martes, 3 de noviembre de 2009

LA PERDICION DE EINSTEIN (Relatos del Club de los 7 Pelagatos)


Einstein acechaba desde su escondite sobre el tejado. Desde allí tenía una vista perfecta del apartamento destartalado en el que vivia la Culona con sus bichos, en especial esa bola de pelos que sustituyó a Astérix en sólo unos días.
Esta vez no esperaría a que nadie le pidiera consumar el asesinato. Se cargaría a la pequeña pitusa sin problemas, aquellas pelusas con patas le desagradaban tanto o más que las naranjas, los Cantores de Híspalis, Camela o los caniches. No pensaba mostrar clemencia.
Sin embargo, ocupado en otros menesteres nada loables tampoco, el tiempo se sucedía y aquella pelusa crecía y crecía. Y una tarde, Einstein encontró su oportunidad.
Pepona se había dejado la puerta ligeramente entreabierta mientras regaba las plantas del descansillo, y Fina había escapado escaleras abajo, abandonando el edificio y desapareciendo calle arriba. Pero Einstein era más rápido, y su conocimiento de las calles no le dejaba duda alguna de que la alcanzaría y acorralaría. Le daba igual si ésta moría de un ataque como el sosito de Astérix o bajo la poderosa fuerza de sus dientes.
Cuando al fin la alcanzó, al fondo de un callejón sin salida que olía a orines humanos, casi le da un patatús. A él. Al invencible Einstein. Allí estaba ella, sublime, su pelaje blanco contrastando con la oscuridad de la temprana noche. Era Noviembre y hacía frío, y aún así, algo logró derretirse en el alma oxidada de Einstein cuando advirtió que de las fauces de Fina colgaba un caniche inerme, desangrándose a pasos agigantados. Fina lo escupió sin contemplaciones, dejandolo caer como un muñeco de trapo, se lamió una pata y limpió un poco la sangre de sus bigotes. Con una mirada desdeñosa, pasó junto a Einstein como si no existiera.
Y en ese momento él lo supo: se había enamorado. Perdida y gatunamente.

13 comentarios:

Darthpitufina dijo...

Ohhh... grandioso.

Cloti Montes dijo...

Qué tonto!

Bssssssss
Cloti

marian dijo...

tal para cuál
hmmmmmm quizás entre los dos acaben con la culona jejejeje

chema dijo...

vaya, algunos gatos persas también se las traen, jejeje. no veía yo a einstein enamorándose... a ver cómo continúa esta historia!

anele dijo...

Ja, ja, este Einstein... los que van de duritos son los que caen antes.

BLAS dijo...

Me tiene en vilo a mi esta serie de relatos. Amor entre mascotas psicópatas... Si es que Dios los cría y ellos se juntan. Real como la vida misma. Pobre Einstein, cuánto va a sufrir por la Fina. Ayyynnnsss!

Inma dijo...

A ver si enamorado se nos dulcifica un poco este salvaje.

KIRA dijo...

Einstein, se veia venir.... tanto tipo duro, tanto tipo duro y al final caes de cuatro patas ante una finoles como la Fina.
Marramamiuauuuu!!!
Que se le va hacer, hasta el corazon mas duro, se hace gelatina ante una gatita asesina-caniches como ella... jejeje
BSTS

Candela dijo...

Inma, como se dulcifique pierde toda la gracia... mejor tener un Bonny and Clyde gatunos...

marisa desaztre dijo...

¡¡¡Que miedo!!! Ahora dos gatos mala leche en vez de uno. Miedo me dan estos dos.

A.L.Zarapico dijo...

Describiendo la perversidad humana...Gracias por deleitarme con tus letras.Saludos.

Geno dijo...

Parece que Einstein ha encontrado su media naranja, jejejeej

Riesgho dijo...

Quiero más!!!!!!! nos has dejaod conla miel en lso labios y esto no puede ser. Que intriga!!!! le hará caso la gatita a Einstein???