martes, 12 de octubre de 2010

DE PASEO POR PRAGA (II): EL MUSEO DE KAFKA

                   Sentada en el pub del patio de entrada del Museo dedicado a Kafka en Hergetova cihelna en el Malá Strana a orillas del Vltava tras visitar el museo, llama la atención la cantidad de grupos turísticos guiados que llegan, se hacen unas fotos en el patio y se marchan tras las explicación conveniente del guía que explica un poco la vida del escritor checo y se vuelve a marchar a continuar su ruta con su grupito de acólitos, muchos de los cuales, sin duda, jamás oyeron hablar del autor, a juzgar por las caras de pasmo y asombro. Pero lo que más llama la atención son, de todas todas, las reacciones de la gente (diferente según el sexo) al entrar en el patio. Y no es la gran K negra al lado de la puerta, que no es ningún referente a una marca de cereales, ni es el gigantesco Globo al que se puede acceder desde la parte trasera del museo y -previo pago- disfrutar de una vista panorámica inigualable, sentado (que no en una cesta, porque este globo no lleva cesta). No, no es nada de esto... Lo que llama la atención, lo primero que el público ve cuando tras rodear el muro de piedra de entrada llega al patio es... una enorme fuente con dos seres de forma humana tocándose el pito frente a frente. Cada cierto periodo de tiempo, además, sus rígidos miembros expelen... agua.



Estos penes férreos suben y bajan a la vez que -como se puede vislumbrar en las fotos, las caderas de los humanoides se mueven de un lado a otro, haciendo que uno alce una ceja a la vez que piensa... WTF...???? La escultura representa, básicamente, a dos hombres orinando en una fuente que tiene la forma de la República Checa, y es obra de David Cerny, un autor bastante controvertido que ha llegado a ser arrestado por sus obras (y estoy hablando de 1991). En Praga encontramos otras esculturas de este autor, que, como ésta, no deja nada indiferente.


Como decía más arriba, las reacciones son diversas. Las mujeres -jóvenes o mayores, sonríen abiertamente o ríen sin complejos, con la boca abierta en un principio con un toque de incredulidad de que exista un monumento así -totalmente apropiado para el que sea familiar con la temática de las novelas kafkianas. Los hombres permanecen serios, aunque un dúo de chavalines americanos se atrevió a tocar tamaños miembros e incluso a dedicarnos una visión más que explícita de sus medias lunas para posar en una foto...
Pero sin duda, la reacción más brusca fue la de un grupito de americanas que no llegaban a la treintena y que con la nariz encogida no tuvieron reparo en declarar que aquello no era arte sino una aberración desagradable y asquerosa, y con las mismas abandonaron el lugar.


Pero volvamos al museo en sí, dedicado a la vida y obra de Franz Kafka. el museo se divide en dos secciones, el Espacio Existencial y la topografía imaginaria.
La primera parte está dedicada al mundo kafkiano, a la vida del autor, sus cartas, su obra. Se pueden ver manuscritos de sus libros, fotografías de su infancia y su juventud. Es una pena que muriese tan joven por complicaciones en su tuberculosis, y que muchos de sus mejores trabajos se publicaran de manera póstuma y en contra de sus deseos, pues en su ultima voluntad estipuló que aquel material que "dejaba tras de sí" se quemase sin ser leido. Afortunadamente -para nosotros- Max Brod, el amigo al que había confiado esa misión, decidió hacer caso omiso a Kafka y El Castillo, Amerika y The Trial pueden ser leidos y disfrutados hoy en día.
La segunda sección trate de situar algunas de las escenas y tramas de su obra en el contexto de la ciudad de Praga, geográficamente hablando.
En general el museo es un tanto peculiar. Hay cambios de luces, música, extraños sonidos, llanto de niños... convirtiendo el lugar en una especie de meca o pesadilla existencial, tal vez para hacer alusión al estado mental de Kafka, que huyó de sus propios escritos debido a la presión familiar. Es un lugar que no deja indiferente, pero sobre todo, es un lugar para fans acérrimos del autor.

El museo es relativamente nuevo, solo lleva cinco años operando como exposición permanente, después de que abriese en Barcelona en 1999 y durante 2002-03 fuese transferida al Museo Judio de Nueva York.

Tampoco es el único lugar de la ciudad de Praga en homenajear a su autor más conocido fuera de sus fronteras, a la entrada del barrio judío, junto a St. Nicholas se encuentra esta escultura en la pared:


Y junto a la sinagoga española se halla esta escultura, desafortunadamente vandalizada con grafitti:


En la Golden Lane del Castillo, una callejuela estrechita, está el número 22, donde Frank pasó casi toda su vida, y en la Plaza Vieja, el antiguo palacete que fue su Universidad.

13 comentarios:

Möbius el Crononauta dijo...

Pues sí, parece un sitio kafkiano ciertamente.

Me han dado ganas de hacer pis

Geno dijo...

El sitio no deja de ser una tanto ¿extraño puede ser la palabra? a la par que interesante. He de confesar que nunca he leido nada de Kafka y me da un poco de miedín. Me encanta la escultura en homenaje ¡¡que le quiten el grafiti, hombreeeee!

MT dijo...

Hola:

De este señor, Kafka, en mis años mozos, leí un chorro de libros, El Proceso, La Muralla China, La Metamorfosis, Carta al Padre... y algunos más, libros que aún tengo por algún altillo.

Me temo que hoy me sería imposible leerlo, me deprimiría.

Lo de los dos chavales tocandose sus partes en público... No Comment!

Un saludo de Manolo

Luis Antonio dijo...

Te felicito por las estupendas crónicas que nos ofreces de esa extraordinaria ciudad que también he tenido el privilegio de visitar.

Un cordial saludo

BLAS dijo...

Yo tengo una debilidad especial por Kafka, he leído algunas de sus obras, y por supuesto, conozco bien su biografía. Esta escultura para mi gusto tiene el valor que cualquier otra obra de arte, pero los americanos son muy suyos con lo que consideran bien o mal visto... En fin. A mi me gusta, y no deja de tener su propio significado Kafkiano. Respecto al museo en sí, me encantaría visitarlo. ME parece genial que reproduzcan sonidos y exacerben el ánimo existencialista que dio "vida" a la obra de este autor. Al fin y al cabo su existencia estaba llena de pesadillas que precisamente dieron lugar a su pensamiento único y controvertido.
Y toma rollo kafkiano que te he soltado!! Pero ya te digo que tiene un significado especial para mi. De hecho, creo que hace tiempo le dediqué yo un post, pero con una temática completamente distinta.
Esta me ha encantado. Con las ganas que tengo de visitar Praga, ya tengo otro incentivo más.

Candela dijo...

Por cierto que luego me he enterado de que cuando se mueven los ejem... penes y echan el chorrillo, lo que hacen es escribir sobre el mapa de la Rep Checa mensajes subversivos... y no se si esto sera verdad o no, pero me dicen que hay un numero de telefono al que mandas un mensaje y te lo escribe en el agua... una pamplina, digo yo, porque no se ve...

BLAS dijo...

Pues qué romántico. Imagínate: "Fulanita, te quiero, quieres casarte conmigo?" En un mensaje lanzado por las supuestas meadas de dos esculturas de hombres con las po...as tiesas. Yo daría el sí quiero seguro, seguro... XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

Ella dijo...

Bueno, tengo unos cuantos posts atrasados que leerme! Estuve en Praga hace unos años y la verdad es que me estás trayendo a la memoria buenos recuerdos. Pero este museo no lo visité.

Candela dijo...

Ella, si estuviste antes del 2005 el museo aun no estaba, y si no sabes exactamente que está ahi, la verdad es que no lo encuentras. Ahora han puesto un cartel que se ve desde el puente, pero por ejemplo, en mi guia no venia. Yo sabia donde estaba porque lo habia buscado por internet previamente, que si no...

Geno dijo...

Jejeje, que gracia, justo ayer me leo este post y por la tarde lo veo en la tele. No veas lo bien que quedé explicando qué era, dónde estaba, etc... XDDDDD

chema dijo...

veo que kafka era venerado también por los de su propia etnia. eso está muy bien. debido a la edad temprana a la que murió, no llegó a ver las tribulaciones por las que pasarían los judíos...

anele dijo...

Yo tampoco he leído nada suyo.
Lo de las yankees es muy previsible (que son contradictorios por naturaleza). Promiscuidad y puritanismo a partes iguales.

Marcelo dijo...

ESta entrada fue muy inspiradora para mí, ya que me puse a escribir "Las metamorfosis"...jajajajaja (las subí a La Menor Idea)
De verdad me encantaron las fotos y la crónica.
Un beso