martes, 26 de abril de 2016

Mi mejor amiga

Hace un año mi médico me envió a hacer un análisis de sangre que mostró unos niveles muy altos de azúcar en la sangre, por lo que me previno que podría ser diabética y me mandó unas pastillitas para ir controlando. Meses después decidió que era mejor enviarme al especialista y en Marzo tuve mi primera consulta con el diabetólogo que confirmó que tengo diabetes tipo 2 y ahora toca cuidarse para mantener lso niveles de sangre entre 4 y 8 que son los marcadores normales (aquí se miden de manera diferente que en España).

Que te diagnostiquen Diabetes T-2 a los 46 años no parece fácil, sobre todo porque piensas que se te ha acabado disfrutar de todas esas cosas buenas que tiene la vida como una buena copa o una copa de helado, pero no es así. Al contrario, si te gusta la cocina como a mí, te abre todo un abanico de posibilidades y experimentos.

Mis niveles ahora mismo no son tan altos, por lo que no llevo una dieta estricta. En mi priemra visita con la dietista simplemente me recomendó un cambio de carbohidratos: nada de pasta o pan blanco. Integral y punto. De momento la pasta no la he probado, pero he dejado de comprar pan -mi perdición- y me he agenciado una panificadora. Todos los panes traen azúcar añadido más los azúcares naturales que trae la harina de por sí en sus carbohidratos, por lo que me hago pan sin añadir nada de azúcar. Hasta ahora tampoco he estado añadiendo sal, porue todas mis comidas las hago sin sal y no lo noto, pero en el pan se ha notado bastante en algunas harinas y he decidido usar sal. Una cucharadita o dos en un pan no me van a dañar, porque esa hogaza de pan me dura toda la semana. Suelo tomar dos rebanadas en el desayuno y otras dos en la cena si acaso, pero no cada día. He hecho panes integrales, molletes con harina blanca, pan de espelta, pan de centeno, y tengo ahí harina de malthouse, que es una mezcla de cebada, centeno y trigo.

Me hago mermeladas también. Ricas ricas. Y masa de croquetas, que es algo que en mis 46 años de vida solo hice de manera manual una vez porque me da bastante cosa el amasar a mano, lo encuentro una sensación muy desagradable. Y bizcochos sin azúcar,

Fuera de la panificadora, me hago bastantes postres sin azúcar (hay miles de recetas especiales para diabéticos o simplmente sin azúcar en internet) y he encontrado unos helados de proteína de soya que son fantásticos y casi sin carbohidratos (y por tanto, sin azúcar).

El segundo gol -además de controlar el tema comida- que tenía pendiente era hacer ejercicio. No soy carne de gimnasio. Pero me gusta nadar. El problema es que la mayoría de gimnasios que tienen piscinas se encuentran en hoteles, con lo cual la membresía era: o cogerla trimestral, semestral o anualmente y pagar por todo el gimnasio para solo usar la piscina y luego no ir más que una vez o dos como mucho a la semana o encontrar una donde pudieras ir sin tener membresía y pagar solo por el uso de la piscina. Y encontré un par de ellas. El problema es que de esta manera solo podías entrar de lunes a viernes y hasta las 5 de la tarde. Y o acabo de trabajar como muy temprano a las 4.30 (algunos meses acabo a las 5.30). Además, tampoco te aseguraban que pudieras entrar. Si tenían el lugar lleno, te tenías que marchar. Por otro lado, las piscinas de hotel tienen un grave problema: están los usuarios de gimnasio que la utilizan para ejercitarse, pero luego están los clientes del hotel que la utilizan como modo de relajarse, y también sus hijos, que a veces se piensa que están en el Acquapark.

Soluión: no tengo sitio para una piscina en mi minipatio y carezco de sótano para una piscina cubierta. Pero ayer llegó a casa mi mejor amiga: Currita. Currita me va a hacer sudar de ahora en adelante, o al menos mover las piernas. Como sigo varias series por internet, mi rota para la semana ya está estipulada: lunes (The Good Wife y GOT); martes (El Ministerio del Tiempo); Miércoles (El Caso); Jueves (La embajada, creo que ya ha empezado); Viernes (Vis a Vis o descanso, dependiendo si tengo que hacer compras). Fines de semana, descanso.

Os presento a mi mejor amiga, vamos a ser IN-SE-PA-RA-BLES:




También tengo amistades tóxicas, por eso hace tiempo que no me hablo con esta:


He perdido 2 kgs en 4 semanas. Con la ayuda de mi mejor amiga espero perder unos cuántos más, aunque la dietista no me ha puesto goles. Ahora mismo lo único importante es mantener mis niveles glicémicos entre 4 y 8.








5 comentarios:

chema dijo...

una cinta para correr, mola!! así harás ejercicio, estimularás la circulación, dormirás bien... la báscula pasa de ella. controlar el peso, pues sí, pero sin obsesionarse.
ya he visto las recetas tan ricas que pones en facebook. el pan, mejor hacértelo tú y sabes lo que le pones. el que debe llevar todo tipo de porquerías es el pan de molde...

Lucía dijo...

!què guay! el problema de estas cintas es tener sitio para ella. Y si ves que vas bajando peso estarás emocionada.
Pues te deseo una amistad muyyyyy larga

Geno dijo...

Yo tenía una bici estática muerta de risa y desde hace ya un tiempo (¿Un año o así?) le estoy dando el uso que no le di antes jajajjaja con la diferencia de que yo en lugar de ver series, leo. Lo de la cinta andadora me llama la atención pero me pasa lo que dice Lucía, no tengo sitio donde meterla ^_^

Candela. dijo...

Leer es una opción que puede ser peligrosa en la treadmill.. ya lo intenté en el gimnasio una vez y casi me pego el hostión

Geno dijo...

Jajajja ya, ya, la bici es más segura para eso