domingo, 12 de marzo de 2017

Bucarest (I)

Bucarest puede ser un destino poco habitual, pero puedo asegurar que es del todo impresionante. Entre sus ventajas se encuentran los bajos precios, en parte por el cambio del Leu. Pintas a dos euros y almuerzos/cenas en los restaurantes considerados más caros en plena zona turística donde jamás pagamos más de 35 euros por ambos incluyendo bebida y postre.

En estos primeros días de Marzo, además, la temperatura ha rondado los 16-19 grados, aunque por la noche refresca bastante (sin llegar al frío polar).

Cogimos nuestro hotel (Dacia RRT, altamente recomendado) a 5 minutos del Old Town, la zona que concentra restaurantes, bares y clubs en el casco antiguo. El hotel se encuentra detrás de un centro comercial, entre otros complejos hoteleros. En el centro comercial, para los que gusten de la ropa de ese estilo se encuentran Zara, Pull&Bear, Stradivarius y otras marcas low-cost.

El primer día de nuestra estancia reservamos un tour a pie donde nos explicaron convenientemente no solo la historia y hechos de los lugares que visitamos sino también gran parte de la historia política y económica del país. Una gran ventaja para el guiri, por ejemplo, que era un crío cuando la caída de Ceausescu y no recuerda nada. Tampoco que la televisión de la isla se interesase demasiado en ciertos temas "intercontinentales".

La única inconveniencia de nuestro viaje fue que debido a las manifestaciones contra la corrupción de los últimos dos meses, el Parlamento, ese edificio enorme y monstruoso que representa perfectamente los aires de grandeza del dictador que lo comisionó, se encontraba cerrado y no era posible su visita turística. Me quedé sin ver los impresionantes salones y la que se dice es la lámpara más grande, pero al menos dimos una vuelta alrededor del segundo edificio administrativo más gigantesco del mundo (el primero es el Pentágono) y el cuarto en el ranking mundial de edificios en general (el primero es el Vehicle Assembly Building en el Centro Espacial Kennedy de Florida).



Los Ceausescus estaban enamorados de Corea del Norte y tras el terremoto del 4 de Marzo de 1977 empezaron la reconstrucción de la ciudad teniendo en mente como inspiración Pyongyang. Para la gran avenida que precede el edificio, pidió que fuera como los Campos Elyseos, en cuanto a longitud... pero más largo, y así el bulevar mide 20 metros más que el francés. Respecto al edificio, se organizó un concurso como suele ser el caso, y Nicolae, amante de lo mayúsculo, se decidió por el modelo más feo pero también el más desmesurado.

Se da la circunstancia de que su arquitecta era bastante inexperta... con tan solo 28 años diseñó esta insignia de poderío y fue, de hecho, su primer y último proyecto. Anca Petrescu no volvería a trabajar nunca más de lo suyo. Trabajaría, eso sí, dentro de este edificio en política como miembro de la Greater Rumania Party y falleció en 2013 en un accidente automovilístico.

Una cosa que nos quedó bien clara durante algunas visitas históricas y los acontecimientos de 1989 es que están bien contentos y orgullosos de la ejecución de su exdictador.

Otras paradas de nuestro tour incluyeron la antigua fortaleza de Vlad the Impaler (de donde nace la leyenda de Drácula), una de sus antiguas residencias en el corazón de la ciudad. No os voy a atosigar con sus aventuras contra los turcos porque en internet, de estar interesados, se puede hallar toda la historia completa. Solo decir que es considerado todo un héroe nacional por estas tierras. Tan en contra estaba de los metirosos, de la corrupción y de los ladrones que incluso mató a su mejor amigo por mentir. 





Gran diferencia, Vlad y Ceausescu. Héroe y villano, porque a pesar de que el primero es considerado no poco menos uqe un sanguinario asesino en serie, el segundo se palpa más real. No en vano su gran locura llevó a todo un país a vivir en miseria, con restricciones de agua (disponible solo dos horas al dia -el agua caliente-, una por la mañanay  otra por la tarde), la calefacción (ditto) o todas las restricciones y carencias que provocó como medidas de austeridad para devolver la deuda económica exterior.

Más en el próximo post...

1 comentario:

chema dijo...

yo lo de ceausescu recuerdo vagamente que lo dieron en los telediarios, en su día. la transición fue más traumática que en otros países de europa del este por tener a semejante dictador, quizá el último de ese perfil que ha habido en europa.
ya nos seguirás contando más cosas.