lunes, 10 de junio de 2013

Un ajetreado día en Kinsale



La pasada semana disfrutamos de un tiempo glorioso. Temperaturas de hasta 25º, lo que aquí es extraño y siempre agradable: ni un calor sofocante ni un sol que no se note. El viernes pasado terminé mi jornada de trabajo... y comencé mis vacaciones. Y hoy, empezaban mis "paseos" por la costa del país...
Y hoy... decidió llover. A mares. Sin parar. De esa manera que hasta te estropea las mejores fotos porque no se ve nada de nada. 

Decidimos ir a Kinsale. Empezamos el día tarde porque había un autobús a las diez menos cuarto y el siguiente ya no era hasta las doce menos cuarto, dejándonos en Kinsale a las doce y media. Nos decidimos por este último dado que es un pueblo pequeño que se ve en una hora y pico y luego hay un buen paseo hasta Charles Fort y vuelta... así que llegar a esa hora no estaba mal.

No contamos con un par de turistas franceses que en un pueblecito rural perdido en medio de la nada (y sin internet), decidieron colisionar su chochecito alquilado contra el bus en el que viajábamos.


Fue más el susto (de ellos) y el cabreo colectivo, porque por semejante minucia tuvimos que esperar casi tres cuartos de hora por un autobús de reemplazo y llegamos a Kinsale casi una hora más tarde de lo debido.
Con estas, al llegar el clima aún estaba seco. Eran la una y media de la tarde y teníamos hambre, así que tras comer, nos decidimos a dar nuestra vueltecilla por el pueblín costero... y el tiempo empeoró, y empeoró... y siguió empeorando.
Empapados y haciendo malabares con la cámara, la mochila, el paraguas y un guiri poco colaborador, decidimos coger el siguiente bus de vuelta a casa. En total estuvimos dos horas en Kinsale. Nosotros... y el resto de pasajeros que había llegado en el mismo autobús a la una y media. Parca aventurilla. no llegamos a subir al Charles Fort. Era inútil con una cortina de lluvia que apenas te dejaba ver... teníamos las ropas empapadas, el pelo chorreando a pesar del paraguas y los ánimos ya tan mojados como el tejido.




St. Multose Church




El mástil de las fotos de abajo fue erigido en Kinsale en 2001 para conmemorar el 400 Aniversario de la batalla de Kinsale.  
Tras el estrepitoso fallo de la Armada Española en 1588 y la dispersión de dos o más durante los últimos años de Felipe II, Felipe III decidió proveer ayuda directa a los rebeldes Irlandeses contra la lucha a Inglaterra en la esperanza de que controlando a los ingleses en ese país arrastrase consigo algunas de sus recursos de sus aliados en los Países Bajos, que llevaban tiempo rebelándose contra las normativas españolas y su gobierno. 


Felipe III despachó a Don Juan del Aguila y a Don Diego Brochero a Irlanda con 6000 hombres y una importante cantidad de armas y municiones. El mal tiempo imperante separó a los barcos y nueve de ellos, casualmente los que llevaban la mayor cuantía de soldados veteranos y pólvora tuvieron que dar vuelta atrás. Los otros cuatro mil desembarcaron en las costas de Kinsale en Octubre de 1601 en barcos semejantes al galeón español cuyo mástil se alza junto al mar en este punto (es una réplica).


Desmond Castle



Así que tenemos que volver. Con mejor tiempo porque lo de hoy ha sido... de lo peor que he vivido estando fuera en plan "turista". No tenía secos ni los calcetines.

Mañana queríamos ir a Cobh. Tendrá que esperar un par de días hasta que veamos que el tiempo mejora.
Al menos, comimos de vicio. En el Lord Almirant. Altamente recomendado, en Main Street. 

3 comentarios:

chema dijo...

bueno, te han quedado bien las fotos, a pesar de la lluvia y la neblina es un sitio con encanto. ahora tenéis un motivo para volver a visitarlo, y es verlo con buen tiempo. lo del coche que se os ha empotrado, vaya casualidad...

Gen dijo...

Esas casas pintadas de colorines alegran cualquier día lluvioso.

Geno dijo...

lástima de lluvia porque el sitio se le ve muy bonito. Aunque he de decir que esas fotos de las calles vacias te han quedado muy guapas y estaban así gracias a la lluvia XDDD