miércoles, 30 de mayo de 2012

Rompiendo promesas...

A veces, hay promesas que se deben romper. Por obligación, por emergencias. En mi caso, no es por principios. 
Estaba dispuesta a mantener mi promesa y no ir a casa este año. Por muchos motivos que me corroen el alma, por uno muy importante que se llama rencor. Con ello salpicaba con mi decisión a personas que no tienen nada que ver con el tema, y renunciaba a ver a mis amigas, que son muy importantes para mí, y a mi hermana, que también lo es, aunque más de una vez acabemos peleando como cuando eramos pequeñas, porque hay cosas que, sencillamente, nunca cambian.
No puedo olvidar, sin embargo, que mis padres no pudieran retrasar el funeral de mi abuela un día, diciéndome por teléfono que era imposible, cuando fui a la funeraria tras mi llegada para que me dijeran personalmente que sí podrían haber realizado el funeral el Domingo en lugar del Sábado. Pero a ellos no les dio la gana esperar porque "llevábamos toda la semana por turnos en el hospital y estábamos cansados". Que digo yo que habría sido mejor tomar ese día para ir a casa y dormir, y descansar y hacer lo que les saliera de las bolingas e ir al funeral relajados y calmados. Pero no, era más fácil "quitarnos de encima el asunto cuanto antes" y si mientras yo me encuentro sobrevolando el mapa, qué más da.
Mis perdones los regalo muy caros cuando sé que no hay arrepentimientos y que cada gesto es una farsa que he vivido desde que tengo razonamiento. Pero ese es otro tema.
La muerte de mi abuela supuso un cambio de era en mi vida, uno que me ha hecho tirar al suelo lazos que me ataban de una manera u otra ya no solo con miembros de mi familia, sino con mi propia ciudad. Estoy segura de no poder encarar ciertos lugares, porque todos y cada uno de los rincones del casco antiguo me traen perfumes y añoranzas de una infancia muy feliz. Para mí ir a pasar las vacaciones y los fines de semana a casa de mi abuela, a escasos metros de la Plaza de España era descubrir la vida, vivir una infancia que se me negaba viviendo con los beduinos. Yo era "tirilla" pura. Aunque luego no conozca la mitad de los nombres de esas calles que me vieron crecer.

Me prometí no ir a casa este año y en Septiembre voy, rompiendo mi promesa. No he cambiado de opinión respecto a mis razones por las que no quería ir, y muchas lágrimas me costaba pensar que no vería a mi amiga Cynthia, que espera gemelos y llevarle un regalo. O no ver a algunas de mis antiguas compañeras de EGB, con las que me reencontré de nuevo hace menos de un año. Darle un abrazo muy fuerte en especial a una de ellas, Cristina, que acaba de perder a su marido víctma de un cáncer que se lo ha llevado a edad tan prematura. Darle mi apoyo, mis ánimos y comérmela a besos, a ella y a esa niña que se ha quedado sin padre. 
Quiero meter los pies en la arena calentita de la Victoria, quejarme del calor insoportable (aunque voy en la segunda quincena de septiembre y espero no encontrarme el agobio pegajoso que padecí el verano pasado).
Voy porque tengo que hacerme una endodoncia en una muela y por lo que me cobran aquí (1500 euros) me voy unos días a casa. Aunque no quiera. 
Habré de tragarme el orgullo y ver, también, a personas que no quiero o no me apetece ver, enfrentarme a situaciones que me producirán daño y mantener esa cara de poker que he llegado a perfeccionar durante años, fingiendo que a mí, según creen, todo me importa una mierda. Porque al final del día "tú vives en el quinto coño y no sabes de la misa la mitad".

Globalización. Una palabra que no ha llegado a Cádiz.

De momento, para desestresarme de lo que me viene encima, me voy unos de días a Dublín y Belfast.


Aclaración: a los habitantes de Cádiz se les llama "gaditanos", pero luego, interiormente, tenemos otros términos con los que nos diferenciamos, según se pertenezca al Cádiz de intramuros o al de fuera de las Puertas de Tierra. A los de intramuros, se les conoce como "tirillas" y a los que viven desde las Puertas de tierra hasta la salida de la ciudad, se les denomina "beduinos".
Y luego está el "gadita", que es aquel que además de ser gaditano lo ejerce como tal y es un fiel amante de su tierra.


sábado, 26 de mayo de 2012

Dulces y chocolates

Hace ya más de un año (diciembre de 2010), abría en el corazón de Limerick una tienda de dulces al más puro estilo inglés. Una tiendecita como esas que solo se ven en series como La Casa de la Pradera o la Doctora Quin. con dulces tradicionales y dulces de hoy. Todos perfectamente colocados en estanterías desde el suelo hasta el techo.

(c) William Murphy





Muchos se preguntaban si la tienda sobreviviría más allá de las Navidades, viendo cómo comercios de diversa índole abrían puertas un día para cerrar a las dos semanas, al mes o incluso en días debido a la crisis. Afortunadamente, Mr. Simms Olde Sweet Shoppe, una franquicia al más puro estilo Victoriano, ha sobrevivido y parece que se asienta día tras día, con la tienda nunca vacía.

Hace unos meses, a pocos metros, más abajo de O'Connell Street, abría otra tienda con sabor dulce y nombre de Solera: Leonidas. Leonidas antes vendía sus chocolates en una tienda famosa por sus hermosos ornamentos para el hogar y selección de regalos. Desafortunadamente la tienda cerró el pasado otoño.
Desconozco si Leonidas sigue abierta a estas alturas, a pesar de que paso por delante casi cada día, lo cierto es que no me he fijado... lo cual podría sugerir que está cerrada, porque mis ojos son como dos cámaras, se fijan en todo...
en lo que no pude evitar fijarme fue en el flyer que nos pusieron en el buzón. Por dos motivos: 
  1. Nos llegó dos semanas después de la inauguración. Inauguración en la que hubo degustaciones gratuitas de bombones y chocolates. Casi nadie se enteró...
  2. Y dos, porque si vas a enviar leaflets para que la gente sepa que tu negocio existe, y además la envías dos semanas después de haber abierto, lo menos que podías hacer es esperar a que la tienda esté montada y en órden antes de hacer la foto de promoción:

Debe ser el Irish way of promotion: mostrador vacío, botella de agua Ballygowen, cables y herramientas por el suelo... ¡Un desastre! 
Espero que no pagaran a ninguna agencia por la "brillante" idea. 


lunes, 21 de mayo de 2012

Customizando botellas

Para ambientar mi casa, suelo comprar unos botecitos de cristal con una especie de aceite aromatizador en el que se ponen unos palitos y que ambientan las habitaciones de manera natural y dura un buen par de meses. Pero al terminar los frascos, me dio pena tirarlos, ¡son tan bonitos! Asi que los he tenido guardados algunos desde hace un par de años a la espera de que se me ocurriera algo para utilizarlos. La gente me había sugerido llenarlos con jabón líquido de colores y alguna flor o bien de arenita de colores, algo que nunca me ha gustado.


Hace un par de semanas, pregunté en la única tienda de material artístico y de manualidades que queda en Limerick si tenían el líquido para hacer crackling, me dijeron que no, pero que me lo podían mandar pedir, así que lo encargué. Una semana después me llamaron para recogerlo, al módico precio de 7 euros el bote. Además, compré un paquete de clínex con florecitas (eran lo que tenían allí para estas manualidades) para empezar mis experimentos con el tema. Mi sorpresa fue mayúscula al llegar a casa y utilizarlo en la que iba a ser mi primera manualidad... ¡lo que me habían vendido no era barniz sino pintura color crema que inmediatamente tras la aplicació, hace ese efecto ajado... así que me cargué la ilustración con la que estaba haciendo el experimento... 
Utilicé la pintura para cambiar de color el pie de una lámpara que no me gustaba en negro, y ha quedado divina... pero ha sido la única manualidad en la que he tenido la oportunidad de hacerlo... 
Este fin de semana saqué mis frasquitos de cristal pensando en darles un aire retro... y no funcionó. Lo he intentado en diversas superficies, a pesar de que en las instrucciones traseras del bote dice claramente que funciona en cartón, madera, cristal, cerámica, etc., etc... y no hay modo. Algo le ha debido pasar al bote pero ya no funciona. Y mi botellita vintage, se ha quedado en un simple color crema...


He mirado por internet en varios sitios para ver si podía mandar pedir lo que quería pero no hay manera, no encuentro el barniz, solo pinturas de colores, así que mis experimentos tendrán que esperar hasta mi próxima visita a España para llenar la maleta... Me vuelvo a guardar las botellitas...


viernes, 18 de mayo de 2012

Gilipollas de la década II: Richard Bruton

En el 2001 se convocó en Irlanda un referendum para votar el Tratado de Niza, que modificaría los tratados de Maastrich y Roma. Dichos tratados fueron ratificados por procedimientos parlamentarios en todos los estados miembros de la UE.

Todos menos Irlanda, que decidió consultarlo con el pueblo mediante referendum. En Junio de 2001, con una participación del 34% de votantes, la respuesta al tratado fue un rotundo NO que dejó al gobierno temblando. El único país de la Unión Europea que, por preguntar, rechazaba el tratado. ¡Esto no podía ser! Se achacó la negativa a la poca información ofrecida a la ciudadanía sobre lo que suponía ratificar el tratado, por lo cual se decidió... hacer un segundo referendum. La segunda vuelta tuvo lugar en Octubre del 2002 y aquí sí, el resultado fue un 60% de votos con un SÍ.

Ahora nos enfrentamos (bueno, yo no, que para variar, no me dejan), a un nuevo referendum, del que la mitad de los ciudadanos no conocen su auténtico nombre. Le llaman Fiscal Treaty, Austerity Treaty o Financial Treaty. Su nombre correcto, de acuerdo con el libretito que nos han dejado en los buzones, es Stability Treaty
Un tratado que según la portadilla interior es de "Estabilidad, Coordinación y Gobierno en la Unión Monetaria y Económica entre los Reinos de Bélgica, Dinamarca, España, los Países Bajos y Suecia, las Repúblicas de Bulgaria, Estonia, Grecia, Francia, Italia, Chipre, Latvia, Lituania, Austria, Polonia, Portugal, Eslovenia, Eslovaquia y Finlandia, el Gran Ducado de Luxemburgo, la República Federal de Alemania, Irlanda, Hungría, Malta y Romania.

Al margen de que la mitad de la gente NO SABE para qué es el tratado porque ya están mareados con palabras como austeridad, estabilidad, crisis, unión (Europea o no), finanzas, etc., etc, cada partido da sus razones para votar sí o no. El gobierno en el poder asegura que un NO podría traer consecuencias no demasiado positivas para el país.

Todo esto me ha servido de preámbulo para explicaros la situación que concedió ayer a Richard Bruton, Ministro de Trabajo, Empresa e Iniciativa, la designación por este blog de Gilipollas de la Década en egunda instancia, después de la ignorancia nata de Noonan del post anterior.

Michael Bruton estaba siendo entrevistado en un programa radiofónico cuando el presentador tuvo a bien preguntarle qué sucedería si el resultado del referendum era negativo y si se llevaría a cabo una segunda convocación hasta conseguir el sí, a lo que este respondió, así, como quien no quiere la cosa que "el Gobierno tiene un Plan B en caso de que el público rechaze el tratado - conseguir otro voto.

Horas después, un Bruton y un gobierno avergonzado por la "metedura de pata" por llamarlo de alguna manera, negaban que este fuera el caso y que acatarían la decisión de los votantes.

¡Esto va a ser taaaaan divertido!

jueves, 17 de mayo de 2012

Gilipollas del mes, no: de la década

Michel Noonan, ministro de Economía del gobierno del país en el que soy residente, hablando sobre la poca incidencia que tienen los "problemas" de Grecia en Irlanda, por ejemplo:

"Porque aparte del queso Feta, ¿qué otros productos griegos ponemos en la cesta de la compra?"

Hágaselo mirar, ministro...

Ah, sí, que también ha dicho que el único vínculo con Grecia son... las vacaciones. Allí.


La cita completa, aquí: http://www.joe.ie/news-politics/current-affairs/michael-noonan-accused-of-being-ignorant-over-remarks-about-greece-0024805-1

domingo, 13 de mayo de 2012

4 cuadritos a Punto de Cruz

Antes de marcharme al Salón de Barcelona decidí hacer a punto de cruz 4 pequeños cuadritos para mi cocina. La cosa es que había comprado unos marcos para otra manualidad, pero resultaron ser demasiado pequeños (lo que tiene comprar sin haber medido antes las manualidades), así que decidí hacerlo al revés... y buscar una manualidad que se ajustara a las medidas de los cuadros.
En una de mis revistas, encontré justamente lo que buscaba: cuatro -y no más- casitas rústicas con mucho encanto. Cada una de las escenas no lleva más de siete u ocho horas. Todo depende del tiempo que le dediquéis. Yo normalmente las hacía en dos-tres días, sentándome por las tardes a mirar mis series favoritas en el ordenador. Y este ha sido el resultado y ya están enmarcadas. En cuanto acabe de limpiar la cocina entre hoy y mañana, los cuelgo.






Ahora, a terminar la que tengo entre manos...


viernes, 11 de mayo de 2012

Yo, Bernárdez

Prometo no daros la lata más con mi apellido, pero a raiz del anterior post, recordé que mis padres tienen en casa una lámina enmarcada -de esas que se hicieron tan populares hace una década o más- con la heráldica y el significado y origen del apellido.

Esto me ha recordado también, que en mi infancia, el presentador de los telediarios solía ser Julio Bernárdez. Hasta entonces, yo nunca había conocido a nadie más con el mismo apellido, y mi padre aseguraba con guasa que Julio era su hermano, pero que habían dejado de hablarse hace mucho tiempo. Julio Bernárdez fue toda una inspiración para mí. Y un tío putativo.

Ayer me enteré también de que tras la muerte de Berenguer, Emilio Bernárdez es ahora el máximo responsable de La Cúpula. Y tampoco es familiar mío. 





Sí he encontrado en la red el escudo heráldico de mi apellido, con una franja de oro vibrada sobre un campo de gules. También he encontrado algunos "Bernárdez famosillos" repartidos por el mundo. Por ejemplo, hay un famoso poeta argentino, nacido en 1900 llamado Francisco Luis Bernárdez, y un Víctor Bernárdez (1982) que es un futbolista hondureño que juega de defensa central en el Club de Futbol Indios de la Liga de Ascenso de Mexico. Y en España, además de los arriba mencionados, también está Enrique Bernárdez, de la Complutense de Madrid, autor de Círculo de Lingüistica Aplicada a la Comunicación 7 (2001). Probablemente haya muchos más (algún banquero, politicucho y experto en turismo he visto por ahí), pero tampoco se trata de compilar una lista con todos los Bernárdez del país y de fuera de nuestras fronteras...
Lo que sí puedo decir es que en España hay 3408 personas censadas con el apellido Bernárdez y unas 3727 que llevan este apellido, y que en el ranking de apellidos más frecuentes del país está en la posicion 1407, bastante abajo de la lista, o puede que no, porque no sé cuántos apellidos la componen.
Esas tres mil y muchas personas se reparten en 52 provincias, pero el mayor número procede, precisamente, de donde es mi padre, de Pontevedra (la provincia, no solo la capital), con 1611 Bernárdez. Le siguen Orense co 386, A Coruña con 349, Madrid con 288, Sevilla con 131, Barcelona con 88, Lugo con 66, 43 en Asturias, 42 en Vizcaya y 38 en Las Palmas. Sería interesante saber si todos los de fuera de Galicia son gallegos desplazados o descendientes de gallegos (como yo misma). 

Curiosamente he encontrado otro escudo similar al de arriba pero con la franja horizontal, pero los mismos colores (¡qué español!). Parece ser que la franka representa la coraza del caballero, la pretina y el ceñidor con que lo sujetaban a la cintura, y se colocaba en los escudos para representar el esfuerzo que los caballeros han de hacer para cumplir sus misiones, trayéndola en representación de sus heridas y de la sangre de los enemigos que teñian la coraza.
El color rojo o gules representa a Marte (el planeta), a los símbolos del zodíaco Aries y Escorpión (pero oiga, que yo soy Piscis y mi padre es Libra!), y al Fuego como elemento. Representa también al rubí, al martes como día de la semana, a Marzo y Octubre (ahí la hemos clavao, que yo nací en Marzo y mi padre en Octubre), al cobre, al cedro, al clavel y al pelícano. Todo eso solo en un fondito rojo (¿quién se inventaba estas cosas???).
Se corresponde con las características heráldicas de fortaleza, victoria, osadía, alteza y ardid. Los que llevan ese color en su escudo están obligados a ayudar a los que son oprimidos por la justicia (ay no, aquí es un sálvese quien pueda... no estoy en humor paladín ultimamente...)

El oro del escudo al parecer simboliza al topacio. No la de la telenovela, no. Este "oro" era denominado "sol" en los escudos de los reyes y en los de condes, duques, marqueses y otros nobles, "topacio". En el escudo de la nobleza en general, se le llamaba simplemente "oro", para qué complicarse. Yo como soy proletaria supongo que con "amarillo" me vale.
Parece ser que el "amarillo" representa al sol, al Domingo como día de la semana, a Leo como sigo astral,  al fuego; a julio como mes, a ciprés como árbol y al girasol como flor (¿será por eso que me gustan tanto las pipas??); representa también al gallo, al león y al delfín. 
Sus características heráldicas son la nobleza, magnanimidad, riqueza, poder, luz, constancia y sabiduría. Vamos, todo eso que me falta, sobre todo la de la riqueza, que cada vez que miro mi cuenta bancaria me echo a llorar... 
Según las "leyes heráldicas" los que llevan este color en su escudo han de ayudar a los pobres y defender a los príncipes (salí monárquica), peleando hasta mi última gota de sangre (como no les de la cuota que me sobra cada mes, lo llevan claro, mi sangre es mía y de nadie más).

Algo curioso que me ha pasado con mi apellido es que durante un cierto tiempo (un intervalo de un mes) recibí en mi cuenta de email una veintena de solicitudes de personas apellidadas Bernárdez desde Filipinas. Una me llegó a enviar un mensaje privado diciéndome que creía que su padre era hermano del mío. Le expliqué que mi padre solo tenía un hermano que murió en el 75 y que ninguno de los dos habían pisado Filipinas jamás y rechacé todas las solicitudes. 

Pues hale, lo dejo ahí ya. Ahora me toca hacer un post de mi apellido Suárez... NOOOOOO, es broma!

Eso sí, he encontrado otro escudo "Bernárdez", con más colorido. Debe haber variaciones...




miércoles, 9 de mayo de 2012

Lo que significa un nombre

Yo escribía historias desde pequeña. Compraba cuadernos, libretas, y los llenaba de palabras. Era muy consciente de que las historias estaban bastante mal escritas, de que me faltaba técnica y dominio. Por eso, precisamente, seguía escribiendo, porque sabía que en la práctica se encuentra, si no la perfección, un mejor conocimiento de la materia. Cada libreta era una mini-novela. De romance y aventuras. Con el paso de los años se convirtieron en un poco más osadas. Yo seguía escribiendo, aún tras pasar la barrera de los veinte años. Nunca intenté publicar nada. Era consciente de mis limitaciones y no aspiraba a hacerlo, aunque vivía con el sueño, siempre. Porque los sueños no se deben abandonar, y se debe hacer todo lo posible por cumplirlos o de lo contrario la vida no tiene sentido.

Luego, a mediados de los noventa, dejé de escribir y no retomé la costumbre hasta casi más de diez años después. Pero esa es otra historia. Mejor volver a mi infancia/adolescencia.
El caso es que yo por entonces odiaba mi nombre. Odiaba mi nombre de pila porque nadie era capaz de pronunciarlo correctamente. Y odiaba mi apellido por considerarlo feo. Además, siempre me llamaban Fernández, Hernández e incluso Bermúdez. A lo largo de los años, he tenido que cambiar titulaciones oficiales porque mi apellido aparecía incorrecto. El nombre, a veces, también, sin mi "h" final que siempre insistí en que escribieran pero no pronunciara. Y odiaba tanto ese apellido que buscaba un sinónimo con el que firmar mis pequeñas incursiones literarias. A veces era Ruth B.S. Otras, Ruth B. Suárez. Sabía que no quería cambiar mi nombre completamente por algo cursi o rimbombante, porque en ello iba también mi identidad, y yo no me identificaría jamás con un nombre como Penélope Potosí o Amanda Pitita de Todos los Santos. Yo veía mi nombre en letras doradas sobre el lomo y la portada de un libro, pero no estaba segura de qué nombre, qué apellido usaría. 
Mi padre se ha lamentado siempre de que, al tener dos hijas y ningún varón, el apellido familiar muere con él. Supongo que, aunque lo niega, su frustración ha sido no tener un hijo. Pero el apellido Bernárdez no va a pasar al olvido. 
Quizá no esté en letras doradas, y quizá no pase a los anales de la historia, pero el apellido Bernárdez se queda conmigo en la portada del libro. 
Mi apellido, también, ha sido objeto de discusión con la familia del guiri, que no acepta que, en caso de casarnos, yo no adopte el suyo y destierre el mío, mi identidad, al olvido, como si Ruth Bernárdez no hubiera existido jamás. Se sienten ofendidos de que, en su limitada mente guiri, "desprecie" su nombre. Y por más que intento explicarles -guiri incluido- que precisamente esa es la causa, que es SU nombre y no el mío, no lo entienden. Una vez me dijeron que la única manera en la que aceptarían que no lo cambiase (o que me lo incluyese en mi nombre con un guión) sería si publicaba el libro y era mi el nombre con el que se me conocería como escritora. No importaba que ya hubiera numerosos textos míos publicados por Glénat en los prólogos de varios tomos de Esther, en Jana y en Ediciones B (Cristina y sus Amigas vol. 2). Ellos, erre que erre.
Ahora espero dejar de oir sus cansinas excusas para que mi apellido cambie. Mi apellido es el que es, y más feo o más bonito, es mío. Creo que lo cambiaría sin dudarlo si me apllidara Pérez, Martínez, García o cualquier otro apellido común -sin acritud hacia nadie con ese apellido-, pero prefiero tener que deletrear mi nombre y apellidos hasta la saciedad que compartirlo con millones de "usuarios".
Y todo este rollo para qué es? Para mostraros mi primer contrato "literario", personal e intransferible:


No tengo fecha definitiva para su salida. Espero que sea más tarde de lo que me dijeron en un principio, por razones personales (una posible mudanza), pero os mantendré informados. Todo es oficial, está firmado y sellado ante las cámaras.

                                             
El apellido Bernárdez está para quedarse. Tendré detractores, tendré amigos, espero tener lectores, pero lo más importante, espero hacer a mi apellido orgulloso de ir acompañado de mi nombre de pila.

P.D.: Navarro, al enterarse de que tuve una serpiente, sugirió hacer la promoción de mi libro a lo Selma Hayek, boa incluida. Yo no hago operación bikini, lo mío es operación boa, que a mi el photoshop no me va.
Y para que así conste, a todos los efectos, firmo la presente, blablabla, Limerick, 09 de Mayo de 2012... blablabla...



martes, 8 de mayo de 2012

Próximas lecturas tebeísticas

Ya de vuelta de Barcelona. 399 fotos (quedará la cosa en menos cuando empiece el borrado selectivo) y muchos comics en la maleta.

En el Mercat de Sant Antoni conseguí algunos Sissis y muchos Lilys (unos 50 en total):


Y del salón me traje bastentes "novelas gráficas", ese término que a los puristas no acaba de convencer pero que ya se ha convertido en algo habitual:


Una posibilidad entre mil y La máquina de Efren son fruto de Cristina Durán y Miguel A. Giner. Ambos relatan vivencias personales de su vida en común como padres. El primero, la experiencia vivida cuando su primera hija, Laia, nace con una enfermedad muy rara. Es una historia que no deja insensible a nadie. Tuve la oportunidad en el Saló de conversar con ambos (más en la revista de Junio) y me enseñaron una fotografía actual de Laia y de la protagonista de su segundo hijo, pues esta nueva obra relata otra de sus vivencias: la aventura de adoptar un hijo. El primer libro me lo leí anoche (ya lo había comenzado en el hotel en Barcelona) y el segundo caerá esta noche.

El cuarto tomo de la Segunda Parte de Esther y su Mundo (la Esther ochentera) no necesita presentación alguna. Huelga decir que he pasado el fin de semana alrededor de Purita, y que el sabado por la noche disfrutamos de una amena y entretenida cena con ella y Paco, su marido.

[Rec] es la novela gráfica que reune algunas historias (de diversos autores) inéditas. Quiero decir que no se trata de las películas hechas tebeo sino en una serie de historias no contadas con anterioridad y no aparecidas en los films. Bastante interesante para quien, como yo, tenga un poco de sangre en las venas que necesite estimular con un chute de adrenalina de vez en cuando.

Dia Libre, Ibéroes es la continuación de las andanzas del grupo de Ibéroes, esos héroes españoles y castizos de este tebeo no exento de humor a ráfagas de Iñigo Aguirre (más, también en la revista), que firmaba ejemplares el pasado viernes en el Fnac del Triangle, en la otra punta de Barcelona, bien lejos del Saló, que teniendo un Fnac en el centro comercial Arenas al otro lado de la carretera, decidió que aquellos interesados en los autores que firmaban allí debían atravesar a la carrera (o en metro, taxi o bus) media Ciudad Condal.
Plagio también es una obra de contenido real. Con guión de Hernán Migoya y dibujos de Joan Marín, relata un hecho escalofriante: la esposa de Hernán fue secuestrada en su Lima natal cuando tenía dieciocho años e introducida durante horas en una maleta. Salió viva de semejante aventura de milagro y a dia de hoy sus secuestradores permanecen en libertad y son conocidos por la familia y la víctima, razón por la que Melina decidió mudarse a Europa. 
Sostres es la obra de Cristina Bueno galardonada en el concurso del Cartet Jove y publicada por EDT. Es una historia autobiográfica sobre un accidente en moto que le cambió la vida.


Camila es una nueva infant terrible del comic, obra de Alex Fito. Aún no la he leido tampoco por lo que no puedo opinar demasiado, pero tengo el presentimiento de que va a encantarme. A simple vista parece un cruce entre la sabiduría de Mafalda y la picardía de Fifí.
Miguel Fuster nos sigue contando su vida en la calle con su tercera entrega autobiográfica, Barcelona sin mí, continuando su relato sobre su experiencia como mendigo.
Wimbledon Green es una joyita hecha tebeo. de Seth, cuenta la historia del coleccionista mayor del mundo. En el blog de El Coleccionista de Tebeos tenéis más detalles al respecto y ahce poco la reseñó el mismo Javier Mesón para nuestra revista Foroesther.
Jan Europa es la trilogía de Edmund previamente publicada en la época dorada de los tebeos. De esta serie había leido capítulos sueltos y simplemente me fascinaba. Edmond tiene una facilidad innata para dibujar a unos chicos tan atractivos sobre el papel que parecen reales y a unas chicas con un tipo tan envidiable que hace salir de una su lado más lésbico. Glénat publicó hace un par de años la obra íntegra en tres volúmenes que no he podido conseguir hasta ahora debido a las restricciones que uno tiene en la maleta (mejor dicho, al peso) cuando viaja por aire.

Así que... voy a tener lectura para rato.
Por lo demás, me consta que el Salón ha sido récord de asistencias este año -que no de ventas a juzgar por las cibras que barajan abiertamente algunas editoriales- y he disfrutado de la compañía de mis amigos, he conocido a compañeros de Tebeosfera y he visto de nuevo a otros, he conocido nuevos autores (nuevos para mí) y he tenido la oportunidad de conversar con ellos.
Las exposiciones este año han sido antológicas, con esos 40 años del nacimiento de Mazinger Z y los 50 de Superman (¡y lo bien que se conservan!) y algunas anécdotas que os iré contando en breve...

Me voy a hacer la compra que los ratones de mi nevera comienzan a padecer anorexia...


miércoles, 2 de mayo de 2012

BYE BYE

Cerrado por...


                                                          ...Pero amenazo con volver...