
Camilo, mi Camilo Blanes, fué mi primer amor, a la temprana edad de cuatro años, a juzgar por las historias contadas por mi madre, que tuvo que comprarme en 1974 el álbum del mismo nombre para detener mi berrinche y mi histerismo digno de cualquier fan más crecidita cuando mi idolatrado cantante aparecía en Tv. A éste le seguiría otro álbum ya en cassette, cosas de la tecnología, y por supuesto en 1975 no pudo faltar
Jesucristro Superstar, de la que me aprendí todas las canciones antes, apenas, de saber leer.

Al margen de que Camilo se haya unido ahora a la larga lista de Freakys que amenazan el panorama nacional televisivo con su presencia y sus extravagantes cuadros de buhos y su addición a la cirujía plástica y los injertos capilares, Camilo sigue siendo mi admirado ídolo. A pesar de la cirujía, reconozco su atractivo rostro que me hizo caer a sus pies en mi más tierna infancia, y su voz me translada como por arte de magia a un pasado que apenas recuerdo. Mis vinilos están perfectamente conservados, y han sido usados una y otra vez. De hecho mientras escribo esto
Fresa Salvaje deleita mis oidos.

Pero no contenta con tener algunos de sus álbumes, allá a principios de los ochenta me compré su autobiografía, en los almacenes Simago, al módico precio de 50 pesetas cuando ya la moneda estaba bien devaluada. Ni qué decir tiene que nunca leí más allá de la primera página, pero contiene algunas fotos de la infancia, adolescencia y primeros años artísticos de Camilo bastante interesantes.

Camilo Blanes Cortés, el mayor de cuatro hermanos, nació un 16 de Septiembre de 1946 en Alcoy (Alicante), pero su andadura musical empezaría en el 64, cuando influenciado por la música de los Beatles y contemporáneos, forma el grupo
Los Dayson, que sería un furor a nivel local. Se dice que por entonces ya pintaba, que era lo que le reportaba algún ingresillo, pero no es hasta 1966, cuando ya vive en Madrid, que se integra en el grupo
Los Botones y consigue sus primeros éxitos nacionales y unos primeros pasitos en el cine con la pelicula
Los Chicos del Preu (1967), junto a Karina, Emilio Gutiérrez Caba, María José Goyanes, Alberto Closas, José Luis López Vázquez y Rafaela Aparicio entre otros artistas de la epoca, y bajo la dirección de Pedro Lazaga con guión de Pedro Marsó y José Luis Garci. Sin embargo, debido a su edad debe hacer "la mili" y abandonar
Los Botones, y es entonces cuando comienza su carrera en solitario.

En 1970, después de meses trabajando en el estudio de Juan Pardo como instrumentista y vocalista, le llega la oportunidad de grabar su primer single en solitario, con el nombre de Camilo Sexto, y el sencillo no tuvo éxito alguno. Cambiando su nombre a Sesto en 1971 y bajo la producción de Juan Pardo, graba su primer LP en Londres (
Algo de Mí), al que seguiría un año más tarde
Sólo un Hombre, en el que incluye
Amor Amar, un poema escrito por Lucia Bosé (madre de Miguel), con el resto de canciones escritas y compuestas por él mismo.

En 1973 nos representa en el Festival de la OTI en Brasil con el tema
Algo Más, y aunque no destacó en los primeros puestos, el tema sube rápidamente en las listas de nuestro pais. Y los éxitos siguen llegando, de manera que Camilo se convierte en su propio productor y continúa sacando álbumes que se convierten en numeros unos instantáneos.

Arropado por su enorme carisma y su confianza en sí mismo como artista consolidado, no duda en tomar las riendas de un ambicioso proyecto: el musical
Jesucristo Superstar, del que el mismo Andrew Lloyd Weber dijo que era una de las mejores representaciones que había visto. La obra lanzaría a la fama a Angela Carrasco en el papel de María Magdalena, y daría pie a algunas colaboraciones musicales entre ambos artistas.