sábado, 25 de junio de 2011

Descubriendo mis orígenes...

Tenía muchas ganas de bajar a Cádiz. durante el invierno, si visito mi casa es apenas por unos días, cinco, siete a lo sumo. En el verano es diferente: puedo ir a la playa. soy muy playera. Detesto el campo casi con saña. Pero la playa, ah, la playa... no lo puedo evitar. Adoro el mar. Soy hija de marinero, en el mar me siento como pez en el agua, y nunca mejor dicho. El verde es muy bonito en las postales, gracias.

Dicho esto, mi otra gran ilusión en este viaje era ver a viejas amigas, visitar la Feria del Mar, etc., etc... pero lo más importante de todo, era meter mis manos en estas dos cajas:




No contienen secretos de familia, ni joyas extraordinarias ni nada de valor más allá del sentimental. Sí contienen un trozo importante de mi pasado, del pasado de mi familia. Su interior alberga el -para mí- más importante documento gráfico de la vida de mis abuelos. La caja de ColaCao, guarda en sus esntrañas fotos gastadas, daguerrotipos de principios de finales del siglo XIX y principios del XX, con rostros desdibujados por el tiempo. Poco a poco, los años pasan: las imágenes de los años cuarenta dejan paso a las de los cincuentas, a fotos de una madre (la mía) en edad temprana, con peinado a lo Shirley Temple. Los sesenta y su moda tan glamourosa, los setenta y la llegada del retoño (yo misma) a la nueva familia formada por mis padres...




También guarda postales, viejos documentos como la cartilla de Pancho (el perro de la family), viejos contratos de trabajo de mi abuelo, cartas de algún hermano de mi abuela que no me he atrevido a leer por temor a invadir una intimidad que no es la mía y poemas de amor escritos por mi abuelo años ha, cuando aún era un mozalbete.
También encontré un trozo de papel mecanografiado que dice lo siguiente:

Encantadora Srta:
Desde que la vi, pude comprender que su corazón era tan bello como su cara. Dichoso el dueño de tanta hermosura que logre guardar el naciente cariño de Vd.
sospecho y creo que al fin y al cabo no puedo estar esperando mucho tiempo y desearía joven hermosa ser correspondido por Vd. y pretenderla con lo que me haría dichoso y felix en mi vida. La pido por favor su contestación favorable pues mi dicha está pendiente de lo que Vd. determine.

Estas fotos, estas postales y algunos de estos poemas y notas de amor, ya eran conocidos por mí desde mi infancia. Nada me gustaba más que ir a casa de mis abuelos a pasar el fin de semana y bucear entre las imágenes en blanco y negro y las notas de caligrafía imposiblemente perfecta (e imperfectísima ortografía).

La segunda caja no la recordaba tanto. Recordaba la caja en sí, pero sospecho que su contenido haya variado a lo largo de los años. Ahora aloja diversas fotos de varias épocas, recordatorios de comuniones familiares e invitaciones de bodas y la prueba irrefutable de que mi morbosidad es hereditaria:


Mi abuela tien la mayor colección de esquelas que he visto en la vida... no solo los recordatorios que la familia suele dar a los asistentes, sino recortes de la prensa, la "esquela" de toda la vida aparecidas en el Diario de Cádiz, de nombres que para mí no significan nada...
Curiosamente, mi madre también las colecciona. Yo no llego a tanto.




viernes, 24 de junio de 2011

Dia 2: Exposición trajes de 1812, más playa y Juanillos

Esta mañana me he levantado a una hora escandalosamente temprana para estar en vacaciones, pero tenía cita para sacarme el pasaporte, a ver si con estas, en los aeropuertos dejan de hacer comentarios sobre el color de mi pelo (tanto en mi pasaporte anterior como en el DNI salgo rubia y hace ya tres años que volvía a mi color natural.
De camino a la comisaría pasé por delante de la antigua Cárcel Real, un edificio restaurado recientemente por el Ayuntamiento gaditano y en el cual tenía lugar una exposición de trajes de 1812. Cádiz se prepara a tope para celebrar el bicentenario de La Pepa el próximo año y esta es una muestra harto interesante. A la vuelta de sacarme el pasaporte, he decidido entrar. El de seguridad estaba en la puerta dando indicaciones a una chica y yo he entrado... para acto seguido, y ya en el patio viendo fantásticos vestidos, oir el gran portón de madera cerrándose. He sacado la cabeza y el securata al verme me ha informado de que la exposición estaba cerrada. Ha debido ser tal mi cara de desesperanza, que el buen hombre me ha dicho que podía quedarme diez minutos más, que no pasaba nada, y me ha abierto dos salas que estaban cerradas. Y me ha dejado hacer fotos de cada uno de los trajes. Como despuées iba directa a la playa, no llevaba mi cámara y las he hecho con el móvil, de modo que no os las puedo enseñar hasta mi vuelta.

Por la tarde, después de unas 6 horas de playa y el primer libro de las vacaciones terminado, he visto mis primeros dos "Juanillos", que es como en Cádiz se denominan a las hogueras que en la velada de San Juan son consumidas por el fuego (no fatuo precisamente sino incentivado por la gasolina), bajo la atenta mirada de un cuerpo de bombero con... un cuerpo más que decente. Ejem.
el primer Juanillo ha tenido lugar delante del Hogar de los Pensionistas, a escasas dos calles de casa de mi hermana y lo he visto desde la ventana de mi dormitorio. El segundo ha tenido lugar bajo la ventana, doce pisos más abajo.


Reconozco que a mí los Juanillos no me hacen mucha gracia. Es como ver a alguien quemarse, como cuando quemaban a las brujas, y me produce un extraño pavor interior. Pero hace -creo- unos veinte años quer no asisto a las hogueras.
A las diez de la noche quemaban las "importantes" en el paseo junto a la playa de la Caleta y allí que me he ido con Eduardo, colaborador de Foroesther y reportero de Canal Cadiz, y -ejem, ejem-, me ha colado al otro lado de la valla, con lo que no he tenido que estar "entre el populacho", juasss.

















La banda, animando a los presentes con sus tunas populares...




Y luego, sesión de fuegos artificiales desde el Castillo de Santa Catalina.



Mañana, jiji, me voy de cena con algunas "viejas glorias" de los tiempos de EGB en el Amor de Dios. Y estos días he rescatado todas aquellas fotos que al finalizar el curso nos hacían en solitario -o acompañado si tenías hermanas en el mismo colegio-, y que algún día amenazo con mostraros.

miércoles, 22 de junio de 2011

Dia 1: Playa y Feria del Mar

Cinco horas de playa (mayormente bajo la sombrilla porque Lorenzo estaba hoy picajoso y para ser mi primer dia, a pesar del Factor 50 no quería arriesgarme. Tengo un interesante sarpullido por todo el antepecho. Pero mañana vuelvo a por más.

Ya a la fresquita, bajé hasta el muelle, donde se celebra La Feria del Mar. Interesante, cuanto menos, y un ambiente genial. Quiero volver de nuevo el Sábado y el Domingo para ver la concentración de Harleys y de coches vintage respectivamente.

Y he aquí el reportaje gráfico del lugar hoy:


Galeón La Pepa:



Nao:


La Pepa:


Sadko:


Interior de la Nao:


Artesanía egipcia... con un egipcio...


Costureros y cestos artesanales, ¡qué pena no tener sitio en la maleta!


Jaimas de artesanías variadas:


¡Esto sí que parecía divertido, boing-boing! Pero solo podían disfrutarlo los niños, jooooo...



Buques de Navantia:




El Sadko:


Más Jaimas artesanales: marruecos, postres, dulces, tés, peletería, quincalla güena bonita y barata...




Un bar-carpa muy original:



















Me enamoré de estos cuadros-escenas. Lo habría comprado todo de no ser por la restricción de peso en la maleta de vuelta!