A veces... A veces desentierro fantasmas del pasado. Fantasmas que nunca han estado al acecho, y yo me pregunto por qué. Buscarlos se convirtió en una aventura; encontrarlos, en un deleite.
Son parte de mi alma. Cada uno tiene un trocito, una esquirla de lo que fui, aunque en el fondo, no saben nada de mí, de la persona real que ahora habita en este cuerpo.
Queda mucho por descubrir... Es ese tiempo del año en el que las puertas se abren y cierran un minuto en el tiempo, para dejar todo suspendido, a la espera... a la espera de lo que no sucederá.
Carcasa y hojarasca...
¡Buh! No te tengo miedo...
¡Buh! No te tengo miedo...
3 comentarios:
Adoro esta época del año!!!
cuando te viene a la memoria un recuerdo de hace muchos años que tenías totalmente olvidado, da hasta miedo... nada se borra de la memoria, en todo caso queda guardado en un rincón y puede aparecer cuando menos lo esperes.
A mi, cuando me llega alguno, le pego una patada en el culo para que vuelva a su rincón por si las moscas, que a mi si me dan miedo.
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