sábado, 28 de diciembre de 2013

Todo un Año: segunda parte

Julio continuó incansable, caluroso y viendo mis tardes ocupadas con el trabajo hasta el anochecer que, agradecido, me permitía ver el cielo azul aún a las diez pasadas de la noche. Durante mi tiempo de auseto, arañando horas del calendario aquí y allí, disfruté de lo que sucedía a mi alrededor.

Julio comenzó con el Damhsafest:

          
Un festival fresquito y veraniego en el centro...


Y un festival de ciclismo:


Barbacoas en casa los fines de semana veraniegos (mientras el tiempo aguante) y paseos por los numerosos canales de Cork. Tiempo de Serendipity.



Y más paseos por el lago, para comparar la frondosidad de los árboles y el color de las aguas en diferentes estaciones.

                          
Agosto me llevó a conocer a un personaje apenas oido de lejos, en un nuevo festival dedicado a su memoria, que tendrá lugar cada año: Mother Jones.


Fui testigo de un hecho histórico: Rob heffernan, nativo de Cork, campeón del mundo en Moscú de la carrera de 50 km llega a la ciudad y las masas le reciben como a un héroe. Rob se comporta como el más humilde de los humanos.


Cork Heritage abre en Agosto durante un día edificios y centros que no están abiertos para el ciaudadano de a pie el resto del año o, los que lo están, son gratuitos para todos. El fin de semana se convierte en un festival. Yo aproveché para subir de nuevo al Fuerte Elizabeth y repetir algunas de las fotos que hice unos 13 años antes y comparar la evolución de la ciudad. Y desde luego, hacer fotos nuevas desde un punto de vista opuesto a la torre de Shandon.





Y disfrutamos del orgullo gay, con concurso de perros y cabalgata incluida.



Cabalgata inspirada este año en el Mago de Oz...

                          

¿Qué hice en septiembre? Bien poco. Entradas en el blog, 3. Creo que ha sido el mes en el que menos he escrito desde que empecé el blog hace ya años. En septiembre me cogi una semana de vacaciones que pasé en casa, principalmente tocándome las meninges ya que el guiri se hallaba inmerso en un curso que no podía dejar para que nos fuésemos por ahí. Y yo necesitaba descansar, si solo mentalmente, de toda la tensión y el estrés de un trabajo malquerido. Salí a pasear y descubrir nuevas vistas, desde arriba de Patrick's Hill. Salí a tomar cervezas con los amigos y a comer en maravillosos restaurantes. Y a cenar. Y desayunar.

                       


Y descubrimos un pub en nuestra calle con una salita con cuadros de Kennedy y el papel de pared de la abuela...


Visité de nuevo la Galería Crawford con motivo de una exposición itinerante y el Vision CEnter de St Peter, que antes fue una iglesia.

                

Y también visité una iglesia que lo sigue siendo. Muy bizantina:


                    

Y así, de repente, llegó Octubre. Con su festival de Jazz a final de semana y su Halloween y la primera calabaza que he creado yo misma divinamente y puesto en mi ventana con orgullo durante un par de semanas. Y mi momento feliz al dar la notificación en el Hostal Marrietta para irme a la Manzanita. 

                    

Y con Halloween, el Zombie Walk y la Casa del Terror

                           

                           



Noviembre me dio 20 días de vacaciones para hacerme a la idea de que tenía un nuevo empleo. De que el abuso y de horarios y condiciones se acababa de una vez por todas. Paseé aprovechando el buen tiempo, cosí, ví series, películas, y una vez más, me rasqué el ombligo. Porque yo lo valgo.

                 

No sé qué tienen los asilos que me vuelven loca, ay que me vuelven loca...


¿Y qué contar de Diciembre? Mercado gastronómico navideño, noria, Tir na Nollag y navidad íntima y con un Santa Claus muy generoso. Y al mes aún le faltan días.

         


                         
                         
                         

                                                                         Feliz Año!!!!

jueves, 26 de diciembre de 2013

Todo un año: las sonrisas y las lágrimas (I)

Enero me pilló el año pasado aún soñando. Soñando que encontraría el trabajo en Cork que me permitiría mudarme de un Limerick del que estaba hastiada. Y lo logré. A mediados de enero tenía entrevista y confirmación de que había logrado un trabajo que parecía sublime y pronto nos vimos rodeados de cajas, polvo y basura hasta aburrir. Y todo lo que dejé atrás.

Dejé un trabajo maravilloso con gente aún mejor, por el cual lloré durante meses. Lloré por haber dejado un trabajo ideal, pero mucho más porque el trabajo que conseguí en Cork no era lo idílico ni lo bueno que parecía y mi vida quedó abocada ya no a un segundo plano, sino a un tercero. Si el 2012 había acabado de guinda con la publicación de mi libro, 2012 me veía esclava del trabajo, tanto que no me dieron permiso para asistir al Salón del Cómic de Barcelona en Abril y, por tanto, realizar la presentación en Barcelona. Y trabajando de 1.30 de la tarde y acabando a las 10pm, dejando mi casa a las 12.15 como muy tarde para llegar luego a las 11 de la noche, poco tiempo me quedaba para nada más que comer y dormir. Dejé de escribir, de leer tanto, me planteé dejar la Revista Foroesther que sacamos mensualmente pero, con la ayuda de Geno, a quien desde aquí agradezco todo su apoyo y ayuda, continuamos cada cuatro semanas cumpliendo con sus lectores, que son más de los que algunos piensan. 

Los fines de semana (al menos en algo he tenido suerte y es que durante mi tiempo en el Hostal Marrietta tuve los fines de semana libres o domingo y lunes, que tampoco estaba mal), los he disfrutado como si no hubiera mañana, intentando no perderme nada de lo que sucedía en la ciudad (que para eso, a fin de cuentas, me mudé). Disfruté de St. Patrick's...


Y disfruté de largos paseos por la Universidad, los caminos a lo largo del Lee o las persecuciones de patos, cisnes y gansos en el lago.


Incansable, decidida a mejor mi calidad de vida, a no morir al teléfono de pura frustración y arrastrando problemas de salud, llantos, resentimientos y miedos, seguí buscando otra cosa pero lo que me salía era aún peor o no tenía éxito. Mis días, libres, los dedicaba a olvidar los cinco que dejaba atrás y los cinco que tenía por delante.
Vale, también hice el gamberro...


En Abril paseamos por la Marina y visitamos el Castillo de Blackrock y el de Blarney:




Y bebí mucho con mis amigos y con Jay en nuevos bares, viejos bares, bares de viejos y bares escondidos...

            

Con Mayo llegó el buen tiempo y mi idea de seguir divirtiéndome mientras podía. Llegó el colorido African Day, con movimientos de pelvis y saltitos ensalzados en la plaza del Opera House.


Y ese mismo día vinieron a visitarme Vicky, Juan y el pequeño Miguel desde Limerick, y lo pasamos bomba!


En Junio me pillé una semanita de vacaciones con intención de dar una vuelta por la provincia y familiarizarme con el Este y el Oeste de Cork, y el mes empezó con buen pie y muy buen tiempo.


Subimos a Shandon a tocar las campanas y hacer fotos espectaculares...



Y hasta nos atrevismos (craso error) a visitar el museo de la mantequilla...


Al día siguiente nos aventuramos a ir a Kinsale, cuando amaneció un sleado y precioso día. Por el camino un turismo francés se la pegó con la esquina del bus en el que viajábamos y hubimos de esperar una hora para que nos recogiera otro autobus. Para cuando llegamos a Kinsale y comimos, la lluvia torrencial nos impedía dar dos pasos y chorreando y de mal humor, cogimso el bus de vuelta tras solo dos horas después de llegar al pueblo costero, que aquel día más parecía el escenario de La Niebla.


Dos días después nos aventuramos a ir a Cobh. Esta vez el sol brilló de principio a fin.

                         

También este mes se celebró en Cork el Indian Summer y fui a ver una exposición de cultura india en todas sus facetas y una demostración de cómo ponerse un Sari.





sábado, 21 de diciembre de 2013

El Pescadero y la Reina

En 2011 la Reina Elizabeth II de Inglaterra pisó suelo irlandés, todo un acontecimiento histórico. Fue una visita de estado de tres días, tras ser invitada por la entonces Presidenta del país Mary McAleese. Era la primera vez que un monarca británico visitaba Irlanda desde 1911 cuando el abuelo de la actual reina, George V realizara un tour por la isla cuando ésta aún pertenecía al Reino Unido (la Independencia no llegaría hasta 1916).

La visita se vio como una normalización simbólica de relaciones británico-irlandesas tras la firma en 1998 del Acuerdo del Viernes Santo. Todo el evento incluyó una de las operaciones de seguridad mayores de la historia de la República, cuando la Reina visitó lugares de significancia republicana en Dublin, tales como el Garden of Remembrance y Croke Park, que aparte de ser un estadio multiusos, fue escenario en 1920 de la masacre llamada Domingo Sangriento durante un partido de fútbol gaélico en el que el ejército inglés atacó ametrallando al público y a los jugadores.

Y entonces la Reina y su maridín el Duque de Edimburgo, tras tomarses unas pintitas en el museo de Guinness, vinieron a Cork. Y una de sus paradas fue el English Market, que es un mercado donde se puedde encontrar prácticamente de todo. Y la buena señora fue a pararse delante de una pescadería y las cámaras de fotos y de televisión capturaron un momento único: la Reina pregunándole al pescadero por el nombre de cierto pescado que resultó ser un rape.



Y aquí es cuando cambia la vida de un hombre. Un hombre nasío pa vendé pescao. Resulta que al rape, ese pez de bocaza grande y enorme, en Cork se le conoce cariñosamente como "la suegra". Y claro, el pescadero, que se llama Pat O'Connell, se vio en la tesitura de contestar a la buena mujer. Y Pat tenía en la cabeza la idea de que la Reina era una persona con muy poco sentido del humor, siempre tan seria y tan... majestuosa, claro. Y con su mejor acento corkonian le explicó que el nombre del pescadito en cuestión era rape (monkfish) y cómo era conocido en la localidad. Y a la reina le hizo gracia y se rió y como en un cuento o una mala película, todos rieron dejando escapar ese aliento contenido (que le coooooooorte la cabeeeeza!) y el momento quedó inmortalizado y la imagen de Pat descojonándose con la Reina recorrió medio mundo, Cork se enamoró de la simpatía de la monarca y Pat... Pat se convirtió en toda una celebridad.
Entrevistas en prensa nacional y extranjera, reportajes en la tele, intervenciones en cualquier documental o programa sobre la ciudad... y ahora, más de dos años después, un libro. Famoso en dos minutos y a vivir de ello toda la vida.



Ojo, el señor es un encanto (no en vano es mi pescadero), y me he comprado su libro por pura curiosidad (además lo tengo firmado). Es la historia de su vida, y de cómo llegar a ser la imagen de un mercado al lado de una señora mayor de abrigo verde y vestidito floreado.
Pat viene de una familia que tanto por parte de padre como de madre, venían del comercio tradicional. Estudió en Cork y se graduó en Empresariales y después de trabajar para la Cork Corporation, se empleó en el puesto de su madre en el Market. Hoy sigue ahí, con su hermano como socio, y además tienen una casa de ahumados en Bandon. Y en este libro habla de sus treinta años de experiencia como pescadero y de los logros y fracasos de su vida como comerciante en el mercado, habla de los problemas del oficio, de la crisis y de la difícil competencia. Y habla en gran detalle de la visita de la Reina, que considerando que no pasó con ella más de 10-15 minutos... es ya un logro de por sí.
Pero es un libro entrañable. Muy de Cork, que es algo que alguien que no sienta esta tierra no va a entender, y posiblemente la única razón por la que este libro ni siquiera traspasará las fronteras de la provincia. 
Porque todo mercado, tiene sus personajes. Y sus historias. Y lágrimas. Y a menudo, muchas risas.