lunes, 22 de abril de 2013

Perros

Yo adoro a los perros. Me encantan. En contrapartida, los gatos no me gustan nada de nada. Excepto por Einstein, claro.

Pero desde que me mudé a esta mi humilde casita... ¡los odio!



El motivo no es otro que mi vecina de la casa de al lado. Su casa es gemela de la mía: es decir, una casita en miniatura de dos dormitorios con un saloncito irrisorio que ella -no he visto su casa, pero imagino que es así-, tiene reconvertido en negocio durante el día: para cositas caninas. Esto incluye todas esas pijadas que se les hace a los perros como si fueran personas: lavarles la pelambrera, cortarla, hacerles las uñitas... y lo que sea que se hace en estos "sitios para canes". También vende ropa para chuchos, para ese tipo de gente medio lela que trata a sus mascotas como si fueran un bebé. No sé por qué da la casualidad de que ese mismo tipo de gente tiene un coeficiente intelectual que deja muchísimo que desear...

Y por si esto no fuera poco... la vecina utiliza su casa, su negocio como... guardería de perros. Ella tiene tres de su propia cosecha, un asqueroso Yorkshire (lo siento, estos perros me dan bastante asco), un tipo de Spaniel enano y uno de esos de morritos arrugados, y ninguno -of course- levanta un palmo del suelo. Pero aparte, durante el día se pasean por su mierdacasa (que es como la mía) una manada de perros de diferentes razas, muchos de ellos... enormes.

Esta casa no está en condiciones de alojar a una familia con un niño, mucho menos tres perros. bueno, un niño cabría, porque para eso está el segundo dormitorio, pero que me explique a mí como puede llegar a tener entre diez y quince perros en una casa que tiene un patio que no es mayor de un metro de ancho por dos de largo (su patio es más pequeño que el mío porque su extensión del baño y utility room es como medio metro mayor que la mía). Me parece del todo cruel tener tres perros en el día a día viviendo en un lugar tan pequeño, pero encima tener perros ajenos durante el día en tan confinado espacio, me parece mucho peor.

Especialmente cuando abre su negocio a más tardar a las 8 de la mañana y los putos perros no paran de ladrar durante horas. Guau-gua, guau-guau, guau-guao. Con mi actual horario (de una y media de la tarde a diez de la noche0, mis horas de sueño se ven alteradas por los incansables ladridos de perros de todos los tamaños, color y "acento".

Y cuando los perros no ladran, me despierto... ¡porque no ladran!

Esta semana me planteo contactar con la ISPCA (Asociación de protección animal de Irlanda).

Es eso, o un rico filetito de ternera-caballo cocinado a la rica salsa al arsénico...

12 comentarios:

Oltra Bitácora dijo...

Yo la denunciaba al ayuntamiento directamente!

Enrique dijo...

No debes odiar a los perros, la culpa es de la vecina no de los perros. Las medidas debes tomarlas con la vecina (y no me refiero a que le regales una tarta con arsénico) jeje. Esta señora si quiere tener perros debería mudarse a un lugar más apropiado, donde los perros estuvieran más a sus anchas.
Besos

COILET dijo...

Denuncialo, pero a los pobres perros no les hagas nada, no tienen la culpa... La culpa es de esa señora (por llamarla algo) que regenta un negocio que seguramente será ilegal. Porque no creo que tenga ningún permiso ni licencia que la habilite para hacer ese trabajo en su casa particular. Aquí en cuanto pones algo en tu casa que no tenga su correspondiente licencia y/o autorización de los vecinos, te pillan con todo el equipo y se acaba el asunto rápido.

Candela dijo...

Aqui eso es diferente y hay mucha gente que tiene el negocio en casa

Edmond Ripoll dijo...

Es mejor que mates a la vecina, Candela!

Candela. dijo...

Pues me estoy pensando lo de la tarta con arsenico!! jajajaja

Geno dijo...

De acuerdo con los comentarios de "la culpa es de la vecina, no de los perros" aunque comprendo perfectamente que te entren instintos asesinos cuando empiezan a ladrar, sobre todo si te despiertan...

Red.Simplex dijo...

Nena, los deja los perritos, no les pongas la salsa de arsenico que no tienen la culpa... ponerla antes a su duena, que no podra tener inteligencia, ademas no haria eso a los bichos...

Merengaza dijo...

Yo discrepo contigo Candela... no todos los dueños que ponen ropita a sus mascotas tienen bajo coeficiente intelectual, te lo digo porque yo a Remo le compré una camiseta por su cumpleaños y estaba la mar de mono, y hay muchos perros que pasan frío en invierno y les viene bien un abrigo o un impermeable para salir a hacer sus cosas cuando llueve.

Lo de la tarta de arsénico no te lo recomiendo, se detecta en seguida, mejor belladona jejejeje pero no la tomes con los pobres animales que ellos no tienen la culpa. Besotes.

Lucía dijo...

A mi los perros no me gustan nada de nada, eso de tener que ir detrás recogiendo sus caquitas, como que no.. Pero el que quiera tener uno, lo debe tener con responsabilidad y ocupándose de todo, no sólo del perro sino también de que no sea una molestia para los demás.

Candela. dijo...

no es natural vestir a un perro. La ropa se hizo para el ser humano, por ello los naimales tienen pelaje. Es más, la tía de Jay tiene una clínica de belleza canina (en una casa, sí, pero en una shed en el jardín, que tiene una casa grande y no molesta y solo admite un perro a la vez), y una vez hablando del tema me dijo que las "perrerías" que ve a la gente hacer a los animales no tienen nombres: ponerles ropa, a la larga, les afecta el color, el brillo y el espesor del perro y puede llevarles a sufrir de parches en el pelaje, lo mismo que ponerles ridículos kikis. un perro es un animal, no un bebé.

Bertha dijo...

Estoy de acuerdo contigo, a los animales no les hace falta disfrazarlos, que pena me dan; sobre el otro caso, aqui depende de que hora y de como ese el ladrido, se les puede mandar que vengan a decirle ago, vamos la poli; pero depende de a aqui o de quien sea, se lo pasan por ahi; o sea que tu veras y ya nos contaras.