domingo, 19 de octubre de 2008

REVISITANDO LIMERICK Y LAS CENIZAS...



Ayer revisité Limerick, con ojos renovados, se puede decir.

Cuando vives en una ciudad, hay ciertos detalles, ciertos edificios, que tiendes a ignorar. Pasas a diario frente a ellos y para tí son sólo un compendio de ladrillos y cemento. Ayer vi edificios que creía conocer, y los vi desde otra luz. Conociendo su historia, lo que fueron un día, y lo que son hoy. Porque ayer, hice por primera vez el Tour de las Cenizas de Angela con el historiador Michael O'Donnell, experto en la obra de Frank McCourt y que le diera el tour al mismo escritor el pasado Agosto. Lo hice porque Vanessa, su hermana Leticia, su marido Alberto y su primo Juan Carlos me encontraron a través de este blog, por el artículo que escribí sobre el Limerick de McCourt y venían a visitar la ciudad ayer Sábado, sóla y exclusivamente empujados por la lectura del libro. Querían conocer los lugares donde transcurrió la vida del pequeño Frank, su familia y sus amigos. Y por ello decidí apuntarnos al tour que Michael realiza casi a diario a las dos y media de la tarde y que parte de Arthur's Quay, cuyo parque y Oficina de Turismo no existían ni mucho menos en aquella época. Allí se levantaban los "pisos", por llamarlos de alguna manera, donde familias enteras residían en una sola habitación, compartiendo todos los vecinos un único toilet situado abajo, cerca de la entrada. Nos contaba Michael que cuando leyó la descripción que en el libro se hace de esas habitaciones, la supo reconocer muy bien: él mismo vivió allí de niño con sus padres y dos hermanas, vecinos de la familia Clohessy, cuyo hijo era uno de los mejores amigos de Frank y que aparece en su novela. Cuenta Michael que durante el día todos se veían obligados a compartir el mismo cuarto de baño, pero a la caída de la noche no se podía usar, por las ratas que venían del adyacente río Shannon, que corrían con total libertad por la planta baja. Así, se veían obligados a tener una esquina con un cubo, donde hacían sus necesidades toda la familia y que era vaciado en la mañana en ese mismo retrete. Un día, los O'Donnell recibieron una carta del Ayuntamiento. El edificio había sido declarado "no habitable por motivos de salud". Todos aquellas cobachas iban a ser derruídas. Mediante un sorteo, a los O'Donnell, como a otras tantas muchas familias, les correspondió una casa de protección oficial, con dos dormitorios, una salita, su cocina, jardín.. y un cuarto de baño interior, para ellos solos. Se sintieron como reyes.

Dice Michael que dos puertas más abajo de la suya en su nuevo hogar, vivía una familia cuya hija mayor, Mary, de 18 años, acababa de conseguir su primer empleo, en un "Fish-and-chips", es decir, vendiendo pescado y patatas fritas en una tiendecita. Mary se había comprado una bicicleta de segunda mano para ir cada mañana al trabajo y desde entonces se creía la reina de la calle. Una mañana la madre de Michael estaba en el jardín y la vio pasar en su bici. "Buenos días, Mary, estupenda mañana, verdad?" le dijo sobre la empalizada. Pero Mary la ignoró, demasiado ocupada mirándose su propia nariz, enarbolando un snobismo impropio de su clase y condición social, y la buena mujer le dijo a Michel: "Mira a Mary, aún con la marca del cubo bajo el culo y se cree la reina del lugar".

No voy a comentar todo el tour porque ya lo hice en su tiempo, cuando creía conocer todas las localizaciones todavía en pie en Limerick. Sin embargo, nos llevó a lo largo de Henry Street a la que fuera la antigua escuela de la misma Angela, hoy convertida en un Centro de Ayuda Social. Es un edificio de ladrillo rojo, cercano a una iglesia, que he visto miles de veces y creía era un centro diocesano. Justo enfrente se halla una callecita con un grupito de casitas de dos plantas pintadas en alegres colores, con macetones colgando de sus fachadas, a ambos lados de las puertas de entrada. Nos contó nuestro simpático guía que hace unos años tuvo la suerte de llevar en el Tour a Malachy McCourt, el hermano de Frank, y que él nunca había sabido encontrar, por más que había preguntado y se había documentado, dónde estaba la casa exactamente o dónde había estado, del amigo de Frank que les cobraba cada viernes por ver a sus hermanas lavarse desde la ventana del piso superior. Malachy le dijo que si Frank no lo había mencionado en el libro, sería porque no quería decirlo, pero ante la insistencia de Mr. O'Donnell, que le juró que jamás lo revelaría, le señaló la calle, frente a esta escuela, aunque no estaba seguro del número. En cualquier caso, la casa sigue en pie aunque la familia se mudara hace muchos años.

No lejos de allí, cercana a Barrack's Hill, una cuestecita tras los acuartelamientos, en cuya cima se encontraban los inmundos callejones en que los McCourt habitaran, hay unas casitas diminutas, de nuevo pintadas en alegres azules, rosas palos y amarillo, que son una réplica de la casa donde viviera la abuela de Frank, la Sra. Sheehan, madre de Angela.

Cuando Alan Parker vino a Limerick a rodar la película, se desilusionó al comprobar que poco quedaba ya de las localizaciones reales. Limerick había cambiado mucho -y ha cambiado bastante más desde el rodaje-, y él quería calles adoquinadas. Habían contratado a Michael para ayudarles a conseguir localizaciones y éste les aseguró que la calle más parecida era esta cercana a Barrack's Hill. Nada quedaba similar a las casas de aquella época, y desde luego, no hay una sola calle adoquinada en toda la ciudad. La única que él conocía de esas características y que permanece igual desde tiempos inmemoriales, es la calle donde se encuentra la fábrica de Guinnes en Dublín, y allí se rodaron finalmente algunas de las escenas del famoso film.


Desde acá nos fuimos en dirección a otras calles, acercándonos cada vez más a Leamy School, el colegio de Frank, que aunque hoy es unn edificio de oficinas, su exterior permanece exactamente igual. Esta calle se encuentra detrás del edificio donde vivo, y enfrente de la escuela, hay un callejoncito casi escondido, pequeño y oscuro. Allí se yergue aún una de las casas donde vivió la familia McCourt. Aquella donde uno de los gemelos muriera. Sucedió en la habitación tras la ventana del primer piso.

Ahí está su casa, frente a la que he pasado casi a diario, y lo ignoraba por completo. Supongo que el interior está renovado y alquien lo habita o bien es un almacén de la oficina que ocupa el edificio del frente, aunque poseen dos puertas separadas. No hay placa que hable de sus antiguos ocupantes. Nadie apenas lo sabe. Pero fue aquí donde Frank vivió bastante tiempo.

En Little Catherine Street, a la vuelta de la esquina de mi apartamento, también hay un edificio que Frank visitó, o mejor dicho, debería haber visitado con asiduedad, y que ahora es la Clínica Cadbury (que nada tiene que ver con el chocolate), y que es una clínica de hipnosis para dejar de fumar (y otros tratamientos diversos). Este edificio pequeño y coqueto, otrora fue la academia de baile a la que sus padres apuntaron a Frank, mientras éste se quedaba el dinero de las clases y se iba al cine.

De modo que, como bien, se dice, nunca te acostarás sin saber una cosa más. El tour me ha gustado tanto, y Michael lo ha explicado todo tan bien -contando pasajes completos del libro-, que me he animado a hacer el Tour Histórico de la ciudad, que supongo nos llevará por calles desconocidas para mí totalmente, al otro lado del rio Abbey, que no frecuento demasiado porque no es un área muy aconsejable si no se sabe a dónde se va.

Os mantendré informados.

5 comentarios:

Shirat dijo...

Me ha gustado mucho tu descripción del tour.
La verdad es que yo no he leído el libro, pero hace tiempo que lo tengo en mente, precisamente por lo que te he oído contar. Con este post estoy ya convencida.
Tampoco he visto la peli, así que esperaré a leerme el libro para verla y opinar. Ya te contaré.

Y quedamos en espera de que nos cuentes lo del tour histórico.

Inma dijo...

Candela has hecho que me entren unas ganas irrefrenables de releer el libro. Tengo varios en la mesa de noche y me parece que van tener que esperar a que revise "las cenizas..."

Riesgho dijo...

Tampoco he leido el libro, pero en cuanto tenga tiempo me pondré con él. Es increible que muchos de esos edificios estén casi igual que entonces, verdad?
Me encantó este tour, y espero que proximamente noscuentes el de la ciudad. ¡A ver que descubrimientos haces!!!!
Besinos.

chema dijo...

está genial el toru. detrás de cada casa antigua hay muchas historias que contar. ese libro tiene que estar muy bien. y a mí me gustan mucho las historias cotidianas de la gente de antes. ya nos irás contando más cosas!

Anónimo dijo...

Ohhhh Ruth gracias por contar el tour¡¡¡ Me ha encantado¡¡ Ojalá pueda hacerlo algún día¡¡¡¡ Hace bastante que me leí los libros y me impactaron de sobremanera....después la peli..que la he visto varias veces...y hace poco me leí el último "El profesor"....vamos se puede decir que soy gran admiradora de Frank.....que envidia me das.....¡¡¡¡¡ Sigue contándonos cositas de este tipo que son geniales¡¡¡
Besos
Blanche