lunes, 20 de septiembre de 2010

EL POLTERGEIST DE GREYFRIARS Y LOS SUBTERRANEOS

Después de caminar todo el día y tras la visita a la Catedral de St. Giles, nada mejor como descansar los pies y refrescar la garganta con una cerveza bien fria... especialmente porque en menos de dos horas nos habíamos apuntado a un Tour que prometía... aunque se quedó, en eso: en promesa. La de no volver a hacer un tour semejante en Edimburgo. Teníamos que haber escogido el de Mary King's Close, pero no, llegamos a la hora equivocada y nos vendieron la moto... En el folleto ofrecían dos tours: Underground City of the Dead (La ciudad Subterránea de los Muertos) o el Haunted Graveyard Tour (El Tour del Cementerio Embrujado). Como el guiri no tenía ganas de historias insulsas y poco probables de cementerios, decidimos hacer el de los subterráneos, a pesar de mi grave problema de claustrofobia que suelo dominar porque la curiosidad me puede más que una tara médica y en todo caso psicosomática. Claro que hablar de mi "condición" daría para otro post, pero decir que jamás sufrí de claustrofobia en la vida hasta mediados de los noventa cuando un suceso bastante traumático cambió mi percepción de los espacios cerrados. Curiosamente no tengo problemas con ascensores o escaleras estrechas y sin ventilación, pero sí con habitaciones sin ventanas a la vista o en subterráneos. Y como digo, trato de controlarlo en lo posible y con saber que hay una salida visible cerca suelo poder controlarme durante un rato, siempre que el rato no sea excesivo, razon por la cual las Catacumbas de París, cuyo recorrido dura hora y media, yo lo hice en media hora, porque los techos bajos, los túneles estrechos y el olor a humedad eran demasiado para mí para soportar durante tanto tiempo. Pero sobreviví a la experiencia y probablemente la volvería a hacer de nuevo dándome más tiempo. Soy de la opinión de que a los miedos y traumas hay que enfrentarse y no cerrar los ojos... Aunque nunca jamás tocaría una araña u otro bichejo, puaj...
Pero volvamos a nuestra primera noche en Edimburgo...

Antes de hacer el Tour nos tomamos un par de cervezas en la Royal Mile y el último bar al que fuimos (excelente, por cierto), fue el Deacon Brodie. William Brodie había sido un fabricante de armarios, diácono de la sociación de comerciantes y concejal del ayuntamiento de la ciudad durante el día y ladrón por las noches. Utilizando su trabajo durante el día, aprendía de los mecanismos de seguridad, y como una de las partes de su oficio era reparar y hacer cerraduras para los armaritos y puertas, conocía su funcionamiento bastante bien. Su historia completa se encuentra aquí, y parece ser que su historia inspiró a Robert Louis Stevenson la historia de su Extraño Caso de Mr. Jekyll y Mr. Hyde, ya que el padre del escritor tenía algunos muebles fabricados por Brodie.




En 1786 Brodie planeó un atraco importante que acabó con la detención de uno de los miembros de su banda que para salvar el trasero denunció a todos los implicados, y aunque Brodie escapó a Holanda con la intención de embarcarse rumbo a Estados Unidos, fue detenido en Amsterdam y ahorcado el 1 de Octubre de 1788 utilizando la horca que el mismo Brodie había diseñado y financiado el año anterior, y su ahorcamiento dio lugar también a leyendas urbanas, como que había utilizado un collar de acero alrededor del cuello para evitar la muerte y que se le había visto posteriormente en París viviendo la buena vida...


Mientras estábamos sentados convenientemente junto a la ventana con vistas al Royal Mile, nos dimos cuenta de que muchos de los que pasaban frente a la estatua de David Hume en la esquina, se detenían a tocarle tenuemente el dedo gordo del pie, que de tanto tocamiento está superbrillante. Al parecer trae suerte a los estudiantes, o eso se dice...


De allí nos fuimos, como comenté al principio a realizar nuestro tour fantasmal. al llegar ya había un nutrido grupo de participantes esperando y preguntamos si era el Tour de los Subterráneos. El chico nos dijo que ese era a las 8 y costaba £9.50, pero que él además del cementerio de Greyfriars pasaba antes por los subterráneos y así hacíamos dos tours en uno por el módico precio de £12.50. El guiri y yo nos miramos y asentimos. Craso error.
He de decir que el guía, Kev -una copia más jóven de Quentin Tarantino en rubio-, hacía muy bien su trabajo y tenía la voz adecuada para ello. Nos guió a través de callejones escondidos e imposibles mientras nos explicaba la historia de los mismos, como que en el siglo XVIII las casas que ahora tienen una altura máxima de cuatro pisos antes tenían de catorce a veinte, convirtiendo Edimburgo en una pequeña ciudad de rascacielos, y es que al parecer sobre los edificios originales medievales de piedra, se construyó hasta estas alturas pero en madera. El tiempo, los grandes vientos y fríos invernales de la región acabaron con muchos de ellos, y el gran fuego que arrasó la ciudad años ha, terminó con los que quedaba.
También nos habló de esa peculiar manera de deshacerse de los excrementos de todo tipo con un "agua vaaa" desde las ventanas, práctica común principalmente porque las viviendas carecían de "toilets" al uso y en cada casa había un cubo en un rincón a donde iban a parar cualquier clase de desperdicio, y cunaod digo cualquier, me refiero a todo: en el mismo cubo a lo largo del día se tiraban restos de comida, se orinaba y hacían cualqueir tipo de necesidad, se disponía de las ratas muertas... y como el cubo al llegar la noche pesaba un quintal y no era plan de bajar desde el piso 15 o el 20 o el sexto con tanto peso y luego volver a subir, simplemente se abría la ventana y se arrojaba -avisando antes-. Las callejuelas, al estar en cuesta, derivaban todos estos desperdicios calle abajo, done hoy hay edificios, y que antiguamente era un río de excrementos y suciedad.


En teoría nuestra siguiente parada eran los subterráneos del South Bridge, construidos en el siglo XVIII bajo dicho puente para cobijar espacio de almacenamiento para los taberneros, zapateros y otros profesionales que tenían negocios cercanos, pero según los túneles comenzaron a deteriorarse debido a la humedad y siendo abandonados por los comerciantes, fueron utilizados por los más pobres y miserables de la ciudad como lugar de alojamiento. Para acceder a dichos subterráneos nos llevan por callejuelas estrechitas y muy muy oscuras (tengo que decir que Edimburgo, de noche, es una de las ciudades más oscuras en las que he estado, sin demasiadas farolas ni edificios iluminados).


En dicha calle, lo más horroroso que ví fue este ornamento-lampara que parecía de papel (lo dudo o duraría medio telediario bajo la lluvia), en el lateral de un pub-restaurante de nombre dudoso (creo que estabamos en Cowgate o cerca)


Entrada a los túneles. La cosa prometía... (modo irónico ON)


Hacinados como cochinos en lo que parecía ser una bodega, comienzan los recuentos de historias fantasmales de las que perdí el hilo, demasiado concentrada en asegurarme de que no había nadie detrás mía a quien empujar en caso de querer salir corriendo. Elguía, de todos modos, estaba avisado de mis circunstancias desde el principio del tour cuando le pregunté si íbamos a estar mucho tiempo apretaícos allí abajo y me dijo que de encontrarme mal no dudara en decírselo que me sacaba. No fue necesario... a pesar de que el guiri no las tenía todas consigo y estaba preocupado de que en cualquier momento me convirtiera en la niña del exorcista y asustara al resto de "turistas" creyendo que algo o alguien me había "poseído"... Pero no llegaría la sangre al río...


De la primera cámara nos llevaron a una segunda, donde descubrimos una extraña presencia:


Es aquí donde nos cuentan la historia más interesante del tour y es cómo en estos túneles se alojaban cada noche hasta treinta personas para dormir (algo difícil dde imaginar porque cada cámara es realmente pequeña. Pues bien, Edimburgo ha sido destruida por el fuego en varias ocasiones a lo largo de los siglos. En uno de estos incendios, muchos ciudadanos corrieron a refugiarse en los subterráneos bajo la certeza de que el puente, al ser de piedra, no se quemaría. Ignorantes ellos, no contaron con que la piedra es un conductor ideal y murieron asfixiados y "cocinados" al convertirse el lugar en un gigantesco horno. Posteriormente se construirían conductos para evitar que esto sucediese de nuevo.
Es en esta recámara también donde se dice que dos canadienses llegaron a los túneles en unas excavaciones y que quedaron atrapados en la oscuridad sin poder encontrar la salida. Cuando finalmente lo hicieron, tenían el cuerpo cubierto en arañazos, con la particularidad de que eran de tres en tres, es decir, tres líneas de arañazos, auqnue no habían sentido nada,  ninguún tipo de dolor. Y naturalmente, esto ha dado lugar a "múltiples" casos similares...
Antes de partir, Kev nos avisó que muchos visitantes suelen sentir algo en esta estancia en concreto, y nos animó a decirlo si así era. Si sentíamos frío, o alguna sensación diferente, y yo comencé a sentir algo y quise gritar...

¡¡Me hago pis!!

Puta cerveza...

Acabado el recorrido -brevísimo y muy oscuro de los interiores del puente, más paseítos por media ciudad de callejuelas estrechitas (parecía Cádiz ojú) y más escalones para arriba, sieeeempre para arriba. Destino: Greyfriers.


Visita obligada a Bobby, el perrito más famoso de Edimburgo, un Canelo escocés que durante catorce años vivió junto a la tumba de su dueño. La escultura (mucho más pequeña de lo que parece, si no sabes dóndce está casi que no la ves) se encuentra frente al pub Greyfriers, situado a su vez junto a la entrada del viejo cementerio. (El bar también lo visitamos, conste, que hay que probar la cerveza local).
Curiosamente justo frente a la verja de entrada del cementerio se halla una gran lápida a Bobby, que mucha gente cree es su lugar de enterramiento. Sin embargo esto no es así ya que no se pueden enterrar animales en cementerios humanos. Aún así, mucha gente deja juguetitos y cositas para Bobby (!!)


Tras estas verjas -y después de dejar ciegos con mi flash a la mitad de los visitantes-, se encuentra la parte que dicen es la más embrujada del cementerio, donde tiene lugar el poltergeist de MacKenzie. Yo seguía haciéndome pis...


Tras atravesar las chirriantes portezuelas hay dos árboles a cada lado a los que llaman "los centuriones". Según el guía, los espíritus no se atreven a cruzar a través de ellos, así que nos hicieron esperar antes de cruzar esa invisible barrera que nos separaba del mundo en el que los espíritus se entretienen aterrorizando a turistas por la noche mientras el guía -aparentemente- cerraba la cancela a nuestra espalda. Y digo aparentemente porque a la salida estábamos esperando ante las rejas como pasmarotes y nos dijo que abriéramos la de la derecha (!?).

Nos encerraron en el Mausoleo Negro, lugar donde se "registró" el famoso poltergeist, a pesar de que aquí nunca estuvo enterrado Mackenzie y no se sabe de quién era este lugar de última morada. La historia del mismo dice que un mendigo se refugió allí para pasar la noche, que estaba bastante tormentosa y que descubriendo los ataúdes, empezó con una piedra a golpear una de las tapas, para ver si había algo de valor dentro.
Alertado por el ruido, el vigilante y su perro se dispusieron a investigar, y justo entonces, el suelo cedió bajo el mendigo, haciéndole caer en una fosa cuya existencia se desconocía llena de esqueletos y restos humanos y el pobre vigilante al llegar y ver a un tío gritando intentando salir de una fosa llenita de cadáveres empezó a gritar tambié, el perro a ladrar enfurecido y el mendigo al oir los gritos y ladridos a gritar más fuerte...
Puede que fuera esto lo que "activase" el poltergeist de Mackenzie, que fue al parecer un poquito hijo de puta. George Mackenzie fue un abogado y Lord Advocate durante el reinado de Charles II y su violencia torturando y matando a los conocidos como "covenanters" (los seguidors del Pacto para la introduccion del Libro Inglés de la Oración Común, un libro Episcopaliano), le valió el apodo de "Sangriento Mackenzie". Cuando murió en 1691 fue enterrado en el mismo suelo que aquellos a los que había torturado.
Y se dice que debido a todas las cosas horribles que hizo en vida, no pudo descansar en su muerte. Antiguamente los niños solían entrar en el cemterio y llamar a la puerta de su tumba canturreando: "Mackenzie el Sangriento, sal de tu agujero, levanta la tapa y abre el cerrojo" o algo así. Luego corrían antes de que su cadáver se levantara de su ataúd (criaturitas!).
El primer ejemplo de poltergeist sucede, pues, tras el incidente del mendigo cuando una mujer que miraba a través de la cancela de hierro fue tirada al suelo literalmente por una brisa de aire frío. Y se dice que ha atacado a cientos de turistas, cientos.
Con nuestro tour se portó bien. Dando por concluido el itinerario, nos disponíamos a salir caundo el guía se volvió para guiarnos fuera y de pronto se vuelve y grita un "Boooo" que hizo gritar a casi todo el tour. Ni el guiri ni yo gritamos, la verdad, ya me temía un truco así y además yo estaba muy ocupada pensando que menos mal que ya se había acabado y quenosvamosdirectosalgreyfriarspubquememeoooooo...

Cosas de la luz... siempre que voy a tours dicen que en la mayoría de fotos salen órbitas que son fantasmas y blablabla, nunca me ha salido ni una destello, pero en esta foto... ¡tengo una órbita! Ahí, en el cielo sobre la iglesia del cementerio... no era noche de luna... debe ser una mota de polvo en la lente... muajuajuajua...

¡Qué gusto tras ir al baño! Nunca más hago tiempo para un tour bebiendo cerveza... ufff ¡Qué susto!

11 comentarios:

COILET dijo...

Uy lo de "agua va" creo que era habitual en muchos países, incluido España, y hasta no hace mucho, jajajaja...

En general creo que Edimburgo es muy bonita e interesante por lo que nos estás contando, aunque quizás algunas cosas no te digan nada, pero pasa en todas las ciudades, a veces hay sitios que te han creado tanta expectativa que luego ni fu ni fa, y cuando improvisas y ves otros rincones que no vienen en las guías te diviertes más...

A mí me fascina visitar cuevas, eso sí con accesos fáciles (nada de ponerme cuerdas y entrar en oquedades dudosas), y como me pasé media adolescencia metida en bodegas bajo tierra pq era el lugar de reunión pandillero-juvenil, pues las profundidades y los espacios cerrados de ese tipo no me abruman. Claro que si lo tuyo fue una experiencia puntual, ya nos la relatarás...

Inma dijo...

No te quejes que salvo la historia del pis (puede ser horroroso y muy angustiante)lo demás tiene buena pinta.
Muy emocionante lo del perrillo.

en las nubes dijo...

QUE BIEN TE LO PASAS!!!

UN BESO!!!

Elphaba dijo...

Uy, cuando fuimos a Escocia hace unos años mi hermano, al que le encantan esas historias, mi cuñada y un amigo hicieron ese tour (o uno muy parecido, pero recuerdo lo de Mackenzie), mientras otro amigo y yo optamos por irnos a un pub donde esa noche iban a tocar música tradicional en directo.

Ellos volvieron partidos de risa pero diciendo que el tour había sido una rollo bastante ridículo y aburrido, y una pérdida de tiempo y dinero.

Nuestro concierto fue genial, ynos hartamos de cantar.

Adoro Edimburgo.

Möbius el Crononauta dijo...

Desde luego hay mucho y bonito que ver en Edimburgo. Si voy tengo que acordarme de visitar la estatua de David y cantar aquello de David Hume could out-consume
Wilhelm Freidrich Hegel!


Saludos

AdP dijo...

Sí, el olor a humedad concentrada y los túneles de piedra en los que apenas se cabe... No tengo claustrofobia pero esas cosas impresionan bastante, sobre todo las primeras veces. ¿No tenían aseo ahí abajo? (risas)

Saludos.

Lucía dijo...

!Ay mamita! !qué me meo pero de la risa!
!Vaya excursión! A mi me encantaría hacerla, aunque he de reconocer que soy de las que cuando ve una pelí de miedo estoy todo el rato mirando al suelo y no me entero de nada.
Lucía

chema dijo...

curioso lo de que edimburgo se incendió varias veces. a eso sí que se le puede llamar 'renacer de sus cenizas'. lo siento por la gente que se refugió en esos habitáculos. cuando se dieron cuenta de que las paredes no eran precisamente refractarias, ya no tendrían salida... :(
david hume, cuando estaba en el cole me lo estudié sin más. hace poco me releí todos los filósofos de cou, y me parece de los más sensatos, si no el que más.
respecto a lo de la cerveza y sus efectos... ;) una vez, en el último curso de carrera, fuimos a visitar una central eléctrica que estaba a más de una hora de viaje, y entre unas cosas y otras... cuando llegué allí estaba aguantándome con gran sufrimiento mientras nos enseñaban las instalaciones. y antes de marcharnos pregunté con gran apuro dónde estaban el servicio. como nadie lo había preguntado antes y tampoco nadie me siguió aprovechando que yo había roto el hielo, pensé: "pero qué pasa, que esta gente es de piedra y no mea???".

Candela dijo...

Chema, si la cerveza es lo que tiene. Ademas que ahora ya slo bebo cerveza cuando estoy de vacaciones, aqui solo bebo vino o bayleis y no me hacen ir al año tan frecuentemente, pero la cerveza es que corre y baja a una velocidad mayor de la que entra... antes de dejar el bar fui al servicio porque ya me conozco, pero me parece que al llegar a St. Giles (a 1/2 minuto del bar) ya tenía más agua pa cambiar a las aceitunas, fijate tu...

Candela dijo...

Elphaba, mira que hago tours a lo largo del año, pero me habian hablado tan bien de los tours de edimburgo y lo unico que vi fue oscuridad. Los tuneles no tenian mas luz que la linterna del guia y una vela en una esquina. Y el cementerio no tiene ni una triste farolita (eso si, a la entrada del mismo hay una tienda de souvenires) y la verdad, eso no son tuneles... se que el de Mary King's Close va a otra parte de los tuneles (los tienen divididos por sectores de varias compañias de tours), pero no se... la proxima vez que vaya (que pienso volver pronto), hare el otro.

mansi nishi dijo...

interesante paseo que nos has traido hoy!!
inevitable tomarse una cervecita antes de empezar un tour asi!!! jajaja con el pis!!!!

besos!