viernes, 9 de noviembre de 2012

El Vecino se ha Mudado

Parecería el título de una película pero es un acontecimiento real. Si recordáis bien, se fue a trabajar durante nueve meses a Francia, y durante este tiempo "subalquiló" o "prestó" (no nos queda claro) el piso a un amigo suyo separado que los fines de semana nos torturaba con sus asilvestrados niños (la nena muy guapa, el niño un Chucky de rizados cabellos rojos zanahoria, que yo no sé pero la genética les ha jugado una mala pasada o el butanero hizo estragos en el hogar, porque ambos padres tienen el pelo negro y la nena también).

Sin embargo Norman, el vecino currante en Francia volvió hace un mes. Me lo encontré en las escaleras, le di la bienvenida (mitad aliviada de la marcha del padre de los asilvestrados, ese mismo que ha montado el gimnasio en el zaguán de la escalera, y mitad temerosa de su vuelta porque el tipo es un ruidoso de cojones. Especialmente a horas intempestivas, de día no se le oye). Me dijo, sin embargo, que solo venía durante un mes, de vacaciones.

A los pocos días me lo volví a encontrar cerca de casa y me comentó que se muda del edificio: se va definitivamente a vivir a Francia. Rauda y veloz, me faltó tiempo para enviarle un mensaje al guiri, primero, y al casero después preguntándole si el amigo del gimnasio y sus escandalosos niños iban a ocupar el piso, a lo que me dijo que NO. Respiré tranquila.

Eso sí, durante este mes, me he comido los ruidos de la mudanza sobre mi cabeza, porque se ve que el buen Norman simplemente tiraba las cajas en el cuarto sobre mi estudio. También se dedicaba a realizar maratones nocturnos alrededor de la cama -cosa que no me explico, a las tres de la mañana. Norman no ha sido un mal vecino. Durante el día, como digo, apenas se le oía, pero cuando estaba en casa... VAYA SI SE LE OIA. Su gusto musical, al menos es exquisito: Leonard Cohen, Mundy, acústicos en general... Pero Norman, también, ha sido un vecino bastante cotilla. La última sucedió hace un par de semanas, cunado un martes me llegó una carta importantísima de la Social Welfare pidiéndome unos papeles para rellenar en mi empresa que debía entregar en un plazo máximo de 7 días. Pero Norman me dio la carta cuatro días después, el viernes. Según él la había encontrado mientras "ordenaba" el correo almacenado en el hall. Mentira, porque yo lo había hecho un par de antes y la carta no estaba ahí. En otras ocasiones, me ha llegado a abrir cheques a mi nombre y documentación personal.
La semana pasada me dio un sobre grande, con su dirección en Francia y un sello, para que le recoja su correo y se lo envíe cada seis meses, si llega algo. A los pocos días, me dijo que mejor me dejaba su email, que yo le abriera el correo y que si no era importante, lo tirase a la basura; si era algo interesante, que se lo comentara en el email y él me diría si se lo mandaba o iba al "archivador" de mi papelera.
Ayer, me llamó a la puerta con una tarjeta navideña donde incluía su email y el de su novia (Norman tiene 66 años auqnue aparenta 55, la verdad), y me comentó que se iría sobre las cinco de la mañana, y que me dejaría una bolsa junto a la puerta con comida, y que dejaría la puerta abierta por si quería coger algo de su piso, ya que dejaba muchas cosas. Le comenté que era posible que me cogiera despierta, porque venía una amiga en el bus del aeropuerto de Dublín que llegaba a las 4am. Mi amiga llegó, nos quedamos charlando hasta las 5.15, hora a la que nos fuimos a la cama.
El guiri está trabajando de noche esta semana -en un curro nuevo- y yo no me podía dormir, máxime cuando Norman se levantó sobre las 6 y comenzó su particular maratón por las habitaciones, que parece que camine a saltos (es una casa de mas de 200 años, con suelos de madera y moqueta, y resuena todo). Se fue más o menos sobre las 6.15 y a eso de las 6.30-6.40, totalmente desvelada, me levanté y encontré una nota bajo mi puerta, comunicándome que había dejado la suya abierta, que tomara lo que quisiera y que muchas gracias por ser una buena vecina. Subí unos escalones para ver cómo había dejado la puerta: de par en par, lo que me daba algo de apuro porque el vecino del tercero es un estudiante y su piso se covierte en una casa de putas, y ya hemos tenido problemas con algunos de sus "invitados". Así que entré a mirar y volví a mi piso con tres bosas: productos de limpieza, botellas de agua sin abrir, un par de libros (tenía muchos pero la mayoría eran de ciencia ficción y temas bastante raritos, así que los dejé, solo cogí dos de John Grisham), un par de fuentes de cristal para el horno, un cooler que me viene genial para el notebook del guiri, y bueno... muchas cosas qe dejé sin tocar por falta de sitio. Cosas que irán sin duda a la basura porque dudo que el casero vaya a dejar allí cestas de mimbre (de las cuadradas con tapa para guardar cosas), y cuadros de dudoso gusto. También me traje un espejo de cuerpo entero, que no tenía (llevo como 6 años diciendo que me voy a comprar uno, pero por no cargar con él por medio Límerick, siempre lo dejo correr. 
Así que esta noche... ha sido como ir al super en pijamas, jajajaja.

Esperemos que lso nuevos vecinos sean ligeros como fantasmas y no hagan que las lámparas se me muevan como columpios...

5 comentarios:

chema dijo...

un vecino peculiar, ese norman. bueno, al final se ha portado bien, es un detalle que te haya dejado llevarte lo que quieras de su piso. lo peor que veo es que te cogiera el correo, eso ya te dio quebraderos de cabeza.

Enrique dijo...

¿Ahí es legal subalquilar? Nosotros por contrato de alquiler no podríamos. Sin embargo, en mi edificio se suele hacer y es una práctica peligrosa pues los realquilados no han firmado nada con lo que pueden hacer lo que les de la gana. Por ejemplo, en el edificio colindante muchas veces montan fiestas que duran toda la noche y aunque llames al administrador a éste no le consta que los que alquilaron el piso sean capaces de organizar tales fiestas. ¿Entonces, quienes son los que están ahí?
Besos

Candela dijo...

No creo que sea legal que alguien alquile un piso y lo subalquile, pero en este caso creo que contaba con el beneplácito del casero, a quien sin duda Norman diría que iba a estar 9 meses fuera trabajando en Francia y no quería que su casa estuviera vacía. No me consta que lo haya subalquilado, por todo lo que sé, podría habérsela dejado gratis a su amigo. De hecho, cuando Norman llegó por primera vez, durante el primer mes/dosmeses, no sabíamos quién vivía ahí porque yo había visto a Norman hacer la mudanza de los bártulos, pero luego a quien veíamos por las escaleras era al otro, que al parecer se quedó hasta que norman se mudó. No sé qué trapicheos se traían ambos entre manos, al principio creíamos que era su hijo, pero no lo es.

Mercedes dijo...

Bueno, espero que lo que te toque ahora sea alguien en condiciones, es decir, que no haga demasiado ruido. A mí eso de tener arriba a gente ruidosa es que me pone de los nervios.

Geno dijo...

Pues nada, tanta paz lleve como paz deja (o algo asi, no lo recuerdo bien jajajjaja) Y esperemos que no se cumpla lo de "otro vendrá ue bueno me hará"...