domingo, 1 de julio de 2012

Cuando la hierba parece más verde...

A veces, la vida de los demás, las circunstancias de los demás o lo que vemos más allá de nuestra propia vida nos puede parecer mejor. Es eso que el dicho recoge tan bien, aquel que dice que "la hierba es siempre más verde del otro lado".
Y a veces no es así. O sí. Pero todo depende de cómo lo queramos ver.

Recuerdo perfectamente aquellos años en los que Internet era una cosa que no estaba ni en nuestra imaginación y un ordenador era algo que solo salía en las películas de ciencia ficción. Por aquel entonces, el servicio de Correos de seguro trabajaba más que ahora (auqnue haya resucitado gracias a ebay y otros portales). Pero las cartas... la magia de esa carta con su sello y su matasellos, era mil veces mejor que recibir un email largo de una persona a la que aprecias y lo que es mejor, nunca contenía estúpidos pps ni fotos de paisajes con moralinas idióticas. En esos tiempos, un año como 1992 o 1993 quizá, recibí una carta de una amiga a la qu quería -y sigo queriendo- muchísimo. El destino quiso que nos conociéramos en BUP, pero la vida nos tomó por diferentes derroteros a pesar de tener un interés común: el periodismo. 
Yo me casé allá por el 91, con un Policía Nacional, lo que me llevó casi al otro extremo de España, a uno de esos pueblos de la costa de Girona que los extranjeros encuentran paradisíaco pero que en mi caso se convirtió en una prisión: mis sueños de seguir estudiando algo que me gustara se vieron truncados, y frustrada, tuve que elegir lo más cercano posible en el prisma de gustos: Relaciones Públicas. 
Así, sintiendo a veces que había tirado mi futuro al lago más profundo, seguía escribiendo en casa desde que me levanaba hasta que me acostaba, pero eso no era más que un sueño y pronto alguien se encargó de decirme que todo mi esfuerzo era una pérdida de tiempo y que nunca me llevaría a nada. Durante diez años no pude escribir una palabra, pero esa es otra historia.
el caso es que recibí carta de mi amiga, en la que entre anécdotas de su trabajo -ya había terminado la carrera en Sevilla y había abierto su propia agencia de información-, me omentaba que envidiaba mi vida: haber encontrado "el amor", tener una vida armoniosa, estable...
Y sin embargo, yo envidiaba la suya. Haber podido realizar su sueño, y para colocarle la guinda al pastel... abrir su propia agencia, y que le fuera medianamente bien (estaba comenzando!).
Me di cuenta entonces de que siempre ansiamos lo que no tenemos y no apreciamos lo que sí es nuestro. Pero cuando mi matrimonio se rompió, aunque lo pasé mal como cualquiera puede imaginar, sus palabras resonaban en mi mente y decidí subsanar los errores. No pude hacer Ciencias de la Informaciuón, pero me contenté con Imagen y Sonido y un año de sacrificio convalidando asignaturas y suplicando notas para ello. Un título que a día de hoy de poco me sirve, pero el caso es que lo hice porque quise. O porque pude. Porque si la hierba es más lozana al otro lado de la valla, solo tienes que cambiar el abono para la tuya o plantar césped nuevo.

Todo este pensar viene a cuento también de reflexiones llevadas a cabo con una excompañera de EGB con la que me he reencontrado a través de Facebook desde el año pasado. Hemos hablado de mucho en muy poco tiempo, porque a veces, un par de palabras valen mucho más que una parrafada, y cuando se tienen probelams o personas problemáticas en común en la infancia, bastan las palabras. Con esto no me refiero a que la una pensemos de la otra que la hierba es más verde en el jardín contrario. Creo que ambas aceptamos las diferentes tonalidades de un color tan bonito. Ella puede apreciar lo que tiene, porque es por lo que ha luchado. Yo por lo mío. Esta no es la cuestión. 
La cuestión es ver que el césped que nuestras torturadoras plantaron no solo no es verde, sino que se secó hace tiempo. Y que aquellos que pensaban que se comían el mundo ni siquiera le dieron un mordisquito. Que al final del día existe la justicia poética, y que aunque no te alegres de las desgracias de los demás, ciertos recuerdos haga que al menos, se te escape una sonrisa. 
Tu hierba no es la más verde, pero hay gente que ni siqueira la tiene para comparar. Y eso dice mucho de la pobre infancia que tuvieron, obligando a otros a regar sus plantas bajo su látigo hasta que el látigo se agotó y se volvió contra ellos.
Y amí el verde, en las postales. Para lo demás, la playa, gracias.

E., esto va por tí y lo sabes. La hierba, mejor fumada, lo sé.


6 comentarios:

Lily dijo...

Preciosa reflexión. Me ha encantado.
Por cierto, una curiosidad Candela...yo trabajo en Correos y desgraciadamente el trabajo ha descendido muchísimo. La carta personal es ahora una rareza (exceptuando niños y niñas o personas que se encuentran en la cárcel...y mis queridas postales de verano van camino de desaparecer...una pena).

DACHA ARTESANA dijo...

A veces nos dedicamos a hacer cosas solo por amor,deber o complacencia hacia alguien y dejamos de intentar (al menos) cumplir nuestros sueños. La vida me ha enseñado (espero que no sea demasiado tarde, aunque para algunas cosas si lo es)que nunca nunca nunca, debemos renunciar a nuestras espectativas, al final es lo que nos queda. Aunque tal vez, echariamos de menos aquello a lo que renunciamos para poder realizarlas, pero al menos habriamos vivido nuestra vida no solo con el deber cumplido hacia los demas si no hacia nosotros mismos.

Candela. dijo...

Lily, aqui tengo una relacion cercana con mis carteros (como que me paso todo el dia en Correos!, si no es mandando paquetes es recibiendo!) y me comentó uno de ellos que hace unos cinco seis años í hubo un bajon muy grande, pero que ahora está mas equilibrado. Tambien hay que tener en cuenta que aquí Correos se ocupa de muchísimo mas que recibir o facturar, ya que cambian dolares/libras, pagan el paro/subsidios varios/pensiones y se puede pagar recibos de la luz, el gas, la television, etc. Ahora tambien venden moviles y cuentas de ahorro.

chema dijo...

bonito post. pues sí, nuestra vida nos lleva a conseguir cosas que quizá no valoramos pero los demás sí. a mí me pasa eso de ver la hierba más verde con personas que han vivido en un entorno libre que les ha permitido desarrollar su sociabilidad y ver ciertas cosas sin tabús ni sentimientos de culpa.

Geno dijo...

Hay tanta gente que sería mucho más feliz aprendiendo a valorar lo que tiene en lugar de envidiar lo de los demás...

Ángeles dijo...

Creo que eres una mujer luchadora y eso esta muy bien, si has llegado al estado en el que lo que deseabas y lo que tienes es prácticamente lo mismo puedes estar orgullosa.
Si además has podido ver que los que te han hecho daño, la vida les ha dado de su propia medicina, eso .... No tiene precio.