mumbai.

Por lo demás: notar las prominentes cachas de Beyoncé (¿todo ese culo es de ella?); la broma en referencia a Joaquin Phoenix por parte de Ben Stiller; el esperadísimo Oscar póstumo a Heath Ledger; los gritos de Pe, que mencionó a Almodovar pero se olvido de mencionar a Javier (qué pena que no se desmayase, hombre); la presencia de Jerry Lewis, que acorde con la autobiografía de Tony Curtis es un ególatra de cuidado; el cuerpazo de la Loren, ya lo quisieran muchas veinteañeras, aunque se le olvidó lo que iba a decir casi al final...; el desastroso vestuario (o sábana) de Tilda Swinton y Jessica Biel; los pendientes verdes de la Jolie (yo tenía unos iguales, hechos con dos lágrimas de lámpara), y la presencia multitudinaria de todo el cast and crew de la Mejor Película del año, brillante colofón para una ceremonia innovativa e internacional, con ganadores japoneses, españoles, alemanes, ingleses, indios...

Ay, Pe, Pe. Has hecho historia inmerecidamente. La película aquí esta teniendo críticas desastrosas, creo que el Oscar lo mereció más cuando fue nominada por Volver. Pero nunca llueve a gusto de todos...

sábado, 31 de enero de 2009

MI GUERRA DE LOS NIÑOS

Hay películas que pueden ser especiales para una persona sin tener por qué ser una maravilla cinematográfica digna de todos los Oscars del mundo.
Hay otras que seguramente ganaron toneladas de premios y que nunca veré, o que he visto, y no me han agradado o atraído en lo más mínimo.
Y están las películas infantiles de poca calidad y seguramente bajo presupuesto que nunca envejecerán en nuestra memoria.
Ya comenté en el post dedicado a Little Princess que en mis tiempos de Au Pair quedé totalmente harta de ciertos títulos. De otros jamás podría cansarme.
Hace años, muchos ya, cuidaba de una niña de tres añitos, hija de unos amigos. Era la niña más pizpireta e inteligente que he conocido. Tenía una preciosa cabecita de rizos a lo Shirley Temple pero no era tan cursi como ésta. La nena era de armas tomar y tenía su carácter, aunque las horas que pasé con ella no supusieron ningún sufrimiento, ella decía que jugar conmigo era como jugar con una niña -"pareces mayor, pero en el fondo, pareces una niña"-, me dijo un día mientras peinábamos mis muñecas y cambiábamos los trajecitos. Mientras yo preparaba el almuerzo y ella esperaba a que su papá viniera a recogerla, a menudo entraba en la cocina y me pedía un puñado de lentejas, habichuelas o garbanzos crudos para jugar. Otras veces nos pasábamos las mañanas viendo películas que grababa en el vídeo. Una de estas películas, que yo no me cansaba de ver y a ella le encantaba, era La Guerra de los Niños, de Parchís. Le gustaba por sus canciones, que luego poníamos en el radiocassette y cantábamos a grito pelado. Y le gustaba porque había niños en ella, claro. Llegué a grabar cuanta película infantil pusieran en televisión los fines de semana, generalmente en Cine de Barrio o por la tarde los Domingos, y ella las adoraba. Aunque un día en que me quedé dormida en el sofá vino a desperatarme muy enfadada.
-"¡Ponme las rayitas!" -exigió.
-"¿Qué rayitas?"
-"Las rayitas de la tele" -replicó exasperada, elevando los ojos al cielo como si fuera completamente obvio lo que me decía. Al ver que no entendía, me dijo que le pasara los anuncios. Cogí el mando y avancé la cinta de vídeo. Se fue directa a la pantalla y señaló las tres líneas horizontales que aparecían al rebobinar. -"¿Lo ves? Una rayita, dos rayitas, tres rayitas. Tienes que poner las rayitas cuando vienen los anuncios"
El caso es que creo que aquella vez fue la última que visioné La Guerra de los Niños. Una va creciendo y dejando atrás los despojos de la infancia, los sueños y los recuerdos, hasta que llega el día en que se despierta y añora lo pasado, no por tiempos mejores, sino por pasados. Algunas cosas se recuperan, otras se han guardado, otras son irrecuperables. Afortunadamente gracias a Internet y el resugirmiento de la nostalgia, yo he logrado recuperar muchos objetos materiales, y con ellos, recuperar la esencia de lo que soy. Y hacer muchos, muchos amigos por el camino. También enemigos, ojo, que aún recuerdo la psicópata de Limerick con sus ínfulas de listilla de los cojones que no sabe nada. Son gajes del oficio. ¿Qué puede decir el que no tiene nada al que nada necesita?
Pero lo importante son los lazos de amistad que se crean en un medio que al principio me creó tanta desconfianza. Son amigos virtuales que he llegado a conocer en persona y a los que quiero más que si los hubiera conocido y tratado toda mi vida. En mis tiempos estudiantiles tenía Pen Pals, ahora tengo cientos de amigos cibernéticos que un día se convirtieron finalmente en algo más que una imagen bidimensional.
Uno de ellos es Joan, a quien conocí a través del grupo de Msn dedicado a Los Nins. Ayer viernes recibí un paquete con cuatro dvds, los cuatro de la Guerra de los Niños de Parchís. Y no pude esperar a hacer una regresión al pasado. De repente me sentí transportada a un cine pequeño, de una sola sala. La Guerra de los Niños la vi en el Cine Avenida (cuyo suelo hoy ocupa una conocida clínica de Cosmética), tras una cola de niños enloquecidos que miraban con ansiedad los pósters y fotogramas de la película. Era 1980 y Parchís estaba en todo su furor. Creo que mis padres vineron conmigo y con mi hermana, que por aquel entonces tendría sólo seis años y no era tan fan como yo.
En esos tiempos no comíamos palomitas en el cine (si acaso un bocata de mortadela para no saltarnos la merienda), ni falta que nos hacía, aunque sí recuerdo las columnas del humo de los cigarrillos de los adultos, el olor a cerrado y moho del Avenida, ese encanto de las incómodas butacas de madera acolchadas con terciopelo rojo. Y el silencio que se hacía al comenzar la proyección. Palmeábamos al ritmo de las canciones, coreábamos con entusiasmo, aplaudíamos cuando nuestros héroes se salían con la suya. La Guerra de los Niños tuvo una magia especial para nuestra generación, acostumbrados a ver sositas películas de Rocío Durcal, petardas marisabidillas como Marisol o niños insoportables como Joselito. Parchís eran niños de nuestra edad y de nuestro tiempo, y Don Matías, el profesor que todos quisimos tener. Después de La Guerra, Manuel Alexandre sería siempre para mí el querido Don Matías, por el que lloré lágrimas tan reales como las que derramé por Chanquete. Gracias a Dios, Manuel aún vive. Y ese Tino, que nos traía a todas locas -cómo odiaba a Yolanda, por Dios, qué celos-, o ese David con su baile en la función del cole.
Ayer me reí a carcajadas. Desde el principio. La película ha sabido envejecer, las he visto peores. Pero me llamó la atención lo malditamente políticamente correctos que nos hemos vuelto. Creo que la sociedad nos hace conservadores por defecto. Ahora sería impensable encender un cigarrillo en un cine, o en un autobús, y sin embargo sucedió en mi época. E incluso cuando veo una película y alguien fuma en un restaurante, me choca.
Pero lo que me chocó ayer fue una frase de Don Matías al principio de la cinta, mientras explica a sus alumnos la expulsión de los árabes de España. "... El pistonudo Don Pelayo, al mando de [...] unos ocho o diez españoles, comenzó a ganar batallas a los árabes, y el Cid ganó aún más batallas, y felizmente, gracias a los Reyes Católicos, ocho siglos después los echamos a Africa, a comer dátiles que era lo suyo." Ahí. Con dos cojones. Discriminación subliminal. Sólo le faltó decir aquello del "único moro bueno, es el moro muerto", para rematar del todo la faena. También me chocó el uso de palabras como "hijos de perra", "gilipollas" y los constantes cortes de manga en una película infantil, pero como digo... "cómo hemos cambiado". El guiri, aunque no vio la película, sí que lo encontró extraño. El mundo Disney nos está comiendo los sesos. Cualquier día igual nos llamará la atención que Tino lleve una cruz de oro al cuello, ahora que muchos protestan por ello en colegios multiculturales.
En cualquier caso, quería agradecer a Joan este viaje de casi dos horas a mi infacia más feliz, la que me veía comprando cintas en el Melli, pegando pósters en las paredes, provocando los sofocos de mi madre ("vas a arruinar el papel de la pared") y suspirando como una fan enloquecida.
Hay cosas que no pueden pagarse con dinero.

domingo, 25 de enero de 2009

A LITTLE PRINCESS


Una de las consecuencias de ser Au Pair durante un año, o de cuidar niños en general es la cantidad de películas infantiles que uno ha de tragarse.
Cuando llegué a mi nuevo hogar irlandés a cuidar de Jane (6 años) y de William (3), se me dio una pila de vídeos dedicados a entretenerles en las horas en que no acudían al colegio.
Nunca, jamás, jamás en la vida volveré a ver Dennis the Menace, Matilda, Toy Soldiers y una larga lista de películas infantiles que hube de visionar hasta varias veces en un solo día. Aquellos pequeñajos incombustibles parecían no cansarse de ver las mismas cintas una y otra vez.
Pero una de las películas que me cautivaron y que a ellos no les agradaba tanto fue A Little Princess. Si acaso la llegamos a ver un par de veces, quizá porque era algo triste en comparación a un enano causando caos o una niña saltanto sobre mesas en la escuela.
Y el viernes, finalmente, tras doce años sin haber vuelto a verla, cayó en mis manos por casualidad, mientras buscaba otra cosa en la sección de cine infantil de HMV.
Ni siquiera recordaba su nombre, se me metió en la cabeza la película Secret Garden, a pesar de que sabía que no era la misma. Esta última la he tenido en mis manos varias veces. Pero esta vez el lomo negro de blancas letras pareció llamarme en silencio, y al ver la carátula, supe que era ella. La película que apenas había podido comprender al cien por cien con mi inglés de recién llegada.
A Little Princess es la versión cinematográfica de 1995 dirigida por Alfonso Cuarón y basada en la novela homónima de Frances Hodgson Burnet. Existen otras versiones en cine, una de ellas la de 1939 interpretada por la insufrible Shirley Temple.
Está magníficamente rodada, y el personaje protagonista, Sara, no es cursilón ni pegajoso en ningún momento. Verla de nuevo después de tantos años recordándola, me daba un poco de miedo. Quizá me había gustado más cuando apenas podía comprenderla y ahora me encontraría con un bodrio sin pies ni cabeza, pero me ha gustado.
Sara se ha criado en la India con su padre. Su madre murió. Estalla la I Guerra Mundial y su padre ha de acudir al frente, por lo que la deja en el Seminario para Niñas de Miss Minchin. Sara tiene una magnífica imaginación y relata hermosas historias de princesas y guerreros que pronto la convierten en la chica más popular del internado. Sin embargo en el día de su cumpleaños aparece el abogado de su padre. Este ha muerto en el campo de batalla y el gobierno británico ha tomado todas las posesiones del mismo, dejando a Sara sin nada. Miss Munchin, la directora del centro, decide entonces quedarse con todos sus juguetes y ropa como pago por sus servicios y desterra a Sara al frío ático, donde a partir de ahora será la criada junto con la pequeña negrita Becky. Mientras las otras niñas estudian en clase, Sara friega los largos pasillos de la institución y se aventura en las nevadas calles de la ciudad para encargarse de la compra en el mercado. No le está permitido hablar con sus antiguas compañeras en ningún momento y además Miss Minchin le roba el colgante con las fotos de sus padres.
Sara ha crecido siendo una niña rica, pero todo lo que tiene ahora es su muñeca Emma, último regalo de su padre y que se le ha permitido guardar y el lema por el que se rige: Toda niña es una princesa. Es nuestro derecho.
Hay una niña realmente adorable en la película y la mala envidiosa, Lavinia. Y un indio con un monito, sirviente del vecino del internado, que presencia todas las injusticias a las que Sara se ve sometida. Y un final apoteósico, aunque totalmente diferente al del libro, que no revelo, pero con un dramatismo que hace saltar las lágrimas.


Hoy he vuelto a ser niña, a sentirme una princesa. A creer en la magia, porque si no crees en ella, la magia no sucede. Hoy he recordado el aroma tierno de los niños pequeños, de sus ropas mojadas bajo la lluvia, cuando vivía en la casa contigua a mi apartamento, cuando era Au Pair. Hoy vuelvo a ser princesa. Porque yo lo valgo.

miércoles, 14 de enero de 2009

ALIMENTOS PARA EL ALMA



Estas Navidades fueron productivas en cuanto al número de Dvds que me regalaron y me autoregalé y algunos libros de interés.
Fue en un -o quizá el último programa de la BBC de Jonathan Ross -suspendido de su empleo por cierta broma pesada a un conocido actor inglés que no sentó muy bien-, que Tony Curtis, más gordo, más calvo, más borde que nunca, presentó su última autobiografia, Tony Curtis, American Prince, con prólogo de su jovencísima y rubísima esposa. Ninguno de los dos ganarán el Pulitzer ciertamente, pero el libro me está divirtiendo en cuanto a la cantidad de anécdotas hollywoodenses que puede contar un hombre que, si bien no estuvo allí dede le principio, sí participó en una época dorada -aunque como él mismo dice, el 99% de las películas que tuvo que hacer para cumplir su contrato en Universal eran pura mierda. Lo que sí demuestra en este libro Tony es que a pesar de su avanzada edad, aún es un seductor, quizá no físicamente, pero sí con el modo en que recuerda su vida. Hasta para con aquellos que no le caían demasiado bien o iban de diva por la vida, tiene palabras de afecto. Su vida personal como el niño judío Bernard Schwartz aún le atormenta. Hay capítulos que rayan la tristeza sin caer en la ñoñería, y otros con los que no puedo parar de reír. Una anécdota inolvidable que relata y que seguro que Sergio Aran conoce de sobra (juro que me reí a mandíbula batiente la noche pasada), fue aquella que sucedió durante el rodaje de una escena de Espartaco con Kirk Douglas justo antes de una gran batalla. Tras ellos había un grupo de hombres que estaban siendo crucificados. Kubrick, el minucioso director, había orquestado un complejo sistema de cómo quería que esos actores gimiesen de dolor entre la conversación de Douglas y Curtis. Se le asignó a cada uno una gama de oohs, aahs y uuuhs cuando Stanley les hicera una señal con un pañuelo. A la voz de "accion!" comienza el rodaje, cuando el director se percata de que un actor al fondo de la colina, ni se mueve ni dice nada, y así se lo hace saber a su director asistente, que estaba al cargo de asegurarse de que cada uno gimiera ordenadamente. Así que encarga al asistente, Marshall Green, que vaya hasta él y le pregunte cuál es el problema. Marshall se acerca hasta la cruz y a gritos se enfrenta al actor, preguntándole qué pasa. Al no recibir respuesta, suspira exasperado y le dice que si es que tiene que ir al baño, que se haga pis en los pantalones, que no hay problema, y entonces se calla, se vuelve y regresa colina abajo, donde Kubrick le estaba esperando. Kubrick mira a Marshall y éste le dice: "¡¡Es un jodido maniquí!!" Tony y Kirk se revolcaban por el suelo.
También cuenta anécdotas estupendas del rodaje de Some Like it Hot y la soltura de Jack Lemon al vestir de mujer la primera vez.




Otros dos libros que compré con el vale para mi librería favorita que me regaló el guiri, entre otras cosas estas Navidades, fue la biografía de Bette Davis (Bette Davis, La Chica que se fue a Casa Sola), y Matar a un Ruiseñor, de Harper Lee. Aunque soy una gran fan de la película, no había tenido oportunidad de leer el libro, y allí estaba, en la cuarta balda de la estantería, mirándome golosamente a los ojos. No pude resistirme. ¡Un clásico escondido entre las ofertas de Enero!


Aunque Sonrisas y Lagrimas (o The Sound of Music, que me parece más coherente por más que derramo más lágrimas que sonrisas cuando la veo) la han echado aquí casi a diario estas vacaciones -tenemos Sky Movies-, siempre quise tenerla en dvd para las épocas de "sequía" televisiva. Lo mismo me sucede con Snow Man, la cinta de vídeo estaba ya tan gastada, una cinta grabada de la tele, donde la música ya comenzaba a tener extraños gorgoritos. De modo que a estos precios tan tentadores y trayendo de bono la película Father Christmas, no las iba a dejar atrás.
Eduardo Manostijeras era una de esas películas que en los noventa casi me cansé de ver, por repetitiva en la televisión estatal, pero ahora hace ya más de diez años que no la he visto y una vez más, con un precio así, no iba a hacerle ascos.



Pero cuando no me siento ñoña, también me gusta la acción. De Dark Knight a estas alturas ya no voy a decir nada porque no hay nada más que se pueda añadir para adornar esta obra maestra del cine de acción, pero los extras son fantásticos. Hellboy es una especie de amor platónico. Me encanta el actor que lo encarna, no por lo atractivo, evidentemente, porque sin maquillaje es mucho más feo que el propio Hellboy, sino por el cinismo que desprende este personaje del cómic llevado al cine. Aunque no la encontré tan buena como la primera, grité como la que más -de pura alegría- cuando reconocí a Santiago Segura en la primera fila de la sala de subastas, justo antes de que irrumpa ese Luke Goss que aún tan blanquito tiene su atractivo (hay que saber verlo, vale, pero cuando una sabe lo que hay debajo, la imaginación tiene que hacer bien poco). También es que a mí, Santiago Segura, hasta me pone.

Y esta joya de la foto de arriba, este pack con cinco películas de Audrey Hepburn, rebajada de 75 a 19.99 euros ha sido la joya de la corona de mis compras peliculeras. Roman Holiday, Paris When it Sizzles, Brekfast at Tiffany's, Leadin Ladyes y Fanny Face no son moco de pavo. Y se suman a mis packs de dvds de Bette Davis, Joan Crawford, Humphrey Bogart y... ejem.. Marisol.



Para llorar y para reir. Joyeux Noel me hizo llorar, una buena y nominada obra a la venta por menos de seis euros, una velada fantástica con una buena botella de vino y lágrimas a tutiplén. Las mismas lágrimas que me provocó Mamma Mia! (de pura risa), que digan lo que digan, a mí no me ha gustado, sino que me ha encantado. Ok, Pierce Brosnan no tiene ni idea y a Maryl le falta un poco más de voz, pero todo eso da igual porque saben reirse de sí mismos y el combinado de buenos actores y buena música, funciona. Podría ser peor.

Ah, y Besos para Todos, regalo navideño de Elphaba para que recordara las calles de mi Cádiz y los ecos del Pay-Pay, donde ya no hay chicas de moral relajada -al menos de las que cobran-, y sí muy buena música y un maravilloso ambiente. Y es que se da la particularidad de que Elphaba tiene un papel estelar en esta cinta también... o al menos su espalda la tiene, jejejeje. Pero te reconocí enseguida, bribona.
Y como no todo podía ser perfecto, la hermana del guiri pensó que era una estupenda idea regalarme P.S. I Love You. No pasé del primer capítulo del libro por puro aburrimiento. Cecilia Ahern, la autora, es la hija del, hasta el pasado mayo, Primer Ministro de esta isla en la que vivo, y por lo tanto no tuvo difícil publicar este libro ( semejante bodrio, debiera decir) que escribió con tan sólo 17 años. La película fue un fracaso de taquilla y de crítica, y qué le hizo pensar a la otra guiri que me gustaría semejante chorra escapa de mi control.

Prometo regalarlo a la primera persona que me lo pida. Y el libro también, ¡hale!

miércoles, 15 de octubre de 2008

LORCA Y EL TRAJE MARRON


En el verano del 89 conocí a Nickolas Grace. ¿Que quién es, aparte del señor de las fotos de mirada inquieta?
Nickolas Grace se hizo muy popular en España en los ochenta gracias a su interpretación en la serie para televisión Lorca, Muerte de Un Poeta, de Juan Antonio Bardem, serie basada en la biografía del poeta perfectamente retratada por Ian Gibson.
Pero yo no le conocí entonces. Fue dos años más tarde, cuando junto a Stephanie Zimbalist (famosa por su papel de Laura Holt en Remington Steele), Rue McClanaghan (Blanche en Las Chicas de Oro), Ken Howard y Simon Dutton rodaban El Hombre del Traje Color Castaño, novela de Agatha Cristie, en Cádiz, escenario de múltiples películas.
Cádiz ha sido Cuba en numerosas ocasiones debido a su peculiar parecido con la Habana, la zona del Malecón y las casitas del Campo del Sur.
Pero en El Hombre del Traje Color Castaño, Cádiz es utilizada como tres escenarios diferentes: Egipto, Mombasa y un tercer lugar que ahora no recuerdo, tal vez Marruecos o Tánger. Es un telefilm de bajo presupuesto, que no pasará a la historia por su calidad interpretativa o de contenido. Estuve en este rodaje, tras la silla del director, durante la semana escasa que estuvieron allí. Comí con ellos en el improvisado comedor en el patio del entonces Colegio Valcárcel (o quizá fuera en Capuchinos), en una carpa enorme instalada con mesas y más mesas. Comí junto a Nickolas y frente a la chica de maquillaje, y lo pasé de fábula, compartiendo risas y cotilleos del rodaje.
Nickolas fue todo un encanto, muertecito de calor bajo el inclemente sol de un Agosto de esos que ya apenas se ven, de sol picajoso y extenuante.
Hablaba perfecto español, a pesar de que no le hizo falta demasiado para su papel de Lorca porque fue doblado en la pequeña pantalla, pero le fascina la cultura española, y recuerdo que me confesó que jamás había estado en Cádiz pero sí en algunos otros puntos de nuestra geografía y que le encantaba nuestra cultura.
Nickolas me pareció un hombre con los pies en la tierra, disfrutando de su recién hallada "fama"dentro de nuestras fronteras. Probablemente haya sido uno de los mejores papeles que ha interpretado este actor inglés relegado a papaeles secundarios y de televisión, aunque tiene tablas en el teatro, muchas tablas, incluso desde la silla de dirección.
Aquí os dejo la foto que nos hicimos aquel día, él de blanco impoluto y chanclas caleteras. Yo de negro riguroso y con un tipín que ya me gustaría tener de nuevo... Ah, aquellos maravillosos años... (y esta vez con gafas de montura metálica).


sábado, 20 de septiembre de 2008

CYNDI LAUPER Y UNA PELI MUUUY MALA


La Gran Elphaba hablaba estos días en su blog de la película Los Goonies y del tema principal, interpretado por Cyndi Lauper, del que casualmente iba yo a hablar, ya que tengo el single. A mí Cyndi Lauper no me gusta, me encanta. Por muchos motivos. Y más me gustaba en la época que salió, de la que conservo su cassette, que dicho sea de paso, suena tan bien como el primer día. Muchas son las faldas que tuvo que "acondicionar" mi madre y los chalecos que "customizaba" para ir "a la moda" como ella, aunque nunca llegué al extremo de copiarle el maquillaje, pero me hacía gracia su carita mofletuda y esos ojos que parecían siempre al borde del llanto. Y de la película Los Goonies no hago ni amago de hablar porque el artículo de Elphaba lo dice todo, y muy bien dicho.

Anoche, gracias a su entrada me senté a verla de nuevo, y volví a aquel 1985 y a un Cine Avenida hoy desaparecido, como tantos otros en Cádiz. Su lugar lo ocupa ahora una clínica de estética.

Fue en ese mismo cine, donde también vi una película a la que fui animada por el tirón mediático de su banda sonora, del grupo DeBarge (video aquí)que sonaban en la radio con un tema muy pegadizo: "The Rythm of the Night". La película se llamó "El Ultimo Dragón". Salí de la sesión de tarde contentísima, charlando con las amigas de lo bien que lo habíamos pasado...

Jamás volví a saber de DeBarge y jamas vi la película de nuevo... hasta hace un par de años, que ni siquiera pude acabar de verla. Dios mío, ¡qué tostón!¡Qué tomadura de pelo!¡Qué mala MALISIMA película! ¿Por qué recordaba yo algo totalmente diferente?



En The Last Dragon, un chico busca al "maestro" para alcanzar el nivel superior de las artes marciales (conocido como el Brillo o algo así), y se enfrenta con el malo malísimo, como es normal, y rescata a una atractiva cantante de su obsesionado promotor. Supongo que esto me atrajo sobremanera con quince años, pero ahora no se la recomendaría ni a una niña de cinco.

En cuanto a DeBarge, era la música que oíamos entonces, aunque reconozco que por una razón u otra, esta canción siempre me hará saltar de la silla bailando.
DeBarge tuvo un gran éxito en la época con unas cuantas canciones, en el clímax Midas de Motown, pero poco a poco iniciaron un declive que les llevó a la extinción total, dejando por el camino todo un reguero de noticias salpicadas de drogas, detenciones, rehabilitaciones, abuso de la bebida e incluso la boda de uno de sus miembros, James, con Janet Jackson.

El grupo se había formado originalmente en 1975, con los hermanos Tommy y Bobby Debarge bajo el nombre de Switch junto a Jody Sims, Greg Williams, Phillip Ingram y Eddie Fluellen, y los descubrió para Motown el mismísimo Jermaine Jackson dos años más tarde. En 1979 nace Smash, un colectivo con las voces de los hermnaos menores de Tommy y Bobby (Randy, Marty, El y la hermana mayor, Bunny). James DeBarge se les uniría en el 82. Los "The DeBarges" debutarían en el 81 con su primer single "What's Your Name", que pasó sin pena ni gloria.
Cambiando la formación, ahora con James en el grupo, y rebautizados como DeBarge, el quinteto se autoproduce y escribe un álbum, All This Love en1982 y su segundo single I Like It alcanza número dos en las listas un año después. Su tercer single All this Love es número uno. A partir de ahí es un no parar de éxito tras éxito, pero las presiones de Berry Gordy de convertir a El en la estrella del grupo acabó haciéndolo sucumbir como sucediera con Las Supremes, y El, convencido de su supremacía, decidió seguir una carrera en solitario. Le seguiría Bunny. El consiguió bastante notoriedad con su debut single "Who's Johnny?" y luego fue relegado al olvido. Bunny sólo sacó un álbum que no tuvo resonancia alguna y se retiró del mundillo para hacer frente a sus problemas de drogadicción.
James se rehabilitó de su alcoholismo y problemas con drogas a mediados de los 90, mientras Marty, Randy y Tommy se recuperaron también de sus abusos, aunque en la actualidad este último padece de problemas renales y está en dialisis continua. Randy tiene una enfermedad desconocida incurable, y Marty sufre de debilitamiento crónico en las piernas. Bonny se recuperó de su alcoholismo y es una devota cristiana. Bobby y Chico sirvieron seis años de cárcel por tráfico de drogas, tras lo cual Bobby descubrió que tenía SIDA y murió en 1995 con 39 años por complicaciones en la enfermedad.


Las historias que se ocultan tras las carátulas de los discos de nuestra adolescencia!

domingo, 10 de agosto de 2008

THE KITE RUNNER

Hacía tiempo que una película me hacía llorar. Pero lágrimas de las que te queman la garganta, lágrimas de las que te rompen el corazón.

Anoche alquilamos esta película, The Kite Runner. Llevábamos postergándolo cierto tiempo por una razón u otra, y me arrepiento de no haberla visto antes. Tanto me ha gustado que hoy mismo he adquirido el libro, del mismo nombre.

Tanto el film como el libro están basados en al infancia y vivencias de su autor, Khaled Hosseini en su Afganistán natal. La cinta, de origen persa, estuvo nominada a los Oscars de este año, y es una película para ver en original con subtítulos, ciertamente perdería toda su belleza del idioma y el saber cuándo los protagonistas pasan del dari al inglés en la etapa posterior del argumento.

Es la historia de Amir, un chico adinerado de uno de los mejores distritos de Kabul, y su amistad con Hassan, el hijo del sirviente de su padre, de origen Hazara. Ambos pasan sus días jugando juntos, en especial haciendo volar cometas, su pasatiempo favorito.

No es una película de niños siendo niños, sino de cómo el término de la monarquía en Afganistán, la llegada de la invasión soviética, la distinciones entre clases, afectan una vida. Amir y su padre Baba se ven obligados a abandonar el país clandestinamente en medio de la noche para salvar sus vidas. Baba es un hombre de negocios importante conocido por su anticomunismo. Acabar en California trabajando como simple asalariado en una tiendecita no es problema para el hombre que una vez tuvo un Mustang en Kabul.

Pero atrás quedaron Hassan y su padre Alí. Atrás quedó lo que una vez fue una ciudad maravillosa, que años después caería en manos del Talibán. Amir crece en América y se convierte en escritor, su gran afición desde la infancia, cuando tenía a Hassan y al mejor amigo de su padre como lectores incondicionales y oyentes de sus historias (Hassan no sabe leer ni escribir). Aun así, con una vida sana y felíz, Amir sigue atormentado por la gran traición que cometió en el que era su mejor amigo, el niño sirviente que tanto dio por él.

Hay escenas enternecedoras de verdad, otras muy duras, pero muy reales, y un giro inesperado al final que es el que lleva al protagonista de vuelta a su ciudad natal para enfrentarse con un pasado por el que arriesgará su propia vida.

Si la película me gusto, de veras que no puedo esperar a leer el libro.