miércoles, 26 de noviembre de 2014

I'M IRISH

Pues ya lo soy. Irlandesa. Legalmente.

La ceremonia tuvo lugar el pasado lunes 24 de Noviembre aunque yo ya sabía desde Agosto que se me había concedido la nacionalidad. De hecho, me emplazaron en la ceremonia en Dublín el 22 de Septiembre.

Ese día volaba de vuelta de mis vacaciones de Lituania, por lo que les envié un email diciéndoles que no podría ir por no encontrarme en el país. No hay problema, se puede hacer. La verdad es que fueron más rápidos de lo que esperaba.

A mediados de Marzo, yo había escrito este post sobre todo el papeleo a presentar. Y fue cuando envié la solicitud con toda la documentación. El 7 de Abril me enviaron una carta con el recibo de la Application Fee informándome del recibo de mi solicitud y asignándome un número de referencia que habría de usar de ser necesario contactar con la Oficina encargada de todo el proceso. Y vaya si usé el numerito.
Esta carta me llegó con mis dos apellidos, ignorando obviando mi nombre de pila. Por lo general, desde mi llegada, solo uso mi nombre y primer apellido, en todos mis papelos legales en el país, cuenta bancaria, tarjeta médica, hacienda, contratos, etc. etc. Pero para el proceso de nacionalización necesitaba presentar mi nombre tal y como aparece en mi DNI y Pasaporte, por lo tanto hube de incluir el apellido materno, Y todo esto os lo conté aquí.

Ya por fin, en Agosto, me llegó la carta amarilla. donde se me emplazaba a la ceremonia (que es obligatoria) el 22 de Septiembre. Les envié un email y me dijeron que me incluirían en la siguiente, cuya fecha aún era desconocida. Y hace unas semanas recibí la cartita, esta vez de color rosa, donde todo salió perfecto: primero, porque tenía miedo de que le fecha me coincidiera de nuevo bien con mi viaje a Bélgica o con el de Madrid a mediados de Diciembre. Pero la pirula fue completa porque tampoco tenía que desplazarme a Dublín: tendría lugar en la Universidad de Cork. 

Se me citaba a la una menos cuarto en la Galería Glucksman en el Campus.


La Universidad queda a unos 10 minutos de mi casa. En la Galería era el proceso de registro, que básicamente consiste en que llegas, haces cola para entrar, que lo haces por grupos, vas a la mesa que se te había asignado en la carta rosa, firmas un papel y te dan el "pack ceremonia" que consiste en tu certificado de naturalización que certifica que ya eres Irish; una copia del himno nacional en irlandés y su traducción al inglés; un pin de la bandera irlandesa; el texto que has de leer para "jurar" fidelidad al estado; un papel con las causas por las cuales te pueden revocar la nacionalidad; un papel informándote de lo que necesitarás para sacarte el pasaporte irlandés; un recibo de los 950 euros de la nacionalidad, y un pepelito informándote que ahora, ya, puedes votar y cómo registrarte para ello. 

De ahí, que firmar es un segundo, vuelves a salir en otra cola. A pesar de que te dejan llevar un acompañante, ha de esperar fuera. Te llevan al edificio -que no está muy lejos, dentro del Campus- donde tendrá lugar la ceremonia, que con todo, dura más o menos una hora. Los recién irlandeses llegamos por grupos, según acabamos el registro en la Galería, todos muy bien vestiditos y con nuestra carpetita de plástico trasparente con nuestros docuementos dentro, cenrtificado bien visible para que no nos confundan con un "viejo Irish". Los invitados se sientan al fondo de la sala, nosotros, nuevos Irish, delante.
En el escenario toca una banda. Nada de marchas solemnes o militares: canciones folk irlandesas, temas de películas... Hasta que llega la Ministra de Justicia y todo se vuelve más solemne. Informal, pero solemne.
Y tras unas palabritas de este, aquel y la ministra, el juez toma el estrado para decirnos que tenemos el honor de ser Irlandeses, sí, pero que no perdamos nuestras raíces. Que tenemos mucho que aportar a la comunidad. Tenemos nuestra cultura, nuestra cocina, nuestras costumbres que pueden mezclarse sin pudor con las de este país, que ya es el nuestro. A partir de aquí hablamos de nuestro "old country" y "nuestra "nueva patria" y a mí se me empieza a formar una película acuosa bajo los ojos y chis la mar, que me he pasado dos horas maquillándome y voy a acabar pareciendo un panda chino en lugar de una lassie irlandesa...
Juramos nuestra fidelidad al estado poniéndonos todos en pie a la vez y recitando y repitiendo las palabras del Juez Moran: "Yo, Ruth xxxx xxxx, de la calle xxx numero xx de Cork City, habiendo solicitado al Ministro de Justicia e Igualdad un certidicado de naturalización, declaro por la presente mi fidelidad a la nación irlandesa y mi lealtad al Estado. Prometo observar fielmente las leyes del Estado y respetar sus valores democráticos."

Y a mí la voz se me hacía chiquita, se me confundía con las lágrimas que pugnaban por abandonar mis ojos y tenía que esforzarme en superar el temblor de mis cuerdas vocales. Reconozco que mi nombre creo que ni acabé de decirlo. Rodeada de africanos, malayos, filipinos, asiáticos, indios y pakistaníes y con muy pocos caucásicos a la vista, mi voz, mi hilito de voz, se perdió y reapareció solo a ratos, cuando tras tomar el aire me salían las palabras. 

Y entonces, fui ya irlandesa. 

Y luego, pusieron el himno nacional y me hice panda. Y todo acabó y teníamos que salir y tenía que reunirme con Jay y no quería que me viese así.

Luego nso tomamos unas cervezas, y no le dije nada por vergüenza y nos fuimos a comer con unos amigos. Y esa noche, en la intimidad de mi almohada, volví a llorar. Porque estaba muy contenta. Porque ahora tengo voz en este país que me ha dado tanto. Porque a pesar de sentirme siempre acogida y estar totalmente integrada, siempre hubo algo que me mantenía al margen, y ahora, por fin, finalmente, estoy dentro del círculo. 

Y como ese día no me hice fotos porque el photocall estaba acaparado por negracos imponentes en trajes de chaqueta o en sus mejores galas, pues os enseño mi flamante certificado, que me hace más ilusión que aquel otro que me dieron cuando terminé Imagen y Sonido y que me llegó por correo porque no pude asistir a la ceremonia de graduación.



martes, 18 de noviembre de 2014

De paseo por Bélgica

Me marché unos días a Bélgica, concretamente a Bruselas y Brujas, aprovechando que tenía bastantes días de vacaciones aún en mi "hucha laboral". La idea era visitar Gante también, pero el lluvioso clima que encontré tras mi primer día (tan azul y bonito...), me hizo cambiar de planes. Me empapé en Brujas y no quería repetir en Gante. Al menos quedándome en la capital, siempre podía volver al hotel a cambiarme si estaba incómoda, empapada o tenía frío.

Me habían dicho más de una vez que Brujas se veía en tres horas, cuatro a lo sumo. Yo me quedé con ganas de ver más y regresé a la estación a lo justo para coger el tren de las 4.30, de anochecida ya. Desde las 10 de la mañana más o menos que llegué a Brujas. Estuve más de una hora en el museo pictórico, admirando los artistas Flamencos  que tanto me apasionan. Gante tendría que esperar y es la poderosa razón de que vaya a refresar de nuevo. He dejado cosas sin ver en Bruselas precisamente para tener una razón imperiosa para regresar. Esta vez iré con el guiri y no es plan de repetir y visitar todo de nuevo. 

He comido gofres y chocolate belga, seak tartare y probado las cervezas locales. No probé los famosos mejillones porque no me gusta el marisco, y visité más iglesias de las necesarias, quedándome sin batería del móvil con frecuencia a pesar del power bank que llevé (a la siguiente, más de uno!) porque en todas las iglesias te dejan hacer foto pero sin flash, mi cámara a pesar de ser una Nikon no me gusta cómo hace las fotos sin flash y suele ser más cómodo sacar el móvil.

Y he comprado. Para mí, para mis amigos, para mi familia, para el guiri. He visitado tiendas navideñas preciosas y cargado brick-a-brack. Y he venido muy contenta y os voy a hacer sufrir teniendo que tragaros mis fotos (intentaré ser parca con las explicaciones).

De momento, algunas cosas que compré:

Un cenicero para mi hermana y esa "ventanita" de blonda para mí. el encaje está por todas partes en Bélgica, especialmente en Brujas y esta imagen me encandiló.


No me pude controlar: fue entrar en esta tienda de navidad en Brujas y hacérseme la boca agua...


Para mi madre, que es sastre, unas tijeras con cadeja de plata y sujetatijera antiguo:


Para mi madre también, para seguir aumentando su colección de dedales del mundo. El llavero de la pitufina es para la muá:


Dos saquitos de lavanda de encaje de Brujas:


Dos abanicos comprados en Brujas también, el burgundy es mío, el otro más pequeño es para mi hermana:


Un bolsito muy cuco y el libro-catálogo del museo Groeninge de Brujas:


Un parasol que complimentará perfectamente algunos modelitos de época de mis Ellowyne Wilde...


Imanes de nevera para dar y regalar...



Mi madre insiste en regalarme trapos de cocina por doquier "porque a ella le encantan". Ha llegado la hora de la venganza...


recuerdillos brick-a-brack varios, que el Manneken Pis no puede faltar (una casita es para mi hermana y el abridor también):



Chocolates para todos (y mazapanes):


Y una camisetilla para la bebita de una amiga:



A esto hay que añadir un gorro de lana para el guiri y algunos regalos que no conviene vean sus dueños de momento...



domingo, 2 de noviembre de 2014

Ups!! se me pasó Halloween

Solo se me ha pasado subir aquí las fotos, porque celebrar, lo he celebrado.

Ya ver si la gente se va enterando ya de que NO ES UNA TRADICION AMERICANA sino CELTA. Los americanos lo han copiado todo de los demás. O casi todo.

En fin, mi halloween comenzó haciendo una calabaza muy normalita (perdón por la calidad de las fotos, están hechas con el móvil y los dedos pringosos de tripas calabaciles:


Cosas de la vida, me crió moho. Esta calabaza no la compré en el mismo sitio donde adquirí la del año pasado y a los pocos días estaba verde por dentro y reblandecida. Así que hice otra...



Y no contenta, entremedio de una y otra, se me ocurrió hacer un experimento con un calabacín, por aquello de que originalmente Jack O'Lantern lo que vació fue un nabo. Pero no estaba yo por la labor, que bastante trabajo me costó ya vaciar el puñetero Squash. Nunca más, Santo Tomás...



También hice algún soporte para vela utilizando los frascos vacíos de las velas de olor del Primark:


Y mi display ventanal quedó tal que así:


Mañana me tocará recoger tanta telaraña, menos mal que son artificiales o me da un algo!

También hemos disfrutado de las actividades del Festival de The Drangon of Shandon, con cabalgata incluida.








A modo de curiosidad, las figuras, en su mayoría, están hechas con celofán.

Y con esto y un bizcocho, hasta el año que viene, Pinocho!