martes, 27 de noviembre de 2007

EL MAESTRO (34º ALBANTA)


Llega el maestro al claustro. Generación excipiente, aula al unísono en batallar constante, tiernos novatos en fila influenciando a los peores. Príncipes anacoretas rebeldes, inútiles derrotados, perpétuos ególatras, ignorantes innatos, bandoleros perdidos, mercenarios de las letras. Llegó el maestro al encerado y desbarató el cotarro, deshizo las ilusiones ilustres de miles de afincados aficionados adictos a relatos de poca austeridad, diccionarios parlantes de mutantes teclados, artífices insulsos de poca libertad, fraccionarios de las palabras sin sentido y del viperino cantar de la húmeda moralidad.

El maestro de literatura mira y admira el revuelo formado por los cuatro cabecillas que nada saben, que nada piensan, que todo creen, que no se inmutan. Quiere enseñar y no puede, porque no se lo permiten. Más sabe el perro por viejo que por perro. O más sabe el viejo por perro que por viejo. Sabe más el maestro, cansado de corregir acentos perdidos, letras raídas, indolentes sirenas de sus propios sueños que inmaduramente no reconocen sus pausas exhaladas, sus misteriosas reacciones en un mundo laberíntico y ajeno. Manolete, si no sabes torear pa' que te metes, dice el cantar en el fondo de la memoria del distintivo, soberbio, certero maestro. Hablan las malas lenguas al fondo del pasillo, leyenda viviente de mentiras forjadas en el bravío subsuelo de la ignorancia recabada.

Muere la prosa reciclada, la vida misma del abecedario sin usar por aquellos indolentes del deseo de mejora. Habla la bruja deslenguada que descuartiza textos y palabras como indigente ansiosa del vocablo curtido. Mira el maestro la copia arbitraria, el insulto hecho palabra y proclama, con su pluma moratoria, con su gesto cansino, el veredicto de su sapiencia irreverente.
Pedante amigo, me prostituyo por tí y para tí, me vendo por cuatro letras, baratas, inútiles y gratuítas, no me importa.
Eres mi maestro y me enseñaste bien: para escribir sólo se necesita bolígrafo y papel.

Para decir, necesitas el alma.

2 comentarios:

Damian3883 dijo...

Me encanto esta entrada, aunque la encontre por casualidad. Luego de leerla me pase por todo tu blog y me pareció genial. Se que quizas sea Snob lo que te digo, pero a veces inspira. Quedo a la espera de lo proximo que escribas

Saludos

Candela dijo...

Pues muchisimas gracias, Damian, y bienvenido.