domingo, 28 de septiembre de 2014

Sueños de película

Fuente desconocida

Yo disfruto de mis sueños. La mayoría de veces, excepto cuando son esos sueños que van como un círculo cerrado, repitiéndose una y otra vez, o cuando tienen que ver con el trabajo. Soñar que estás en el trabajo, sea cual sea la actividad, cansa más que el propio trabajo. 
Otras veces mi mente actúa como una agenda, recordándome cosas que ya había olvidado. Por ejemplo, cuando voy a viajar me recuerda que no he metido en la maleta esto o aquello o que no me olvide de hacer esto o lo otro o lo de más allá.

Pero los sueños que más disfruto son los que constituyen una aventura, una trama que a lo largo del día va desapareciendo como el humo y que me precipito a escribir en mi agenda antes de que se me olvide completamente. Algunos, los convierto en historias. Otros, son un puzzle. El sueño de esta noche es todo un compendio de aventuras.

Irlanda estaba invadida por el ejército (de qué país no lo especifico, pero los uniformes eran muy recios, color khaki, una mezcla del uniforme nazi sin esvástica y el británico de la ocupación). Amparándome en la lógica y la historia, imagino que el país estaba de nuevo ocupado por los británicos. 
Soldados y manifestantes por todas partes. Una plaza con rosales y arena de albero dorada y mucha gente. Aires de protesta y conspiración. Y allí estábamos el guiri y yo, miembros de la resistencia a punto de cometer un acto "¿terrorista?" contra los invasores opresores. Un antiguo amigo del guiri, a quien no trago, era el que le había comido el coco para ser uno de las principales claves del atentado. Yo, por cabezona y hacer "de madre" y ver que todo fuera bien, me dejé implicar. Los detalles aquí van un poco a su aire... ya apenas los recuerdo, pero sé que incluían el que yo comprara un mini portátil en una tienda con dos chicas de uniforme militar, que me pusieran pegas y al final cedieran (por mis contactos) y que el guiri se iba en un carro con una mujer mayor sospechosamente parecida a Pilar Bardem. 
En otro giro de la historia, yo tengo que ir a una parte de la ciudad cercana a la playa, donde hay un edificio de piedra que hay que atravesar para llegar a la misma. No sé cuál es mi misión, pero al llegar allí se oye un requiebro como un trueno, el cielo se ilumina, el suelo tiembla y aquello parece una feria. Es obvio que las bombas han empezado a estallar. Yo me pregunto dónde está el guiri, si está a salvo, si las bombas las ha puesto él, si todo ha salido bien... y entonces llega la oscuridad. 

Han pasado casi 20 años y yo he estado en un coma en España. Vuelvo para buscar al guiri, del que no sé nada (obviamente) desde el día de la explosión. Empiezo a buscar por la ciudad pero nadie sabe nada de él. Le dan por muerto. Todos han muerto. Vagando por los campos, porque yo estoy convencida de que no ha podido morir, y si lo ha hecho, quiero visitar su tumba y cerrar el ciclo, me encuentro de cara con la sosías de la Bardem. Más vieja y arrugada, pero allí está, con un pañuelito sobre los escasos cabellos blancos y más cercana a una aldeana gallega que a una irlandesa, aunque vestida de celestito con flores chiquitas.
No parece alegrarse de verme, pero me invita a su casa/tienda de comestibles y me presenta a sus hijos. Yo hablo de cosas mundanas y nunca pregunto por el guiri, porque si son los hijos de la aldeana, poco van a saber del guiri, que apenas serían niños. Me dicen que van a llamar "al abuelo" y llaman a una puerta. Yo llevo una bandeja con tazas de té para tomar en el salón con los hijos y la anciana y el supuesto "abuelo" y cuando la puerta se abre aparece un señor con el pelo canoso y barba blanca. Me lo quedo mirando y en los ojos y la boca reconozco al guiri. Se me cae la bandeja y me tiro a su cuello, pero antes quiero saber qué es eso de "abuelo" y si se ha casado con la vieja o qué!! Me dice que no, que está allí escondido desde la revolución y que el tiempo le ha pillado por sorpresa.

Y aquí me despierto ya. Y miro al guiri a mi lado y me doy cuenta de que todavía tiene el pelo negro y ni rastro de barba y que tampoco se dedica a poner bombas!

4 comentarios:

chema dijo...

qué bueno!! los sueños no suelen contener historias tan completas y coherentes, suelen ser más bien retazos entrelazados... pasaron veinte años, pero en un sueño los saltos temporales son posibles. un alivio al despertar, desde luego. ;)

Gen dijo...

Uno de los sueños más raros e "históricos" que recuerdo lo tuve hace muchos años,creo que aún era adolescente. Yo era una niña, no la niña que fui una vez, sino otra y estaba escondiéndome detrás de una enorme roca junto a una amiguita porque habían aviones bombardeándonos.Estábamos en un pequeño pueblo,el paisaje era muy parecido al que podemos encontrar en algunas comarcas tarraconenses.En la puerta de una casa cercana había una mujer que nos gritaba "coged una piedra o un palo para morder".Lo decía con el acento catalán característico de las tierras del Ebro. Creo que a partir de entonces empezó mi interés por la Guerra Civil Española y mi fobia a las sirenas.

Bertha dijo...

Joines que historia y esta muy detallada; a veces yo tambien tengo algunas muy extrañas, pero no las recuerdo con tantos detallas como tu, si recuerdo cositas, eh intento recordarla mejor, pero ni aun asi.

Mercedes dijo...

jajaja, buenísimo, ojala yo pudiera acordarme con tanta claridad de mis sueños.